GONZÁLEZ-RUBIO, PEDRO

Director, fotógrafo, productor, editor. Dado el trabajo de su padre Pedro José González-Rubio Sánchez, miembro del cuerpo diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores, su infancia y adolescencia transcurren en diversos países. Vive algunos años en Nueva Delhi, India, donde a los 16 años aprende el oficio de la fotografía con el maestro Soham Gupta, a quien le debe su incursión en el retrato, gusto que desemboca en el cine documental. Estudia Comunicación en la Universidad Intercontinental en la Ciudad de México, ahí hace teatro universitario. Participa como actor en el musical “Fame”, representado durante un año en el Teatro de los Insurgentes. Pedro González-Rubio ingresa a Art & Technique of Filmmaking en London Film School, Inglaterra (2000), donde conoce a Carlos Armella.

De regreso en México, González-Rubio y Armella codirigen el largometraje documental Toro Negro/2005, crudo trabajo en torno a Fernando Pacheco, un joven y apasionado torero de la región maya península de Yucatán, en el sureste mexicano. Personaje entrañable y luchador, a la par que autodestructivo, alcohólico e impulsivo. Su vida ejemplifica las pasiones y conflictos humanos en las apartadas comunidades del México contemporáneo. Aparecen también en pantalla: Romelia Sosa, Mario Tello, Flor, Gabriela, Juanito, Selene y Teodoro. Grabado en ocho semanas y en formato Mini DV (posteriormente se transfiere a 35mm), la fotografía corre a cargo de Pedro González-Rubio, quien también es productor con David R. Romay y la edición es de Carlos Armella. El filme se lleva el premio Horizontes en el 53 Festival de Cine de San Sebastián, Mejor Documental Mexicano en el Festival Internacional de Cine de Morelia (2005), el Gran Coral al Mejor Largometraje Documental en el 27 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y obtiene Mención Especial y el Premio del Público en el 16 Festival de los Tres Continentes en Nantes, Francia.

El segundo documental de Pedro González-Rubio es Common Ground/2007, en codirección con Carlos Armella, making of de Babel/Alejandro González Iñárritu 2005, en el que ambos realizadores siguen el trabajo del director en Marruecos, México y Japón, realización que sale a la venta en una edición especial del DVD de Babel, puede verse en YouTube, dividido en 10 capítulos.

Es director de fotografía y cámara en todas sus películas, así como en las cintas: Tres/Carlos Valdivia 2005 (ficción), Nacido sin/Eva Norvind 2007 (documental), Flores en el desierto/José Álvarez 2009 (docu-ficción), Bictor Ugo/Josep M. Bendicho, Carlos Clausell 2015 (ficción), Pacífico/Fernanda Romandía 2016 (ficción).

Pedro González-Rubio dirije el largometraje Alamar/2009 (HD, 73 min), cinta independiente, una combinación de ficción y documental, historia que escribe, fotografía, produce y edita. La trama narra el viaje ancestral hacia el mar adentro, que emprenden Jorge Machado, joven de raíces mayas, y su hijo Natan de cinco años, procreado con la italiana Roberta Palombini. Las diferencias socioculturales entre ambos padres culminan en su inevitable separación. Antes de que Natan parta con su madre definitivamente a Italia, padre e hijo inician una aventura acompañados del abuelo mexicano, en la que descubren la magnificencia de la naturaleza y consolidan sus lazos afectivos.

El director explora en Alamar la relación padre-hijo y hombre-naturaleza, al suave ritmo del mar donde los pescadores y los animales conviven en un arrecife de coral. Pedro González-Rubio sigue con su cámara a Jorge en su trabajo como guía de turistas y a Natan a la escuela, para acostumbrarlos a la cámara, y lograr que aprezcan lo más naturales posible.

Alamar se filma en Banco Chinchorro, en Quintana Roo, el arrecife de coral más rico de México y el segundo más grande del mundo. El rodaje se lleva a cabo durante dos viajes de dos semanas cada uno, grabando en total 30 horas con una cámara de video HD y un micrófono conectado a la cámara, rodaje en el participan dos personas: él y el sonidista. La fotografía submarina realizada posteriormente corre a cargo de David Torres Castilla y Alexis Zabe. Hablado en español e italiano, el filme es una producción de Jaime Romandía (Mantarraya Producciones). Se filma con pocos recursos, financiamiento que se logra gracias a pequeños promocionales de empresas de ecoturismo que realiza Pedro González-Rubio.

Obtiene el reconocimiento CANACINE (2010) al lograr la mayor cantidad de premios en el extranjero, más de 15, entre ellos: el Tiger Award en el 39 Festival de Cine de Rotterdam, premio a Mejor Largometraje Mexicano y el Premio del Público en el 7° FICM; el New Directors Award en el 53° Festival Internacional de Cine de San Francisco, Premio del Jurado a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival de Cine de Miami, Mejor Película en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, Mejor Película en el Nara International Film Festival y Mejor Ópera Prima en el 27 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba.

Participa también en competencia en el apartado Visions en el festival de Toronto (2009) y en la Sección Ahora México del FICUNAM (2011). Alamar es nominada al Ariel (2011) en la categoría de Mejor Ópera Prima. El 25 de agosto de 2011 llega con 30 copias a las salas de Cinépolis, Cinemex, Cinemark, Cinemas Lumiere, Cineteca Nacional y Cinemanía Loreto en la Ciudad de México, y en Cinépolis de Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, Quintana Roo. En los Países Bajos es distribuida por el Instituto de Cine EYE.

