Director, productor, editor, guionista, fotógrafo, biólogo. Estudia en la Universidad de Madrid la carrera de Biología y obtiene su Doctorado en Ciencias Naturales con el documental sobre apicultura La ciudad y el campo/1934, mismo año en que imparte la cátedra de Biología. Dirige una serie de documentales didácticos: Felipe II y El Escorial, Santiago de Compostela, Castillo de Castilla, Saudade, en apoyo a las asignaturas de Historia, Etnografía y Antropología. Realiza los cortometrajes Yebala y Galicia/1937, el segundo es premiado en París.
Después de participar en la Guerra Civil española en 1939, dentro de la facción republicana, se refugia en México. En 1946 Carlos Velo asume la dirección del noticiario mexicano EMA de exhibición obligada en los cines, donde coordina varios equipos de producción hasta 1953, tiempo en el que realiza los documentales México eterno, México incógnito e Historia de México.
Como coguionista, es nominado al Ariel (1946) por Entre hermanos/Ramón Peón 1944, película que le es imposible dirigir, ya que no cuenta con el permiso del STPC para filmar en México. También es coguionista de La barraca/Roberto Gavaldón 1944, Amok/Antonio Momplet 1944 y La selva de fuego/Fernando de Fuentes 1945. A partir de 1953 y en sociedad con Manuel Barbachano Ponce, dirige, asesora y edita para Teleproducciones S.A., los noticiarios: Cámara, Cine-Selecciones, Tele-Revista y Cine-Verdad. Participa en la edición y asesoría técnica de Raíces/Benito Alazraki 1953, película de fuerte contenido antropológico que recibe el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Cine de Cannes 1954. En el Festival de Edimburgo obtiene un premio por el documental Pintura Mural Mexicana.
Carlos Velo realiza varios cortometrajes, entre ellos El corazón de la ciudad y La tierra del chicle en 1953, Pintura mural mexicana, Retrato de un pintor, Arte Público y J. C. Orozco en 1954, La Tierra era verde/1957 y Homenaje a León Felipe/1973-75.
Al margen del STPC, realiza su primer largometraje Torero en 1956, documental en el que se entreteje la ficción, considerado hasta entonces el mejor retrato que hace el cine de la fiesta brava. Trabajo que incluye entrevistas, segmentos de noticieros y documentales previos, realizados y editados durante diez años por Carlos Velo en su productora Teleproducciones S.A., material con el que reconstruye la biografía del torero Luis Procuna, actuada en la película por el mismo Procuna, su familia y amigos, en los escenarios reales de su infancia y adolescencia, donde el torero confiesa su tremendo miedo a los toros y su gran amor por los suyos y la vida. Figuran en el elenco: Ángel Procuna, Consuelo la esposa de Luis Procuna y sus hijos Luis, Carmen, Aurora, Flor y Ángel; los toreros Manuel Rodríguez “Manolete”, Alfonso Ramírez “Calesero”, Lorenzo Garza, Carlos Arruza, Luis Castro “El soldado”; apariciones incidentales de Dolores del Río, Miroslava, Lorraine Chanel y muchos otros. El filme se presenta en Cannes y Venecia recibiendo buenas críticas, recibe un Ariel Especial en 1958 y es enviado por la AMACC a la preselección al Oscar.
En 1964 Carlos Velo es productor de El gallo de oro/Roberto Gavaldón. Consigue entrar en la Sección de Directores del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC), lo que le permite filmar la adaptación al cine de la novela homónima del escritor Juan Rulfo Pedro Páramo/1966. Una adaptación del mismo Juan Rulfo, Carlos Velo y Manuel Barbachano Ponce, con opiniones de otros literatos como Carlos Fuentes (a quien Carlos Velo da todo el mérito del guion) y cineastas de prestigio.
