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BUÑUEL PORTOLÉS, LUIS

Calanda, provincia de Teruel, España,

22/02/1900

─ Ciudad de México,

30/07/1983

PRESIONE LA FOTO PARA AMPLIARLA

BUÑUEL PORTOLÉS, LUIS

Calanda, provincia de Teruel, España,

22/02/1900

─ Ciudad de México,

30/07/1983

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BIOGRAFÍA

Director, guionista, productor, actor. Influido por su padre, ingresa en 1917 a la carrera de Ingeniero Agrónomo en la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos de la Moncloa, misma que abandona para estudiar Ciencias Naturales y Entomología; posteriormente se matricula en Filosofía y Letras, en la Universidad Central de Madrid, licenciatura que obtiene en 1924. Años en que se aloja en la Residencia de Estudiantes en Madrid, en donde convive y entabla amistad con el poeta Federico García Lorca, el pintor Salvador Dalí, el crítico Moreno Villa y Emilio Prados, quienes tendrán una gran influencia en su vida y formarán entre otros la Generación del 27. García Lorca lo invita a leer “La leyenda áurea”, primer libro en el que encuentra algo de San Simeón el Estilita, que más adelante deviene en Simón del desierto/1964. Comienza a colaborar con algunos poemas en las publicaciones literarias de vanguardia y en 1925 llega a París, donde, gracias a su capacidad de improvisación, el pianista Ricardo Viñes lo recomienda con el director de la Orquesta de Holanda, quien lo contrata como director escénico de “El retablo de Maese Pedro”, un episodio de “Don Quijote de la Mancha” que se presenta dos días en Amsterdam. Trabaja como ayudante del director de cine francés Jean Epstein durante dos años, tiempo en el que aprende la técnica cinematográfica.

En 1929 se incorpora al grupo surrealista parisino, pues su carácter encajaba perfectamente con la intransigencia moral, artística, y las preocupaciones sociales y políticas de éste. Siendo el único miembro del grupo que, relacionado con el cine, decide adaptar la estética surrealista a la pantalla. Ese mismo año le pide a su madre el equivalente a 2,500 dólares para producir su primer trabajo cinematográfico: Un perro andaluz (17min) coescrito con Salvador Dalí, cortometraje de dos bobinas en el que no aparecen ni perros ni andaluces, considerado la primera película surrealista. En la cinta se combinan la estética surrealista con algunos descubrimientos freudianos y los personajes actúan movidos por impulsos, confundiéndose con acciones irracionales. En palabras de Luis Buñuel: “la película está dirigida a los sentimientos inconscientes del hombre, y por tanto tiene validez universal, por mucho que pueda resultar desagradable a algunos grupos sociales aferrados a principios morales puritanos”. Se estrena en junio de 1929 en la sala Ursulines de París ante un público selecto. Debido al enorme entusiasmo que provoca el cortometraje, se exhibe durante nueves meses seguidos en el cine Studio 28, sala para el público en general.

Ese mismo año conoce al fotógrafo Man Ray, quien en el bar La Coupole, en París, le presenta a Louis Aragon, que a su vez lo introduce más tarde al grupo surrealista de: Max Ernst, André Breton, Paul Éluard, Tristan Tzara, Pierre Unik, Yves Tanguy y René Magritte.

Poco después del estreno de Un perro andaluz, George Henri Riviere, subdirector del museo “Trocadero” de París, lo invita a su casa y le presenta a su íntimo amigo el vizconde de Noailles. Así, sus nuevos amigos Charles y Marie Laure de Noailles le proponen facilitarle los medios para hacer otra película, la que él quiera, lo único que le piden es que la banda sonora sea del compositor ruso Ígor Stravinsky, idea que Luis Buñuel rechaza, ya que su disciplina surrealista y las tendencias artísticas de su grupo eran incompatibles con las de Stravinsky, sobre todo desde un punto de vista moral. Los vizcondes aceptan patrocinar el proyecto sin la presencia del músico y la banda sonora se compone de fragmentos con música clásica. Es así como se produce La Edad de Oro/1930, su debut en el largometraje (63 min), una de las primeras películas sonoras realizadas en Francia, con guion de Buñuel y Dalí, que narra la historia de un hombre y una mujer que se enamoran perdidamente el uno del otro y anteponen su deseo a todo: convenciones sociales, prejuicios típicos de la década de los treinta e incluso la prisión. El filme se desarrolla en torno a dos temas principales: el amor y el deseo incontrolable. No obstante, el director añade a la trama temas secundarios como la violencia, no siempre justificada, la antipatía hacia la iglesia, falta de comunicación entre los individuos y la ironía cómica, consiguiendo una crítica sutil aunque voraz de la sociedad burguesa en su ámbito. El instinto sexual y el sentido de la muerte forman la sustancia verdadera de esta cinta romántica, realizada en pleno frenesí surrealista, el reparto lo integran: Lya Lys, Gaston Modot, Max Ernst y Pierre Prévert. El filme tiene un costo alrededor de los 25 mil dólares, en realidad una suma pequeña, si se toma en cuenta lo ambiciosa que es la obra.

Seis días después del estreno de La Edad de Oro en 1930 en París, unos cuantos jóvenes reaccionarios franceses provocan daños en la sala y en el vestíbulo por valor de 12 mil francos, incitados por Léon Daudet desde el periódico de extrema derecha L’Action Francaise. La proyección continúa dos días más en la sala devastada, y ante la intención de los partidarios de la película de tomar represalias, la policía de París la suspende de forma definitiva. Luis Buñuel presenta la película en la Film Society de Nueva York. Los vizcondes de Noailles la retiran de circulación en 1934 para resguardarla en su archivo. El negativo original es depositado en 1977 por los herederos de los vizcondes en el Service des Archives du Film, en donación al Estado francés, y se conserva en el Museo Nacional de Arte Moderno del Centro Georges Pompidou de París. Es distribuida nuevamente por Gaumont a partir del 17 de junio de 1981 y restaurada por el Museo Nacional de Arte Moderno de París en 1993.

En 1932 se separa del grupo surrealista. Para ganarse la vida, comienza a adaptar anónimamente guiones del inglés al español para los Estudios Paramount en París, y supervisa doblajes para la Warner Bros. En 1933 luego de leer el estudio antropológico de Maurice Legendre “Las Jurdes: étude de géographie humaine” (1927), dirige Las Hurdes (Tierra sin pan) (1932, 27 min), dramático documental de la comarca del mismo nombre situada en el norte de la provincia de Cáceres, región montañosa en Extremadura, España, alrededor del pueblo de La Alberca, a cuatro horas de Madrid. Región de total pobreza cuyos habitantes estaban a tal grado aislados del desarrollo, que incluso el pan les era desconocido y la gran mayoría se alimentaba de cerdo. El matrimonio entre integrantes de la misma familia resulta en el nacimiento de muchos niños con deficiencias, y aquellos que nacen saludables sucumben a los efectos de la desnutrición. De acuerdo con el filme, el principal ingreso para este pueblo era el subsidio del gobierno, que recibían al admitir niños huérfanos.

Bajo un argumento y guion de Luis Buñuel, fotografía de Eli Lotar y comentarios del mismo Buñuel y Pierre Unik, la exhibición de Las Hurdes (Tierra sin pan), cinta en un principio sin sonido, fue prohibida por las autoridades del gobierno, considerada una película difamatoria. En 1936 las autoridades republicanas le dan el dinero para la sonorización del documental, la cual se lleva a cabo en 1937, año en que toma el filme Pierre Braunberger para su distribución. Se estrena en 1939 en París, y en Nueva York se exhibe en una asociación de documentalistas. El negativo original desaparece durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Es restaurado y sonorizado por Les Films de la Pléiade en 1965 a partir del material existente en poder de Braunberger. Se realiza una nueva sonorización en español realizada en 1996 por la Filmoteca Española con la voz de Francisco Rabal.

En 1934 Luis Buñuel contrae matrimonio con Jeanne Rucar, su compañera de toda la vida. Al estallar la guerra civil española en julio de 1936 detiene sus proyectos de cine y se pone a disposición del gobierno, que lo envía a París como encargado de la embajada en España.

De forma anónima, funge como productor de la empresa Filmófono en La hija de Juan Simón/José Luis Sáenz de Heredia 1935, Don Quintín el amargao/Luis Marquina 1935, ¡Centinela Alerta!/Jean Grémillon 1936, España/1937; es coguionista y coproductor de la cinta ¿Quién me quiere a mí?/1936. Durante la Guerra Civil, su trabajo cinematográfico se espacia.

