CASALS, GREGORIO (nombre verdadero, José de Jesús Casillas Rábago)

Actor, director. Realiza sus estudios primarios en su ciudad natal, continúa en la Ciudad de México la secundaria y preparatoria. En los años cincuenta ingresa al INBA para estudiar teatro. Debuta como actor 1967 en Alerta, alta tensión/Alfonso Corona Blake 1967; actúa al lado de Mario Moreno “Cantinflas” en la cinta Por mis pistolas/Miguel M. Delgado 1968 y, posteriormente, se consolida como un actor especializado en papeles de fuerte presencia física y alta contención dramática. A partir de 1970, con Chanoc en las garras de las fieras/Gilberto Martínez Solares, se convierte en “Chanoc”, personaje de un exitoso comic mexicano de aventuras del cual se realiza una saga en el cine nacional. Continúa en las cintas Paraíso/Luis Alcoriza 1969, El jardín de tía Isabel/Felipe Cazals 1971, La Choca/Emilio “Indio” Fernández 1973 y Pasajeros en tránsito/Jaime Casillas 1976, entre muchas más.

Autodidacta, bajo un argumento y guion propios, Gregorio Casals se inicia en la dirección y producción cinematográfica en 1980 con Tetakawi/Aventuras en Sonora, cinta histórica, cuyo título significa: “tetas de cabra” en yaqui. Trama que protagoniza sobre la resistencia de esta tribu cuando la conquista española, el intento de exterminio de Porfirio Díaz y la política protectora de Lázaro Cárdenas. Filmada en Sonora, lo acompañan en el reparto: Rafael Baledón, Alicia Encinas, Bruno Rey y Luis Uribe entre otros.

Gregorio Casals realiza su segundo largometraje en codirección con Manuel Muñoz, Mercenarios de la muerte 1983, western que estelariza con Emilio “Indio” Fernández, reparto en el que figuran: Jaime Moreno, Rubí Re, Armando Silvestre, Sergio Bustamante y los hermanos Víctor y Tito Junco. La cinta retrasa su estreno hasta 1989 debido a desacuerdos entre productores. En 1996 protagoniza Reclusorio II/Ismael Rodríguez, su última actuación en 35mm. Continúa con su carrera actoral, la cual suspende temporalmente debido al prolífico subgénero del narcotráfico, hasta que aparecen los videohomes, en donde se desempeña hasta el final de su carrera en 2002.

¿Cómo es que usted pasa de la actuación a la dirección?

EC.- Me di cuenta que muchos directores no tenían la idea de dirigir como yo pensaba, por eso entonces empecé a dirigir. Pero luego me di cuenta que no era director porque soy ansioso, porque no tengo la paciencia para las cosas. El asunto es que aquí el director es como el hacedor de todo, y no es eso, el director lo que debía de hacer era que los actores interpreten el personaje y sugerir algunas cosas, no más; la gente de este país no lo entiende así. Después de dos películas, me di cuenta que no soy bueno para eso.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Mónica García Ramírez, 01/02/2000)