DE LA ROSA MARTÍNEZ SOLARES, JORGE

Después de concluir en 1960 sus estudios de Contador Público en la ESCA del IPN y de trabajar en el Banco Nacional de Comercio Exterior, Jorge de la Rosa ingresa al CUEC en 1964, donde estudia, las especialidades de Realización y Guionismo, Producción, Televisión y Fotografía; en 1999 concluye la maestría en Guion en la Universidad Intercontinental. En 1970 interrumpe sus estudios un año para ocuparse como asistente –sin sueldo- de Alberto Mariscal. En el CUEC realiza el corto Rostros, máscaras y caretas/1971 con sobrantes de una producción de José Rovirosa. Para el Departamento de Actividades Cinematográficas de la UNAM produce el largometraje documental Antología del cine mexicano/Manuel González Casanova 1970 y los cortos Arte barroco/Juan Guerrero/Carlos González Morantes 1968, Frida Kahlo/Marcela Fernández Violante 1972, Ayautla/José Rovirosa 1972 y otras producciones universitarias, sin crédito.

En la década de los setenta labora en la Filmoteca de la UNAM, en la que entre otras actividades, logra darle coherencia con su primo el editor José Juan Munguía de la Rosa, a los rollos revueltos de la película El puño de hierro/1927 dirigida por Gabriel García Moreno; aunque desafortunadamente ya terminada la edición, aparecieron los intertítulos, los cuales no se agregaron a la cinta.

Participa, sin crédito, en la producción de los primeros largometrajes de ficción del CUEC: El cambio/1971 y Meridiano 100/1974 ambos de Alfredo Joskowicz y De todos modos Juan te llamas/Marcela Fernández Violante 1974. Con el seudónimo de Jorge W. Paro, es coguionista junto a Bruce Wilson y Jorge Patiño, de Debieron ahorcarlos antes/Rubén Galindo 1973 inspirada en El bueno, el malo y el feo/Sergio Leone 1966.

Jorge de la Rosa, se inicia en la industria en 1971 como coguionista de Azul/Eclipse de amor/José Gálvez, y escribe y adapta con diversos colaboradores: Debieron ahorcarlos antes/Rubén Galindo 1973, Tempestad/Barcos de guerra/Fernando Durán Rojas 1978, Carnada/La pasión del Fénix/José Juan Munguía de la Rosa 1978, Compendio cinematográfico/1983, cortometraje documental de Miguel Campos, y Nachas vemos, vecinas no sabemos/José Juan Munguía de la Rosa 1992.

Debe su ingreso en la industria como guionista, a su primo, José Juan Munguía de la Rosa, y como director de cine al guionista y actor Jorge Patiño, quien lo presenta y recomienda con Rubén Broido para dirigir Fantoche/1976, su único largometraje, comedia sobre las conflictivas relaciones de los adolescentes con el sexo, la violencia y los medios de comunicación, argumento escrito con Jorge Patiño. La cinta es nominada al Ariel por Mejor Ópera Prima en 1977 y al año siguiente el STIC le otorga la Cruz de Malta, reconocimiento que vuelve a recibir en 1993 por el Programa de Capacitación para los Trabajadores del STIC.

Entre 1976 y 1978 coordina el programa de la Filmoteca de la UNAM en Canal Once y se orienta hacia las actividades gremiales como Director Adjunto, de 1981 a 1996, de la rama de Cine de la SOGEM. Es miembro de la Comisión de Premiación de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas entre 1984 y 1991, y en diversas actividades en la Sección 49 del STIC.

A partir de 1970 Jorge de la Rosa es profesor de asignatura en la materia de Cine y Comunicación en el Plantel 6 de la ENP, y en 1985 inicia la docencia en los talleres de Cine y de Televisión en la carrera de Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, institución que le entrega en 1990 y 1995 la Medalla Filmoteca de la UNAM por su contribución al enriquecimiento del acervo fílmico universitario.

A mí lo que me sorprende, porque conozco tu película y me gustó, la de Fantoche, es ¿por qué no has vuelto a dirigir?

JR.- Mira, yo partí de un principio y lo sigo sosteniendo: el cine es algo tan sagrado que no puedes pretender vivir de él porque a la larga haces cosas que no te gustan. Cuando a mí me llegaron después de Fantoche, me ofrecían películas en las cuales yo no creía. Entonces era un acto de deshonestidad. Inclusive un día me dijeron: “tú te crees muy honesto, no quieres hacer una de ficheras”, que me ofrecieron y les dije: “es que ésa la hace mejor el señor Galindo, don Alejandro, además yo no tengo que quitarle el trabajo a los que ya están y que sí lo necesitan porque viven de él. Ellos hicieron esta industria y deben hacer estas películas, nosotros debemos hacer otras y si yo no creo en una película, va a salir mal. Es impresionante como en mi mesa se sentaron a ofrecerme películas. Me decían mis cuates “¿qué, estás loco? ¿por qué no las quieres hacer?”. Les decía yo: “porque no creo, me van a salir mal”.

¿Tus proyectos?

JR.- Mis proyectos no prosperaron. En la época de López Portillo yo hice una historia con los niños de Fantoche, que es la continuación. De hecho es una historia que creo es muy superior por como la hice: me reuní con ellos durante dos meses, platicando. Escribí un tratamiento y después otro. Lo presenté al CONACITE II y no pasó nada… yo presenté dos proyectos, uno que se llama “Muros de papel” al que después le puse “Adolescentes inquietos” …y otra que se llamaba “El maravilloso mundo de los títeres”, ésa la presenté en CONACINE, ninguna se hizo porque tienes que estar ahí y no sé… ¿Por qué no se hizo? Vas a decir que soy antipático pero no sé. Entonces como que el tiempo te come, todos me han dicho “tú pudiste armar un proyecto”, sí, pero me distraje…

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Federico Dávalos Orozco, 25/02/2000)