TORT ORUÑA, GERARDO MANUEL

Director, productor. Gerardo Tort estudia la carrera de CTI en la UIA (1975-1979) con la especialidad en cine. Al terminar la licenciatura ingresa a Visión Promotora, empresa turística donde se encarga del material publicitario durante un año y medio. Continúa como productor y redactor en la agencia de publicidad Ideas y Hechos/Grey; después de dos años establece Altafilme cinevideo, su primera productora, a la que sigue Nexos Producciones. Asiste a Julián Pastor en Orinoco/1984, Alberto Bojórquez en Robachicos/1985, y colabora con Alfredo Gurrola para la UTEC, en el programa televisivo “Los libaneses de Yucatán” en 1984, organismo en el que dirige el capítulo “Los chinos del DF”.

Entre 1995 y 2001 es director cinematográfico asociado en Tiempo y Tono Producciones. Paralelamente produce cortometrajes y comerciales, cuyo número en el 2001 se acerca a los 300. En 1998 publica el poemario “Para construir un epitafio”, como parte de la Colección “Tejedores” editada por el Instituto Michoacano de Cultura. Dirige el cortometraje Niños/2000 para la segunda serie de Diminutos Del Calvario, título bajo el cual se integran diez cortos cuya duración de cada uno es de un minuto, coproducción de Juan Carlos Rulfo y Valentina Leduc con Cristina Faesler, para el libro “ABCDF”, proyecto que comprende fotografías, textos e imágenes en CD-ROM de la Ciudad de México.

Como preámbulo a su ópera prima, Gerardo Tort realiza el corto Apuntes para un visual de la calle/2000, con una duración de ocho minutos, material con el que promueve el financiamiento de su primer largometraje De la calle/2001, dramática y cruda historia de los niños de la calle, adaptación al cine de la guionista Marina Stavenhaguen -su pareja- basada en la obra homónima del dramaturgo Jesús González Dávila. De la calle, filmada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, integra en su reparto talentosos y jóvenes actores protagonistas, como Maya Zapata y Luis Fernando Peña, así como verdaderos niños de la calle que habitan en las coladeras. Producida por Tiempo y Tono Films, el IMCINE y el FOPROCINE, la cinta tiene un costo de 1 millón 300 mil dólares, y es distribuida por Videocine y Nuvisión. El filme obtiene en la XVI Muestra de Cine de Guadalajara 2001, el Mayahuel de Oro a la Mejor Película: “Por abordar de una forma innovadora y original una lacerante realidad conjuntando acertadamente los medios expresivos del arte cinematográfico”. Gerardo Tort recibe ese mismo año en el Festival de San Sebastián, España, en la Sección Zabaltegui, el premio al Mejor Nuevo Director.

De la calle participa en las primeras Jornadas de Cine Mexicano en Los Angeles, California (2001), organizadas por el cineasta Alejandro Pelayo en calidad de agregado cultural; en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba, los festivales de Chicago, Corea y Barcelona, recorrido que continúa en 2002 en Sundance, Rotterdam, Brasil y el Giffoni Film Festival, Italia, dedicado al público infantil y adolescente.

En 2002 la película se lleva El Heraldo a Mejor Ópera Prima y cinco Diosas de Plata por Mejor Película, Director, Guion (Marina Stavenhaguen), Actor y Edición, y en la XLIV entrega del Ariel la cinta es nominada en 19 categorías, de las cuales recibe los Arieles por: Mejor Ópera Prima, Guion Adaptado, Escenografía, Ambientación, Diseño de Arte, Vestuario, Maquillaje, Actor de Cuadro (Mario Zaragoza), Actriz de Cuadro (Cristina Michaus), Coactuación Femenina (Vanessa Bauche) y Mejor Actriz (Maya Zapata).

