Director, productor, promotor cultural, guionista, académico. Egresado de la licenciatura en Derecho de la UNAM (1963-1968), en donde su gusto por el cine lo lleva a los cineclubes de distintas facultades, como el de Psicología, Filosofía y el CUC. Alejandro Pelayo compagina la universidad con el trabajo durante tres años, en el despacho de Antero Roel, al cual ingresa en 1965, y en donde se especializa en Derecho del Trabajo.
En 1968 renuncia al despacho de abogados. Siendo maestro parcial en el ITAM de Historia de las Doctrinas Sociales, es becado por la universidad para realizar la Maestría en Administración (1969-1971) en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores en Monterrey (ITESM); en su tiempo libre toma clases de literatura, arte y asiste a cineclubes. A su regreso en el ITAM, es designado profesor de tiempo completo de la carrera de Administración, y posteriormente director de la misma.
Ya con la idea de integrarse a la dirección cinematográfica, estudia actuación con el director de teatro Dimitrio Sarrás (1972-1975). Al mismo tiempo se enlista en el taller de super 8 mm en la Casa del Lago, donde coincide con Diego López, y realiza sus primeros ejercicios. En 1973 es maestro en el CUEC de producción, e imparte la materia: “Mercadotecnia aplicada al cine”, lo que le permite ingresar de oyente a las clases de Historia del Cine de Jorge Ayala Blanco y a las de realización. Periodo en el que con el apoyo de varios alumnos (Alberto Cortés, José Luis García Agraz y Diego López), dirige el corto de doce minutos en 16mm/blanco y negro: Super leche/1974.
En una fiesta conoce a Alfonso Arau, quien lo invita como gerente de la recién formada productora DASA FILMS, cuya dinámica era la de una cooperativa, en que los socios, directores de cine aportaban su trabajo. Durante los dos años que dura su gestión, se filman 18 películas en convenio con CONACINE que aportaba el 75 por ciento, entre las que figuran, La pasión según Berenice/Jaime Humberto Hermosillo 1975 y La casta divina/Julián Pastor 1976.
En 1975 parte a Londres becado por CONACYT para hacer una especialidad en Medios y Técnicas Audiovisuales en la Universidad de Londres, y asiste como oyente a cursos de Historia y Crítica Cinematográfica en la escuela de cine del plantel: The Slade Film School. Coincide con el director Luis Mandoki, entonces estudiante en la universidad pública London College of Printing, quien lo invita a tomar en la misma, el diplomado intensivo en cine cuya duración es de un año. Gracias a su corto Super leche, en 1976 es aceptado en la escuela, gastos que solventa con los ahorros de su trabajo previo.
Regresa a México en 1977 e invitado por Fernando Macotela director de Cinematografía, ingresa a la Cineteca Nacional como Jefe de Programación, asiste por vez primera al Festival de Cannes con objeto de llevar lo último del cine mundial a la Muestra Internacional de ese año, e instaura la Muestra de Primavera con la finalidad de exhibir las cintas de reciente estreno, sin tener que esperar hasta el mes de noviembre. A raíz de la remoción de Macotela, solidariamente renuncia a su puesto y se va a dirigir el Cineclub del INBA, envía películas a provincia y promociona la creación de festivales.
Asiste a Jaime Humberto Hermosillo en la cinta independiente Las apariencias engañan/1977 y posteriormente es asistente personal de Sergio Olhovich en El infierno de todos tan temido/1979, año en que es cofundador de la primera cooperativa productora de cine, la Río Mixcoac, donde Gabriel Retes dirige la primera película dentro de este esquema financiero a fines de los años setenta. Alejandro Pelayo es fundador de la Federación de Cooperativas y posteriormente secretario y presidente de la José Revueltas, donde se producen cintas como: Cabeza de Vaca/Nicolás Echevarría 1990, Retorno a Aztlán/Juan Mora Catlett 1990 y Goitia, un dios para sí mismo/Diego López 1988.