Llega a Hollywood en 1936 como asesor histórico de películas que mostraban la guerra española. Prueba suerte en Nueva York, donde trabaja para el Museo de Arte Moderno (1941-1943) como consejero y jefe de montaje de las películas de la oficina de propaganda para los países de América Latina, donde es muy reconocida su labor. Regresa a Hollywood, a la Warner Bros., a ocuparse de la supervisión de las películas hispanas.

Sale de Estados Unidos en 1946 rumbo a París haciendo escala en México, misma que se transforma en una estancia de casi 20 años y 21 películas mexicanas, Luis Alcoriza, Janet Alcoriza, Jean-Claude Carrière y Julio Alejandro son los coguionistas preferidos de Buñuel. La primera cinta que dirige en México es Gran Casino/1946, protagonizada por Jorge Negrete y Libertad Lamarque. Después de trece años alejado de las cámaras, Luis Buñuel realiza su primera cinta comercial en la que evita el melodrama, en sus propias palabras: “el amor convencional y mediocre”. Un ejercicio de libertad estilística en el que se permite jugar con números musicales y situaciones premeditadas para incitar una comicidad que no acostumbraba en su cine. Una adaptación de la novela “El rugido del paraíso” de Michel Weber, de  Luis Buñuel, Mauricio Magdaleno y Edmundo Báez (sin crédito), que aborda el drama de una compañía petrolera que explota los campos aledaños a la ciudad de Tampico, Tamaulipas. Se suman al elenco Meche Barba, Agustín Isunza, Julio Villarreal, José Baviera, Alfonso Bedoya y Francisco Jambrina, entre otros. Una producción de Películas Anáhuac y Óscar Dancigers, filmada en su totalidad en los estudios CLASA en la Ciudad de México, que retrata al Tampico de principios del siglo XX. Se estrena el 12 de junio de 1947 en el cine Palacio, con permanencia de tres semanas.

Su segunda película en nuestro país es El Gran Calavera/1949, comedia basada en un argumento de la pieza de Adolfo Torrado, adaptación de Luis Alcoriza y Janet Alcoriza. Con Fernando Soler como co-director y Moisés M. Delgado asistente. Única de sus cintas en la que no escribe o colabora en el guion. Historia de Ramiro, quien al quedar viudo se hunde en la tristeza y el alcohol, y permite que sus hijos Virginia y Eduardo, su hermano Ladislao y su cuñada Milagros sólo interesados en su dinero, lo exploten. Gregorio, otro de los hermanos de Ramiro, llega de visita y preocupado por la decadencia de Ramiro y por los abusos que todos cometen, pone en marcha un plan para hacerles creer que la familia se quedó en la ruina.

Con Fernando Soler, Rosario Granados, Andrés Soler, Rubén Rojo, Gustavo Rojo, Maruja Grifell, Francisco Jambrina, Luis Alcoriza, Antonio Bravo, Antonio Monsell y Nicolás Rodríguez, entre otros. Una producción de Ultramar Films y Fernando Soler para Óscar Dancigers, con la fotografía de Ezequiel Carrasco, la edición de Carlos Savage y música de Manuel Esperón. Se filma durante 18 días entre junio y julio de 1949 en los estudios Tepeyac con un costo aproximado de 400 mil pesos. Tiene su estreno el 25 de noviembre del mismo año en el cine Orfeón, con permanencia de tres semanas.

Continúa con Los olvidados/1950, argumento y adaptación de Luis Buñuel y Luis Alcoriza, con la colaboración sin créditos de Juan Larrea, Max Aub y Pedro de Urdimalas. El primer referente de la cina se centraba en un argumento titulado “¡Mi huerfanito, jefe!”, inspirado en los niños vendedores de la Lotería, escrito por Luis Buñuel y Juan Larrea. Pero el éxito taquillero de El Gran Calavera desata el entusiasmo del productor Óscar Dancigers y propone a Buñuel filmar un relato más duro sobre la pobreza infantil. Así que, para escribir la historia de Los olvidados, recorre durante seis meses “los bajos fondos de la Ciudad de México”, acompañado primero por Luis Alcoriza y luego por el escenógrafo canadiense Edward Fitzgerald. Camina por Nonoalco, la plaza de Romita, una ciudad perdida de Tacubaya, lugares que aparecen en la película, algunos de los cuales ya no existen. A Buñuel le interesaba hallar personajes e historias, de manera que realiza consultas en el Tribunal para Menores, con un psiquiatra, y con María de Lourdes Ricaud del Departamento de Prevención Social de la Secretaría de Gobernación. Lee las tarjetas de un gran número de casos interesantes, la nota roja de la prensa también le es útil; como por ejemplo, el hallazgo en un basurero del cadáver de un chico de unos 12 años, hecho del que surge el final de la cinta.

La trama: Un joven delincuente, “El Jaibo” (Roberto Cobo), forma su pandilla entre los muchachos de una barriada pobre de la Ciudad de México. El viejo mendigo ciego don Carmelo (Miguel Inclán) está a punto de ser robado por ellos y hiere a uno con el clavo de su bastón. La pandilla apedrea al ciego. Uno de sus miembros, Pedro (Alfonso Mejía), al que su madre no le muestra afecto, se hace compañero inseparable de “El Jaibo”. En el mercado, Pedro encuentra a un niño campesino que ha perdido a su padre y lo lleva a la casa de unos amigos, donde viven Meche (Alma Delia Fuentes) y “El Cacarizo” (Efraín Araúz). El niño campesino recibe el apodo de “El Ojitos” (Mario Ramírez) y se convierte en lazarillo de don Carmelo. En presencia de Pedro, “El Jaibo” mata a un muchacho al que cree delator. El asesinato obsesiona a Pedro, a quien “El Jaibo” ha impuesto un pacto de silencio. Después de una riña con su madre, Pedro se emplea en una herrería. “El Jaibo” seduce a la madre de Pedro (Stella Inda), visita a éste en su trabajo y roba un cuchillo. Pedro, acusado del robo, es buscado por la policía. Su madre lo lleva a la Correccional de Menores. El chico entra en una granja-escuela, cuyo director, para darle una prueba de confianza, lo envía a comprar cigarrillos con un billete de cincuenta pesos. “El Jaibo” le roba el billete y Pedro huye. Pedro busca a su ex-amigo, discuten y pelean a golpes. Furioso, Pedro acusa a “El Jaibo”como asesino de Julián. Don Carmelo trata de abusar de Meche, pero “El Ojitos” lo impide. “El Jaibo” encuentra a Pedro y lo mata en venganza por la delación. La policía intenta detener a “El Jaibo” y le dispara, matándolo cuando intenta huir. El cadáver de Pedro es tirado al basurero por Meche y su padre, mientras la madre busca al chico.

Un acercamiento solidario con seres humanos capaces de acceder de la ternura al crimen. Retrato crudo y realista de la vida de un grupo de jóvenes y niños habitantes de un barrio marginado de la Ciudad de México, adolescentes asesinos y asesinados. Buñuel ofrece una mirada sin concesiones de una parte de la sociedad mexicana en los bajos fondos de la gran urbe. Con las actuaciones de Miguel Inclán, Alfonso Mejía, Estella Inda, Alma Delia Fuentes, Francisco Jambrina, Jesús García Navarro, Efraín Arauz, Jorge Pérez, Javier Amezcua, Mario Ramírez y Juan Villegas, entre muchos otros. Una producción de Ultramar Films, Óscar Dancigers (Jaime Menasco y Sergio Kogan no acreditados) con la fotografía de Gabriel Figueroa, edición de Carlos Savage  y escenografía de Edward Fitzgerald. Sobre la música, Buñuel decide que la escriba Gustavo Pittaluga, quien no estaba sindicalizado ni nacionalizado, de modo que su trabajo aparece bajo la firma de Rodolfo Halffter, a quien casi le cuesta salir del sindicato.

