Asistente de dirección y director. La primera participación en el cine de Julio Cahero es como extra en el mediometraje Mano a mano/1932 de Arcady Boytler. A partir de ese momento actúa sin crédito en diversas producciones. En 1935 se inicia como jefe de reparto y es en 1944 con la cinta El gran Makakikus de Humberto Gómez Landero, cuando aparece su primer crédito en pantalla como anotador, labor que repite ese año en La pícara Susana de Fernando Cortés. En 1945 debuta como asistente de dirección en la cinta Canaima de Juan Bustillo Oro, oficio que desempeña en 152 cintas. Es fundador de la Sección de Técnicos y Manuales del STPC.
Julio Cahero inicia una estrecha colaboración con Chano Urueta a quien asiste en El deseo/1945; La noche y tú, Mujer y El superhombre, las tres en 1946; La feria de Jalisco y De pecado en pecado/1947; Se la llevó el Remington y Yo mate a Juan Charrasqueado/1948. Tiene una extensa participación con Juan Orol en cintas como El amor de mi bohío/1946, El reino de los gángsters y Gángsters contra charros/1947 y El charro del arrabal/1948. Colabora con José Benavides Jr. en La reina de la opereta/1945, con José Díaz Morales en Pervertida/1945, con Fernando Cortés en Los maridos engañan de 7 a 9/1946, con Rafael Portas en Al caer la tarde/1947, con René Cardona en La Mujer Murciélago/1967 y con Julio Bracho en La sombra del caudillo/1960.
Dirige, produce y adapta Mis manos/1964, cinta que forma parte del I Concurso de Cine Experimental en 1965. Bajo un argumento del actor Pascual García Peña, quien también forma parte del reparto, la cinta es un melodrama rural, en el que el hacendado Nabor (Bruno Rey) detesta y maltrata a su hijo menor Juan (Sadi Dupeyrón), pues su esposa muere al dar a luz. El hemano mayor Adrián (Carlos León) intercede por él y huyen de la casa. Finalmente habrá un reencuentro en que después de varios eventos trágicos, además de traiciones amorosas, la violenta dinámica entre los tres personajes, tendrá un desenlace consolador. Enfermo de diabetes, Julio Cahero se retira del cine en 1969.
Sobre el I Concurso de Cine Experimental:
JC.- “Coincido con la opinión de un amigo mío, en que hemos dejado entrar a un grupo de farsantes, pseudo-intelectuales que se incrustarán peligrosamente en la industria cinematográfica y a los que después será muy difícil expulsar. Estoy totalmente en desacuerdo con los puntos de vista de estos farsantes de la ‘nueva ola’ que se dan aires de filósofos y que pretenden hacer cine para minorías, para cine-clubes; en mi concepto, y lo digo una vez más, el cine debe hacerse al alcance de las grandes masas, sobre todo de la clase media a la que nadie atiende y por la que nadie se preocupa.
Se vio palpablemente la tendencia europeizante y no faltaron los ‘Fellinis’ y los ‘Buñueles’ totonacas. A pesar de la rechifla que se llevó mi película y de los fuertes ataques de algunos periodistas, a los que sólo faltó la guillotina para mí y para mi compañero Felipe Palomino, los jurados calificaron a uno de mis actores –el joven Sadi Dupeyron- como la revelación masculina del torneo. Y eso ya es algo.”
(Impacto, “¡Cuidado con los farsantes de la Nueva Ola!”, No 805, Gabriel H.Steck REFLECTORES, Cine, radio y televisión, 04/08/1965, en archivo de su hijo, Juan José Cahero)
Conocido como “el gordito Julio Cahero”. Buen jugador de billar.
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