PÉREZ GAVILÁN EMPARÁN, JUAN FERNANDO

Productor y director. Juan Fernando Pérez Gavilán es hijo del exhibidor Guillermo Pérez Gavilán, dueño de numerosas salas de cine en la capital del país. En 1956 cuando aún cursa la carrera de Administración de Empresas en el ITAM, su padre sufre un infarto y se hace cargo de la administración de las salas de cine, por lo que concluye sus estudios en 1961. Recuperado su padre y debido a la relación amistosa de éste con el productor Gregorio Walerstein, en 1962 incursiona en la industria cinematográfica como supervisor de material de explotación de las películas de los Estudios América, donde también funge como gerente administrativo y en 1965 asume el cargo de gerente general. En este periodo trabaja como productor ejecutivo de varios filmes como: El proceso de Cristo y el documental Morelos siervo de la nación, ambos dirigidos por Julio Bracho en 1965, entre otros.

En forma alterna a este trabajo, en 1966 Juan Fernando Pérez Gavilán se asocia con Mauricio Walerstein para crear Cinematográfica Marte, empresa productora con la finalidad de proponer temas diferentes, y dar espacio a nuevos directores y escritores; así como a jóvenes promesas como: Ofelia Medina, Helena Rojo, Jorge Luke, Eduardo Palomo; además de apoyar a actores de soporte con papeles estelares, como por ejemplo: Héctor Suárez y Alberto Pedret, entre otros.

La empresa inicia sus actividades con Los Caifanes/Juan Ibáñez, cinta que recibe múltiples reconocimientos además de éxito en taquilla. A partir de esta experiencia deciden producir trabajos de directores de su generación y óperas primas. Inician con las cintas integradas por tres episodios: Trampas de amor/Tito Novaro/Manuel Michel/Jorge Fons 1968 y Siempre hay una primera vez/José Estrada/Guillermo Murray/Mauricio Walerstein 1969, a las que siguen Sin salida/Toni Sbert 1970, y de igual forma trabajan con experimentados directores como Luis Alcoriza en la cinta, Paraíso/1969.

En 1970 abandona los Estudios América para dedicarse por completo a Cinematográfica Marte, a pesar de tener buenas críticas, el cine que producen no llega a recuperar en taquilla, y debido a las deudas que contraen con el BNC y personales, Juan Fernando Pérez Gavilán se encarga de liquidar los adeudos, 1971 cierra Cinematográfica Marte, y Mauricio Walerstein emigra a Venezuela. Sin capital para producir inicia una destacada labor como funcionario público en 1972 como asesor de Rodolfo Echeverría, director del BNC, y continúa en 1975 como jefe de filiales de PELMEX una vez que ésta se fusiona con CIMEX; en 1976 es subdirector general de CONACINE, y en 1977 director general de CONACITE II, gestión que concluye a finales de 1978.

En 1979 compra a Gregorio Walerstein Cinematográfica Filmex, empresa con la que reanuda sus operaciones como productor privado, realiza películas que generan ganancias para mantenerse en el mercado como: Rigo es amor y El gran triunfo en 1980 y Las siete Cucas/1981 dirigidas por Felipe Cazals, y la coproducción con España El sexólogo/Luis María Delgado 1980, esto sin perder de vista sus principios en la industria, en los que da oportunidad a actores, guionistas y directores debutantes, y gente joven. En 1984, se establece en Los Angeles, California, con la distribuidora American General Films, donde estudia dirección de cine en UCLA.

A mediados de los ochenta preside la CANACINE y dirige la APDPM (Asociación de Distribuidores y Películas Mexicanas) donde casi al final y por gestión de José Estrada, se crea el Fondo de Fomento a la Calidad Cinematográfica (FFCC).

