MISTRAL, JORGE (nombre verdadero, Modesto Llosas Rosell)

Actor, director. Jorge Mistral se inicia como actor de teatro. Debuta en cine con La llamada del mar/Josep Gaspar 1944 y se convierte en uno de los galanes más importantes del cine español, debido a su aspecto viril, cabello ensortijado y labios sensuales, atributos muy apreciados en aquella época. Contratado en exclusiva por CIFESA, actúa en filmes como La gitana y el rey/Manuel G. Bengoa 1945, Misión blanca/Juan de Orduña 1946, La dama del armiño/Eusebio Fernández Ardavín 1947, Locura de amor/Juan de Orduña 1948, La duquesa de Benamejí/Luis Lucía 1949 y Pequeñeces/Juan de Orduña 1950.

Jorge Mistral rompe con CIFESA y llega a México para continuar en el cine, una carrera que incluye 80 cintas, al lado de actores como Dolores del Río, Arturo Soto Rangel, Gloria Marín, Ernesto Alonso, Lilia Prado, Miroslava, María Félix, Silvia Pinal, Marga López, Elsa Aguirre y Emilia Guiú, entre muchos otros.

Dirige en 1964 dos coproducciones México-Puerto Rico, ambas filmadas en la isla caribeña: La fiebre del deseo, en la que actúa al lado de Kitty de Hoyos y Marta Romero, melodrama sobre el amor entre un hombre y una mujer de diferentes clases sociales, con la fotografía de Alex Phillips Jr.. La cinta se estrena con clasificación C en el cine Orfeón, donde permanece una semana. La piel desnuda, su segunda dirección, tiene gran aceptación en México, permaneciendo siete semanas en el cine Prado a partir del 30 de julio de 1966, en clasificación C, filme que cuenta con las actuaciones de la argentina Libertad Leblanc, el mismo Jorge Mistral, Marta Romero, Miguel Ángel Álvarez “El Men” y Mona Marta.

Continúa como actor en producciones italianas, y francesas. En México participa al final de su carrera en Las puertas del paraíso/Salomón Laiter 1970 y La invasión de los muertos/René Cardona 1971. Inmerso en una crisis profesional y personal debido a una enfermedad terminal, se suicida.

“Lo mismo que la primera, La fiebre del deseo/1964, el español Jorge Mistral dirigió en Puerto Rico su segunda película, La piel desnuda, sin duda la de la argentina Libertad Leblanc, y debió ser mostrada en forma suficiente para mantener a la cinta siete semanas en su pequeña sala capitalina de estreno [Cine Prado], especialista por la época en cine para voyeurs.”

(Historia documental del cine mexicano, Emilio García Riera, Vol. 12, 1964-1965, p. 140)