MÉNDEZ GARCÍA, FERNANDO ANTONIO

Director, argumentista, guionista, maquillista, sonidista y productor. Sobrino del cineasta zamorano Francisco García Urbizu. Llega a la capital del país en 1918 para ingresar al Colegio Marista Francés. Posteriormente cursa la secundaria en el Colegio Morelos y estudia pintura en la Academia de San Carlos. En 1925 regresa a su tierra natal y en 1929 se marcha a Estados Unidos para contactarse, en Los Angeles, con su primo Pedro García Verduzco, hijo del también cineasta Pedro García Urbizu.

En 1931, ya instalado en el país vecino, funge como productor, argumentista y sonidista del largometraje Contrabando, mismo que dirige su primo Alberto Méndez Bernal en la versión castellana. Su incursión cinematográfica en Hollywood se concreta a las labores de maquillista, adaptador y sonidista del productor y director estadounidense Dwain Esper en las cintas Maniac/1934 y Marijuana, Weed with Roots in Hell/1936.

Regresa a México en 1936 y se involucra en el cine como guionista de Gabriel Soria en ¡Ora Ponciano! y El superloco/Juan José Segura 1936. En 1939, debuta en la dirección con el mediometraje La Reina de México, sobre un tema de la Virgen de Guadalupe. Su primer largometraje es Allá en el bajío/1941, melodrama ranchero de aventura estelarizado por Raúl de Anda, Pedro Armendáriz, María Luisa Zea, Tito Junco y Miguel Inclán, entre otros. La extensa trayectoria cinematográfica de Fernando Méndez se compone de 39 largometrajes, excluyendo guiones y argumentos que realiza para diversos directores.

Filma, la que en un inicio se pensó como la primera cinta de una serie, Calaveras del terror/1943, que termina exhibiéndose como una sola película y que para la televisión se divide en dos. Historia que sigue a Rolando (Pedro Armendáriz), Juan (Crox Alvarado), El Mozo (Adalberto Gutiérrez) y El Chicote (Armando Soto la Marina) que juran vengar la muerte de sus padres después de ser emboscados por El Cuervo (Tito Junco), quien a su vez esclaviza a mineros.

Fernando Méndez alterna su trabajo de dirección con el de argumentista y guionista. Incursiona en géneros como la comedia urbana, melodrama ranchero y el cine de aventuras, pero es el western, el cine de barrio y de horror donde destaca su trabajo fílmico. Su facilidad para abordar temas populares lo lleva en 1950 a El Suavecito, fiel retrato de los ambientes de arrabal, protagonizada por Víctor Parra en el papel de El Suavecito, padrote, tramposo en el juego y golpeador, quien al final se reivindica. En 1954 basada en una radionovela cubana, filma los westerns Los tres Villalobos y La venganza de los Villalobos, cinta clásica de este género donde los protagonistas, Joaquín Cordero, Freddy Fernández y Raúl Luzardo, buscan venganza, con persecuciones, cabalgatas y tiroteos; también actúan Evangelina Elizondo, Alejandro Parodi, Víctor Parra y Arturo Martínez.

En su larga filmografía, Fernando Méndez sólo obtiene dos nominaciones al premio Ariel: la primera por As negro/1953 en la categoría de Mejor Actuación Infantil para el niño Jaime González Quiñones en 1955 y la segunda Fugitivos/1955 por Mejor Argumento Original para Valentín Gazcón en 1956.

En 1957 dirige para televisión, el mediometraje Asignamiento México, del que se desconoce su paradero. Ese mismo año, con El vampiro y su secuela: El ataúd del vampiro, obtiene gran reconocimiento nacional e internacional, ya que ambas son consideradas como logrados ejemplos del cine de horror que aborda el mito del Conde Drácula, sobre todo por la solvencia técnica y la efectiva adaptación de la historia al medio rural mexicano, cualidades que destaca el cineasta y crítico Francois Trauffat en un ensayo que publica en la revista francesa “Cahiers du Cinéma”. Encabezan los repartos: Abel Salazar, Ariadne Welter y Germán Robles (como el vampiro), entre otros.

