Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)
(Coordinación México, Perla Ciuk)
Sinopsis: Una extraordinaria Gabriela Roel es María, joven que salta la alambrada de un reformatorio para escapar a su destino. Con el tobillo luxado, es recogida en la noche por un contrabandista y conductor de un trailer, Julián (Alonso Echánove), que la lleva a curarse y casi de inmediato, se convierte en su amante. María huye de nuevo de la pensión a donde se ha ido a vivir. Se reencuentra con su amiga lesbiana, Martha (Martha Papadimitrou). Alcoholizada, ambas jóvenes se entregan a un largo coito y después se vuelven prostitutas callejeras. María se enfrenta a la violenta matrona de un burdel (Pilar Pellicer), roba a algunos clientes y más tarde, se reencuentra con Julián su amante y hacen el amor en unos baños de vapor, en una de las mejores escenas del filme. Pero su libertad, precaria, insostenible, termina cuando es nuevamente capturada.
La ciudad de México y sus alrededores, así como los escenarios acapulqueños incluyendo la Zona Roja de “La Huerta”, se trastocan en un misterio y en intrigantes presencias físicas y luminosas. La escenografía urbana y el mar, cobijan esta inteligente y emotiva historia de amor, de sexo y soledad. El deseo prohibido, la promiscuidad, la sexualidad y la sensualidad que el roce de cuerpos despierta y que la figura de María emana, en un filme de texturas poéticas y naturalistas, sobre el destino inevitable y la prostitución como supervivencia cotidiana.
La expansión del narcotráfico, la ampliación de giros negros ilegales y/o tolerados (antros, cabarets, bares gay, table dance, discotecas, casas de citas, agencias de sexo telefónico, prostíbulos, salas de masaje, clubes de encuentro y más), la alta e inevitable corrupción de las autoridades, las ligazones entre poder-droga-sexo y las aperturas de nuevas y despiadadas redes de prostitución, continúan erosionando a la sociedad y trastocando uno de los fenómenos más terribles de nuestro tiempo: el negocio de la sexualidad. Pese a ello, el cine nacional ha mantenido una distancia, abordando el tema con discreción y cierto clasicismo que remite a las viejas historias de pecadoras y cabaret en situaciones adversas. Y de vez en cuando, despuntando con algunas historias originales ya sea, a partir de su discurso narrativo, o la apuesta estilística, aportando un tratamiento interesante al asunto del sexo como uno de los oficios más antiguos del mundo.
Si en los noventa e incluso en la época más reciente, domina una visión excesiva y sórdida, en los años ochenta, por ejemplo, sobresalieron algunos acercamientos documentales, como es el caso de: No es por gusto/1981 de María del Carmen de Lara y María Eugenia Tamés, y a su vez, ciertas obras y personajes clave que se sumergen en el fenómeno del cabaret y el espinoso asunto de la prostitución, como ocurre con El diablo y la dama/1983 de Ariel Zúñiga, que explora en el imaginario fílmico la noción del cabaret y su público, o aquella intrigante visión de la prostituta ascética y sensual que encarnó Gabriela Roel en la moderna cinta independiente El amor a la vuelta de la esquina/1985 ópera prima de Alberto Cortés, filmes que resultan mucho más reveladores que cualquier de los rutinarios aunque entretenidos relatos cabaretiles y de ficheras realizados por la iniciativa privada en esos años ochenta: una serie de variantes de la fórmula establecida por Bellas de noche, Las del talón: Las cariñosas y Muñecas de medianoche -ambas de Rafael Portillo y de 1979-, Chile picante/René Cardona Jr. 1983, Más vale pájaro en mano/Jesús Fragoso 1985, Los mecánicos ardientes/Raúl Ramírez 1985 y más.
Ganadora de varios de los principales premios del III Concurso de Cine Experimental celebrado en 1986: Mejor Película, Director, Fotografía y Actriz protagónica, Amor a la vuelta de la esquina, escrita por el propio realizador Alberto Cortés y el escritor José Agustín, inspirada ligeramente en “L’astragale” de A. Sarrazin, narra una anécdota mínima que sostiene la inteligente y bien conducida premisa, acerca de las elecciones personales de una bellísima, solitaria y callada prostituta de gabardina larga y clara, lentes oscuros sostenidos en el cabello y sus pequeñas botellas de whisky J&B. Es la joven que elige la única libertad que tiene a la mano y que escoge un oficio difícil como si fuera cualquier otro.
Ficha artística: Gabriela Roel (María); Alonso Echánove (Julián); Martha Papadimitrou (Martha); Pilar Pellicer (matrona del prostíbulo); Juan Carlos Colombo; Emilio Cortés; Leonor Llausás.
Ficha técnica: Productora: Producciones Emyll; Productor ejecutivo: Miguel Camacho; Argumento y Guion: Alberto Cortés y José Agustín, a partir de la novela L’astragale de Albertine Sarrazin; Fotografía: Guillermo Navarro (color); Montaje: Juan Manuel Vargas; Sonido: Sergio Zenteno; Música: José G. Elorza; Escenografía: Carlos Herrera, Homero Espinoza y Alejandra Liceaga.
Laboratorios y Estudios: Estudios Churubusco; Duración: 95 minutos. Estreno: 26 de febrero de 1987. Clasificación: C.
Premios: Mejor Película, Director, Fotografía y Actriz en el III Concurso de Cine Experimental 1986. Premio Ariel a Mejor Ópera Prima y Actriz.
Bibliografía:
Diccionario del Cine Mexicano 1970-2000, Mario A. Quezada compilador.
La disolvencia del cine mexicano, Jorge Ayala Blanco.
La vorágine del mal. Nocturno hormonal (en prensa), Rafael Aviña.
RAFAEL AVIÑA
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