Hermano de la hoy senadora por el PRI, Beatriz Paredes Rangel, siempre activa dirigente del partido, y cercano a los círculos del poder, Alejandro Pelayo lleva a la pantalla grande temas como el dedazo en La víspera/1982, el secuestro político en Días difíciles/1987, y el cacicazgo en Morir en el Golfo/1989, lo que llamaríamos: la trilogía del poder, y cierra su ciclo como director con la película por encargo: Miroslava/1994, biografía de la actriz Miroslava Stern.
La víspera/1982, su primer largometraje bajo un guion propio que escribe durante sus años en Londres, se inspira -aunque trasladado al panorama político- en la historia de su padre, el actor Luis Manuel Pelayo, quien siendo conductor en la televisión del programa de entretenimiento con mayor audiencia en el Canal 2, “Sube Pelayo, Sube”, sufre de la noche a la mañana la cancelación de éste, por motivos externos a Televicentro (ahora Televisa). Nunca pudo aceptar la realidad y vivió con la esperanza del regreso.
La trama trata sobre un ex Secretario de Recursos Hidráulicos, que tras doce años retirado de la política, espera durante las primeras horas de un gobierno entrante la llamada que lo invitará a participar en el nuevo gabinete. Sin embargo, el tiempo pasa y conforme el anuncio nunca llega, su angustia se hace mayor. Tremenda decepción; sin embargo presa de la negación, fantasea, y recita el discurso que tenía preparado.
La víspera, cinta independiente realizada en plena crisis de los años ochenta, tiene un costo de cinco mil dólares, bajo el esquema de producción en cooperativa, en el que todos los participantes aportaron sus salarios, además del auto que vendió el director, quien también obtuvo un préstamo de una tía. La cinta es una producción de la Cooperativa Río Mixcoac, filmada en una sola locación en dos semanas y media, en 16mm/blanco y negro, con 20 rollos que le sobraban de un documental al fotógrafo del filme, Federico Weingartshofer, en ese entonces esposo de Patricia Coronado, quien funge como productora ejecutiva.
Encabeza el reparto Ernesto Gómez Cruz en su primer papel estelar en el cine, acompañado de: María Rojo, Alfredo Sevilla, Fernando Balzaretti, Ana Ofelia Murguía e Ignacio Retes entre otros. En 1983 la película es nominada en cinco categorías de los premios Ariel, llevándose cuatro por: Ópera Prima y Argumento Original-Alejandro Pelayo, Actor-Ernesto Gómez Cruz, y Coactuación Masculina-Alfredo Sevilla. La víspera nunca se transfiere a 35 mm, se estrena en el Canal 11 y se exhibe en cineclubes y en televisión. Finalmente se recupera la inversión y se paga a todo el equipo que había trabajado sin honorarios.
Entre 1983 y 1985 realiza para la UTEC la serie en video “Los que hicieron nuestro cine”, que consta de 60 programas dedicados cada uno a otra película, que abarcan desde los inicios del cine hasta 1976, en los que entrevista a personajes sobresalientes del cine mexicano protagonistas y creadores de las cintas en diversas áreas, como: el fotógrafo Gabriel Figueroa, el actor y director Emilio “Indio” Fernández, los directores Alejandro Galindo, Ismael Rodríguez, los actores Tito Guizar, Ninón Sevilla, Yolanda Varela, Marga López y Roberto Cañedo, por mencionar algunos.
Bajo un argumento propio que también idea en Londres, Alejandro Pelayo trabaja con Jaime Humberto Hermosillo en Guadalajara, el primer borrador de su siguiente película, Días difíciles/1987, trabajo que es la base para el guion que Alejandro Pelayo coescribe con Víctor Hugo Rascón Banda durante dos años. La historia retrata cómo un grupo social es capaz de sacrificar incluso a su líder, cuando los intereses y las bases de su estructura peligran, en caso de ceder a las demandas terroristas. La trama se inspira en dos eventos: el secuestro del empresario de Grupo Monterrey, Eugenio Garza Sada, planeado por la liga 23 de Septiembre, en el que muere el hombre de negocios y el secuestro y asesinato en Italia de Aldo Moro, presidente del partido de Democracia Cristiana llevado a cabo por la Brigada Roja.