La trama: Una historia de amor y desamor, en la que en busca de su padre el hacendado Pedro Páramo, Juan descubre el pasado de este a través de tres apariciones de mujeres fantasma, que narran diversas etapas de la historia familiar. A petición de su madre Doloritas antes de morir, Juan va a cobrarle a su padre el haberlos tenido en el abandono, y se encuentra con un pueblo en ruinas en el que Pedro sufre eternamente por el desamor de Susana. Con John Gavin, Ignacio López Tarso, Pilar Pellicer, Julissa, Carlos Fernández, Beatriz Sheridan, Juan Ferrara, Alfonso Arau, Roberto Cañedo y Narciso Busquets, entre muchos otros. La fotografía es de Gabriel Figueroa y la música de fondo de Joaquín Gutiérrez Heras. Una película de Clasa Films Mundiales y Producciones Barbachano Ponce.
Carlos Velo continúa con la comedia Don Juan 67/1966, bajo un argumento de Fernando Galiana, adaptación de ambos, una producción de Angélica Ortiz. Historia del playboy Mauricio (Mauricio Garcés), quien conquista a mujeres de todo tipo con la complicidad de su mayordomo Dimas (David Reynoso) y después las abandona por miedo al matrimonio. Una jovencita enamorada de él le tiende una trampa disfrazándose de plomero. Con Isela Vega, Irma Lozano, Queta Lavat, Norma Lazareno, Raquel Olmedo, Evangelina Elizondo y Alicia Bonet, entre otros.
Cinco de chocolate y uno de fresa/1967, su siguiente película, bajo un argumento de Fernando Galiana, adaptación de Carlos Velo y José Agustín, gira en torno a la joven y dulce novicia (Angélica María), que cambia de personalidad al comer unos hongos alucinógenos; acude a una fiesta donde conoce a cinco jóvenes con quienes comete varias “travesuras”, como asaltos y el secuestro del presidente de la Asociación de Banqueros. Acompañan a Angélica María: Fernando Luján, Agustín Martínez Solares, Juan Ferrara, Edmundo Mendoza y Michel Strauss, entre otros. Una producción de Angélica Ortiz (madre de la actriz), que permanece nueve semanas en el cine Variedades a partir del 26 de diciembre de 1968.
Alguien nos quiere matar/1969, con un argumento de Raúl Zenteno y Fernando Josseau, adaptación de José Agustín y Carlos Velo producida por Angélica Ortiz. La película, desparpajada, fresca e irreverente en su sentido del humor sin miedo al ridículo, considerado en su momento por la crítica irrespetuoso; presión que logró que algunas secuencias se eliminaran en su paso por la televisión.
La cinta es una comedia cuya protagonista Carlota (Angélica María), es enviada a la Ciudad de México por su abuela (Fanny Schiller), para vengar la muerte de su padre asesinado durante la revolución. De manera que consigue el puesto de secretaria de Juan Pablo (Carlos Bracho) el presunto asesino, cuyas conquistas femeninas provocan el agravio de los maridos que se agrupan en el “pacto de Xochimilco” para tratar de matarlo, todo lo contrario se van matando entre sí. Juan Pablo no puede ser el asesino del padre de Carlota, puesto que cuando se cometió el crimen, él no había nacido.
Su último largometraje, El medio pelo/1971, es un argumento sobre la pieza de Antonio González Caballero, sátira costumbrista, adaptación de Carlos Velo y Juan Tovar, filmado en los Estudios América y locaciones de Tequisquiapan, Ciudad de México y Querétaro, que se divide en tres episodios: “El medio pelo”, “La pelusa” y “El peluche”. Con las actuaciones de Amparo Rivelles, Manuel López Ochoa, Enrique Rambal, Fernando Luján, Irma Lozano, Octavio Galindo, Lilia Prado y Soledad Acosta, entre otros. Una producción de los Estudios América y Gregorio Walerstein.
En 1971 asume la dirección del Centro de Producción de Cortometraje de los Estudios Churubusco, donde produce: Los que sí y los que no, El rumbo que hemos elegido, A la mitad del camino, Cartas a Japón, Baja California: Último paraíso, Baja California: Paralelo 28, nominado al Ariel por Mejor Cortometraje Documental en 1974.
