VÉJAR CERVANTES, SERGIO

Operador de cámara, director, guionista y director de fotografía. Se muda a la Ciudad de México para concluir sus estudios de primaria en la escuela Benito Juárez. Interesado siempre por la fotografía, a los 14 años su hermano, el cineasta Carlos Véjar, lo invita a los sets de filmación, donde nace su inquietud por la dirección de cine. A fines de los años cuarenta se integra al Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC) y participa en más de 140 cintas, primero como alumbrador y después como operador de cámara y asistente de los más importantes fotógrafos de películas dirigidas por Juan Bustillo Oro, Julio Bracho, Alejandro Galindo, Gilberto Gazcón, Roberto Gavaldón, Juan Orol y Luis Buñuel, entre otros.

En 1960 debuta como director de fotografía en las dos primeras películas del gobierno revolucionario cubano, Cuba baila/Julio García Espinosa e Historias de la Revolución/Tomás Gutiérrez Alea, que le brindan la oportunidad de convivir con el “Che” Guevara, Camilo Cienfuegos y Fidel Castro.

Sin embargo, como realizador se inicia con Sanseacabó/1953, corto que gana ese año el premio a Mejor Director en el I Concurso Experimental de Cortometraje, y después dirige Volantín/1961, largometraje experimental independiente que recibe el premio a Mejor Dirección en el Festival Cinematográfico de Moscú en 1962. Historia que se desarrolla en un parque de diversiones, con carpas y un circo de tercera categoría, donde hay un romance entre la hija del dueño y un artista del circo. Con Susana Alexander, Luis Bayardo, Alejandro Parodi y Carlos Riquelme.

Sergio Véjar debuta formalmente en la industria con Los signos del Zodiaco/1962, adaptación de Emilio Carballido sobre la obra de teatro homónima de Sergio Magaña, quien se encarga del argumento. Cuenta la vida de los habitantes de una vecindad de la Ciudad de México en 1944 y los problemas que enfrentan debido a un entorno social adverso. Con Kitty de Hoyos, Angélica María, Pilar Souza, Blanca de Castrejón, Socorro Avelar, Ángeles Marrufo, César Castro, Enrique Aguilar, Javier Marc y Cecilia Leger, entre otros. Continúa con Las Troyanas/1963, bajo un guion propio, basado en la tragedia de Eurípides, con fotografía en blanco y negro y la edición de Carlos Savage. Vencida Troya, luego de la guerra causado por los amores entre Helena y Paris, la reina Hécuba y las mujeres que la rodean se lamentan y se preguntan cuál será su suerte. Con Ofelia Guilmáin, Carmen Montejo, Erna Martha Bauman, Beatriz Sheridan, Antonio Medellín, Enrique Lizalde y Enrique Aguilar, entre otros.

Entre sus 40 películas dirigidas destaca: Solo de noche vienes/1965, una producción entre México y El Salvador. Argumento original de Elena Garro, que adapta con Manuel Zeceña y el mismo Sergio Véjar. Drama en el que Andrés Vallarta (Julio Alemán), un turista mexicano, de visita en Guatemala y El Salvador durante las procesiones de la Semana Santa, conoce a Remedios (Elsa Aguirre): mujer casada, de la alta sociedad, con quien inicia una relación apasionada; ella le da un nombre falso, con objeto de que ignore su identidad. Amorío que tendrá un final fatal. Complementan el reparto Regina Torné, Rodolfo Landa, Herbert Meneses y Cosmo Alessio. Se filma en Guatemala y El Salvador a partir del 9 de abril de 1965 y se estrena el 25 de agosto de 1966 en el cine Variedades con clasificación C, con permanencia de seis semanas.

