Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)

(Coordinación México, Perla Ciuk)

Sinopsis: En un pueblo pequeño, miserable y semiabandonado sobrevive, en total precariedad, un prostíbulo prácticamente inactivo propiedad de La Japonesita. El miserable lupanar es herencia de su madre, La Japonesa, quien hace años obtuvo de don Alejo, el cacique local, tanto la propiedad del inmueble como la seguridad de poder trabajar sin ser molestada. Dichos privilegios fueron obtenidos a partir de una apuesta: que “haría hombre” a La Manuela, un homosexual empleado por ella. Además de lo solicitado al cacique, el producto de su victoria es la propia Japonesita. Años después, muerta La Japonesa, don Alejo hace presión para que la heredera venda la propiedad, pues a su vez él quiere vender prácticamente el pueblo entero. Entretanto, Pancho, un camionero ahijado del cacique, vuelve al pueblo en busca tanto de La Japonesita pero también en busca de La Manuela, cuya peculiar personalidad despierta en Pancho inconfesados y profundos deseos homosexuales, que se resolverán en una mezcla de satisfacción fugaz y criminalidad culposa.

Los dos escuetos fines de semana que permaneció en exhibición hacen flaca justicia taquillera a esta cinta, considerada regularmente entre las diez más relevantes que México ha producido. Basada en la novela homónima del narrador chileno José Donoso y apoyada en la escritura de su guion por al menos dos figuras literarias de primerísimo orden, al mismo tiempo es la película cumbre de su director. Su nulo éxito comercial, aparejado con el reconocimiento virtualmente unánime de su calidad cinematográfica, son resultado de aquello que en Ripstein se convirtió desde entonces en principal distintivo: vocación autoral, capacidad de concebir y materializar un universo propio, recapitulación de constantes y obsesiones temáticas, caracterológicas, psicológicas y dramáticas. La miseria material y espiritual, el sentimiento de derrota, la imposibilidad de torcer el destino, la entrega del espíritu propio a los abismos que lo acosan bajo la forma del dolor, la venganza, la violencia, la búsqueda y el ejercicio del poder, por pequeño que éste sea… Todo ello se resume y se vive en el burdel de La Japonesita y La Manuela, imposible núcleo antinómico de una familia que busca por todos lados una figura masculina, primero en el cacique local, después en el ahijado de éste. Uno y otro representan la búsqueda de satisfacer el Deseo con mayúsculas, en el primer caso resuelto en ambición material, en el segundo en placer sexual. Empero, cuando este último es consumado, genera la culpa inherente al hecho de haberse llevado a cabo de manera “antinatural”, inaceptable socialmente, por lo cual el machismo inveterado retoma la primacía y busca reinstaurar el orden “natural” de las cosas. Breve como la libertad, el lapso durante el cual los prejuicios se dejan de lado dura lo mismo que un beso.

Dramáticamente impecable, formalmente eficaz, vigorosa y contundente al mismo tiempo que arriesgada en lo temático y osada en su manera de resolver su densa trama, El lugar sin límites es, al mismo tiempo y junto con la de Los olvidados, la otra elevadísima expresión histriónica de Roberto Cobo, quien de esta manera se convirtió en ícono insoslayable del cine mexicano.

Ficha artística: Roberto Cobo Calambres (La Manuela), Lucha Villa (La Japonesa), Ana Martin (La Japonesita), Gonzalo Vega (Pancho), Fernando Soler (don Alejo), Julián Pastor (Octavio), Carmen Salinas (Luci), Emma Roldán (Ludovinia), Hortensia Santoveña (Clotilde), Blanca Torres (doña Blanca), Martha Aura (Emma, hermana de Pancho), Tere Olmedo (Lila).

Ficha técnica: Productora: Conacite Dos, S.A. de C.V. Productor ejecutivo: Francisco del Villar. Jefe de producción: Rogelio González Chávez. Argumento: Guion: Arturo Ripstein, Manuel Puig, José Emilio Pacheco, Cristina Pacheco y Carlos Castañón. Fotografía: Miguel Garzón (color, Eastmancolor). Cámara: Montaje: Francisco Chiu. Sonido: Guillermo Carrasco y Ricardo Saldívar. Música (canciones): “Falsaria” de los hnos. Martínez Gil y “Son de la loma” de Miguel Matamoros, interpretadas por Pepe Arévalo y sus Mulatos; “Besos callejeros” de Víctor Cordero, interpretada por las hnas. Hernández; “Cartas marcadas” de Chucho Monge e “Hipócrita” de Carlos Crespo, interpretadas por las hnas. Gómez; “El relicario” de Oliverso-Padilla, interpretada por la Gran Banda Taurina; “Perfume de gardenias” de Rafael Hernández, interpretada por la Sonora Santanera y “La leyenda del beso”, interpretada por Los Churumbeles de España. Dirección artística: Kleomenes Stamatiades. Construcción de decorados (escenografía): Kleomenes Stamatiades. Vestuario: Kleomenes Stamatiades. Ayudante de dirección: Francisco Guerrero.

Estudios de rodaje: América, y locaciones en Bernal, Querétaro. Laboratorios: América. Duración: 110 min. Estreno: México, 28 de abril de 1978. Calificación: C.

Premios: En 1978: Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de San Sebastián, España; Premio Ariel a: Mejor Película (CONACITE Dos), Actor (Roberto Cobo), Coactuación Femenina (Lucha Villa), Coactuación Masculina (Gonzalo Vega), y nominada en las categorías de: Dirección, Guion (ambas Arturo Ripstein), Escenografía (Kleomenes Stamatiades) y Coactuación Femenina (Ana Martín). En 1979: Diosas de Plata por: Mejor Película, Dirección, Actor (Roberto Cobo) y Fotografía (Miguel Garzón).