Carlos Velo funda en 1972 el Centro de Capacitación Cinematográfica, inaugurado en 1975, con Luis Buñuel como presidente de honor, mismo que dirige hasta 1976, año en que la Filmoteca Española le rinde un homenaje por su labor al frente de este centro. Crea y preside el Centro de Producción Audiovisual de la Secretaría de Educación Pública. Desarrolla la serie “Cambio” patrocinada por el CONACYT, contribuye en la creación de la Asociación Mexicana de Recursos Audiovisuales y Científicos, y en 1984 es nombrado por el presidente Miguel de la Madrid Subdirector de Medios Audiovisuales en el CONACYT.
Sin dejar de trabajar en el medio audiovisual, en 1987 pasa por diversas intervenciones quirúrgicas para tratar un cáncer que finalmente le gana la batalla.
CV.- “México, país misterioso y mágico. Con buenos motivos para la fotografía, con sus magueyes y sus hombres con sombreros anchos, donde se quiere tanto al español, al republicano en especial, el país de los ‘manitos’. Me influenció Eisenstein, quería filmar magueyes y a esos charros que traen sombrero ancho. Sombreros anchos para el sol, pensamos que los sombreros mexicanos son únicos en el mundo. Buena y original adaptación hicimos del sombrero español, ya que su origen es europeo.
Pedro Páramo, en la que el papel estelar, para mi desventura y frustración, lo lleva John Gabin, mal actor por los cuatro costados; el mismo que hace poco estuvo de embajador de Estados Unidos en México, Gabin mismo tuvo el detalle de haber declarado ante el Senado de su país, que después de 40 películas se daba cuenta que no tenía madera de actor.”
(Revista de revistas, “Carlos Velo, Científico y Cineasta”, Manuel López de la Parra, 10/10/1986)
De niño, Carlos Velo lleva una vida campirana. Su lengua materna es el gallego y a los diez años aprende el castellano. Hijo del médico rural José Velo Castro y de Dolores Cobelas Alberte. Cursa la primaria en la escuela del pueblo, y a los diez años ya estaba en el bachillerato de Ourense y lo termina en 1925 con premio extraordinario. En un ambiente intelectual y cultural gallego de la época, entabla amistad con los hermanos Lourenzo, en especial con Xaquín, y comienza su afición al cine, primero como espectador y luego como miembro de un peculiar equipo de filmación con Augusto Pacheco, Antonio Román y el propio Xaquín Lourenzo “Xocas”, en ocasiones reunidos en el estudio fotográfico del padre del primero, José Pacheco.
Posteriormente se gradúa como maestro nacional en la Escuela Normal, donde asiste a clases con personajes como Otero Pedraio y Vicente Risco. Su padre, también cacique en Cartelle, lo obliga a estudiar Medicina en Madrid, sin embargo, él decide estudiar al mismo tiempo Biología. Presionado y enfermo por el estudio de dos carreras, su padre le autoriza a continuar con la licenciatura en Biología. Se convierte en líder estudiantil de la Federación Universitaria Escolar, tiempo en el que participa en el cineclub, considerado un centro de conspiración; de todas formas se organizan para proyectar las películas en lo que hoy es el Palacio de la Prensa en Madrid. Se titula en Ciencias Naturales en 1932 y, entre 1933 y 1935, ejerce como ayudante de cátedra de entomología en la Universidad de Madrid. Imparte clases de historia natural, fisiología y nociones de física y química en el IES Lagasca de Madrid. Se apasiona por la historia, la filosofía y la literatura, y participa en las tertulias de Revista de Occidente.
También se interesa por la fotografía. Con una novedosa cámara Leica, regalo de su padre, experimenta con este medio influido por el surrealismo y las vanguardias de finales de los años veinte. Ya durante la República hace su doctorado sobre los reflejos de las abejas que les permiten comunicarse entre sí. Le rechazan su tesis por escrito y decide filmarla en 16mm con la colaboración de su colega y amigo el documentalista Guillermo Fernández Zúñiga, quien luego retomaría esa obra con el título Aventuras de los ápidos apis.
En el Madrid de aquellos años sigue los acontecimientos de la época, y el canal más eficaz para interesarse por la acción política es el cine, a través de la Residencia de Estudiantes y las sesiones del cineclub español activo entre 1929 y 1931 por iniciativa de Luis Buñuel, el escritor Ernesto Giménez Caballero y el círculo de la revista: La Gaceta Literaria. Carlos Velo fue uno de los presentadores de las películas. Apasionado por esta nueva actividad, funda en 1933 el club de cine de la Federación Universitaria Escolar.