Filmada del 6 de febrero al 9 de marzo de 1950 en los estudios Tepeyac y locaciones del Distrito Federal, principalmente en Nonoalco, con un costo aproximado de 450 mil pesos. Dacingers no asiste al estreno por temor a la respuesta del público. La cinta llega al cine México un jueves de diciembre de 1950; Buñuel acude por la noche y encuentra 100 personas en la sala, ningún amigo, conocido, ni gente del cine, ni siquiera los actores de la película, y a la salida ve al público en general serio y pensativo. Al tercer día el filme queda fuera de la cartelera. La crítica de la prensa fue negativa, se registran protestas de algunos sindicatos, entre ellos el de los maestros, incluso se propone su expulsión como extranjero indeseable, lo que no fue posible, ya que para entonces había obtenido la ciudadanía mexicana. Se realiza una exhibición privada a la que asisten 20 personas, entre intelectuales y artistas: el pintor mexicano David Alfaro Siqueiros, el poeta español León Felipe y su esposa mexicana, Bertha, y Lupe Marín, esposa del pintor Diego Rivera. A Siqueiros le pareció admirable la película y le expresó a Buñuel que debía seguir en el cine; Lupe Marín mira a Buñuel, cruza los brazos, y le dice: “No me hables”, y Bertha: “es usted un miserable. Ofende a todo el mundo. Lo que muestra esta película, no es México”.

Después de tan deslucido estreno, Los olvidados triunfa en Cannes (1951), donde gana el premio a la Mejor Dirección y el FIPRESCI, lo que promueve su exhibición en el cine Prado, con permanencia de seis semanas. En Francia se proyecta con el título “Pitié pour ceux”, que en español se traduce “Piedad para aquellos”, título que al director le resulta “espantoso”. Obtiene en el Premio Ariel (1951) la estatuilla por: Mejor Película, Dirección, Actuación Infantil (Alfonso Mejía), Actuación Juvenil (Roberto Cobo), Coactuación Femenina (Stella Inda), Guion Adaptado y Argumento Original (Luis Buñuel, Luis Alcoriza), Fotografía (Gabriel Figueroa), Edición (Carlos Savage) y Sonido (José B. Carles). Los olvidados forma parte del registro Memoria del Mundo de la UNESCO. En 2010, se celebran 60 años del estreno de Los olvidados con una copia restaurada por la Filmoteca de la UNAM, que inaugura la 52 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.

Dirige La hija del engaño/1951, guion de Luis Alcoriza, Janet Alcoriza y Juan de la Cabada, basado en la obra “Don Quintín el amargao” de Carlos Arniches y José Estremera; remake de Don Quintín el amargao/1935, película que produce Buñuel en España. Relato de las penurias de un hombre, aparentemente víctima de una infidelidad. El agente viajero don Quintín (Fernando Soler) vive amargado porque piensa que nada le sale bien. Cuando sorprende a su esposa en adulterio, la echa de la casa y ella se va diciéndole que Marta no es hija de él. Don Quintín abandona a la niña en el portal del borrachín Lencho (Roberto Meyer), que la recoge y la educa como hija propia. Decepcionado de los resultados de su honradez, don Quintín se convierte en dueño de un cabaret y trata tiránicamente a todo el mundo. Marta (Alicia Caro) se ha hecho mujer y se casa con Paco (Ruben Rojo). Antes de morir, la ex-mujer de don Quintín le confiesa que Marta sí es hija de él. Don Quintín quiere recuperar y reconocer a su hija, pero un día tiene una riña grave con Paco. La sangre no llega a correr porque don Quintín se entera a tiempo de que Paco es su yerno. Reconciliación y final feliz… Se aúnan al reparto: Fernando Soto “Mantequilla”, Nacho Contla, Lily Aclemar, Amparo Garrido y Álvaro Matute, entre otros. Una producción de Óscar Dancigers, se filma a partir del 8 de enero de 1951 en los estudios Tepeyac con un costo aproximado de 400 mil pesos, con la fotografía de José Ortiz Ramos, edición de Carlos Savage, escenografía de Edward Fitzgerald y la música de Manuel Esperón. Se estrena el 29 de agosto de 1951 en el cine Teresa, donde permanece una semana.

Continúa con Una mujer sin amor/1951, basada en Pierre e Jean novela de Guy de Maupassant, adaptación que realiza Jaime Salvador, con diálogos adicionales de Rodolfo Usigli, guion técnico de Luis Buñuel. Melodrama familiar, cuyo tema central de nuevo es la infidelidad, secreto que se revela casi al final de la película, en que una madre (Rosario Granados) confiesa a sus hijos (Joaquín Cordero y Xavier Loya) la verdad que durante tantos años ocultó. Se aúnan al reparto: Tito Junco, Julio Villarreal, Elda Peralta, Eva Calvo, Roberto Meyer y Ángel Infante, entre otros. Considerada por Buñuel “la peor” de su filmografía, casi impersonal, se filma en 20 días, con escasos recursos, casi toda en los estudios Churubusco y algunas locaciones en la Ciudad de México. Se estrena el 31 de julio de 1952 en el cine Mariscala y permanece en cartelera una semana.

Su siguiente película Subida al cielo/1951, basada en un argumento de Manuel Altolaguirre, también autor del guion con Juan de la Cabada, Lilia Solano Galeana y Buñuel. La trama: Oliverio y Albina, una pareja de recién casados, reciben en las vísperas de la consumación de su luna de miel una terrible noticia: la madre del joven se encuentra moribunda y le pide a su hijo que vaya a buscar al licenciado Figueroa para que redacte su testamento. Así, el recién casado emprende el viaje en autobús hacia el centro del pueblo. Repentina tragedia en el marco de turbulentas situaciones para Oliverio: sus hermanos quieren quedarse con la herencia de su madre y una extraña mujer intenta seducirlo; incidentes y accidentes que retrasan el retorno de Oliverio, quien encuentra muerta a su madre, y que salva la situación al imprimir las huellas de ella en el testamento para autentificarlo. Con Lilia Prado, Carmelita González, Esteban Márquez, Luis Aceves Castañeda, Beatriz Ramos, Roberto Cobo, Manuel Dondé, Roberto Meyer y Paz Villegas, entre otros, capturados por la cámara de Alex Phillips.

La cinta es Selección Oficial en el Festival de Cine de Cannes (1952) y es nominada al Premio Ariel (1953) por: Mejor Película, Dirección, Argumento Original, Actor de Cuadro y Coactuación Masculina. Considerada por Luis Buñuel la antitesis de Los olvidados, pues es afable y optimista, su filmación se lleva a cabo a partir del 6 de agosto de 1951 en los estudios Tepeyac y en locaciones de Acapulco, Cuautla y el Distrito Federal, con un costo aproximado de un millón 200 mil pesos. Estrenada el 26 de junio de 1952 en el cine Mariscala con permanencia de una semana.

El bruto/1952, con argumento y adaptación de Luis Buñuel y Luis Alcoriza, es un drama social, en torno al casero Don Andrés Cabrera (Andrés Soler) que quiere echar de un edificio alquilado a sus humildes inquilinos para vender el terreno. Ellos se oponen, encabezados por don Carmelo (Roberto Meyer), padre de Meche (Rosita Arenas). Cabrera contrata a Pedro, alias “El Bruto” (Pedro Armendáriz), un empleado del Rastro (matadero de reses), para amedrentar a los vecinos del edificio. “El Bruto”, que debe favores al casero, aterroriza a los inquilinos y golpea a don Carmelo tan brutalmente que éste muere poco después. “El Bruto” es seducido por la coqueta Paloma (Katy Jurado) amante de Cabrera. Los inquilinos sorprenden a “El Bruto” y lo hieren. Meche acoge al herido y los dos se enamoran. Celosa, Paloma le revela a Meche que él es el asesino de su padre. “El Bruto” golpea a Paloma y ella le dice a Cabrera que “El Bruto” intentó violarla. Cabrera increpa a su protegido e intenta dispararle con una pistola, pero éste lo mata a golpes. La policía persigue a “El Bruto” y finalmente le da muerte. Se suman al elenco: Beatriz Ramos, Paco Martínez, Gloria Mestre, Paz Villegas y José Muñoz, entre otros. Se lleva el Ariel (1954) por Coactuación Femenina (Katy Jurado), y es nominada por Coactuación Masculina (Andrés Soler) y Fotografía (Agustín Jiménez).

