PASTOR LLANEZA, JULIÁN

Director, actor, asistente de dirección, escritor, líder gremial y académico. Julián Pastor ingresa a la Facultad de Arquitectura de la UNAM, estudios que deja inconclusos para dedicarse al cine y las artes visuales, ámbito en que es alumno de los maestros de actuación Seki Sano, Héctor Mendoza, Juan José Gurrola e Ignacio Retes. Debuta como actor y es ayudante del escenógrafo Roger von Gunten en la obra teatral “Los poseídos”/1962, puesta en escena de Juan José Gurrola, y en 1964 forma el grupo «Cine Estudio 64», junto con Ricardo Carretero, José María Sánchez y Mariano Sánchez Ventura.

La voz de Julián Pastor, clara y enérgica, lo lleva a trabajar como locutor en Radio Universidad en 1964, en ese entonces bajo la dirección de Max Aub. Ese mismo año, incursiona en el ámbito fílmico con el cortometraje en 16 mm Los primos hermanos y, en 1965, participa en el I Concurso de Cine Experimental, convocado por el STPC, como protagonista de En este pueblo no hay ladrones/Alberto Isaac 1964, trabajo por el que obtiene el premio a Mejor Actor.

Es asistente de Juan José Gurrola en Tajimara/episodio de Los bienamados 1965. Posteriormente, desarrolla una abundante trayectoria como intérprete, en la cual acumula más de 60 cintas; coadapta y es asistente de dirección en Rosa/José Estrada, episodio de Siempre hay una primera vez/1969, mismo director con quien escribe y adapta Para servir a usted/1970, filme en el que también actúa.

Debuta en la dirección de largometraje con: La justicia tiene doce años/1970, historia original de su hermana menor María Alba Pastor y Germán Fulgueira, quien la adapta al cine; una farsa con tintes de humor negro, rodada en Valle de Bravo en una lujosa cabaña, trama en la que Gracia (Fanny Sierra) una niña de doce años, inmersa en un núcleo de cinco adultos que se traicionan unos a otros (Joaquín Cordero, Irán Eory, Jorge Mistral, Sergio Guzik, Nadia Milton), los cuales tendrán un final fatal orquestado por la joven adolescente. Producida por Cinematográfica Marte, Mauricio Walerstein y Fernando Pérez Gavilán, se estrena en 1973 con clasificación C, en el cine Alameda.

Continúa con La venida del rey Olmos/1974, sátira de un líder religioso, nominada al Ariel en 1975 en la categoría de Mejor Argumento Original; El esperado amor desesperado/1975, irónico relato de dos solteronas provincianas.

Su siguiente película, La casta divina/1976, es una superproducción de alta calidad realizada al final del sexenio echeverrrista (Conacine y DASA Films), ambientada en el Yucatán de 1913. Bien filmada, no se escatima un solo peso en locaciones originales, actores, escenografía, vestuario, cientos de extras y rollos de película. Julián Pastor elige este drama histórico, con el argumento y guion a cargo del escritor yucateco Eduardo Luján. Drama que relata la llegada del general carrancista Salvador Alvarado a Yucatán, a implantar un nuevo régimen que erradicara el sistema de abuso y opresión del clero y los hacendados dedicados al cultivo de henequén; amos de los campesinos totalmente esclavizados, señores feudales con derecho de pernada (total libertad para desvirgar impunemente a cualquier joven mujer que trabajara o viviera en su hacienda), creadores del Ejército Separatista, en busca de establecer la República de Yucatán.

La cinta, cuyo largo reparto encabezan: Ignacio López Tarso, Ana Luisa Peluffo, Tina Romero, Jorge Martínez de Hoyos y Pedro Armendáriz Jr., en 1978 se lleva las Diosas de Plata por: Mejor Actor (Ignacio López Tarzo) y Mejor Coactuación Masculina (Jorge Martínez de Hoyos); el Ariel a Mejor Ambientación (Enrique Estévez) y en el Festival Internacional de Cine de Panamá es distinguida con los premios por: Mejor Película, Mejor Fotografía y Mejor Actriz de Reparto (Tina Romero).