En 1987 Juan Fernando Pérez Gavilán debuta como director con Intriga contra México que en primer lugar se tituló ¿Nos traicionará el presidente?, cinta basada en la novela homónima de Juan Miguel de Mora, que le ocasiona problemas de censura y de comercialización. La película lleva como personaje principal al presidente de México, trama que aborda los conflictos a los que se enfrenta y que a pesar del supuesto poder que ostenta, es una persona que en momentos de crisis está solo, situaciones en donde no hay amigos ni colaboradores, al tomar decisiones importantes. Protagonizan la cinta: Alberto Predet, Martha Roth (quien fuera su última esposa), José Carlos Ruiz y Bruno Rey, entre otros. En 1989 Intriga contra México obtiene las nominaciones al Ariel por: Película, Ópera Prima, Dirección, Actor (Alberto Pedret), Coactuación Masculina (José Carlos Ruiz), Actriz de Cuadro (Evangelina Elizondo), Guion Cinematográfico (Víctor Ugalde y Fernando Pérez Gavilán), Fotografía (Fernando Colín) y Edición (Rogelio Zúñiga).

Continúa su trayectoria como realizador con Violencia a domicilio/1990, crítica social y denuncia de lo que sucede en esa época, como el asalto a domicilio que perpetran judiciales, gente que sabe manejar armas, atemorizar y humillar, situación que lleva a la pantalla a través de una pareja de ascendencia italiana que llega a vivir a la ciudad de Cuernavaca. Película sin gran éxito comercial pero con impacto; se proyecta en salas de Estados Unidos, entre ellas el Teatro Samuel Goldwyn. De nuevo trabajan bajo su dirección: Alberto Pedret, Martha Roth, Sergio Jiménez, Claudia Guzmán, Carlos Cardán y Salvador Sánchez, entre otros.

Adquiere los derechos de la obra de teatro “El extensionista” de Felipe Santander, quien se convence de vendérselos, después de ver Intriga contra México. En El extensionista/1990, se denuncia y critica al sistema agrario mexicano en su organización ejidal, la falta de producción, el caciquismo y la corrupción de las instituciones oficiales a través de los créditos que proporcionan a los campesinos. El filme es la primera coproducción entre una empresa de la iniciativa privada, Cinematográfica Filmex, y el FFCC. Protagonizan la cinta: Eduardo Palomo, José Carlos Ruiz, Claudia Guzmán, Manuel Ojeda y Ernesto Gómez Cruz, entre otros.

Juan Fernando Pérez Gavilán continúa realizando cine comercial en diversos géneros: Octagón y Atlantis, la revancha/1991, en la que incursiona en el cine de luchadores; La lotería/1993, primera de una saga con historias alrededor del popular juego de azar, seguida de ocho películas más, entre las que figuran Jóvenes amantes/1997. Continúa como productor y en 2002 regresa a la dirección con la trama romántica Ya no los hacen como antes, que protagonizan Silvia Pinal y Gonzalo Vega.

¿Cómo productor cuáles son los problemas a los que se ha tenido que enfrentar?

FPG.- De repente romper esa barrera del STIC, del STPC… porque el STPC, cuando hicimos Los Caifanes [1966], a la segunda semana de filmación nos paró la película, porque supuestamente había habido un acuerdo… porque el guion surge de un concurso nacional de guiones del BNC con la idea de que la película se hiciera en el STPC, pero un mes antes que se supiera el fallo yo llego a un acuerdo con Juan Ibáñez y con Carlos Fuentes y les compro el guion, independientemente de que ganaran el primer lugar.

Así, ya tenía los derechos, y decido, ya siendo gerente de los Estudios América, filmar la película en Estudios América. El STPC para la película dos días y la maquinaria del STIC, que era muy importante, les dice: “o se arranca la película o no se vuelven a presentar los actores, ni en cabarets, ni en teatros, ni en los cines -que a veces presentaban shows en esa época-; no se vuelven a presentar”, y tuvieron que doblar las manos. Fue una película, independientemente de la calidad, con mucho escándalo previo durante la filmación, y eso le ayudó al éxito económico que obtuvo.

¿Cuál de sus películas es la que más le ha gustado?

FPG.- Para mí, El extensionista [1990]; siento que es una película muy, muy completa, como director lo siento, porque además refleja una realidad del país.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Marco Antonio Salgado, 21/06/2000)