OLHOVICH GREENE, SERGIO

Director, guionista, productor y académico. Hijo de un emigrante ruso llegado a México tras la Revolución Rusa de 1917 y de madre tabasqueña. Sergio Olhovich estudia Dirección de Artes Escénicas con Seki Sano donde entabla una gran amistad con Gonzalo Martínez. Durante un año es alumno en la carrera de Psicología en la UNAM y otro año en Derecho Internacional, estudios que interrumpe, ya que consigue al igual que Martínez, aconsejados por Seki Sano y apoyados por el director Sergei Bondarchuck, una beca en la Unión Soviética para ingresar al Instituto Estatal de Cinematografía de la URSS (Moscú), a Dirección de Cine y Televisión.

Reside ocho años en Rusia, donde dirige en su primer año de estudios los cortometrajes El río Moscú en invierno y El cambio de guardia en la Plaza Roja en 1964, a los que siguen Balada/1965, La muerte de Artemio Cruz/1967, sobre la novela de Carlos Fuentes (filmado en pantalla ancha, a color, con sonido y diálogo) y La llovizna/1968 su trabajo final en el Instituto, sobre una historia de Juan de la Cabada, con actores mexicanos y uno ruso, que estudiaban en otras carreras.

Sergio Olhovich se gradúa como Director de Cine y Televisión y de la Maestría en Bellas Artes, en 1968, año en que regresa a México, y es maestro en el CUEC y la UIA (1969-1974). Debuta en la industria con el largometraje Muñeca reina/1971, poética adaptación del cuento de Carlos Fuentes “La muñeca reina”, literatura fantástica que se introduce al interior del personaje y permite que emerja esa realidad. La trama muestra a un hombre joven insatisfecho con su vida, cuyos recuerdos lo llevan a buscar el pasado en el presente, en este caso la niña que jugaba con una muñeca en el parque. Protagonizan la historia Ofelia Medina y Enrique Rocha. A Carlos Fuentes le gusta tanto la adaptación de Muñeca reina al cine, que le regala al director el original del manuscrito de la obra. La cinta es nominada en 1972 al Ariel por Mejor Coactuación Femenina (Rocío Brambila) y Mejor Edición (Alberto Valenzuela). Se estrena en el cine Diana, espacio que por primera vez recibe una película autoral, la cual permanece ocho semanas.

Por encargo del INJUVE entonces bajo la dirección de Enrique Soto Izquierdo, filma Evasión/1972, largometraje en 16 mm, que analiza el consumo de drogas y la ubicación de la juventud en la sociedad. La película es prohibida y desaparecida al catalogarla como cine comunista.

Dirige El encuentro de un hombre solo/1972, historia de corte marxista en la que se entrecruza la crítica a los claustrofóbicos valores burgueses; recibe premios de la Asociación de Cineastas de la URSS y el ACE de Nueva York. Filma La casa del sur/1974, llamativa alegoría sobre la permanente marginación y sometimiento de los indígenas mexicanos, que filma en un recorrido que inicia en el desierto de Altar, Sonora, hasta Tulum, en Quintana Roo, viajando en tren y a través de diferentes épocas en la historia de México, entre la etapa prehispánica y la actual. La película se lleva el Premio Especial del Jurado en el Festival de Moscú (1975). En México es retirada del cine en la segunda semana de exhibición, a petición del Ejército, ya que se muestran militares de distintas épocas cumpliendo acciones de represión en contra del pueblo. La casa del sur se vuelve a exhibir diez años después en unas jornadas del cine mexicano en el cine Regis.

Sergio Olhovich lleva a la pantalla Coronación/1975, adaptación de la novela del chileno José Donoso, realización en que la decoración de Julio Alejandro recibe un Ariel en 1976; y más tarde, realiza una versión larga de Llovizna/1977 sobre los prejuicios y temores de un comerciante citadino frente a humildes campesinos a los cuales recoge de noche en la carretera, realización con interesantes alardes formales y narrativos.

