AGUIRRE RAMÍREZ, SALVADOR

Director, guionista y productor. Un viaje escolar a Cuba despierta en él la inquietud de estudiar cine. Durante sus años en la preparatoria del Colegio Madrid se inicia en la fotografía, disciplina en la que gana varios concursos. Con una cámara de Super 8 mm filma su primer cortometraje, El enemigo. Ingresa al Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) (1983-1987), donde realiza el corto Con los pies en la tierra/1986, en codirección con Pablo Gómez Sáenz, documental sobre el sentir popular tras los sismos en la Ciudad de México de 1985.

México ciudad amiga/1987, su trabajo de tesis de titulación es nominado al Ariel en 1988 en la categoría de Mejor Cortometraje de Ficción y obtiene la Mención Honorífica en el Certamen Nacional de Cine Documental y Cortometraje de Villahermosa, Tabasco. En 1993, con apoyo del Centro de Producción de Cortometraje del IMCINE, filma Un arreglo civilizado para el divorcio, que recibe el Jaguar de Plata en el Festival de Cancún de ese año.

Salvador Aguirre se inicia en la industria como asistente de dirección en los largometrajes Bandidos/Luis Estrada 1990 y Mi querido Tom Mix/Carlos García Agraz 1992 y en cintas de realizadores ya consagrados como: Kino/Felipe Cazals 1991 y Dollar Mambo/Paul Leduc 1993. En la televisión trabaja en la mítica telenovela “Cuna de lobos”, del productor Carlos Téllez (1986-1987) y en el programa “La hora marcada” asiste a Alfonso Cuarón (1989-1990). En México colabora con los directores extranjeros: Michael Lindsey Hogg, Ridley Scott y Alan Arkin.

Realiza dos cortometrajes documentales, Nueva Guadalajara, reconstrucción del Colector Oriente/1993 y Las elecciones federales de 1997/1997. Ese mismo año es Gerente de Producción de Quién diablos es Juliette/Carlos Marcovich. Su primer trabajo como productor lo hace en Bajo California. El límite del tiempo/Carlos Bolado 1998, donde también asiste al director, cinta que obtiene siete premios Ariel, entre ellos el de Mejor Película.

Salvador Aguirre trabaja un guion de largometraje en talleres con Syd Field y Linda Seager, el cual escribe con Alejandro Lubezki y que se convierte en su ópera prima, De ida y vuelta/1999, drama que trata sobre el arraigo y desarraigo de la gente con su tierra, específicamente del viaje de los braceros a Estados Unidos y las dificultades que enfrentan al retomar su vida en México; filme en el que llevan los papeles estelares: Gerardo Taracena y Tiaré Scanda. La cinta cosecha múltiples premios y méritos a nivel internacional: Mejor Película de la XV Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara (2000), premio FIPRESCI de la Crítica Internacional del XVI Festival de Cine de Mar del Plata (2001), premio Tatu Tumpa a la Mejor Ópera Prima del III Festival Iberoamericano de Santa Cruz, Bolivia (2001), el Círculo precolombino de bronce a la Mejor Película del XVIII Festival de Cine de Bogotá, Colombia (2001), premios del Público y Mejor Nuevo Director del II Festival Internacional de Las Palmas, España (2001), la Manzana de Oro del Festival de Cine Latino Lacinemafe, Nueva York (2002) y la nominación a Mejor Ópera Prima en los premios Ariel del año 2000, entre muchos otros reconocimientos.

En el 2000 realiza un documental sobre las memorias del I Festival del Milenio de la Ciudad de México y un especial conmemorativo de los 25 años del CCC.

Regresa a la actividad fílmica con el cortometraje De Mesmer con amor o Té para dos/2002, que escribe y codirige con Alejandro Lubezki. Historia que protagonizan Ari Brickman y Fabiana Perzabal, en el que un estudiante de psiquiatría, atraído por su recién llegada vecina, cree que ha logrado hipnotizarla y que ella no recuerda lo que ha pasado diariamente durante dos semanas, entre los dos. Trabajo que es presentado en el Festival de Cannes donde obtiene el premio Grand Prix de Cortometraje y el Petit Rail d´Or de la XLI Semana Internacional de la Crítica en el 2002; además del Premio Especial del Jurado de la XLVII Semana Internacional de Cine de Valladolid, Mejor Cortometraje de la IX Muestra de Cine Latinoamericano de Lleida, Nominado al Ariel al Mejor Cortometraje y Mejor Fotografía de Emmanuel Lubezki en el Festival Pantalla de Cristal de la Ciudad de México, entre otros reconocimientos.

Posteriormente, realiza en 2004 los cortometrajes La escondida y Algún día, algún día, estrenado para las Olimpiadas de Atenas, y En penales/2006, para el mundial de futbol de Alemania. Continúa en el 2007 con el programa musical “Fusionados” para Sony Entertainment Television.

Su siguiente largometraje surge de un guion que trabaja durante sus años como beneficiario del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA: Tres piezas de amor en un fin de semana/Amor en fin/2008, en efecto sobre tres parejas de estratos sociales y situaciones totalmente diferentes, de las que se desprenden diversos subtramas, historia que tiene como telón de fondo el clima político del 2006, cuando la izquierda estuvo a punto de ganar la Presidencia de la República. La cinta se estrena en 2010.

En el 2009 ingresa a la industria de la televisión dirigiendo para TV Azteca programas unitarios para las producciones “Cada quien su santo” y “Lo que callamos las mujeres”. Apoyado por el IMCINE dirige de nueva cuenta el cortometraje hablado en Náhuatl, Dentro de uno/2012, el cual es seleccionado para competir en el Festival Internacional de Cine de Morelia y en el Festival de Cine Latino de Los Angeles. Continúa en la televisión como director en diversas series, dirigiendo en 2017 la Telenovela “La hija pródiga”.

Forma parte de los Consejos Consultivos del FOPROCINE, EFICINE e IMCINE en diversas ocasiones. Es Director General de la casa productora: Sincronía Films, compañía que produce todos sus trabajos.

¿Cuáles han sido los problemas a los que te has enfrentado a la hora de dirigir?

SA.- El principal problema es la falta de continuidad, porque si entendemos al cine como un oficio, entonces imagínate a un carpintero que puede hacer una silla cada cinco años, obviamente no le quedan igual a un carpintero que puede hacer una silla por lo menos una vez al año. Ese es uno de los principales problemas que tenemos los cineastas mexicanos, que no podemos, digamos, pulir el oficio y seguir evolucionando al ritmo en que evolucionan los cineastas en otros países del mundo, donde hay más continuidad.

¿Cómo ves la parte económica, qué tan fácil es conseguir el apoyo tanto del Estado como el de la Iniciativa Privada?

SA.- Pues es dificilísimo, obviamente existen las vías, pero si es dificilísimo. Yo tardé más de diez años, después de que salí de la escuela, en hacer mi primer largometraje.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Octavio Maya, 20/07/1999)