SALVADOR, JAIME (nombre verdadero, Jaume Salvador i Valls)

Guionista y director. Al concluir sus estudios universitarios en París, funda una empresa importadora, trabaja en los estudios de Joinville y compra películas europeas para su distribución en América Latina. Participa en la cinta española Mercedes/José María Castellví 1932. Al desatarse la guerra civil española, viaja a Hollywood donde concluye su formación como cineasta y debuta formalmente en 1938 con la dirección de Castillos en el aire, comedia romántica hablada en español. Durante 1939 dirige en La Habana cuatro cintas: Estampas habaneras, con el comediante Carlos López “Chaflán”, La última melodía, Mi tía de América y Cancionero cubano.

Invitado por Santiago Reachi y Mario Moreno “Cantinflas”, ese mismo año llega a México contratado como argumentista del comediante, para quien escribe y adapta 27 guiones, entre ellos Ni sangre ni arena/Alejandro Galindo 1941, y las dirigidas por Miguel M. Delgado: El circo/1942, ¡A volar joven!/1947, El bombero atómico/1950, El bolero de Raquel/1956 y El analfabeto/1960, entre otras, hasta 1970 con El profe.

Su primera incursión en el cine mexicano es con la dirección de El jorobado (Enrique de Lagardère)/1943 sobre la novela homónima de capa y espada de Paul Féval, adaptación que realiza Jaime Salvador con Óscar Dancigers, que cuenta con la fotografía de Alex Phillips. Historia que se desarrolla en la Francia del siglo XVIII: el espadachín Enrique de Lagardère (Jorge Negrete) huye en brazos con Aurora (Gloria Marín), la hija recién nacida del duque de Nevers, asesinado a traición y casado en secreto con Aurora madre (Adriana Lamar), hija del marqués de Cailloux; diecisiete años después, Enrique de Lagardère se hace pasar como sirviente jorobado del príncipe para reunir a Aurora con su madre y poder cumplir la venganza que le había prometido a Nevers, asesinado por Gonzaga (Ernesto Alonso). Complementan el reparto Andrés Soler, Luis G. Barreiro, Miguel A. Ferriz, Ángel Garasa y Alfonso Corona Blake, entre muchos otros. A partir de entonces realiza una abundante carrera en la que aborda, de manera más bien rutinaria, toda clase de temas y géneros. Se casa con la actriz jalisciense Alicia Ravel, a quien conoce durante el rodaje de El nieto del Zorro/1947.

Entre sus cintas más conocidas están: Escuadrón 201/1945, referida a los aviadores mexicanos que combaten en el frente del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial; un argumento original del propio Jaime Salvador y de Luis G. Manjarrez, con música de Manuel Esperón. Historia de ficción que transcurre en el campo, donde dos hermanos, uno que acaba de terminar el bachillerato y otro que anuncia su compromiso de boda, deciden ingresar a la escuela de aviación para su formación militar luego de que el presidente municipal lee un telegrama en el que se anuncia que México está en guerra. Protagonizada por Domingo Soler, Ángel Garasa y Sara García, acompañados de Gloria Aguiar, Louise Burnett, Fernando Fernández, Rubén Rojo, Carlos Orellana, Jorge Ancira y Jorge Mondragón, entre otros. Al inicio de la película, se destaca en los créditos: “Un homenaje al Glorioso Escuadrón Mexicano de Pelea 201, a la Fuerza Aérea Mexicana, un recuerdo póstumo a los que ofrendaron sus vidas en aras de los más altos ideales y un mensaje a la humanidad”. El director muestra en la cinta el valor de la educación, el amor por la familia y la defensa del país. Entre las locaciones se utilizó una base militar de la Fuerza Aérea Mexicana en el puerto de Veracruz.

