URRUCHÚA CARMONA, VÍCTOR

Actor, director y guionista. Víctor Urruchúa estudia Arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México, también es oyente en la Facultad de Filosofía y Letras donde conoce al poeta Xavier Villaurrutia, quien lo invita a participar en el montaje de obras francesas. Hacia 1931, Julio Bracho lo integra como actor al grupo experimental Teatro Orientación en “Electra”, “Antígona”, “Lázaro ríe” y otras puestas en escena.

Se inicia como actor de cine en 1926 con la película Corazón de madre/Jorge Pierkoff. Su primera actuación en el cine sonoro mexicano es un bit en Águilas frente al sol/Antonio Moreno 1932, y después, formalmente en el mismo año, en Una vida por otra/John H. Auer. De sus 21 interpretaciones destacan Dos monjes/Juan Bustillo Oro 1934, Judas/Manuel R. Ojeda 1936, Simón Bolívar/Miguel Contreras Torres 1941, El conde de Montecristo/Chano Urueta 1941, La Virgen que forjó una patria/Julio Bracho 1942 y El rayo del sur/1943, de Miguel Contreras Torres.

Entre 1936 y 1939, Víctor Urruchúa realiza estudios técnicos en Hollywood y en 1943 debuta como director en Murallas de pasión, con Isabela Corona y la cantante Elvira Ríos, sobre candentes pasiones al borde del incesto. De sus 16 largometrajes, los más interesantes están influidos por sus experiencias teatrales, en los que busca acercamientos mundanos y psicológicos al melodrama. Se interesa especialmente en explorar, con cierta misoginia, la personalidad femenina.

Entre sus cintas como director destacan Nuestros maridos/1945, melodrama que cuenta las historias entrecruzadas de tres hermanas y sus conflictos en la vida matrimonial; con Emilia Guiú, Rafael Baledón, María Douglas, Beatriz Aguirre, Eduardo Casado y Jorge Reyes. Permanece tres semanas en cartelera en el cine Savoy a partir del 18 de octubre de 1946. En Ramona/1946, narra las desventuras de Ramona, huérfana que vive con la dueña autoritaria de una hacienda y posteriormente huye de ahí para casarse con el indio Alejandro; con Esther Fernández y Antonio Badú. Es una adaptación de la novela estadounidense “Ramona” de Helen Hunt Jackson, escrita en 1884, adaptación de Leopoldo Baeza y Aceves y edición de Carlos Savage.

Continúa con El yugo/Encadenada/1946, drama en el que un hombre paranoico cree que su esposa lo engaña con su amigo, un destacado pianista, y sus celos terminan en tragedia; con Armando Calvo, María Teresa Esquella, Fanny Schiller y Enrique Bermúdez, entre otros. Se estrena en mayo de 1947 en el cine Chapultepec, donde permanece dos semanas. En Ángel o demonio/1947, un escritor se enamora a primera vista de una mujer que lo inspira a escribir una novela, pronto descubrirá que es una célebre cabaretera; después de superar algunos conflictos se casan y tienen dos hijos. La familia se fractura debido a la conducta de la mujer, quien termina al paso de los años hecha una piltrafa y en la calle. Llevan los papeles estelares: Armando Calvo y María Antonieta Pons. Se filma en los estudios Azteca con un costo aproximado de 250 mil pesos y se estrena en el cine Teresa en julio de 1947 donde permanece dos semanas.

En 1948, Víctor Urruchúa dirige dos películas: Prisión de sueños, en donde una joven pareja, en vano trata de salir de la pobreza en la que vive, un ambiente de envidias, trampas y criminales de barrio, que los llevarán a un desenlace fatal, con: Esther Fernández, Roberto Cañedo, Katy Jurado, Rodolfo Acosta, Emma Roldán y Mimí Derba; Secreto entre mujeres, sobre un seductor que trata de conquistar a cuanta mujer vive en la pensión de doña Laura sin importar incluso que sean hermanas, pero una de ellas lo envenena y él muere. Se culpa a una mujer inocente, finalmente se aclara la situación y la verdadera asesina se suicida. Con las actuaciones de Miroslava, Rosario Granados, Carmen Montejo, Gloria Lozano, Víctor Junco y Fanny Schiller. Se filma en los estudios Churubusco con un costo aproximado de 350 mil pesos y se estrena en el cine Orfeón donde permanece una semana a partir del 1 de abril de 1949. Continúa con el melodrama: El sol sale para todos/1949, con el torero Fermín Rivera y Gloria Marín. En 1948 deja inconclusa La cruz vacía, alegoría de la vida de Cristo, filmada entre los chamulas de Chiapas.