Por razones de producción el rodaje se lleva a cabo en Chihuahua y cuenta con un presupuesto de 100 mil dólares, que se divide en aportaciones del 30 por ciento entre el IMCINE, Producciones Penichet y la cooperativa José Revueltas, fundada por Alejandro Pelayo y su equipo. Estelarizan Días difíciles: Alejandro Parodi, Blanca Guerra, Fernando Balzaretti y su padre, el actor Luis Manuel Pelayo, tiene un papel coestelar. Filmada en 35mm, participa en diversos festivales internacionales como el de Cartagena, Colombia, y el American Film Festival de los Angeles, California; en 1988 es nominada al Ariel en siete categorías, de las cuales gana por Mejor Actriz (Blanca Guerra) y Mejor Argumento Original, rubro en el que el director también recibe la Diosa de Plata. El filme se estrena en la Muestra Internacional de la Cineteca.
Alejandro Pelayo continúa con Morir en el Golfo/1989, cinta basada en la novela homónima de Héctor Aguilar Camín, inspirada en el líder del sindicato de PEMEX, Joaquín Hernández “La Quina”. Trabaja el primer guion en Cuba, en un taller que solía organizar el Festival de Cine de Sundance, con la asesoría de diversos especialistas. Después de visitar a La Quina en Ciudad Madero, concluye que dadas las circunstancias políticas y la elección presidencial en puerta, será imposible llevar el conflicto petrolero a la pantalla.
Con Víctor Hugo Rascón Banda, escribe un guion en que la historia a diferencia de la novela, tiene como personaje principal a un terrateniente, un cacique criollo en disputa por la posesión de tierras aptas para el turismo, con un político mediocre y su ambiciosa mujer. Encabezan el reparto: Alejandro Parodi, Blanca Guerra, Enrique Rocha, Carlos Cardán y María Rojo.
Héctor Aguilar Camín introduce a Alejandro Pelayo con su amigo el entonces director de Comunicación Social del Estado de Tabasco y empresario, Nacho Cobo, quien se aúna como coproductor a través de Tabasco Films con el 60 por ciento, apoyando con el hospedaje en sus hoteles y facilidades de producción del estado de Tabasco, donde en efecto se filma la película, cuyo rodaje es de seis semanas. El IMCINE participa con el 30 por ciento y la cooperativa José Revueltas aporta el 10 por ciento, de un total de 300 mil dólares, costo de la película.
Morir en el Golfo se lleva en 1989 el Premio Catalina de Oro del Festival Internacional de Cine de Cartagena a la Mejor Actriz (Blanca Guerra); en 1990 tres Diosas de Plata por: Mejor Película, Guion y Dirección y dos Premios Heraldo a Mejor Actriz (Blanca Guerra) y Actor (Enrique Rocha), el Premio de la Crítica de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (ACE) en las categorías de Actuación Femenina y Coactuación Masculina; en 1991 el Premio a la Mejor Película en el Festival de Trieste, el Tercer Premio Coral a la Mejor Actriz en el 11 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
El filme es nominado en cuatro categorías de los premios Ariel: Película, Actor de cuadro (Emilio Echevarría), Fotografía (Guillermo Navarro), Música de fondo (José Elorza, Marcial Alejandro). En la misma entrega Alejandro Pelayo gana el Ariel a Mejor Película por Goitia un dios para sí mismo/Diego López 1988, filme del que es productor.
En 1992 por invitación del director del IMCINE, Ignacio Durán, Alejandro Pelayo dirige y coproduce Miroslava, una bio-ficción de la actriz checoslovaca nacionalizada mexicana Miroslava Stern, basada en el relato corto “Las cartas” del libro “Primero las damas” de la escritora Guadalupe Loaeza, con guion de Vicente Leñero, apoyado en efecto con las cartas de despedida que dejó Miroslava y las notas periodísticas a raíz del suicidio de la bella mujer. La historia transcurre en un día y se centra en la tarde en que regresa Miroslava a su casa y se prepara para despedirse de este mundo.