Dirige Él/1952, sobre la novela de Mercedes Pinto “Pensamientos”, adaptación de Luis Buñuel y Luis Alcoriza. Serio estudio de un hombre enfermo de celos y paranoia. La trama: Francisco Galván de Montemayor (Arturo de Córdova) conoce a Gloria (la actriz argentina Delia Garcés) en la ceremonia del lavatorio de pies del Jueves Santo y queda prendado de la belleza de sus pies; antes de saber quién es, la mujer sale de la iglesia. Quiere la casualidad que es la prometida argentina, de su amigo Raúl, a quien Francisco traiciona casándose con ella. Al poco tiempo Raúl circula en su automóvil, cuando por poco atropella a una mujer que perturbada cruza la calle… que es Gloria, quien le narra el infierno que ha vivido a partir de la luna de miel en Guanajuato, en donde los celos irracionales y la obsesión paranoica de su esposo Francisco, provocan que golpeé a Ricardo, un conocido de ella, a quien Francisco supone espiando por la cerradura. Gloria vive en un caserón, vigilada, e incluso encerrada con llave cuando él imagina que lo engaña con el joven abogado a su servicio. Él le dispara balas de salva e intenta arrojarla de un campanario, ella huye. Al verla bajar del auto de Raúl, la insulta y cuando ella duerme, intenta cocerle el sexo. Gloria abandona la casa. Él va a buscarla a la iglesia en un estado mental ya muy deteriorado, en el que imagina que todos se burlan de él, e intenta estrangular al sacerdote. Gloria rehace su vida con Raúl, y Francisco termina recluido en un monasterio, en el que años después es visitado por Gloria, Raúl, y un niño pequeño. Se suman al elenco: Luis Beristain, Aurora Walker, Carlos Martínez Baena, Manuel Dondé, Rafael Banquells y Fernando Casanova, entre otros.

Luis Buñuel afirmaba que quizá de todas sus películas, en la que había más de su personalidad era en Él. Y así es, no sólo retrata su modo de ser, controlador y obsesivo, sino también su niñez y el principio de siglo que le tocó vivir. Arturo de Córdova, el galán más popular del cine mexicano de los cincuentas, protagonista de la historia, logra en su única colaboración con Luis Buñuel, una de las mejores actuaciones de su carrera, como Francisco Galván, un burgués heredero de una aristocracia tardía, rentista, que se pliega a las reglas de la sociedad; él es auténticamente un caballero católico, que embona perfectamente en el ámbito social, familiar y económico, en el que creció Buñuel, rodeado de sirvientes en casas decoradas y amuebladas al estilo de la época, el Art Noveau, flanqueado por una estricta educación Jesuita, personaje al que el actor incorpora gestos y comportamientos propios del director, especialmente su modo de caminar. Francisco queda prendado inicialmente de los pies de Gloria, fetichismo preferido de Buñuel, elemento erótico plasmado en casi todas sus películas. En Él se imprimen distintas etapas de la vida del director, como el recuerdo del agujero en las casetas de baño en San Sebastián, que le permitía mirar a las señoras desnudas, que introducían largos alfileres del sombrero para picar el ojo del fisgón, al igual que Francisco Galván, al creerse espiado, episodio que detona la carcajada en el público. Las campanas de la Iglesia del Pilar, que dirigían la monótona vida de Calanda, el pueblo donde nació el realizador, regresan en el campanario, escenario de gran suspenso en el que todo parece indicar que Galván empujará a Gloria al vacío. Casi al finalizar la película,  hay un plano abierto del interior de la casa, la imagen es fija y lo único que se escucha es el redoble profundo de los tambores de Calanda (provincia donde nació), que acentúan el desenlace.

Una producción de Ultramar Films, Óscar Dancigers, fotografía de Gabriel Figueroa, edición de Carlos Savage y escenografía de Edward Fitzgerald, se filma en los estudios Tepeyac. Él se exhibió en 1953 como rara excepción de aquellos tiempos, en tres salas: Chapultepec, Lido y Mariscala, y permaneció tres semanas en cartelera. El público reía en los momentos que el realizador consideraba dramáticos; el productor Óscar Dancigers salió de la sala consternado. La cinta considerada un fracaso, se presentó en el Festival de Cannes en una exhibición en honor de los excombatientes y mutilados de la guerra, que por cierto, protestaron vivamente. Hoy día Él se enlista entre las 100 mejores películas de todos los tiempos.

Incursiona en el género de aventuras con Robinson Crusoe/1952, adaptación de la novela de Daniel Defoe, que realiza con Phillip Ansel Roll, una coproducción México-Estados Unidos de:  Producciones Tepeyac, Óscar Dancigers, Olmec y Henry F. Erlich. Historia de Robinson Crusoe (Dan O’Herlihy), único sobreviviente del naufragio del Barco Ariel, que logra llegar a una isla selvática, donde descubre habilidades que ignoraba poseía y que afloran cuando tiene que sobrevivir: construye una choza y una empalizada; fabrica objetos, y lleva a cabo trabajos agrícolas. Robinson descubre que en el lugar habitan salvajes y evita la muerte de uno de ellos, al que nombra Viernes (Jaime Fernández). Entre ellos se desarrolla una gran amistad, a su manera lo educa y dialogan acerca de Dios, la moral, el bien y el mal. Tras 28 años del naufragio, emboscan a un grupo de piratas, acción que les permitirá partir hacia Inglaterra en la embarcación de éstos. La película se filma en julio y octubre de 1952 en los estudios Tepeyac y en locaciones de Manzanillo, Colima, y del Bosque de Chapultepec, con un costo de un millón 900 mil pesos. Se estrena el 30 de junio de 1955 en el cine México, donde permanece cuatro semanas. El filme es nominado al León de Oro por Mejor Película en el Festival de Cine de Venecia, al Oscar (1955) por Mejor Actor (Dan O’Herlihy), y por Mejor Película en los premios BAFTA (1955). Es ganadora del Ariel (1956) por: Mejor Película, Dirección, Coactuación Masculina (Jaime Fernández), Guion Adaptado (Luis Buñuel), Edición (Carlos Savage) y Escenografía (Edward Fitzgerald), y nominada por Mejor Fotografía (Alex Phillips).

Luis Buñuel extrae del cajón un guion escrito 20 años atrás: Abismos de pasión/1953, drama gótico basado en la novela “Cumbres borrascosas” de Emily Bronté, adaptación de la autoría del director, Alejandro y Dino Maiuri. Alejandro (Jorge Mistral) retorna, después de diez años de ausencia, al viejo caserón campestre donde vive Catalina (Irasema Dilian), aunque enamorados desde que eran niños, ella se ha casado con Eduardo (Ernesto Alonso), de quien espera un hijo. En revancha Alejandro se casa con Isabel (Lilia Prado), hermana de Eduardo, a quien maltrata. Catalina confiesa a Eduardo que solo ha amado a Alejandro y muere en el parto. Alejandro entra a la tumba de Catalina para besar su cadáver, y Ricardo, hermano de Catalina, le dispara con una pistola. Las almas de Catalina y Alejandro se reúnen más allá de la muerte. Se suman al elenco Luis Aceves Castañeda, Francisco Reiguera, Hortensia Santoveña y Jaime González. Una película de Producciones Tepeyac, Óscar Dancigers y Abelardo L. Rodríguez, fotografía de Agustín Jiménez, edición de Carlos Savage, música de Raúl Lavista y escenografía de Edward Fitzgerald. Los exteriores se filman en la hacienda de San Francisco Cuadra cerca de Taxco y los interiores fueron decorados por Fitzgerald en los estudios Tepeyac.

Su siguiente realización es La ilusión viaja en tranvía/1953 argumento de Mauricio de la Serna y José Revueltas, con la colaboración de Luis Alcoriza y Luis Buñuel. La trama: El Caireles (Carlos Navarro) y el Tarrajas (Fernando Soto, Mantequilla) en días navideños, se enteran que el tranvía en que han trabajado como conductor y cobrador va a ser retirado del servicio. Borrachos, lo roban y se lo llevan a un recorrido nocturno por la ciudad. En este trayecto hay varios incidentes divertidos e insólitos. Al tranvía suben los matarifes del Rastro con piezas de los animales sacrificados, unas beatas con la imagen de un santo, un maestro y sus alumnos, los niños de un hospicio que arman gran escándalo, una gringa, y unos caballeros conservadores. Los persigue Papá Pinillos, un inspector tranviario jubilado (Agustín Isunza) que quiere seguir siendo útil a la compañía, y se empeña en delatarlos. Lupita (Lilia Prado), hermana de Tarrajas, intenta ayudar a los dos amigos. Durante el viaje, que se prolonga hasta el día siguiente, hay un episodio en que Caireles y Tarrajos pelean con unos acaparadores de alimentos. Hay también una posada en que los inquilinos de una casa-vecindad representan una pastorela. Al final, tras diversas peripecias, el tranvía es devuelto al depósito a tiempo. Todo un viaje a través de la diversa realidad social mexicana de aquella época. Se suman al elenco: Miguel Manzano, Guillermo Bravo Sosa y José Pidal, entre otros. Una producción de CLASA Films Mundiales y Armando Orive Alba, con la fotografía de Raúl Martínez Solares y escenografía de Edward Fitzgerald. La cinta se estrena el 18 de junio de 1954 en el cine Olimpia, con autorización A.