Gerardo Tort dirige el corto La partida/2003 que se presenta en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, protagonizado por Ana Ofelia Murguía, sobre una mujer de edad mayor que se prepara para abandonar la tierra en una nave extraterrestre, que la recoge en su azotea; y La llamada, uno de los ocho cortometrajes que conforman el largo: Sexo, amor y otras perversiones/2004, guion de Carolina Rivera, trabajado en el taller de Creación Literaria del escritor Vicente Leñero, protagonizado por Arcelia Ramírez en compañía de Claudia Ramírez. Historia de una mujer que, en ausencia de su esposo, pasa una noche loca, despierta desnuda en un departamento, y, no recuerda con quién estuvo.

Continúa con el documental largometraje La guerrilla y la esperanza: Lucio Cabañas/2005, trabajo que recrea la lucha y muerte del mítico guerrillero de la Sierra de Guerrero, investigación que realiza durante cuatro años con Marina Stavenhaguen, autora del guion, en el que se exhibe un collage de importantes imágenes y entrevistas, tomadas de archivos, así como realizadas por ambos cineastas. Un recorrido por el pasado y el presente de la mano de los que sobrevivieron el levantamiento de Cabañas; círculo que inicia y cierra después de treinta años de la misma forma: en la miseria de los habitantes de la Sierra de Guerrero. El filme es producido por La Rabia Films e IMCINE. La guerrilla y la esperanza: Lucio Cabañas se estrena en México en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2005, y es nominado al Ariel a Mejor Largometraje Documental en 2006.

Vuelve a la ficción con el road movie Viaje redondo/2008, bajo un guion de Beatriz Novaro y Marina Stavenhaguen, historia de dos jóvenes mujeres de mundos totalmente distintos, comenzando por el nivel socioeconómico, que comparten por azares del destino una travesía. Fernanda (Cassandra Ciangherotti en su debut protagónico) y Lucía (Teresa Ruiz) se encuentran casualmente en un paradero de autobuses en el camino de la Ciudad de México a Monterrey; después de un malentendido entre las dos, Lucía acepta un aventón en el automóvil de Fernanda, el cual se descompone, y mientras ven cómo llega cada quien a su destino, conviven intensamente durante dos días. La trama versa sobre la amistad, el amor, el desamor y todo lo que implica ser joven en el México contemporáneo. Filmado en locaciones de Coahuila y la Ciudad de México, tiene un costo de 18 millones de pesos y es una producción de Cadereyta Films, FOPROCINE y EFECINE (Artículo 226). Se aúnan al reparto: Gina Morett, Octavio Castro, Mary Paz Mata y Fabiana Perzabal. La película se estrena en la Sección Oficial de Largometraje Mexicano en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (2009), resultando ganadora del Premio Mayahuel a la Mejor Película y Teresa Ruiz a la Mejor Actriz; en el Havana Film Festival New York, es ganadora del premio al Mejor Guion Original; Cassandra Ciangherotti y Teresa Ruiz ganan Mejor Actriz en el Festival de Amiens, Francia, misma categoría en la que Ruiz es galardonada en el Festival de Cartagena, Colombia. Se estrena distribuida por Videocine el primero de abril de 2011.

Estrena la miniserie “Gritos de muerte y libertad”/2010 sobre la Independencia de México, a la que sigue “El encanto del águila”/2011 que trata el tema de la Revolución Mexicana de la que también es productor asociado, ambas para Noticieros Televisa. Codirige el documental “5 de mayo: Un día de gloria”/2012, referente a La batalla de Puebla, para Discovery Channel. En 2014 realiza el documental “Octavio Paz: el hombre y su siglo” de Canal 22 y la serie “Kin” una producción de Bravo Films y Canal Once.

Gerardo Tort retoma el documental sobre Lucio Cabañas para convertirlo en una cinta de ficción con el título de “Los años rotos”, guion escrito por Marina Stavenhagen, sobre la historia de Carlos un hombre de 51 años de edad, cuyo hermano Joel desaparecido 30 años atrás, durante La Guerra Sucia, y a quien creía muerto, podría estar vivo. Trabajo que sigue en proyecto.