La muerte es puntual/1965, con argumento y adaptación de Juan Obón, Luis Manrique y Manuel Canseco N. y edición de Carlos Savage. Una producción de Alfredo Ripstein Jr. sobre varias historias trágicas entrelazadas, como la de un grupo de vándalos que persiguen, acorralan y asesinan a varios hombres, o una mujer que cae en las garras de la delincuencia, el vicio y la abandona el marido. Con Maricruz Olivier, Alfredo Leal, Evita Muñoz “Chachita”, Héctor Lechuga, Tito Junco, Eric del Castillo, Ana Martín, Gloria Marín, Enrique Rocha y Juan Ferrara, entre otros, y la actuación especial de Yolanda Montes “Tongolele” y Los Monjes.

Sergio Véjar dirige la controvertida película: Las mariposas disecadas/1977, bajo un argumento propio que trabaja con Eduardo Luján, producida por Conacite Dos. La cinta aborda el tema de la atracción hacia los niños y jóvenes, de una afamada escultora de edad madura (Silvia Pinal), que vive en una gran mansión, acompañada de su sirvienta. Con mala suerte en el terreno sentimental, desarrolla una enfermiza y psicópata obsesión por los niños y las esculturas, que la hace llegar al crimen y disecar los cuerpos de estos. Ese mismo año continúa con La casa del pelícano/1977 sobre la pieza “Nilo mi hijo” de Antonio González Caballero, guion que escribe Jorge Patiño, melodrama que narra la historia de Margarita (Jacqueline Andere), una maestra escolar que da a luz a un niño (Enrique Álvarez Félix), resultado de una violación, perpetrada por un retrasado mental. Educa y cría a su hijo alejado de la gente en una casa junto al mar en Veracruz. Convertido en todo un hombre, le es imposible controlar la vida de él; antes que permitir que la abandone, lo mata. Se agregan al reparto: Isabela Corona, Rosa Furman, Carlos Agosti, Mónica Prado, Federico Falcón, Daniela Romo y Marta Zamora, entre otros.

En la década de los ochenta, cuando la industria del cine sufre una drástica reducción del apoyo estatal, dirige Mamá… soy Paquito/1981, con Blanca Guerra, Adalberto Martínez “Resortes”, Paquito Cuevas y Frank Moro, entre otros, y la cintas juveniles y musicales Coqueta/1984 y Delincuente/1985, protagonizadas por Pedro Fernández y Lucerito; así como La jaula de oro/1987, trabajo por el que es nominado al premio Ariel a Mejor Director (1989). Continúa La puerta negra/1988 con el grupo musical Los Tigres del Norte.

Es secretario general del STPC (1977-1986), cargo donde lucha por la apertura del sindicato a nuevos miembros. Ocupa varios cargos en la Sociedad Mexicana de Directores-Realizadores de Obras Audiovisuales (1977), al igual que en el Comité Central del STPC, donde inicia su labor en 1999. A partir de 1989 combina sus trabajos como director en formato 16mm, con títulos como Ni parientes somos o Traición.

Después de dirigir su última película en 35mm, El ganador/1990, orienta su carrera a la industria del videohome, para la que dirige numerosos títulos en 16mm, siendo el primero Esa mujer me vuelve loco/1990 y Se declara asesina/2000.

En 2000, es postulado al Ariel en la categoría de Mejor Guion Adaptado por El último profeta/Juan Antonio de la Riva 1998.

¿Qué es lo que más le ha dejado el cine?

SV.- Amigos. Verlos como se van desarrollando. A mí cada vez que nace un nuevo director me da mucho gusto y quisiera ser amigo de él, me encanta que salgan nuevos directores, nuevos fotógrafos, nuevos ingenieros de sonido, porque pienso que ellos pueden seguir luchando por lo que necesitamos y por la libertad de expresión que es tan importante. Que sepan expresarse, que tengan qué decir, que no le tengan miedo a nada, que su idea la lleguen a realizar y la puedan hacer. Esto es importante para que este cine no se muera y siga de frente. Por esto siento gran satisfacción ver que hay gente nueva que viene con mucho empeño a decir la verdad sobre nuestros problemas, y nuestras angustias y alegrías.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Marco Antonio Salgado, 10/08/2000)