El melodrama cabaretil La Venus de fuego/1948 con Meche Barba, Fernando Fernández, Víctor Manuel Mendoza y Rafael Alcayde, en el que Luis se enamora de la bailarina Venus, motivo por el que se ve involucrado en un intento de robo en la compañía exportadora de perlas en la que trabaja. Se filma en los Estudios Churubusco a partir del 29 de marzo de 1948 con un costo aproximado a los 300 mil pesos.

Una mujer sin destino/1950, bajo una adaptación propia, basada en la novela homónima de Leandro Blanco, melodrama en que el pintor Julio (Víctor Junco) viaja a París con su esposa Soledad (Marga López) y su amigo Pedro (Emilio Brillas); allá, la mexicana Esperanza (Guillermina Grin) le sirve de inspiración para un cuadro, provocando reacciones patológicas en Soledad. Ante el inminente estallido de la guerra, Julio regresa a México, ahora convertido en padre, pero no logra triunfar. Esperanza reaparece en su vida, la vuelve a pintar y Soledad destroza el cuadro. Es internada en un hospital para enfermos mentales, mientras que Julio decide divorciarse. Restablecida gracias al doctor Salinas (Domingo Soler), regresa a su casa para enterarse que Julio y Esperanza se han casado. Finge nuevamente estar loca, para que su hijo pueda quedarse con la pareja y ser feliz.

Jaime Salvador dirige las tres primeras comedias de Adalberto Martínez “Resortes” realizadas entre 1946 y 1947; así como El moderno Barbazul/1946, filme sin éxito en el que participa el comediante norteamericano en plena decadencia Buster Keaton; y la serie de aventuras rancheras en 1954 y 1955 con Antonio Aguilar, que se inicia con El Rayo justiciero, un drama western, en el que la dueña de una cantina (Elda Peralta) y sus cómplices tratan de apoderarse de una mina de oro, pero su plan es frustrado por el Rayo justiciero. Una producción de Rodolfo Rosas Priego.

Continúa con El hombre que quiso ser pobre/1955, historia en la que Jorge Deval, un hombre millonario (Armando Calvo), se queda pobre, y ayudado por Sebastián Velarde (Domingo Soler) que le da hospitalidad, gana una gran suma de dinero en la Lotería. Molesto por la situación, lo invierte con el propósito de perderlo todo; contrariamente se multiplica. Con la ayuda de su amigo Sebastián, dona todo a obras de caridad, entre ellos el proyecto de un periodista (Tomás Perrín) a favor de niños pobres. En ese transcurso, Jorge Deval conoce a la joven Elena (Carmelita González) de la que se enamora y con quien encuentra la felicidad.

Es director habitual de los cómicos provenientes de la televisión “Viruta y Capulina” a partir de su debut en el cine con Se los chupó la bruja/1957 y también dirige series en los Estudios América. Después de 94 películas, la mayoría escritas por él, enfermo se retira de la dirección con Minifaldas con espuelas/1968. Imposibilitado para seguir dirigiendo continúa escribiendo hasta su muerte tanto para el cine como la televisión.

¿En la dirección, cómo era Jaime Salvador?

AR.- Era muy exigente en cuestión de que tenían los actores ya que saberse su papel, le molestaba mucho que fueran a aprendérselo ahí… trabajaba muy rápido porque él ya llevaba, en la mente, donde quería la cámara, donde quería los actores, se sabía el libreto de pe a pa, no le podían cambiar una palabra porque decía “le cambiaste”. Era una gente que por eso hacía las películas rápido porque no iba a ver dónde pongo la cámara, qué hago, cómo voy a hacer, en la noche él visualizaba todo su argumento, qué iba a tomar, donde lo quería y llegaba y decía: “aquí quiero esto, aquí quiero aquello, aquí quiero los actores, quiero que vean hacia allá, quiero que tomen esto de allá hacia acá, en fin, ya él sabía como quería sus cosas”.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, “Entrevista con Alicia Ravel viuda de J. Salvador y Alicia Salvador hija del director”, Mónica García Ramírez, 31/01/2000)