En 2017 inicia la filmación de Nahui Olin, guion que escribe con Marina Stavenhaguen, historia pasional de la pintora, poeta, modelo de otros pintores y pionera del feminismo en México, Carmen Mondragón, pareja durante algunos años del pintor Gerardo Murillo conocido como Dr. Atl, quien la bautiza con el nombre de Nahui Olin. Con las actuaciones de Irene Azuela, Julio Bracho, Tessa Ia y Delia Casanova. Una producción de Mantarraya Producciones, Cadereyta Films y Habitant Films, de estreno pendiente.

En marzo de 2019 se proyecta una retrospectiva de Gerardo Tort en el marco de la Muestra de Cine y Video del Cine Festival de Cholula, Puebla.

Las películas de los niños de la calle, Los olvidados, La vendedora de rosas, Pixiote, generalmente son totalmente predecibles, ¿cómo hacer que la cinta, en este caso De la calle, sea distinta?

GT.- Mira, dos cosas son las que veo primero: que sea honesta tu propuesta, y en ese sentido creo que todas destacan por su honestidad. La vendedora de rosas destaca por ser realista, por un lado, y por otro lado la misma historia. Y por otro, yo no quise inventar el hilo negro, le aposté a una tragedia urbana con una historia poderosa (la obra original de González Dávila). Aunque creo que esto le toca al público y a los críticos decirlo, pero esa era la apuesta. En De la calle intentamos abordar valores universales, la búsqueda del padre… a lo mejor ciertos mitos (la muerte del hijo a manos del padre, simbolizada en la violación); si te das cuenta De la calle está llena de iconografía cristiana apostólica romana, con toda esta iconografía (que representa cosas), si en la tragedia el héroe muere, la historia cumple su fatal destino: la muerte de nuestro personaje; dentro de este esquema simbólico-iconográfico, más que relatarnos la fatalidad del destino humano, intenta insertarse en la redención, en la idea de que la vida tiene sentido en la medida de nuestra propia muerte.

El aliento trágico de la historia de De la calle, fue rescatado del original de González Dávila, y jamás pretendimos renunciar a él; muy por el contrario, respetarlo y plasmarlo en la película. En este sentido, creo que De la calle se aleja de las otras propuestas que tienen por tema a los niños de la calle, en donde los personajes siempre son víctimas de una realidad injusta, y no por la búsqueda de su propio destino. En De la calle, nuestra idea fue no dar concesiones, la apuesta era: tenemos una película cruda, la historia es crudísima, así es la historia, ¿cómo mediarla, cómo suavizarla, cómo hacerla light? No había manera de esto, aunado a las enormes ganas de encontrar una estética propositiva con la ciudad y jugar con ello para lograr un mensaje poderoso. Así que, efectivamente, fue una apuesta, yo creo que eso se nota, eso se queda. El espectador dirá.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Perla Ciuk, 25/04/2001)

Antes de comenzara a filmar Un viaje redondo, comentabas que estabas nervioso, ahora en el proceso de posproducción ¿cómo te encuentras?

GT.- Yo pensé que un road movie en el desierto iba a ser mucho más sencillo que una película como De la calle, en las fauces de la ciudad. Y no fue así, fue muy complicado filmar en el desierto en situaciones límites, la experiencia se queda como un ingrediente en mi vida personal. Estaba nervioso antes de filmar, ya en la producción estuve más nervioso, y ahora que estoy editando, todavía más. Nunca sabes como director realmente lo que tienes, pierdes la objetividad, no hay asideros y tienes que apostar mucho a la intuición, a lo que crees, porque no hay reglas en esto. Y hay que regresar al origen, a las motivaciones que te llevaron a levantar el proyecto y asirse de estas, y después… ya dirá el público.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Perla Ciuk, 03/07/2008)