BOLAÑOS PRADO, JOSÉ ANTONIO

Según el periodista gallego Xavier Navaza, el abuelo paterno de Bolaños, del mismo nombre, originario de Burela (provincia de Lugo, Galicia) emigró a México durante el último cuarto del siglo XIX. El cineasta se crió al lado de sus abuelos maternos. Su primer acercamiento al cine se da cuando su abuelo materno le construye un proyector de cine casero. A los 12 años participa como extra en la cinta The Lady from Shanghai/La dama de Shanghai/1948, dirigida por Orson Welles. Según algunas versiones, también participó en 1949 como doble en Puerta joven/El portero/Miguel M. Delgado, película que estelariza “Cantinflas”. Entra a la industria cinematográfica como coproductor en Locura pasional/Tulio Demicheli 1955, para continuar como argumentista y productor ejecutivo de La Cucaracha/Ismael Rodríguez 1958.

En la segunda mitad de los sesenta, la Sección de Directores del STPC, presionada, autoriza el ingreso de un numeroso contingente (alrededor de 30) de nuevos miembros, entre ellos, José Bolaños. En 1966 debuta como director de La soldadera, drama sobre las mujeres que participaron en la Revolución Mexicana. El argumento de la cinta está inspirado en el que Eisenstein escribió para un episodio sin realizar de ¡Qué Viva México!/1930-1932. La soldadera, relata el momento amargo en que a “Lázara” (Silvia Pinal) la leva le arrebata a “Juan” (Jaime Fernández), su marido, apenas horas después de haberse casado y decide seguirlo como una soldadera más. La angustia de la espera durante las batallas, el trasiego de mujeres entre los combatientes sobrevivientes de uno u otro bando, el saqueo desesperado de trojes y corrales para avituallar a sus hombres y el despojo de los restos de haciendas incendiadas para apropiarse de algunos pequeños y mezquinos lujos, se convierten en la rutina cotidiana de “Lázara”, inocente, sin malicia que sueña con fundar un hogar pero, que, al regresar de la lucha armada, descubre que la casa de sus padres, ya no existe y sus sueños se desmoronan.

Ese mismo año escribe el argumento del mediometraje La Güera Xóchitl, que dirige Rogelio A. González. En 1967 escribe con Mario Hernández y Ricardo Garibay, el argumento de La noche del halcón/Rogelio A. González. En 1968 se prepara para dirigir la versión cinematográfica de la novela “Johnny tomó su fusil”, de la cual no consigue los derechos de autor. En 1970 filma su segundo largometraje industrial, el western Arde baby arde, con Venetia Vianello, Gleen Lee y Virgil Frye. Filmada en la región de Torreón, Coahuila, hablada en inglés y ubicada en los Estados Unidos, en tiempos de la Guerra de Secesión, su estreno se retrasa un lustro por los diversos montajes de la película practicados por su realizador. En la década de los ochenta intenta reeditar la película sin éxito. El coargumentista Pedro F. Miret, la considera un western fantasioso.

Alejado de la dirección por unos años, en 1976 emprende su propia versión, más inspirada que la adaptación dirigida por Carlos Velo diez años antes, de Pedro Páramo, pero que tampoco logra superar las dificultades para trasladar al cine el desolado mundo rural y humano de Juan Rulfo. Después de tres tratamientos se llega al guion definitivo, en cuya adaptación participa el propio Rulfo.

La cinta cuenta con una partitura original compuesta por el maestro italiano Ennio Morricone y es protagonizada por Manuel Ojeda y Venetia Vianello, acompañados, entre otros, por Bruno Rey, Narciso Busquets, Blanca Guerra, Abelardo San Miguel, Patricia Reyes Espíndola, Elena Berkovich, Roberto Cobo y Fernando Soler. La distribuidora le suprime cerca de 90 minutos de la duración original aproximada de 180 minutos, para su estreno comercial; tiempo después se presenta la versión original. La película obtuvo en 1979 los Arieles en las categorías de Fotografía (Jorge Stahl Jr.), Escenografía (Pedro Fernández Miret y Xavier Rodríguez) y Ambientación (Guillermo Barclay) y la Diosa de Plata a la Mejor Ambientación. En 1978, en Italia, recibe el Premio Por un Cine Mejor, otorgado por el Cine Club Nápoles.

Ese mismo año de 1976 realiza el cortometraje Que esperen los viejos, también con textos y diálogos de Rulfo. Su último trabajo como director es el filme Naná/1979, el cual abandona por problemas con Irma Serrano, actriz y productora de la cinta, y es terminada por Serrano y Rafael Baledón. Entre los guiones que escribe se encuentran “La carpa” y “El amor”.

Cuéntame algo de La soldadera. ¿Por qué la filmaste en blanco y negro?

JB. – “Hice La soldadera en blanco y negro para que tuviera un tono documental. A mí me gusta mucho la reconstrucción. Apegarme lo más que pueda a la realidad. La película seguía el vértigo, el saqueo y sobre todo la incertidumbre de los que andan en la bola. La gente que se ve metida en un conflicto social del tamaño de una revolución no sabe bien lo que pasa. Esa incertidumbre traté de recogerla en La soldadera… La filmé y eso llenó mi apetito sobre la Revolución Mexicana. Ya no quiero filmar nada sobre la Revolución.”

(Esto, “Charla con José Bolaños (II): Mi carrera se retrasó por culpa de un líder”, Francisco Sánchez, 13/09/1976, pp. 17)