RIVERO, FERNANDO A.

Escenógrafo, director, pintor, actor y escritor de cine. Considerado el padre de los escenógrafos en México. Fernando A. Rivero estudia Arquitectura; debido a problemas económicos abandona la carrera y trabaja en la joyería El Nuevo Mundo. En 1927 emigra a Estados Unidos, donde es dibujante para empresas dedicadas a la publicidad y periódicos. En 1931 retorna a México. Al morir su abuelo, hereda una considerable suma de dinero con la que funda la Compañía Anunciadora Mexicana.

En 1931 declara a su compañía en quiebra y se integra al staff de Santa/Antonio Moreno 1931, como escenógrafo, oficio que continúa durante toda su trayectoria cinematográfica en 34 películas entre las que figuran: Águilas frente al sol/Antonio Moreno 1932, Mano a mano/Arcady Boytler 1932, El anónimo/Fernando de Fuentes 1932 (donde además aparece en pantalla interpretando a un cadáver), Almas encontradas/Raphael J. Sevilla 1933, El prisionero trece/Fernando de Fuentes 1933 (donde interpreta a la vez a un suicida), La mujer del puerto/Arcady Boytler 1933, Sagrario/Ramón Peón 1933, Profanación/Chano Urueta 1933, Chucho el Roto/Gabriel Soria 1934, ¿Quién mató a Eva?/José Bohr 1934 y Bohemios/Rafael E. Portas 1934. Es contratado en Argentina, de ahí viaja a España para seguir con la misma labor. La Guerra Civil Española lo obliga a regresar a México en 1937. Llega a playas mexicanas a bordo del vapor “Durango”. Se reintegra a la industria con La paloma/Miguel Contreras Torres 1937.

Debuta como director, sin abandonar las labores de escenógrafo, con El beso mortal/1938, la primera película de una filmografía que cierra en 1952 con 20 películas. Filme que en un principio iba a dirigir el actor Miguel Ángel Ferriz, quien desiste y pone en manos de Fernando A. Rivero, quien llevaría el script y vira a realizador. Drama sobre enfermedades de transmisión sexual que provoca controversia, bajo un argumento propio, adaptado con A.D. Cavaleti. La historia se centra en Cecilia, hija de un matrimonio conservador y de buena posición, quien va a casarse con el hijo del presidente municipal. Al pueblo llega un médico especializado en enfermedades venéreas y atiende al novio, a quien le informa que está contagiado de una enfermedad de años atrás. Creyendo que el médico miente por estar celoso y enamorado de Cecilia, decide casarse, pero la enfermera revela la verdad el día de la boda. Bajo el sello de Producciones Roberto Fierro, es la única adaptación cinematográfica de la controvertida obra teatral “Le mortel baiser” del autor francés Paul Gury. Fierro invierte en la cinta 200 mil pesos y contrata estrellas del cine y del teatro de aquella época, como Miguel Ángel Ferriz, Magda Haller, Julián Soler, Matilde Palou, Manuel Noriega, Miguel Wimer, Joaquín Coss, Concha Sáenz y entre los extras Víctor Junco. Miguel Ángel Ferriz asesora a Fernando A. Rivero en la dirección artística. Se filma de mayo a junio de 1938 en los estudios México Films y en Tehuacán, Puebla, incluido el lujoso Gran Hotel Garci Crespo.

El estreno de El beso mortal tiene lugar el 9 de diciembre de 1938 en el cine Rex, donde se exhibe durante una semana, dedicado especialmente a las películas europeas. En Estados Unidos se exhibe en el suroeste en repetidas ocasiones. En Nueva York es aprobada con algunos cortes por la muy estricta censura y se proyecta en el Teatro Hispano. El New York Times publica: “En los anuncios de El beso mortal en la Ciudad de México se aclaraba que era una ‘película moral, no apta para señoritas’. En cambio, algunos cronistas mexicanos afirmaron que esta advertencia fílmica en contra de la ignorancia sobre las enfermedades venéreas debería ser vista por la población de todas las edades, a partir de la adolescencia, en toda la República”… “Esta buena lección de salud preventiva es presentada con efectividad; sin demasiado drama, sin escenas horrendas y sí con una considerable dosis de humor…”.