Víctor Urruchúa codirige con Steve Sekely y Carlos Vejar Jr. (sin crédito), la superproducción México-Estados Unidos: Furia roja/Stronghold/1950, la primera película hecha en México y en América Latina con cinta magnética, de acuerdo con su sonidista José B. Carles; esta coproducción fue en su mayoría financiada por México y predominó en la parte técnica la participación de los americanos.

Simultáneamente al rodaje de la versión en inglés, Víctor Urruchúa realiza la versión en español. Cinta de época en tiempos del emperador Maximiliano, historia en que huyendo de la guerra de secesión, una mujer mexicana viuda del norteamericano Stevens, llega en barco de Estados Unidos al puerto de Acapulco, en compañía de su hija María para trasladarse a Taxco, donde su familia es dueña de minas de plata. María se verá inmiscuida en aventuras, espadachines y diversas situaciones entre los partidarios de Benito Juárez y los franceses, para finalmente encontrar el amor en Pedro, mexicano incondicional de Juárez.

Con un multi reparto, en la versión en español llevan los estelares: Sarita Montiel, Emilia Guiú, Carlos López Moctezuma y Juan José Laboriel y en la norteamericana, Verónica Lake, Rita Macedo, Frederick Mack y Zachary Scott y en ambas trabajan: Arturo de Córdoba, Fanny Schiller, Arturo Bedoya, Gilberto González y Gustavo Rojo hermano de María Stevens, combatiente en la guerra de secesión, cuyas escenas desaparecen de las copias exhibidas en la televisión mexicana.

Furia roja/Stronghold se filma a partir del 10 de abril de 1950 en los estudios Churubusco y en locaciones de Taxco y Acapulco, con un costo aproximado de 3 millones de pesos. La versión en inglés se estrena el 25 de octubre de 1951 en el cine Alameda y la versión en español el 8 de noviembre del mismo año en el Palacio Chino, con permanencia de una semana.

Después de realizar Sentenciado a muerte/1950, nueva versión de El prisionero 13/Fernando de Fuentes 1933, Víctor Urruchúa continúa y concluye su carrera como director fílmico en Venezuela, donde realiza la coproducción con México: Seis meses de vida/1951, con el cómico venezolano Amador Bendayán y la mexicana Lilia del Valle, que cuenta la historia de un hombre sin un centavo, al que debido a una equivocación médica, le hacen creer que le quedan seis meses de vida, por lo que cambia totalmente y se vuelve valiente, osado y conquistador; y el melodrama de contenido social: Luz en el páramo/1951, producción venezolana premiada en la Bienal de Río de Janeiro, un melodrama rural con Luis Salazar, Carmen Montejo, José Elías Moreno e Hilda Vera. No se exhibe en México, y en Venezuela se estrena en 1953. También realiza el documental Venezuela en marcha/1954. Permanece trabajando para la televisión de ese país como productor y director de doblaje. En 1968 Televisión Independiente de México, Canal 8, lo nombra supervisor literario, mismo puesto que desempeña hasta su muerte, en el Canal 13, entonces estatal.

“Nuestro estilo -dice Víctor-, hace el resultado de una fusión demasiado feliz entre la estética francesa y la técnica norteamericana. Esto, desde luego, resulta difícil. Murallas de pasión y estos días Nuestros maridos, son dos tentativas por cristalizar ese estilo y ponerlos al servicio de temas mexicanos. La flexibilidad es indispensable en los nuevos directores. Si se impone la aventura de obras flexibles, distintas, al drama más que al melodrama; a la comedia intencionada y sutil, y más que a grotescos astrakanes españoles, debemos aproximarnos con nuestras inquietudes.”

(México Cinema, “Actitud de Víctor Urruchúa”, No. 37, p. 7)