Conocido internacionalmente por su labor como fotógrafo, en 1914 concluye sus estudios de preparatoria en la Ciudad de México y su familia se traslada a Cuba, país natal de su padre. En La Habana se forma como fotógrafo, profesión que desempeña desde 1915. Participa en el cine cubano actuando en Dios existe/Ramón Peón/Pedro J. Vázquez 1920, Aves de paso y Mamá Zenobia, cintas dirigidas por Peón en 1921. En 1922 regresa a México con otras figuras del cine cubano, Ramón Ordaz de la Flor y Pedro J. Vázquez, para actuar en Bolcheviquismo, dirigida por el segundo y fotografiada por el primero. Ordaz de la Flor es nombrado jefe de los talleres de fotografía y cinematografía de la SEP y Márquez encargado de los laboratorios. Ahí descubre su vocación por la investigación, registro y difusión del folclor mexicano. Es responsable de la filmación de varios cortos documentales para la SEP sobre festivales celebrados en el Estadio Nacional, en Hidalgo y Nuevo León, cuya exhibición se inicia en agosto de 1922. Al cerrar en 1924 los talleres cinematográficos de la SEP, Márquez queda a cargo del Departamento de Fotografía de la misma dependencia.
En septiembre de ese año, con otros entusiastas, Luis Márquez Romay funda el Teatro del Murciélago para difundir el folclor mexicano. Probablemente por esas fechas, para las hermanas Adriana y Dolores Ehlers filma actualidades, como el documental Fiesta en el Estadio Nacional 15 de septiembre, su único trabajo como realizador, del cual no se tiene mayor información. Actúa en las cintas de ambiente colonial dirigidas por Manuel R. Ojeda El Cristo de oro/1926 y Conspiración/1927. Con otros artistas asesora a Eisenstein durante su estancia en nuestro país entre 1930 y 1932, realizando un prolijo registro fotográfico del trabajo del artista soviético. En los años treinta, el dirigente Enrique Solís obstaculiza su ingreso como camarógrafo en la industria, confinándolo a la función de fotógrafo de fijas. En 1934 escribe el argumento y es el responsable de la localización fotográfica de la película Janitzio/Carlos Navarro 1934.
En ese año inicia en colaboración con Julia Ruiz–Sánchez de Sabido, primera modelo de sus trajes regionales, sus “Conferencias Panorámicas”, es decir, conferencias ilustradas sobre festividades tradicionales, ambientadas con la indumentaria mexicana, para dar a conocer las costumbres y tradiciones de México: “La china poblana”, “La leyenda de los volcanes”, etc., usando sus colecciones de indumentaria y artesanías. María Félix luce trajes de esa colección en China poblana/Fernando A. Palacios 1943, Maclovia/Emilio “Indio” Fernández 1948 y Tizoc/Ismael Rodríguez 1956; también se emplea su colección en Janitzio/1934 y María Candelaria/Emilio “Indio” Fernández 1943. Se retira del cine para viajar por el país reuniendo una hermosa colección de trajes típicos y otros objetos regionales. Realiza numerosos cortos en 16 mm sobre estos temas, algunos a color, poco difundidos.
“Visité por primera vez la isla de Janitzio en 1923; se celebraba la famosa noche de muertos de la cual no se tenía conocimiento en la Ciudad de México. En 1923 no iban turistas, no se permitía la entrada al panteón; era una ceremonia de mujeres. Al sacerdote lo metían en una barca y lo mandaban a Pátzcuaro y se quedaban ellas en su ceremonia. Comprendí que aquel asunto extraordinario había que fotografiarlo en el cine para darlo a conocer mundialmente. Para hallar la manera me quedé un largo tiempo conviviendo con los indígenas de la isla: entonces comencé a conocer historias relacionadas con las costumbres de su vida; eran muy conservadores de su tradición y por ello no permitían que sus gentes contrajeran matrimonio con extraños. De ese prejuicio parte la historia del filme. Con estos detalles compuse después la historia de la película que comenzamos a filmar en 1934 [Janitzio], yo, además del argumento, tuve a mi cargo la localización fotográfica.”
(México en la Cultura, suplemento semanal de Novedades, “Entrevista con Luis Márquez”, Raquel Tibol, 01/01/1956, en Historia documental del cine mexicano, Emilio García Riera, Vol. 1, 1929-1937, p. 154)
Luis Márquez Romay hijo de José Márquez Ballot, un conocido representante teatral de origen cubano, y de la poblana Ana Josefa Delfina Romay Zamacona. Su formación como fotógrafo la inicia en La Habana en el Estudio Feliú, de fuerte tradición en México. Poco tiempo después viaja a Janitzio, Michoacán, para la celebración de la noche de muertos. Esta última experiencia lo marca profundamente: la danza, la música, las artesanías, los paisajes y sobre todo los trajes típicos lo deslumbran de forma romántica. Ahí aprende el oficio, a la par que desarrolla sus inquietudes como actor y camarógrafo en el medio del cine.
A los once años, “sonoriza” las películas por medio de efectos que producía ubicándose detrás de la pantalla. En La Habana trabaja en el estudio fotográfico Feliú, en la Calle de la Amistad No. 55. Con Ramón Peón y otros, colabora en la fundación de la productora cubana Goleen Sun Pictures y entre sus actuaciones menciona Entre flores, Detrás de las murallas y otras. Ni el mismo Luis Márquez recuerda su importante labor en la SEP, después de que vuelca todos sus esfuerzos en el rescate y difusión del folclor nacional, del que es ferviente promotor. Contribuye decididamente en la construcción de una estética de lo mexicano, mediante el registro fotográfico de tradiciones, rostros, arquitectura, vestimenta y paisajes regionales e indígenas, que en el ámbito fílmico se plasma en el trabajo desarrollado para el rodaje de la película Janitizio/1934; donde además aparece en un pequeño papel: el de Tata Juan.
Es responsable del vestuario regional de las películas a color China poblana/1943, Tizoc/1956 y, en 1961, corresponsable del vestuario de Ánimas Trujano/Rodríguez. En 1977 dona su colección de indumentaria mexicana al Claustro de Sor Juana, con la que en 1985 se instala el Museo de la Indumentaria Mexicana. En 1979, su hermana Eva deposita más de cien mil negativos en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Durante cinco décadas Luis Márquez Romay trabaja intensamente por casi todo el país, inaugura sus primeras exposiciones individuales y varias de sus imágenes reciben importantes reconocimientos, como el Gran Premio de Fotografía de la Exposición Iberoamericana celebrada en Sevilla (1930) o el “First Prize” en el International Photography Exhibition de la feria The New York World’s Fair (1939-40). También colabora activamente en los principales diarios y revistas de la capital mexicana ilustrando la sección “artística” o documentando gráficamente reportajes especiales. En particular cabe señalar su colaboración en varias de las publicaciones del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, como por ejemplo en los libros de sus fundadores, Justino Fernández, Manuel Toussaint y Salvador Toscano. De este modo se fue ganando un prestigio a nivel nacional e internacional. La Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas le hace en 1977 un reconocimiento a su labor en el cine nacional.
Museo de la Indumentaria Mexicana “Luis Márquez Romay”
https://www.youtube.com/watch?v=G14W_9u0iwM
Fotografías de Luis Márquez Romay.
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