Luis Buñuel se aúna como director al proyecto del productor y actor Ernesto Alonso, Ensayo de un crimen/1955, quien dada la crisis económica de la industria, le propone hacerla en cooperativa, aportando todos su trabajo y con algunos honorarios realmente simbólicos. Adaptación de la novela de Rodolfo Usigli, que realizan Buñuel y Eduardo Ugarte, cuyo título en el extranjero fue: La vida criminal de Archibaldo de la Cruz. Historia de un burgués ocioso y entretenido en cometer crímenes imaginarios e impunes. Archibaldo de la Cruz (Ernesto Alonso) ha visto en su infancia durante la Revolución, morir a su institutriz (Leonor Llausás), alcanzada por una bala perdida, mientras se oía un vals en una cajita de música. Ya adulto, por el recuerdo asociativo entre muerte y erotismo, cree que su verdadera vocación es la de asesino, pero sus previstas víctimas, como una monja (Chabela Durán) y una coqueta (Rita Macedo), mueren por azar o a manos de otro personaje. Novio de Carlota (Ariadna Welter) y celoso de ella, Archibaldo piensa matarla después de la boda, pero se le adelanta el amante despechado de la muchacha, Alejandro (Rodolfo Landa). Archibaldo, fascinado por Lavinia (la actriz checoslovaca, Miroslava), no logra asesinarla y debe contentarse con quemarla en efigie. Pese a sus fracasos, sigue considerándose un asesino y se entrega a la policía, pero ésta lo desengaña y lo deja libre. Archibaldo arroja la cajita de música al Lago de Chapultepec, encuentra a Lavinia y se alejan los dos tomados del brazo. Se aúnan al elenco: Andrea Palma, José María Linares Rivas, Carlos Riquelme, Rafael Banquells Jr. y Manuel Dondé, entre otros. Obtiene el Ariel (1956) por Mejor Fotografía (Agustín Jiménez) y es nominada por: Mejor Película, Dirección, Guion Adaptado, Actor, Actuación Infantil, Coactuación Femenina y Edición.

Ensayo de un crimen es una producción de Alianza Cinematográfica, Alfonso Patiño Gómez, filmada en los estudios CLASA y locaciones del Distrito Federal: Chapultepec, Coyoacán, Las Veladoras. Se estrena con clasificación C el 19 de mayo de 1955 en el cine Palacio Chino, con permanencia de dos semanas. Cinta restaurada por la Cineteca Nacional y el Laboratorio de restauración digital Elena Sánchez Valenzuela.

En 1955 regresa a París, después de 25 años de ausencia, para preparar el rodaje de la coproducción franco-italiana Así es la aurora, en torno a un médico que atiende pacientes  donde abundan la pobreza y las injusticias. El doctor Valerio (Georges Mar-chal), contratado por una compañía industrial de una isla del Mediterráneo, presta generosamente sus servicios a obreros y campesinos. Su mujer Angela (Nelly Borgeaud), enferma de los nervios, se marcha al continente europeo de temporada de descanso. Valerio y la bella italiana Clara (Lucia Bosé) viven un amor secreto. Un obrero amigo de Valerio, Sandro (Gianni Esposito), mata a su implacable patrón, culpable indirecto de la muerte de su esposa. Valerio esconde a Sandro en su casa. El jefe de policía, Fasaro (Julien Bertheau), emprende la persecución de Sandro. Ángela y su padre rompen con Valerio porque éste protege a un asesino. Sandro sale de la casa de Valerio para no comprometerlo y, descubierto y acosado por la policía, se suicida. Valerio, que ha intentado que Sandro se entregue pacíficamente, se indigna ante esta tragedia, se niega a estrechar la mano de Fasaro y se aleja en compañía de Clara y tres obreros amigos. La cinta es una producción de Les Films Marceau (Francia), Laetitia Films (Italia), y tiene como productor delegado a Claude Jaeger. Su filmación da inicio el 18 de agosto de 1955 y tiene lugar en: Studios Phothosonor Neuilly, París, y Córcega. Su estreno es en 1956.

Dirige La muerte en este jardín/1956, producción franco-mexicana. En un país latinoamericano, los mineros de un yacimiento de diamantes se amotinan, pese a los consejos pacificadores del padre Lizardi (Michel Piccoli). Entre los amotinados se encuentra el francés Castin (Charles Vanel), padre de la joven muda María (Michele Girardon). Un aventurero europeo, Shark (Georges Marchal), acusado de robo de un banco, es encarcelado, pero logra escapar y participa en el motín, haciendo volar el depósito de dinamita. La rebelión es reprimida. Lizardi, Castin, María y Shark, a quien se une la prostituta Djin (Simone Signoret), huyen perseguidos por el capitán Ferrero (Jorge Martínez de Hoyos). Los fugitivos se extravían en la selva tropical y disputan entre ellos. Los restos de un avión caído les permite restaurar sus fuerzas e incluso tener una “fiesta” en un claro de la selva. Enloquecido, Castin dispara sobre sus compañeros y mata a Djin y a Lizardi, antes de caer a su vez alcanzado por Shark; éste y María logran escapar hacia la libertad en una canoa.

Con actores franceses y mexicanos: Simone Signoret, Charles Vanel, Georges Marchal, Michel Piccoli, Michele Girardon, Tito Junco, Raúl Ramírez, Luis Aceves Castañeda, Jorge Martínez de Hoyos y Alberto Pedret. La cinta es una producción de: Producciones Tepeyac (México), Films Dismage (Francia), repectivamente Óscar Dancigers y Jacques Mage. Se filma en los estudios Tepeyac con locaciones en Cosamaloapan, Veracruz, Catemaco, Texcoco y Molino de las Flores. Tiene su estreno en París el 21 de septiembre de 1956, y en México el 9 de junio de 1960.

Una de las últimas películas que hace en México es Nazarín/1958, argumento sobre la novela de Benito Pérez Galdós, adaptación de Julio Alejandro y Luis Buñuel, supervisión de los diálogos: Emilio Carballido. Al realizador le interesaba el aspecto humano del personaje, el conflicto espiritual, religioso y moral de la historia, escrita 90 años atrás, que podía situarse en el México de Porfirio Díaz al inicio del Siglo XX. Bello relato de intensa narración sobre el choque de las idealizaciones humanas con lo real, a través de un honesto cura que va haciendo el bien, bondad que es malinterpretada por la gente que está a su alrededor y que le acarrea problemas. La trama: A inicios del siglo, en la Ciudad de México, el joven sacerdote Nazarín (Francisco Rabal) vive en un mesón pobre, ayudando cristianamente a sus semejantes. La prostituta Andara (Rita Macedo) se refugia en su cuarto después de una riña sangrienta. Beatriz (Marga López), abandonada por su amante “El Pinto” (Noé Murayama), intenta ahorcarse, falla en su intento y es ayudada espiritualmente por Nazarín. Para no dejar rastros a la policía, Andara quema unas ropas en el cuarto de Nazarín y provoca un incendio. Las dos mujeres huyen. Nazarín, buscado por la policía después del incendio, y censurado por el clero, decide salir a caminar por los campos, viviendo de limosna. En su camino reencuentra a Beatriz y Andara, que se empeñan en seguirle, considerándolo santo pues sus rezos han hecho el milagro de curar a una niña moribunda. Nazarín reprende a un militar que ha tratado duramente a un campesino, y un cura presente lo considera elemento subersivo.