Estelarizada por la actriz francesa Arielle Dombasle, figuran en el reparto: Claudio Brook, Arleta Jeziorska, Pamela Snieshkin Brook, Verónica Langer, Demián Bichir y Rosa María Bianchi, entre otros. La cinta cuyo costo fue de un millón de dólares, es una producción del IMCINE que participa con el 65 por ciento y de la productora privada del director, trabajo cuyos valores de producción se orientan a recuperar al público de la clase media mexicana y a participar en el mercado internacional. Ganadora en 1993 del Premio ACE por Mejor Película en el Festival de Cine Latino de Nueva York, el premio Coral a la Mejor Fotografía para Emmanuel Lubezki en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, Cuba, y los premios Ariel por Actriz de Cuadro, Fotografía, Edición, Música, Sonido y Maquillaje, y en 1994 la Sociedad de Críticos de Nueva York le otorga el Premio a la Mejor Película y a la Mejor Dirección.
Entre 1992 y 1995 realiza y conduce 60 programas más de una nueva serie “Los que hacen nuestro cine” para el recién fundado Canal 22; programas que arrancan a partir de 1970 y llegan hasta 1994, además de otros programas seriados como “De Cine y Literatura”, que consta de 27 programas sobre películas mexicanas basadas en obras literarias, y como productor “Mi primera película” dirigida por Rafael Castanedo; trabajos que realiza con sus casas productoras, Aries Films e Imágenes en Movimiento.
Para el IMCINE, entrevista en video a un centenar de personajes del cine mexicano del momento, trabajo titulado: “Memoria del Cine Mexicano”, testimonios que quedan guardados. En 1997 es nombrado Director General de la Cineteca Nacional, en donde implementa el departamento académico, responsable de la organización de cursos, seminarios, conferencias y da inicio a la faceta de la Cineteca como distribuidora de películas internacionales, que adquiere en los principales festivales un total de 40 cintas que no se habían exhibido en México.
En diciembre de 1999 a raíz del escándalo suscitado por el filme La ley de Herodes, del director Luis Estrada, y de la destitución del entonces director del IMCINE, Ricardo Amerena, Alejandro Pelayo es llamado para tomar la dirección del instituto, donde se desempeña hasta el cierre del sexenio del presidente Ernesto Zedillo, en el 2000. Ese año es nombrado Agregado Cultural en el Consulado de México en Los Angeles, California, Estados Unidos, puesto en el que se desempeña hasta el año 2013.
Durante su estancia prioriza el apoyo a las películas mexicanas que participan en festivales que se llevan a cabo en la ciudad, crea un Cineclub en el Consulado, donde se exhiben cintas mexicanas gratuitamente al igual que en la Placita Olvera. Con los museos locales y diferentes clubs de mexicanos, organiza exposiciones, conferencias, conciertos de música clásica, presentaciones de libros, en fin, diversos eventos culturales y por supuesto: mucho cine. En 2005 obtiene el Doctorado en Historia del Arte con la tesis: “El Cine Mexicano en los Años Ochenta: La Generación de la Crisis”.
En noviembre de 2013, designado por el Secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, toma por segunda vez posesión como director de la Cineteca Nacional, hoy día un complejo cultural cinematográfico con diez salas de cine -con el precio del boleto 30 por ciento debajo de la entrada en una sala comercial- en el que se integran: estrenos de calidad, películas importantes del cine mundial, retrospectivas, talento emergente, ciclos de géneros, nacionalidades, etnias, que atraen anualmente alrededor de un millón trescientos mil asistentes cada año. Otro aspecto importante en su labor dentro de la Cineteca ha sido el departamento académico, que ofrece cursos, talleres y diplomados.
Alejandro Pelayo en especial siempre ha dado apoyo a los proyectos de investigación, que recuperan la historia de los que hicieron y hacen cine en México, como es el caso de la continuación de la Historia Documental del Cine Mexicano de Emilio García Riera, ahora bajo el título de Memoria Fílmica Mexicana, y del Diccionario de Directores del Cine Mexicano, de Perla Ciuk, que surge en el año 2000 en coedición con la Cineteca Nacional.
Es miembro del Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
Hijo único de Bertha Rangel y el actor Luis Manuel Pelayo, Alejandro Pelayo es medio hermano de la siempre activa militante del Partido Revolucionario Institucional, la senadora Beatriz Paredes Rangel y de la actriz Rosita Pelayo Vargas. Estudia la primaria en la escuela: The English School for Boys, la secundaria en el Colegio México de la colonia Roma y la preparatoria en el Centro Universitario México (CUM).