El infierno de todos tan temido/1979, una adaptación de la novela de Luis Carrión acerca de un veterano del movimiento estudiantil de 1968 que, recluido en un manicomio, promueve la rebelión de los internos. El filme recibe en 1980 el Ariel a Mejor Actor (Manuel Ojeda) y Mejor Coactuación Femenina (Diana Bracho). Dirige por encargo la cinta Angel River/1984, una coproducción con Estados Unidos, que en un ambiente western reproduce la historia de la Bella y la Bestia, una producción prácticamente de dos actores: Salvador Sánchez y Lynn-Holly Johnson, acompañados por otros tres actores que aparecen mínimamente. Trabajo que le merece un Premio Especial del jurado en El Cairo, Egipto, y en el festival de Palm Springs, USA. Ese año junto con Alberto Isaac escribe el decreto para la fundación del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE).

Esperanza/1988, es una coproducción con la URSS (CONACINE-Lenfilm), homenaje biográfico a su padre ingeniero petrolero, trama ubicada en el marco de las revoluciones mexicana y rusa, la expropiación petrolera y la migración, entre 1918 y 1988 cuando muere el personaje principal. La mitad del rodaje se lleva a cabo en México y la otra mitad en Rusia, trabajo que recibe el Ariel de Oro a la Mejor Película en 1989, además de llevarse la estatuilla por Mejor Dirección, Guion (Sergio Olhovich, Valentín Eshov), Argumento Original (Sergio Olhovich), Actor de Cuadro (Claudio Brook), Edición (Carlos Savage) y Escenografía (Boris Burnistrov, Fernando Ramírez).

Sergio Olhovich continúa en 1989 con Como fui a enamorarme de ti, divertida comedia protagonizada por el grupo baladista de Los Bukis, que recibe el reconocimiento a la película más taquillera mexicana en Estados Unidos; y el mediometraje ficción Un Cuento de Navidad para el Instituto Nacional del Consumidor.

Bartolomé de las Casas/1992 es una adaptación de la obra de teatro del dramaturgo español Jaime Salóm, que recibe el OCIC en los festivales de Guadalajara y La Habana. En un claroscuro de la Luna/1998, segunda coproducción con Rusia, es una historia original de Edith Jiménez que narra la vida de un inmigrante ruso llegado a México después de la Segunda Guerra Mundial, y cómo la fatalidad del destino hará que regrese a su pueblo natal en Rusia cincuenta años después. En el año 2000, el filme obtiene el Premio del Público en la XV Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara, lo mismo en Huelva, España, recibe la Catalina de Plata por Mejor Guion en Cartagena, Colombia, y es nominada al Ariel por Mejor Actriz (Arcelia Ramírez) y Mejor Actriz de Cuadro (Zinaida Kirienko).

Prolífico también en el documental, dirige los cortometrajes: Homenaje a Leopoldo Méndez/1970, 2º Congreso de los pueblos indígenas/1976, El Politécnico Nacional/1979, Pablo O Higgins/1989, Juan Gabriel en Concierto/1984, El sexenio de Lázaro Cárdenas/1994, Tzolkin/2002 (coproducción con Guatemala) sobre el sincretismo religioso en ese país, etc. Realiza más de 100 programas de televisión y series: “Aprendamos juntos”, “Como Jugando”, “Historias de Maestros”, “Historias de Niños y Niñas” y “Museos y Monumentos”, para la compañía productora “Arte y Difusión”.

Sergio Olhovich es merecedor de premios y distinciones importantes, como: el “Juchiman de Plata” y años mas tarde “La Diosa del Edén” del gobierno de Tabasco; la Medalla Bermellón por trayectoria de La Academia de Ciencias y Artes de Francia; la Medalla de Plata por 25 años de trayectoria (1996) y la Medalla de Oro por 50 años (2011), que otorga la Sociedad de Directores y Realizadores de Obras Audiovisuales; la Medalla Alexander Pushkin del gobierno de la Federación Rusa (2008); la Medalla de la Amistad que le entrega Rusia (2010) y la Medalla Salvador Toscano (2014), máxima distinción en el cine mexicano, que dan en conjunto la Fundación Salvador Toscano, la Cineteca Nacional y la AMACC.