Nazarín se ofrece a trabajar a cambio de comida, en una cuadrilla de trabajadores camineros y provoca sin querer una violenta reyerta entre los obreros y el capataz. Los tres peregrinos sin rumbo llegan a un pueblo apestado, donde Nazarín intenta inútilmente salvar a una moribunda (Pilar Pellicer). En otro pueblo, el enano Ujo (Jesús Fernández) se enamora de Andara. Los pueblerinos, considerando inmoral a Nazarín, lo entregan a las autoridades. Andara y Nazarín son llevados a la capital en una «cuerda de presos», mientras “El Pinto” encuentra a Beatriz y se la lleva con él. Un ladrón y parricida (Luis Aceves Castañeda) maltrata a Nazarín en una prisión del camino y otro ladrón, un sacrílego (Ignacio López Tarso), defiende al cura, le pide el dinero que le quede y le dice que ni hacer el bien ni hacer el mal sirven para nada en este mundo. Vigilado por un guardia rural, Nazarín sigue su camino. Abrumado por su experiencia, dudando de Dios y de los hombres, rechaza la piña que una humilde mujer le da como limosna. Luego retrocede, acepta humildemente el fruto y continúa su andar con lágrimas que cubren su rostro.

Participan también: Ofelia Guilmáin, Rosenda Monteros, David Reynoso y Raúl Dantés. Una película de Producciones Barbachano Ponce, Manuel Barbachano Ponce, con la fotografía de Gabriel Figueroa, edición Carlos Savage y escenografía Edward Fitzgerald. Filmada en los estudios Churubusco y en locaciones del Distrito Federal con un costo aproximado de 2 millones de pesos, se estrena con clasificación C el 4 de junio de 1959 en el cine Variedades, donde permanece seis semanas. Cinta que gana el Gran Premio Internacional del Jurado en Cannes en 1959.

Continúa con la coproducción México (Filmex, Gregorio Walerstein), Francia (Films Borderie, Raymond Borderie-Groupe des Quatre), Los ambiciosos/1959, con un argumento basado en la novela de Henry Castillou “La fievre monte a El Pao”, adaptación de Luis Buñuel, Luis Alcoriza, Louis Sapin, Charles Dorat y Henry Castillou. Cuando el gobernador de una prisión donde hay 500 presos políticos es asesinado, su secretario Ramón Vázquez (Gérard Philipe) asume el rol del mandatario a la espera de que llegue el nuevo gobernador. Ramón, un idealista, intenta mejorar las condiciones de vida de los prisioneros y comienza una relación con Inés (María Félix), viuda del gobernador. Se suman al reparto Jean Servais, Tito Junco, Roberto Cañedo, Andrés Soler, Domingo Soler, Miguel Ángel Ferriz, David Reynoso, Enrique Lucero y Alberto Pedret, entre otros. Se filma en los estudios San Ángel y en Tepoztlán, Morelos, y se estrena el 20 de octubre de 1960 en el cine Roble con clasificación C, donde permanece dos semanas.

Luis Buñuel dirige tres películas protagonizadas por Silvia Pinal y producidas por Gustavo Alatriste (en ese entonces esposo de la actriz): Viridiana/1961, El ángel exterminador/1962 y Simón del desierto/1964. Alatriste propone a Buñuel filmar una película en España, que estelarice Silvia Pinal, en la que como productor dará toda la libertad al realizador, además de ofrecerle honorarios que cuatriplican los acostumbrados. Así es como nace Viridiana/1961, con guion de Buñuel y Julio Alejandro, basado en la novela “Halma” de Benito Pérez Galdós. Trama sobre una novicia enfrentada a los resultados equívocos de sus afanes caritativos. Viridiana (Silvia Pinal), antes de convertirse en monja, visita a su tío don Jaime (Fernando Rey). Este es un viejo hidalgo que desde la muerte de su esposa vive retirado en su descuidada hacienda con la criada Ramona (Margarita Lozano), la pequeña hija de ésta, Rita (Teresa Rabal), y el viejo Mon-cho. Fascinado por su bella sobrina, tan parecida a su difunta mujer, don Jaime trata de convencerla de que viva a su lado, sin lograrlo. Antes de su partida, Viridiana cumple un capricho de su tío: vestir las ropas nupciales de la esposa muerta. Ayudado por Ramona, don Jaime narcotiza a Viridiana e intenta poseerla, pero no se atreve. Horrorizada, la joven decide volver al convento. Don Jaime se suicida después de legar la propiedad de la hacienda a Viridiana y a su hijo natural Jorge (Francisco Rabal). Este llega con una eventual amante y comienza a hacer trabajar las tierras. Viridiana, renunciando al convento, alberga en su parte de la propiedad a un conjunto de mendigos, ejerciendo con ellos la caridad cristiana. Jorge despide a su amante y seduce a Ramona. Una noche en que los dueños están ausentes, los mendigos cenan orgiásticamente en la casa, se emborrachan y disputan. Los amos vuelven repentinamente. «El cojo» (José Manuel Martín) y «El Leproso» (Juan García Tienda) ponen a Jorge fuera de combate e intentan violar a Viridiana. Llega Ramona con la policía. Esa noche, ya en calma, Viridiana va a buscar a Jorge a su cuarto y lo encuentra con Ramona. Los tres terminan jugando a las cartas.

El 6 de febrero de 1961 comienza el rodaje en los Estudios CEA de Madrid, España, y sus alrededores, con las actuaciones de Fernando Rey, Francisco Rabal, Margarita Lozano, Teresita Rabal, Victoria Zinny y Rosita Yarsa, entre otros. Una producción española de UNINCI S.A. en coproducción con Gustavo Alatriste (México). La película llega al Festival de Cannes (1961) sólo tres días después de que se hubiera terminado de sonorizar, sin ninguna publicidad impresa (cartel, stills, fotografías) y se proyecta en la última jornada del certamen.

Viridiana recibe en el Festival de Cannes (1961) la Palma de Oro en empate -premio ex aequo- con Una larga ausencia/Henri Colpi (1960), y el Premio FIPRESCI de la Crítica Internacional, que decía así: “A Viridiana la mejor película de todos los festivales”; reconocimientos a los que se suma el Gran Premio del Humor Negro en París. La película es declarada blafesma por el Vaticano, se prohíbe en España e Italia. Buñuel no viajó a Cannes y la Palma de Oro la recogió el entonces Director General de Cinematografía José Muñoz Fontán. Al día siguiente, un artículo en L’Osservatore Romano, el diario oficial del Vaticano, desató el escándalo dentro del régimen franquista. El periódico se lamentaba de que un filme así lo hubiera presentado “la católica España”. Muñoz Fontán fue destituido y se ordenó destruir toda la documentación oficial del film. Gustavo Alatriste registra la cinta con nacionalidad mexicana y de regreso en el país, no encuentra cine que la quiera exhibir, el rechazo es total. Su amigo el dramaturgo, poeta e historiador Salvador Novo le presta el Teatro de la Capilla, una sala con 50 butacas, nada que ver con los cines de entonces con capacidad de hasta 2000 espectadores. La noche del estreno, el Regente del entonces Distrito Federal, ahora Ciudad de México, Ernesto P. Uruchurtu, manda clausurar el teatro, acción que otro amigo invitado de Alatriste impide: Antonio Rocha, Procurador General de la República. El filme se estrena formalmente el 10 de octubre de 1963 con clasificación C en los cines Chapultepec y Continental, con permanencia de tres semanas. Tras la muerte del general Francisco Franco (1975), el 1 de abril de 1977 se levanta la prohibición a Viridiana en España. La película participa en el Festival de Málaga (2009) en el ciclo homenaje a Luis Buñuel.