A partir de los cinco años asiste con frecuencia a las salas cinematográficas en compañía de su madre quien gustaba del cine. Primer recuerdo cinematográfico: Peter Pan, en el Cine Alameda. Entre los seis y los doce años, acude solo al cine Orfeón a ver en su mayoría películas producidas por Jesús Sotomayor, entre sus favoritas: Viva la juventud, con Yolanda Varela, Adalberto Martínez “Resortes” y Andy Rusell en los estelares.
Admirador de Luis Buñuel; ya adolescente, la cinta brasileña Los bandidos/Lima Barreto 1953, le causa gran impresión. Continúa en las matinées del Cine Polanco, recuerda las películas de los años cincuenta, las primeras en Cinemascope, en la pantalla grande, como: Helena de Troya, Alejandro Magno y Tres monedas en la fuente. Entre los doce y trece años, pasa muchas tardes en el Cine Pathé, donde exhibían tres películas mexicanas por género, cintas en las que trabajaba su padre, el actor Luis Manuel Pelayo; algunas las llega a ver hasta nueve veces.
El viraje al cine de arte y calidad, se da en una función de 8 1/2/Federico Fellini 1963, en el Cine Arcadia a los 18 años; este filme lo introduce al cine de reflexión. Después en el Regis –sala cinematográfica que se cayó en el temblor de 1985–, se vuelve entusiasta fanático de las películas de arte. Estudia francés en el IFAL, a cuyo cineclub asiste a sesiones con críticos como Emilio García Riera y José de la Colina, y en donde descubre la Nueva Ola Francesa.
Directores favoritos: Roberto Gavaldón, Fernando de Fuentes, Julio Bracho, Alejandro Galindo, Ismael Rodríguez, Gilberto Martínez Solares (comedias de “Tin Tan”), Arturo Ripstein, Felipe Cazals, Jaime Humberto Hermosillo, Jorge Fons.
En la preparatoria da inicio a una larga trayectoria en la docencia, misma que continúa en la actualidad en distintos diplomados y especialidades relacionados con el cine y que imparte en diversas instituciones académicas y culturales, tanto en la Ciudad de México, como en provincia.
Ya en la UNAM, reconoce al cineclub del CUC en Copilco como el foro que define su formación cinéfila, ahí ve Fresas Salvajes/Ingmar Bergman 1957. Durante los dos años de su estancia en Inglaterra asiste diariamente a la Cineteca de Londres, actividad que lo adentra en la estructura, funcionamiento y objetivos de la institución, mismos que ejecuta años más tarde en México, en su labor como director de la Cineteca Nacional.
La bella actriz Arielle Dombasle, protagonista de Miroslava, vivió en su juventud en México, lo cual resultó ideal para personificar a Miroslava Stern, ya que hablaba perfecto español. Además, aceptó los honorarios propuestos que no era lo que usualmente recibía por una película, mismos que compensó convirtiéndose en coproductora, aspecto que redundó positivamente en la película ya que se vendió muy bien en Europa.
Entrevista: La trilogía del poder del director Alejandro Pelayo. LA VÍSPERA
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Entrevista: La trilogía del poder del director Alejandro Pelayo. DÍAS DIFÍCILES
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Entrevista: La trilogía del poder del director Alejandro Pelayo. MORIR EN EL GOLFO
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Alejandro Pelayo. Especial Directores. TAP
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Panorama 2014 de la Cineteca Nacional (Parte 1). Entrevista Alejandro Pelayo
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Panorama 2014 de la Cineteca Nacional (Parte 2). Entrevista Alejandro Pelayo
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Panorama 2014 de la Cineteca Nacional (Parte 3). Entrevista Alejandro Pelayo
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“Días difíciles”. Película completa en Filminlatino
https://www.filminlatino.mx/pelicula/dias-dificiles
“Morir en el golfo”. Anuncio para TV
https://m.facebook.com/watch/?v=276474273489738&_rdr
“Miroslava”. Película completa
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