En 2001 funda el Instituto Ruso Mexicano de Cine y Actuación “Serguei Eisenstein”, del cual es director. Obtiene la beca del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) en 2020 y destaca entre sus mayores satisfacciónes: su labor como director de cine, haber creado y trabajado activamente en cooperativas, como la Río Mixcoac, para producir películas con total libertad, y haber formado a muchas generaciones de cineastas en su faceta como maestro universitario.

En 2015 realiza una recaudación de capital semilla y reúne medio millón de pesos entre más de 6 mil fondeadores para iniciar la preparación de su décimo quinta película: 1938: Cuando el petróleo fue nuestro/2022. Con un guion propio y argumento de él mismo con Carlos Montemayor, es un emocionante recuento sobre lo que sucede antes, durante y después de la expropiación petrolera, cuando el presidente Lázaro Cárdenas se enfrenta a las compañías extranjeras y logra recuperar para la nación la industria del petróleo, y con ese acto, respaldado por todo el pueblo mexicano, afianzar la soberanía del país sobre los energéticos. Todo dentro de una atmósfera de intrigas antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Una combinación de ficción con material documental filmado durante la expropiación en 1938.

Cuenta con las actuaciones de Ianis Guerrero, Baltimore Beltrán, Ofelia Medina, Karen Martí, Roberto Beck, Sergio Bonilla, María Penella y la actuación especial de Salvador Sánchez. La fotografía es de Arturo de la Rosa; una producción de Eckehardt Von Damm, Sergio Olhovich y Roberto Fiesco, compañías productoras: Corazón Films, Katarsis Cooperativa de Comunicación y Media y Mil Nubes, y edición de Óscar Figueroa. Sergio Olhovich comienza a escribir la historia en 2002 con Carlos Montemayor, y al fallecer el escritor, Olhovich se queda solo con el proyecto, el cual fue postergado durante varios sexenios por falta de apoyo económico.

1938: Cuando el petróleo fue nuestro se filma durante octubre y noviembre de 2021 en la Ciudad de México, contando con locaciones en Palacio Nacional, hecho importante para la película pues son las mismas oficinas que ocupaba el general Lázaro Cárdenas cuando lleva a cabo la expropiación petrolera en 1938.

Sobre el cine:

“Como comentaba Akira Kurosawa cuando recibió el Oscar a los 90 años, dijo que apenas estaba empezando a entender el cine. Eso me pasa a mi edad, estoy comenzando a entender que hay otras profundidades en el cine y otras verdades más allá de la anécdota evidente. Encuentro un lenguaje cinematográfico donde se me intercalan el pasado, el presente, el futuro, la imaginación, una realidad evidente y una realidad subjetiva. A la vez, el cine es para mí lo que vemos, oímos, sentimos y soñamos, pero también se manifiesta en el subconsciente donde odiamos y queremos.

Mi cine es de profunda crítica social a este capitalismo en que nos encontramos atrapados y manipulados. La solución es el marxismo dialéctico. Un cine de izquierda progresista, debe transmitir siempre un mensaje de optimismo y de esperanza, es siempre un cine poético, sentimental y humano en el mejor sentido de la palabra.

El cine es un arte y como tal debe invocar los mejores sentimientos de las personas. El cineasta tiene una responsabilidad moral y ética ante su público para transmitir la verdad y la razón.

El cine decadente es derrotista, reaccionario, malo, feo y desagradable. Es un cine prepotente que gusta a los estratos sociales burgueses, racistas y fascistas.

Un día en su casa, Luis Buñuel, (bebiendo sendos “Buñuelonis”), me dijo: ‘Tomas un camino difícil, en México te van a crear muchos problemas, no haces un cine convencional. Siempre salte con la tuya, nunca cedas. El que cede pierde’.

He sido fiel a esas palabras”.