Un año después de Viridiana, Silvia Pinal se convierte en Leticia “La Walkiria”, en El ángel exterminador/1962, poética y sarcástica alegoría del encierro humano en todas sus connotaciones. Con guion de Buñuel y Luis Alcoriza basado en el drama cinematográfico “Los náufragos de la calle Providencia”, que habían escrito años atrás y que tenía como origen una historia que a Buñuel se le ocurre en Nueva York en 1940. Los Nobile, Edmundo (Enrique Rambal) y Lucía (Lucy Gallardo), ofrecen una cena en su elegante mansión. Temerosos de algo, el cocinero y otros sirvientes han huido de la casa. El mayordomo Julio (Claudio Brook) se encarga de todo el servicio. Blanca (Patricia de Morelos) toca al piano una sonata y a partir de ese momento los invitados, sin saber por qué, no pueden abandonar el salón. A la mañana siguiente falta el agua y sólo hay café para el desayuno. Los invitados, ahora incomprensiblemente prisioneros, se irritan, discuten, culpan a Nobile de la extraña situación. Rusell (Antonio Bravo) enferma y muere; es enterrado tras la puerta de un armario. Tras la segunda puerta se esconden para amarse Beatriz (Ofelia Montesco) y Eduardo (Javier Massé) y luego se suicidan. El tercer compartimento del armario es usado como retrete. La vida en el salón, sin alimentos, sin higiene, sin intimidad, se hace insoportable: estallan incidentes, un oso recorre la casa, etcétera. Los parientes de los “prisioneros” se agolpan tumultuosamente ante la mansión. Leticia (Silvia Pinal) descubre por casualidad el modo de vencer el “maleficio”: repetir los gestos de todos durante la audición de la sonata. Los personajes salen de su encierro y celebran una misa de gracias. Al final, descubren que no pueden salir del templo. Filme que dirige Buñuel nuevamente con total libertad creativa, incluso, reconoce posteriormente que se autocensuró, porque 23 años después hubiera dejado a los personajes encerrados un mes hasta llegar al canibalismo, a la pelea a muerte, para mostrar que tal vez, la agresividad es innata.

Se suman al elenco: Jacqueline Andere, Enrique García Álvarez, José Baviera, Luis Beristain, Patricia Morán, Ofelia Guilmáin y Tito Junco, entre otros. Se filma en los estudios Churubusco y en locaciones del Distrito Federal, con la fotografía de Gabriel Figueroa, edición de Carlos Savage y música de Raúl Lavista. Se estrena con clasificación C el 22 de septiembre de 1962 en el cine Chapultepec, donde permanece dos semanas. Nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes (1962), donde obtiene el Premio FIPRESCI. De acuerdo con Gustavo Alatriste, en una plática asentada en el libro “Conversaciones con Buñuel”, uno de los críticos del director, un francés, le habría comentado, que no le dieron la Palma de Oro a El ángel exterminador porque un año antes la había recibido Viridiana.

Buñuel, Alatriste y Pinal vuelven a unirse para filmar Simón del desierto/1964, que por problemas de producción queda como un mediometraje de 43 minutos. Historia tomada del libro hagiográfico (biografía de un santo) del siglo XVIII “La leyenda áurea”/Jacobo de Voragine, que el escritor español Federico García Lorca le recomienda leer. El guion de Buñuel y Julio Alejandro es la historia de Simón (Claudio Brook), quien pretende acceder a Dios y se ha mantenido durante seis años haciendo penitencia de pie sobre una columna en pleno desierto. Es libre, solo necesita aire, un poco de agua y de lechuga. Monjes, soldados, gente del pueblo lo visitan. Los ricos le regalan una columna más alta. Su madre (Hortensia Santoveña) se instala a vivir en una cabaña al pie de la columna. Simón realiza el milagro de devolverle los brazos a un artesano. El Diablo o “La Cosa” (Silvia Pinal) con la finalidad de hacerlo caer en tentación. se le aparece a Simón adoptando diversas encarnaciones: campesina bonita, colegiala. El monje Trifón (Luis Aceves Castañeda) calumnia a Simón diciendo que come bien a escondidas y sufre un ataque epiléptico como castigo del cielo. El monje Daniel (Eduardo MacGregor) avisa a Simón que los bárbaros se acercan. Furioso por su fracaso como tentador, el Diablo reaparece en un ataúd ambulante y traslada a Simón al siglo XX, a una discoteca de Nueva York. Se suman al reparto Jesús Fernández, Enrique Álvarez Félix y Enrique García Álvarez, entre otros. Se filma del 26 de noviembre al 21 de diciembre de 1964 en locaciones de Ixmiquilpan y el Distrito Federal, con la fotografía de Gabriel Figueroa y la edición de Carlos Savage. Premio Especial del Jurado en la Bienal de Cine de Venecia (1965). Se estrena con clasificación C el 9 de febrero de 1970 en la sala de arte Buñuel, propiedad de Gustavo Alatriste, donde permanece una semana.

Participa como actor, interpretando a un cura en En este pueblo no hay ladrones/Alberto Isaac 1964, y a un verdugo en Llanto por un bandido/Carlos Saura 1964. Le hubiera gustado interpretar también a un guardia civil y a un oficial nazi.

Nacionalizado mexicano a partir de 1949, desde 1960 intercala su residencia entre México y Europa hasta 1977, cuando regresa definitivamente. En el viejo continente filma Así es la aurora/1955, Diario de una camarera/1963, Bella de día/1966, La Vía láctea/1968, Tristana/1970, El discreto encanto de la burguesía /1972, El fantasma de la libertad/1974 y Ese obscuro objeto del deseo/1977.

Luis Buñuel fallece en su casa ubicada en la Cerrada de Félix Cuevas número 27, colonia Del Valle, en la Ciudad de México, hoy sede de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, AMACC. En 2020, la Galería de la Cineteca Nacional monta una exposición en honor a los 120 años de su nacimiento.

 

Sobre Los olvidados: “Durante cuatro o cinco meses, unas veces con mi escenógrafo, el canadiense Fitzgerald, otras con Luis Alcoriza, pero generalmente solo, me dediqué a recorrer las “ciudades perdidas”, es decir, los arrabales improvisados, muy pobres, que rodean México, D.F. Algo disfrazado, vestido con mis ropas más viejas, miraba, escuchaba, hacía preguntas, entablaba amistad con la gente. Algunas cosas que vi pasaron directamente a la película. Entre los numerosos insultos que recibiría después del estreno, Ignacio Palacios escribió, por ejemplo, que era inadmisible que yo hubiera puesto tres camas de bronce en una de las barracas de madera. Pero era cierto. Yo había visto esas camas de bronce en una barraca de madera. Algunas parejas se privaban de todo para comprarlas después de casarse.”

(Mi último suspiro, Luis Buñuel, p. 234)

CURIOSIDADES

Hijo de Leonardo Buñuel González nacido el 6 de noviembre de 1855 y de María Portolés Cerezuela nacida el 11 de septiembre de 1881, originarios de Calanda. Su padre se enrola como voluntario en el ejército a los 14 años, poco después es enviado a Cuba con el cuerpo expedicionario. Después ejerce, entre otros trabajos, del vendedor de armas. En 1898, enriquecido, regresa a su pueblo natal, invierte su dinero en tierras y se casa en 1899 con la joven María Portolés de 18 años, de familia acomodada. El matrimonio viaja a París en ocasión de la Exposición Universal y se aloja en el hotel Ronceray, situado en el Boulevard Montmartre 10, a la entrada del pasaje Jouffroy. El supuesto lugar de su concepción obsesionará a Buñuel a lo largo de su vida, tanto que le dedica la última secuencia de su última película Ese oscuro objeto del deseo/1977, rodada en París.

Luis Buñuel es el primero de siete hermanos de una familia terrateniente, su infancia transcurre entre su ciudad natal, Calanda, y Zaragoza. Reconoce que culturalmente es cristiano. En su vida habrá rezado unos 2 mil rosarios y muchas veces comulgó, lo que marcó su vida. Comprende la emoción religiosa y le gustaría volver a tener algunas sensaciones de su infancia, experiencias inolvidables y profundas: la liturgia en mayo, las acacias floridas o la Virgen rodeada de luces.

A los seis años ingresa al Colegio de los Hermanos Corazonistas, una orden religiosa francesa, y al año siguiente al Colegio del Salvador, de los Jesuitas, de donde es expulsado en 1915 y se matricula en el Instituto de Zaragoza. En 1908 descubre la primera proyección cinematográfica de una película animada en el cine de feria “Ferrucini” de Zaragoza. Asiste al cine parlante y en colores, en la sala Coine, también en Zaragoza. Ahí ve un cerdo, con faja de comisario de policía y sombrero de copa, cantando una canción. Era un dibujo animado, con colores muy malos que se salían de las figuras, y el sonido provenía de un gramófono. La primera película que ve, y que le impresiona mucho, es sobre un paralítico sentado en un sillón que es asesinado por su esposa. El fantasma del paralítico se aparecía en el sillón y la mujer gesticulaba horrorizada.

