WALERSTEIN DERECHIN, MAURICIO

En 1966 ingresa a la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, para estudiar Administración de Empresas, carrera que abandona cuando decide continuar con la tradición familiar e irrumpe en el mundo del cine. Se inicia en el cine como productor ejecutivo en Cima Films, empresa de su padre el productor Gregorio Walerstein, con la cinta Operación 67/René Cardona, Jr. 1966. Ese mismo año crea, junto con Fernando Pérez Gavilán, Cinematográfica Marte, empresa productora que financia, con los Estudios América, Los caifanes/1966 de Juan Ibáñez.

A partir de entonces, alterna su carrera como productor entre Cima Films y Cinematográfica Marte con más de una docena de películas, entre las que sobresalen en 1968: Trampas de amor/Tito Novaro/Manuel Michel/Jorge Fons, las óperas primas Patsy mi amor/Manuel Michel con un guion de Gabriel García Márquez, y en 1969 El quelite/Jorge Fons, Paraíso/Luis Alcoriza y El sabor de la venganza/Alberto Mariscal; en 1970: Para servir a usted/José Estrada, Las puertas del paraíso/Salomón Laiter, La justicia tiene doce años/Julián Pastor, Una vez, un hombre/Guillermo Murray, Sin salida/Toni Sbert; y en 1971 Tacos al carbón/Alejandro Galindo y Diamantes, oro y amor/Juan Manuel Torres.

Debuta como director y guionista con Isabel/1969, episodio de Siempre hay una primera vez, cinta de la que además es productor a través de su empresa Cinematográfica Marte. En realidad, su ópera prima es Las reglas del juego/1970, apasionada y tormentosa relación amorosa protagonizada por José Alonso e Isela Vega, película producida por Filman Internacional, empresa de Juan Filcer.

Continúa con la dirección de Fin de fiesta/1971, película con intenciones de crítica social con Isela Vega, Guillermo Murray y Helena Rojo. Esta última se hace acreedora en 1972 del Ariel a la Mejor Coactuación Femenina.

Un año más tarde, su padre le ofrece ir a Caracas como productor ejecutivo de un filme que se realizaría en paralelo con capital venezolano y esa estancia temporal se torna en una permanencia de treinta años. Ya radicado en Venezuela, dirige y produce Cuando quiero llorar no lloro/1972, basada en la novela de Miguel Otero Silva, una coproducción, filme que recibe el Premio de Oro por Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Moscú en 1973. Luego vendrá Crónica de un subversivo latinoamericano/1974, su quinto filme como realizador, también es una coproducción Venezuela-México, historia que tiene como tema central la guerrilla venezolana.

En el país sudamericano, colabora en la consolidación de su industria fílmica, desempeñándose como director y productor de diversos filmes: La empresa perdona un momento de locura/1977, que compite en la Quincena de los Realizadores 1979, sección paralela en el Festival de Cannes, Francia; Eva, Julia, Perla/1980, coproducción con España. La máxima felicidad/1982, basada en una historia del escritor local Isaac Chocrón y Macho y hembra/1984, en las que se trata por vez primera en Venezuela, el tema de la homosexualidad. De mujer a mujer/1985, drama con consecuencias fatales, con la colombiana Amparo Grisales y Humberto Zurita que coproduce con México, y Con el corazón en la mano/1988, protagonizada por María Conchita Alonso.

Restablece sus vínculos profesionales en México con Móvil pasional/1992, melodrama interpretado por María Rojo y Miguel Ángel Rodríguez y Juegos bajo la luna/1999, basada en la novela homónima de Carlos Noguera en la que actúan Arcelia Ramírez y Víctor Hugo Martín, coproducciones Colombia, Venezuela y México.

Tras la muerte de su padre en 2002, Mauricio Walerstein decide retornar a México en 2003 para hacerse cargo de la empresa familiar, al tiempo que continúa con su labor como director y productor de cine, televisión y publicidad. Dirige en HD para TV Azteca la cinta La prueba/2006, escrita por el venezolano Alberto Barrera sobre una idea del autor argentino Leonardo Bechini, protagonizada por Mónica Dione, Víctor Hugo Martín y el niño Cristóbal Martínez.

Años después vendrá Travesía del desierto/2009, coescrita con Claudia Nazoa, un thriller-road movie, película de acción, en la que cuatro personajes -Humberto Zurita, Claudia La Gatta, Enoc Leaño y Mónica Dionne- unidos por la casualidad del destino, se ven equivocadamente involucrados con las redes del narcotráfico y son perseguidos en el desierto. La cinta filmada en la Ciudad de México, Pachuca, Hidalgo, y el Desierto Blanco en Torreón, Coahuila, participa en el 26 Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2011 y es una coproducción México-Venezuela, de Cima Films, apoyada por el FIDECINE, EFICINE y el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) en Venezuela.

Su última dirección, Canon (Fidelidad al límite)/2013, es una película por encargo del productor y también director Alfonso Rosas Priego y de Jesús Hernández Torres, adaptación de la novela de Federico Reyes Heroles “Canon”, historia de un fotógrafo reportero de guerra (Plutarco Haza) y de una exitosa mujer arquitecta (Mariana Seoane), que conforman un matrimonio feliz que entra en crisis debido a un tercero (Humberto Zurita). Trama que rompe con el estereotipo del hombre infiel y el de la mujer sumisa y leal. La cinta se estrena en 1600 salas y fue nominada al Ariel por Mejor Guion Adaptado.

Muere en la Ciudad de México a los 71 años.

¿Por qué se va a Venezuela?

MW.- Todo mundo me pregunta si hubo una razón específica. En primer lugar vine a Venezuela como productor ejecutivo, se me dio accidentalmente la posibilidad de hacer Cuando quiero llorar no lloro y me fui quedando. Y de alguna forma se estaba iniciando todo un movimiento de cine en Venezuela que me interesó mucho. Y[…]creo que por aquella época me era más fácil desarrollarme aquí que allá, te estoy hablando de hace muchísimos años. Cuando tú vives un año en un país y luego otro, empiezas a echar raíces.

¿Cómo podría definir su cine?

MW.- Eso siempre me lo han preguntado[…] Que si primero, que había una línea aparentemente muy política en mis primeras películas y luego fui cada vez más personal ¿no? Yo creo que depende con las obsesiones que yo viví en mis épocas. Entonces, quizás la obsesión política me era muy fuerte en aquella época, después no lo fue tanto, aunque no haya cambiado mucho mi modo de ver al mundo, sigo pensando que no vivimos en el mejor de los mundos posibles. Después me atrajeron otras obsesiones, otras formas de obsesión[…] Yo creo que soy un director que me importan mucho las mujeres y que[…]Humberto Zurita, cuando vio De mujer a mujer, ya cuando la hicimos, después me dijo que le impresionaba mucho cómo me atraen los personajes femeninos, cómo me manejo, me manejo muy bien eso[…] Sí, sin duda, la mujer a mí me interesa muchísimo[…] Vista con los ojos de un hombre, desde luego. Entonces hay mujeres que sienten que mis películas pueden ser como muy agresivas. […] En una época a las feministas no les gustaban nada mis películas…

¿Qué es el cine para Mauricio Walerstein?

MW.- Es mi forma de expresar la realidad que veo, de expresarla y alterarla.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Marco Antonio Salgado, México, Editorial, 01/06/2000)