El premio que obtiene Pedro González-Rubio con Alamar en el Festival Internacional de Cine de Nara, consiste en regresar a filmar en la prefectura de Nara, una producción de la cineasta Naomi Kawase, directora del festival. Así, busca locaciones, personajes y construye una historia, que se convierte en Inori/2011, mirada íntima al transcurso de los días en Kannogawa, un pequeño poblado de montaña, en el pasado una localidad alegre y llena de actividad; hoy un lugar desolado, habitado por 50 personas, en su mayoría adultos mayores. Los jóvenes de la región se han marchado a zonas más pobladas en busca de oportunidades laborales. Kannogawa está a punto de desaparecer, sus habitantes se preparan para la muerte, y en este proceso encuentran un sentido a sus vidas.

Se filma en la primavera de 2011, un mes después del fatal terremoto-tsunami en Japón. Días y estados de ánimo de luto y el cuestionamiento sobre la vida y la muerte influyen profundamente en su documental. En la realización de Inori participa un pequeño crew de cuatro personas, con equipo de filmación japonés y la posproducción se hace en México. Pedro González-Rubio es el director de fotografía, guionista y editor. Gana el Leopardo de Oro en la Sección Cineastas del Presente en el 65° Festival Internacional de Cine de Locarno, Suiza, Mejor Largometraje Documental Mexicano en el Festival Internacional de Cine de Morelia (2012), Premio Kukulkán en el Riviera Maya Film Festival (2013) para distribución y difusión, y es Selección Oficial en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam. Distribuida por Piano se estrena en octubre de 2014 en la Cineteca Nacional, Cine Tonalá y Cinemanía Loreto y Huayamilpas. Forma parte del catálogo de Amazon Prime Video.

Pedro González-Rubio participa en la película coral japonesa 3.11 Sense of Home/2011, con el episodio Un momento en la Tierra, en el que sigue a un hombre y una mujer una mañana de verano. Ella duerme, él observa su respiración. Un momento de paz en la tierra; una imagen del lugar donde todo empezó y todo continúa. Cada uno de los 21 directores presenta un cortometraje de 3 minutos con 11 segundos en homenaje a las víctimas del terremoto y tsunami, ocurridos en Japón el 11 de marzo de 2011.

Dirige y fotografía el documental Ícaros/2014, en el que narra la vida de Marcel, un español de Barcelona, España, que se niega a hacer el servicio militar, deserta y huye, adentrándose en el bosque de Costa Rica, donde vive a partir de mediados de la década de los setenta. Historia que surge de un viaje en Costa Rica, cuando Pedro González-Rubio lo ve salir del bosque, desnudo, con pinta de Don Quijote, montado en un caballo blanco tal cual emblemático pegaso. El hombre y el animal son mejores amigos, inseparables, una amistad entre humano y bestia, entre Marcel y la naturaleza.

Cinco años después el director regresa con una cámara, un sonidista y una productora en línea para filmarlo. Marcel le muestra su faceta de chamán, prácticas de Ayahuasca con un grupo de jóvenes mujeres extranjeras que también llegan a ese lugar a desprenderse de la civilización occidental. Historia contada en imágenes y lenguaje corporal. Para el director, la imagen del caballo blanco representa el milagro del cine, cuando suceden cosas inesperadas frente a la cámara que hacen que el espectador se asombre y viva lo que ve en pantalla. Ícaro es una coproducción México (IMCINE y Canal 22)-Costa Rica-España. Selección Oficial en el Festival Visions du Reel, Suiza, en el FICUNAM (2016), y participa en competencia dentro de la Sección Plataforma Mexicana del Festival de la Riviera Maya (2015).

Dirige, escribe, fotografía, produce y edita Antígona/2018, primer documental que filma en la Ciudad de México. Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, junto con su maestro de teatro, preparan “Antígona”, tragedia griega de Sófocles que aborda el conflicto entre las reglas del poder y la voluntad de una joven de hacer lo correcto. La vida, el teatro y la ficción se entretejen siguiendo el proceso creativo en los salones de clase, en la intimidad de sus hogares, en espacios públicos y paisajes surrealistas de la ciudad. Se presenta en Competencia Internacional en el FICUNAM (2018), en Cinéma Du Réel (2018), en el Festival Internacional de Cine Documental de Madrid (2018) y en Ambulante Cine Documental Itinerante.

Su siguiente documental Tierra mía/2018, está dedicado a Puebla y a sus habitantes, con un guion de Florence Podesta. Experiencia etno-sensorial que profundiza en la gastronomía de Puebla, evidenciando un México que revalora la relación entre el cuerpo y el espíritu, heredero de una lengua y una conciencia ancestral que nunca olvida su origen. Se filma durante mes y medio en las comunidades de Ozolco y Calpan, donde se proyecta en noviembre de 2019 como parte de “De aquí es… la película”, un ciclo de cine que lleva las películas al lugar donde se hicieron. Una producción de Joshua Gil. Es Selección Oficial de la Muestra de Cine Mexicano Contemporáneo de Barcelona (2018), y del Festival Internacional de Cine de Morelia (2018). Participa en Ambulante Cine Documental Itinerante. Forma parte del catálogo de la entonces plataforma FilminLatino, ahora NuestroCineMx.