Los pequeños privilegios/1977, basada en hechos reales sobre la visión de los contrastes de los embarazos de una sirviente y su rica patrona, situación en que una trabajadora doméstica, al abortar mediante la introducción de un gancho de ropa en su vagina, acto en el que casi pierde la vida, queda estéril. En contraste su empleadora, una bella mujer que toma el curso psicoprofiláctico para recibir a su primer bebé, el que finalmente nacerá en las mejores condiciones y será cuidado por la desdichada jovencita michoacana. La cinta gana el Gran Premio Coral en el segundo Festival de La Habana, Cuba, y es nominada al Ariel como Mejor Película y Mejor Director en 1978; Estas ruinas que ves/1978, una comedia de enredos ubicada en provincia, con tintes sexuales, basada en la novela homónima de Jorge Ibargüengoitia, que estelarizan: Fernando Luján, Blanca Guerra y Pedro Armendáriz Jr.; Morir de madrugada/1979, también nominada al Ariel por Mejor Película y Mejor Director en 1981.

Julián Pastor dirige Las buenas costumbres, Los machos y las hembras y Te he de querer, trilogía de comedias que resultan de la edición de “Las buenas costumbres”, serie en 35 mm, que produce Hugo Scherer en 1988 para el canal IMEVISION, y su última película, El tesoro de Clotilde/1993.

En forma alterna, realiza los mediometrajes documentales Mujeres de México/1974, Nuevas opciones/1975, Embajada al Caribe/1975 y Noche de Muertos/1979; el largometraje en video Los fantasmas que aman demasiado/1987, que produce Maru Montes, y también se desempeña como director de escena de numerosas obras de teatro, cabaret, programas de televisión y telenovelas.

Julián Pastor dirige las telenovelas “Ardiente secreto”/1978, “Marisol”/1996 y “Bajo la misma piel”/2003, y entre otras actúa en: “El amor tiene cara de mujer”/1971, “Retrato de familia”/1995, “Gente bien”/1997 y “Nunca te olvidaré”/1999.

Es secretario general de la Sección de Directores del STPC entre 1986 y 1999, y en 1995 recibe de la Sociedad Mexicana de Directores la Medalla al Mérito del Director por 25 años de actividad cinematográfica. Reaparece en la pantalla bajo la dirección de Arturo Ripstein en La virgen de la lujuria/2002.

Entre sus últimas actuaciones tiene una pequeña aparición en La vida precoz y breve de Sabina Rivas/Luis Mandoki 2012. Tras una batalla contra el cáncer, Julián Pastor fallece en su casa de la Ciudad de México el 24 de agosto de 2015.

Después de Estas ruinas que ves, ya no levantas ningún proyecto personal e inicias una etapa comercial. ¿Por qué sucede esto?

JP.- Por muchas razones, pero digamos que la fundamental es por una profunda convicción de que hay un momento, en el que no sé si equivocado o no, yo mismo me propongo convertirme en un “director de encargo”, el mejor “director por encargo” del cine mexicano. Porque es una convicción personal de lo que debe ser la industria y lo que debe ser la profesión, y yo me preocupo mucho más por desarrollar mi oficio que por tirar mis “rollos” personales. […] Un símil de los “artesanos” de Hollywood… un Howard Hawks más que un Federico Fellini.

¿Cuál es tu punto de vista acerca del momento que vive la cinematografía en México?

JP.- Pienso que como esquema industrial el cine mexicano ha desaparecido totalmente. Un esquema industrial implica la necesidad de estarse reproduciendo, necesidad que no tienen los señores que están produciendo hoy en día y que es una de las características fundamentales de una industria… Es como la tele que sí tiene la necesidad de estar haciendo más programas de televisión, necesidad industrial porque no puede parar.

En cambio el cine mexicano de hoy en día no tiene esa necesidad, todas las películas que se producen son proyectos sumamente personales, de director o de productor, pero personales finalmente. Estas nuevas compañías productoras sí están haciendo cine pero no constituyen un esquema industrial, tiene una actividad cinematográfica pero no constituyen un esquema industrial de ninguna manera.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Marco Antonio Salgado, 04/08/2000)