Fernando A. Rivero aprovecha la filmación de esta cinta para probar un nuevo tipo de escenario de su invención, que describe así: “La base primordial de esta innovación es el haber logrado aislar la tramoya que sostiene los postes reflectores de las paredes de los escenarios, que hasta la fecha habían sido construidos en forma tal que dificultaba a los directores los movimientos de la cámara y los personajes, ya que no podían quitar o poner a placer paredes innecesarias en el momento requerido”. Ese mismo año anuncia un negocio de renta de ese tipo de “sets movibles”, asociado con los también escenógrafos Mariano Rodríguez, Beleho y Miguel Márquez y el arquitecto Julio Cano.

Sus dos siguientes filmes son: ¡Aquí llegó el valentón!/El fanfarrón/1938 que gira en torno a las aventuras de Alberto “El Fanfarrón” (Jorge Negrete), hijo de un hacendado pulquero que se enamora de María Luisa (María Luisa Zea), hermana de Juan José “El Aguilucho” (Emilio Fernández), bandido generoso que asalta la pulquería para evitar que los campesinos se emborrachen. Los enredos se suscitan cuando “El Aguilucho” corteja a Guillermina (Magda Haller), hermana de Alberto; y Juntos pero no revueltos/1938, una comedia vernácula en la que una joven queda embarazada y su tío la manda a la capital, donde tiene a su hijo y se casa con un hombre que triunfa en el teatro. Con las actuaciones de Jorge Negrete, Susana Guízar, Rafael Falcón, Lucha María Ávila, Armando Soto la Marina “El Chicote” y Manuel Esperón, entre otros.

En 1939, Fernando A. Rivero dirige los cortometrajes Cantinflas: siempre listo en las tinieblas y Jengibre contra dinamita. Al año siguiente filma dos cortos más: Cantinflas boxeador y Cantinflas ruletero, así como el documental Recordar es vivir. Sus siguientes largometrajes son el filme de misterio La posada sangrienta y el drama Seda, sangre y sol en 1941; Los miserables y Mi reino por un torero en 1943. Actúa en La hora de la verdad/Norman Foster 1944.

De su filmografía destacan Nosotros/1944, melodrama sobre un trágico romance entre una cabaretera y un joven ladrón, que reforman sus vidas por amor. Con Emilia Guiú, Ricardo Montalbán, Esther Luquín, Dolores Camarillo y Ángel T. Sala; La casa embrujada/1944, protagonizada por David T. Bamberg “Fu Man Chu” (en su última aparición en el cine), personaje que viaja en tren con su ayudante Lucifer y pierde todo su dinero en un juego de póquer; El príncipe del desierto/1946 y el documental de largometraje Canciones y recuerdos/1947.

Fernando A.Rivero continúa con Perdida/1949, un melodrama de cabaret con Ninón Sevilla y Agustín Lara, que narra la vida trágica de una bailarina que no logra ser feliz; y El pecado de ser pobre/1950. Su último filme es La extraña pasajera/1952. Se retira del cine y se dedica a trabajar como dibujante en una empresa de publicidad.

FR.- “Hubo en nuestro cine la época de los audaces y los valientes. Aquellos fueron los que pudieron reunir capital y esfuerzos para empezar a producir; y los valientes fueron aquellos que pusieron el dinero, puesto que no prestaban los bancos, sin contar con mercados: y también nosotros, los técnicos y artistas que hacíamos cine por cincuenta pesos a la semana, cuando nos pagaban. Ahora vuelve la época de los audaces, los que han vuelto a recoger la cosecha.”

(Cinema Reporter, “Fernando Rivero”, Juan B. Clement, 11/12/1948)