Además de El vampiro/1957, entre las cintas más taquilleras que realiza Fernando Méndez se cuentan: La locura del rock’n roll/1956, bajo un argumento de José Luis Celis, adaptado por Pancho Córdova, la cinta es una comedia musical en la que cinco parejas de novios o en camino de serlo, todos estudiantes universitarios crean una orquesta, sin embargo los conflictos se inician cuando deciden separarse para tocar por un lado las mujeres y por otro lado los hombres, figuran en el reparto: Lilia Prado, Evita Muñoz, Lilia Guízar, Gloria Ríos, Otilia Larrañaga, Juan García Esquivel, Alfonso Arau, Sergio Corona y Ricardo Sánchez de la Barquera, entre otros; Señoritas/1958, consta de cuatro melodramas de jóvenes mujeres de clases sociales distintas, un cine urbano en el que Fernando Méndez recorre con su cámara la ciudad y recrea con eficacia el temblor del 29 de julio de 1957 en la Ciudad de México, en el que llevan los papeles principales: Christiane Martel, Ana Bertha Lepe, Sonia Furió y Mapita Cortés; El cofre del pirata/1958, comedia de aventuras, piratas y la búsqueda de un tesoro, con Germán Valdés “Tin Tan”. Dirige su última cinta, Mujeres engañadas/1960, drama en el que una madre sin recursos para mantener a sus hijas trillizas, las abandona. Separadas, sus vidas toman rumbos distintos hasta que la adversidad vuelve a unirlas. Estelarizan el filme: Luz María Aguilar, Rosita Arenas y Marina Camacho.

Continúa dentro de la industria, como guionista y argumentista. Debido a problemas de salud, Fernando Méndez se deslinda por completo del séptimo arte en 1966, refugiándose en su hobbie preferido: la jardinería. La trascendencia del cineasta se comprueba en los artículos publicados en las revistas extranjeras especializadas en cine fantástico y de terror como “Monster International”, “Famous Monsters Filmland”, “Fatal Visions”, y “Splating Imagem”.

Durante su trayectoria no se le otorga ningún reconocimiento oficial, sin embargo tras su muerte se organizan varios homenajes retrospectivos en la Cineteca Nacional y el extranjero. En 1988 la cinta El vampiro forma parte de la XXXVI edición del Festival de San Sebastián, en el ciclo ABC de América Latina, así como en 1991 de la Muestra “Mad Mex” del XXIV Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, España. En Francia la cinta se presenta dentro de la gran retrospectiva de cine mexicano exhibida en el Centro Georges Pompidou de París 1992-1993 y en el breve ciclo de vampiros mexicanos del XII Festival Internacional de Cine de Amiens 1992.

“Indudablemente, Fernando Méndez es uno de los más dotados cultivadores del cine de barrio. Tenía la capacidad de lo popular de Alejandro Galindo, el ritmo norteamericano de Alberto Gout y un sentido de la violencia muy parco. El Suavecito es, ante todo, una de las pocas películas antológicas que se han hecho en México.”

(Jorge Ayala Blanco, citado por Emilio García Riera en Historia documental del cine mexicano, en Fernando Méndez de Eduardo de la Vega Alfaro, p. 156)

“Méndez es quizá, en el cine mexicano, el único cultivador de un género que ha tenido resonancia más allá de las fronteras del país. Así, una parte de la crítica francesa, especializada en el cine fantástico y de horror, descubrió con entusiasmo delirante algunos filmes de este modesto artesano que antes se había dedicado al western subdesarrollado. Los maniáticos redactores de Midi Minuit Fantastique citan con frecuencia al que consideran como el maestro de una supuesta gran escuela de horror mexicano, dentro de la cual toman en cuenta incluso filmes del Santo (…).”

(El Heraldo de México, 11/04/1971, en Fernando Méndez, de Eduardo de la Vega Alfaro, p. 200)