Dramaturgo, escritor, guionista y director. Su familia se traslada a Aguascalientes donde Celestino Gorostiza, cursa sus estudios en el Instituto de Ciencias de Aguascalientes. Al mudarse a la capital del país, estudia en el Colegio Francés y en la ENP. En 1927 funda, al lado de los escritores Salvador Novo y Xavier Villaurrutia, el Teatro de Ulises y ocupa su dirección hasta 1929, año en que es nombrado secretario del Conservatorio Nacional de Música. Desde 1928 forma parte de «Los Contemporáneos», grupo creado en torno a la revista “Contemporáneos” que busca la innovación del teatro mexicano. Crea en 1934 con Julio Bracho el grupo Teatro Orientación, que se dedica a la experimentación teatral.
Ingresa a la industria cinematográfica en 1935 como supervisor de producción en Clasa Films con Vámonos con Pancho Villa/Fernando de Fuentes. En 1938 coescribe la adaptación de Refugiados en Madrid/Alejandro Galindo, con Rafael Muñoz y el director. Ese mismo año, adapta El indio en colaboración con el director Armando Vargas de la Maza, y es nombrado jefe del Departamento de Teatro del INBA.
En 1942 Celestino Gorostiza forma parte de la Academia Cinematográfica de México, como profesor del Taller de Escritores Cinematográficos. Con la ayuda de Roberto Gavaldón (codirector técnico), en 1943 se inicia como director con Naná, adaptación de la novela del escritor francés Émile Zola, que realiza con Alberto Santander, guion y diálogos de su autoría. Filme en el que actúa por última ocasión la estrella del cine hispano Lupe Vélez, acompañada por Miguel Ángel Ferriz.
Filmada en los estudios Azteca, ambientada en el París de 1870, la trama gira en torno a una mujer que en busca de trabajo para mantener a su pequeño hijo, se convierte en prostituta, misma que salta a la fama como popular cupletista. Su vida es una espiral de triunfos y fracasos, en la que finalmente pierde a su hijo víctima de la viruela y ella pide limosna en las calles.
Sus dos siguientes y últimos largometrajes como realizador, son filmados en 1945. Sinfonía de una vida, bajo un argumento de Pablo González y María Gesa, adaptación de Celestino Gorostiza y Max Aub, rodada en los estudios Azteca, es la biografía de la difícil vida y trayectoria del compositor mexicano: Miguel Lerdo de Tejada, a quien se le tuvo por “padre de la canción mexicana”, personaje que encarna Julián Soler, siempre en pro de la música nacional cuando la moda era la ópera italiana, y quien finalmente obtiene el reconocimiento público.
Continúa con Ave de paso, cinta en la que de nuevo el personaje principal es una mujer dedicada al entretenimiento en un cabaret, la argentina Olga Rassini (Amanda Ledesma), cuyos amoríos con casados y solteros (Emilio Tuero y Carlos López Moctezuma), derivan en el crimen de uno de sus pretendientes y en el regreso de ella a su país de origen. Filmada en los Estudios Cuauhtémoc, el filme tiene un efímero estreno dos años y medio después, en 1948.
Representa a la Academia Cinematográfica de México en la Fundación de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas el 3 de julio de 1946. Es líder sindical de la Sección de Directores y Autores Adaptadores del STPC. En 1950 coescribe junto con Joselito Rodríguez, el argumento de Las mujeres de mi general/Ismael Rodríguez, y al año siguiente adapta la novela “Paraíso borrado” para la cinta homónima de Julio Bracho.
Es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. En 1952 la Agrupación de Críticos de Teatro de México le otorga el premio Juan Ruiz de Alarcón por su obra: “El color de nuestra piel” y Francia lo reconoce con la Legión de Honor. Celestino Gorostiza es director general del INBA, cargo que desempeña hasta su muerte.
“Es de dudar que el tabasqueño Celestino Gorostiza (hermano del poeta José), miembro del grupo «Contemporáneos», dramaturgo y animador del teatro de vanguardia, desconociera las intenciones sociales, históricas y psicológicas de la novela del francés Zola con cuya adaptación debutó como director de cine. Sin embargo, Gorostiza no tuvo al parecer ni la habilidad ni la convicción necesaria para impedir que la rutina convirtiera a Naná en la melodramática y típica prostituta de buen corazón…”
(Historia documental del cine mexicano, Emilio García Riera, Vol. 3, 1943-1945, p. 83)
Aunque incursiona en el cine de la mano de su amigo el poeta Xavier Villaurrutia, no es en el medio cinematográfico en el que Celestino Gorostiza se desenvuelve plenamente, de hecho, su producción fílmica es muy corta. Destaca en el ámbito teatral, donde se logra la renovación del drama a través de la traducción e interpretación de autores extranjeros. Algunas de sus obras teatrales son: “El nuevo paraíso”/1930, “La escuela del amor”/1933, “Ser o no ser”/1935, “Escombros del sueño”/1938, “El color de nuestra piel”/1952, “Columna social”/1955 y “La leña está verde”, originalmente “La Malinche”, en 1958.
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