El primer beso entre dos hombres retratado abiertamente en el cine mexicano, es sin duda en: “EL LUGAR SIN LÍMITES” (1977), cinta del director Arturo Ripstein. Escena en que “La Manuela”(Roberto Cobo) un homosexual travesti baila para Pancho (Gonzalo Vega), y lo envuelve de tal manera que terminan juntos besándose, el enojo y la violencia se apoderan de Pancho cuando se da cuenta que su homosexualidad ha quedado al descubierto. El siguiente director en abordar en su filmografía las relaciones amorosas y sexuales entre varones es Jaime Humberto Hermosillo, en “DOÑA HERLINDA Y SU HIJO” (1984) desparpajada comedia.
En el siglo XXI a la par que el movimiento LGTB progresa y se fortalece en el mundo, sobre todo en la legislación civil, en la cinematografía mexicana emergen directores y directoras cuya preferencia sexual queda libremente impresa en el cine que realizan. Los cánones, los prejuicios y la censura ejercida con anterioridad se han desvanecido considerablemente y es posible contar toda historia.