Descubre las películas de Robert J. Flaherty, Serguei Eisenstein, Aleksandr Dovzhenko, Vsévolod Pudovkin o Dziga Vértov, que influyen decisivamente en él cuando hace el cambio a las cámaras. Carlos Velo fue el encargado de llevar hormigas rojas españolas para el cortometraje Un perro andaluz/Luis Buñuel 1929.
Durante la persecución de los simpatizantes de las fuerzas franquistas, constantemente tiene que huir. Llega a Sevilla y conoce a la Duquesa de Alba, quien lo contrata como maestro de su hijo. Esta relación le beneficia, ya que conoce a Rodiño y a Miguel Pereyra, quienes tuvieron a su cargo la coordinación del cine franquista. La mayoría de las películas que filma Carlos Velo en España se pierden, mientras que su cortometraje documental Felipe II y El Escorial, en poder de la Filmoteca Española, es intervenido al cambiar la banda sonora de las mismas imágenes.
Se traslada a Marruecos con su esposa, filma una película y la manda a la UFA, empresa fílmica alemana de gran prestigio en esa época. En México, da clases durante cuatro años de Biología en el Politécnico y trabaja en fotografía científica. Es contratado para filmar la campaña de Miguel Alemán, por lo que es uno de los pioneros en filmar campañas presidenciales para televisión. Autor de más de mil documentales, trabaja al lado de Alberto Bojórquez, Jorge Fons, Alejandro Jodorowsky, Paul Leduc, Óscar Menéndez, Manuel Michel, Julián Pastor, Arturo Ripstein y Ariel Zúñiga. En 1956 comienza a filmar la película México mío, cinta que no termina.
Carlos Velo reconoce sentirse frustrado con la realización de Pedro Páramo, porque después de tener un guion magnífico con actores estupendos, permite que fuera “sometido a un rasero de producción a un nivel de mediocridad industrial odioso”. Al paso de los años, la crítica nacional e internacional considera a Carlos Velo como el verdadero autor de la película Raíces/Benito Alazraki 1953.
En julio de 1960, el productor Manuel Barbachano Ponce obsequia a la UNAM una copia de Raíces y de Torero/1956, donativo con el que se funda oficialmente la Filmoteca de la UNAM.
Señalado por malversación de fondos, Carlos Velo ingresa a la cárcel en el verano de 1979, época en que Margarita López Portillo estaba al frente de la política cinematográfica, y sale a finales del mismo año libre de cargos, tras un fuerte movimiento solidario, liderado tanto en México como en Galicia por Luis Buñuel.
En la última etapa de su vida recibe nuevos reconocimientos gallegos, como el premio Mestre Mateo de la Xunta de Galicia en 1983 y el homenaje en 1985 en la Xociviga de Cine y Videoconferencia de Galicia. El Festival Internacional de Cine de Ourense crea el Premio Carlos Velo para el Mejor Director, denominación vigente durante 2001, 2002 y 2003. Se crea la Fundación Carlos Velo, que centra su trabajo en la investigación y difusión de la obra del cineasta, así como en la difusión, formación y promoción de las artes visuales, y en la organización de actividades culturales y científicas. Su nieta Laura Gárdos Velo es Presidenta Honoraria de la Fundación.
Como un homenaje al cineasta español, y una forma de ayudar a la comunidad e impulsar la creatividad de realizadores cinematográficos, TV-UNAM invita a participar en el Taller “Carlos Velo”, destinado a la posproducción de largometrajes de no ficción en agosto de 2020.
“Torero”. Película completa
“Pedro Páramo”. Película completa
“Don Juan 67”. Película completa
“Cinco de chocolate y uno de fresa”. Película completa
https://www.facebook.com/watch/?v=1689595937794674
“Alguien nos quiere matar”. Película completa
https://www.facebook.com/watch/?v=244822240064528
“Galicia”. Cortometraje
Ciclo Carlos Velo
https://www.facebook.com/watch/?v=290501802567202
Presentación del Catálogo exposición Carlos Velo
Expo Carlos Velo
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