Poeta, dramaturgo, político, abogado, dialoguista, argumentista y director. Estudia en el Seminario Conciliar Universitario de México y en el Colegio Católico de San Ildefonso. Antonio Mediz Bolio termina la carrera de Leyes en la Facultad de Jurisprudencia del Estado de Yucatán en 1907, graduándose con la tesis “El derecho de huelga”.
Desde muy joven se dedica a la literatura publicando sus primeras obras en la revista yucateca “Pimienta y Mostaza”. Perseguido por el dictador Victoriano Huerta debido a su filiación maderista, vive un tiempo en La Habana. Posteriormente llega a ser diputado del Congreso de la Unión y diplomático entre 1919 y 1932. Es ampliamente reconocido por su obra “La tierra del faisán y del venado”/1922, que difunde los valores y bellezas de Yucatán y resume sus conocimientos del pueblo maya, mismos que también se hacen patentes en la traducción y comentario del “Chilam Balam de Chumayel”.
Su vena política incorpora a Antonio Mediz Bolio a la industria cinematográfica en 1936 como dialoguista de Judas/Manuel R. Ojeda, producción financiada por el Partido Nacional Revolucionario. Es narrador del corto documental Viaje al sureste/Humberto Ruiz Sandoval 1936, sobre una excursión a las zonas arqueológicas de Uxmal y Chichén Itzá, realizado por un grupo de diplomáticos extranjeros encabezados por el Subsecretario de Relaciones Exteriores, José Ángel Ceniceros. Poco después, es el argumentista y dialoguista de La noche de los mayas/Chano Urueta 1939, prestigiosa cinta de tema indigenista donde construye en castellano diálogos conforme a la gramática maya. Es responsable de los diálogos de Mi madrecita/Francisco Elías 1940.
Su única película como director es El amor de los amores/1944 adaptación de la novela escrita en 1911, por el español oriundo de Málaga, Ricardo León, bibliotecario perpetuo de la Real Academia de la Lengua Española, institución que premia su obra. La cinta es un melodrama situado en el siglo XIX, en el que Felipe (Juan José Martínez Casado) seduce a Juana (Milisa Sierra) esposa de Fernando (Miguel Arenas) un hacendado ciego que le ha dado refugio y asilo, historia con desenlaces fatales, con excepción de Fernando, quien se redime volviéndose monje peregrino. Una adaptación que enfrenta las situaciones y valores totalmente caducos del libro. Filmada totalmente en los Estudios Azteca, en febrero de 1944, se estrena en mayo del mismo año, en el Palacio Chino, donde permanece tres semanas en cartelera.
En los conflictos sindicales de 1945, Antonio Mediz Bolio participa como Primer Secretario del Interior del naciente STPC. Sus últimas intervenciones en la industria son el argumento de La selva de fuego/Fernando de Fuentes 1945 y los diálogos de Deseada/Roberto Gavaldón 1950, película-homenaje al estado de Yucatán. Muere dejando inconclusa la “Historia de las revoluciones de Yucatán”. En 1961 se filma una nueva versión de El amor de los amores, coproducción hispano mexicana del madrileño Juan de Orduña con Arturo de Córdova, Emma Penella y Jorge Mistral.
“Me habló de lo que para él es un director; de la responsabilidad que trae en sí ese trabajo y de sus esperanzas en el cine. Me contó de sus nuevos argumentos y todas las posibilidades que encierra nuestra industria tan joven y pujante. Y antes de despedirme, me pidió llevase hasta los lectores de nuestro periódico este mensaje: En El amor de los amores puse –me dijo Mediz–, no sólo todo mi cariño y mi responsabilidad, sino también mi prestigio de escritor; ya que en la historia va el nombre de uno de los más grandes estilistas españoles.”
(Cinema Reporter, “Antonio Mediz Bolio”, Mario Zavala T., 03/1944)
En su natal Yucatán, Antonio Mediz Bolio escribe las obras de teatro “Mirza”/1910, “El marquesito enamorado”/1916, “Vientos de montaña”/1908 y “La ola”/1918. Ya en México, y tiempo después, es autor de la pieza “Cenizas que arden”/1950. Como diplomático en representación del gobierno mexicano, ocupa el cargo de primer secretario en diversos países como: España (1919-1921), Suecia (1923-1924), Argentina (1921-1922), Colombia (1921) y es embajador en Costa Rica. En los últimos años de su vida ocupa el cargo de senador.
Seguramente facilitan su ingreso al cine sus relaciones con el también diplomático y dramaturgo Gustavo Villatoro argumentista de Judas/1936, su hermano el productor Alfredo Villatoro y Carlos Villatoro, protagonista. Es miembro de la Academia de la Lengua desde 1930.
Los restos mortales de Antonio Mediz Bolio descansan en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca del Cementerio General, a donde son trasladados en el marco del 50 aniversario de su muerte.
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