Estudia el bachillerato en Madrid; al terminar, dada su inclinación musical, pide permiso a su padre para realizar estudios musicales en la Schola Cantorum de París, petición que le es negada. El filme Tres luces/Fritz Lang, le hace sentir por primera vez que las películas pueden ser una forma de expresión y no sólo un pasatiempo; entre 1922 y 1924 funda un cineclub en la Residencia de Estudiantes, donde convive con la “Generación del 27”: Federico García Lorca, Salvador Dalí, José Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre y José Moreno Villa. Dicho espacio se convierte en el primero de España y uno de los más importantes en la historia del cine europeo. Con frecuencia va al cine con el poeta Federico García Lorca, el escritor Rafael Alberti y el pintor Salvador Dalí, les gustaban las películas cómicas estadounidenses; se reían con Buster Keaton, Ben Turpin y Arturo Ambrosio. No  importaba si el cine era arte o no; gustaban del humor y la poesía que encontraban en la pantalla grande. Su padre muere en 1923 creyendo que él estudiaba ciencias naturales. Las interminables reuniones con su grupo de amigos las alternaba con la poesía y el deporte. En 1921 llega a la final del campeonato amateur español de boxeo y lo pierde ante un chico llamado Naval.

En 1922 la revista “Ultra” publica “Una traición incalificable”, su primer texto. Posteriormente también colabora en las revistas “Horizonte” y “Gaceta Literaria”. La primera película que Buñuel se propone hacer se titulaba: “El mundo por diez céntimos”. La trama mostraba cómo se hacía un periódico, su venta en la calle, y la gente que lo leía. Las noticias del periódico eran ocho cuentos de Ramón Gómez de la Serna, y Buñuel solo daba forma al argumento. Trabaja en este dos días, cuando llega el proyecto de Dalí, el cual titularían posteriormente Un perro andaluz, mismo que ocupa toda su interés. De las 25 mil pesetas que le da su madre para filmar este cortometraje, se gasta la mitad en cabarets y en cenas con amigos en París, cuando le quedan 12 mil 500 pesetas decide hacer la cinta.

Dado lo innovador del cortometraje, se convierte en una verdadera obsesión intelectual en algunas figuras de la época, como el escritor norteamericano Henry V. Miller, quien incluso le escribe una carta acerca de su admiración por la cinta. Se escribieron centenares de artículos sobre este polémico filme y se realizaron otras películas que emulaban el mismo estilo, como La perle/George Hugnet, Bateaux Parisiens/Gorel, y otros intentos que no tuvieron demasiado éxito. “Un perro andaluz” es el título de un libro de poemas que escribe Luis Buñuel. Dalí y Buñuel piensan en titular su cortometraje: “Es peligroso asomarse al interior” al revés de lo que se advierte en las ventanillas de los trenes: “Es peligroso asomarse al exterior”. Pero Dalí le dice: ¿Por qué no ponerle el título de tu libro?, y eso hicieron.

A los tres días de colaboración con Dalí en la película La edad de oro, Buñuel rompe su amistad argumentando que el pintor se había vuelto muy esteticista, influenciado por Gala, el gran amor de Dalí. Cuando Buñuel aún escribía el argumento, el pintor le envía una carta proponiéndole ideas. A partir de esta película, a cada uno le disgustan las propuestas del otro. La película se exhibe en la sala Panthéon, cerca de la Sorbonne, con una rigurosa lista de invitados: los vizcondes de Noailles mecenas del filme, la condesa, la princesa, la marquesa… en fin al salir, la gente estaba indignaba y no se despedían de ellos. Los Noailles son expulsados del Jockey Club y el Papa estuvo a punto de excomulgarlos. Cuando se estrena La Edad de Oro/1930 el grupo surrealista lanza un manifiesto que contesta León Daudet desde el periódico de extrema derecha “L’Action Française”, incitando a sus afiliados a atacar la sala donde se exhibía. La película, romántica, cuya sustancia lo conforman el instinto sexual y el sentido de la muerte, provoca que jóvenes reaccionarios destruyan la sala de cine.

Originalmente, Fernando Soler debía dirigir y protagonizar El Gran Calavera, pero al considerar que hacer las dos cosas era demasiado trabajo pide un director, el que fuera pero que funcionara técnicamente. Así, llega Luis Buñuel, quien ya tenía dos años y medio desocupado, y sin un solo centavo, a realizar la pieza española adaptada por los esposos Luis y Janet Alcoriza, quienes no solo se hacen sus grandes amigos de Buñuel, sino importantes colaboradores.

El triunfo de Los olvidados en Cannes es propiciado por Octavio Paz, en ese entonces secretario del embajador de México en Francia, Jaime Torres Bodet (no “muy partidario, ni mucho menos, de la película”, según Buñuel). Paz incluiría en su libro “Las perras del olmo” un texto decisivo sobre la película, resaltando su valor. Antes y después de la filmación, tiene problemas con gente del staff. La peinadora se ofende cuando Pedrito llega a la casa con hambre y su madre le niega la comida: “Eso, en México, ninguna madre se lo dice a su hijo. Es denigrante, no quiero hacer esta película”. Se va del estudio y presenta su renuncia. Y en Nazarín, Pancho Cabrera y Manuel Barbachano Ponce le objetan que no era verosímil la escena donde las tres prostitutas del vecindario insultan a Nazarín, porque “tres mexicanos no insultan a un sacerdote, y menos en tiempos de don Porfirio”. Buñuel aclara que su propuesta no era esa, sino mostrar a un cura excepcional que quería vivir de acuerdo a la letra y al espíritu del cristianismo original.

Con Él, la prensa se mostró hostil; Jean Cocteau declaró que  “Buñuel se había suicidado”,  aunque más tarde cambio de opinión. La revista mexicana Cinema Reporter, en la sección titulada Crítica y sin firma, apuntó: “He aquí una película producida por una productora importante. Fue dirigida por uno de nuestros ases de la dirección, actuada por el galán más en boga y por una actriz argentina de primera fila, a quienes rodean elementos de valía, y sin embargo, no obstante tratarse de un drama, provoca la risa como en cualquier obra de Orol.”  Él, considerada hoy día una obra maestra, fue demasiado sofisticada y avant garde en su momento, sin embargo el paso de tiempo la ha colocado en el lugar que merece.

Silvia Pinal se internacionaliza con Viridiana/1961, El ángel exterminador/1962 y Simón del desierto/1964, producidas por Gustavo Alatriste, -quien entonces era su esposo- además de ser, junto con Lilia Prado, las únicas actrices que llegan a filmar tres películas con Buñuel.

En una escena de Viridiana aparece una navaja-crucifijo, para muchos imagen blasfema, de manera que el utensilio deja de fabricarse. Buñuel considera que El ángel exterminador debió estar actuado por gente que llevara el frac como si lo hiciera todas las noches. En su cinta, ve defectos en los fracs de 800 pesos hechos con tela tropical, que se arrugaban cuando los actores se sentaban. En el comedor no había servilletas con las iniciales y el escudo de Nóbile, sino servilletas comunes y corrientes. Usan una servilleta de encaje que por casualidad tenía una maquillista alemana. Buñuel ponía la servilleta a cada actor que estaba frente a la cámara en los close-ups, de modo que pareciera que todos tenían una igual.

En Cannes, un padre dominico que estaba como corresponsal de “L’Osservatore”, escribe que Viridiana blasfemaba los santos óleos, y el cine se encontraba perdido moralmente, entre otras cosas. Sin embargo, le procura una publicidad que no hubiera podido pagarse ni con millones de pesetas. En tanto, los españoles exiliados estaban indignados de que Buñuel aceptara filmar en España bajo el régimen de Franco. A su vez, los franquistas ordenan la destrucción de todas las copias y aseguran que la película no se filma en España. Tras su primera proyección pública el 17 de enero de 1963 en Roma y el 24 de enero en Palermo y Milán, la Fiscalía de la República Italiana presenta una demanda ante el Tribunal de Milán para la prohibición y embargo de la película, por considerarla “ofensiva para la religión del Estado a través de la negación de la validez de los preceptos religiosos y el escarnio de los símbolos de la religión misma”. Así, queda suspendida la programación de la cinta y la policía judicial secuestra todas las copias.

FILMOGRAFÍA

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( 1930 )

La edad de oro

( 1933 )

Las Hurdes/documental

( 1946 )

Gran Casino

( 1949 )

El gran calavera

( 1950 )

Los olvidados

( 1950 )

Susana

( 1951 )

La hija del engaño

( 1951 )

Subida al cielo

( 1951 )

Una mujer sin amor

ENTREVISTAS

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