MARTÍN MÉNDEZ, JUAN CARLOS

Director, productor. Al terminar la preparatoria en México radica un año en París, donde toma cursos teóricos de cine documental con el cineasta, antropólogo y explorador Jean Rouch. Juan Carlos Martín vuelve a México e ingresa a estudiar Cine en el CCC, con la especialidad en Dirección (1985-1989); dirige en 16mm los cortometrajes Epílogo/1986 y Cumpleaños Feliz/1987. Se inicia como director de comerciales y videoclips, áreas en las que continúa a lo largo de su carrera. Es asistente de dirección entre otras películas de: Mentiras Piadosas/Arturo Ripstein 1987, Algunas nubes/Carlos García Agraz 1992 y Burbujas de amor/Felipe Cazals 1989.

Debuta en el largometraje con el documental en 35mm Gabriel Orozco/2002, en el que sigue al artista conceptual durante dos años (1998-2000), trabajo en el que se permea la personalidad de Orozco, quien poco a poco se descubre a través del proceso creativo de sus instalaciones, distintas piezas, y la preparación de algunas exposiciones tanto en Europa como en Estados Unidos. El filme recibe en el Festival de Cine Mexicano de Guadalajara 2002, el Mayahuel por Mejor Director, Película y Diseño Sonoro; y en 2003 el Ariel a Mejor Ópera Prima y Mejor Documental Iberoamericano en el Festival de Miami.

Juan Carlos Martín continúa con el cortometraje Casi nunca pasa nada/2005, proyecto que se consolida gracias al premio que recibe en el Festival de Expresión en Corto de Guanajuato 2003 y al apoyo del FICCO, realización basada en un capítulo del libro “Sobre héroes y tumbas” del escritor argentino Ernesto Sábato. Funda la productora de comerciales Catatonia Films, dos veces reconocida como Mejor Casa Productora de Iberoamérica y cuatro veces Mejor Casa Productora de México.

Dirige su ópera prima, la cinta de ficción 40 días/2008, sobre un argumento propio y de Pablo Soler Frost quien desarrolla el guion del road movie, en el que tres amigos mexicanos, dos hombres y una mujer (Andrés, El Pato y Ecuador) aburridos de la mortal inercia que rige su vida en la Ciudad de México, viajan en un mercedes convertible de México a Nueva York y de ahí a Tijuana, huyendo de sí mismos. Durante esos 40 días descubren que ese viaje aparentemente exterior, se convierte en realidad en un viaje hacia su propio interior. Protagonizan el filme Luisa Sáenz, Andrés Almeida y Héctor Arredondo. Una producción de Hidrógeno Films y FIDECINE, que tiene un costo de un millón de dólares. La película se filma en 16mm y 8mm, y se transfiere a 35mm; forma parte de la Sección Oficial del Festival Internacional de Guadalajara 2008; es distribuida en México por Artecinema y en Europa por la empresa francesa Celluloid Dreams.

Juan Carlos Martín continúa con la dirección de los cortometrajes: Graciela Iturbide/2008, que versa sobre el trabajo de la reconocida fotógrafa mexicana, un trabajo documental-experimental cuya duración es de seis minutos, en blanco y negro, acompañado del sonido atonal creado por Manuel Rocha Iturbide; Hilos y cables/2009 que se presenta en el FICM 2010, Háblame/2010, el largometraje documental Campo abierto/2012, registro del trabajo del artista Gabriel Orozco entre 2002 y 2012, en diez secuencias que muestran momentos relevantes de su vida, trabajo que participa en el FICM/2012, al que sigue el cortometraje La mujer de negro/2013. Continúa con su carrera como fotógrafo y productor.

Dirige alrededor de 1000 comerciales y 21 videoclips, entre los que sobresalen: “Hundido en un rincón” Maná 1996, MTV Award a Mejor Director; “Ya tus amigos” Víctimas del Doctor Cerebro 1996, MTV Award a Mejor Editor; “Love like a fountain” y “Dolphins were Monkeys” 1999 de Ian Brown cantante del grupo inglés The Stone Roses. Otros premios: The Moebius Advertaising Award 1999 a la Mejor Ejecución por el comercial “Antes y Después” de Chrysler; Golden Award Promax 2000 Mejor Imagen de Canal del Mundo por “Imagen de TV Azteca México”; Mejor Director y Mejor Videoclip Pantalla de Cristal, por el videoclip “Eternidad” de La Ley.

¿Por qué y cómo surge el interés en Gabriel Orozco?

JCM.- Íbamos en la misma escuela primaria, y siempre me llamó la atención que Gabriel era un niño diferente a los demás. Pensé que había algo que nos identificaba a los dos, por venir de lugares parecidos… como dice Oscar Wilde… “cuando un pintor hace el retrato de alguien, al fin se retrata un poco a sí mismo”. Gabriel era un vehículo para hacer un retrato de él y al mismo tiempo mío. Tenía muchas ganas de aprender de arte conceptual y quería viajar. Gabriel era el vehículo ideal para esto.

Sobre la realización de 40 días:

JCM.- Siempre fue una fantasía adolescente hacer ese viaje en carretera… estaba también un poco cansado de mi vida cotidiana, igual que los personajes, así que escribimos un guion en el que había una ruta trazada, pero muy abierto a la improvisación, al azar, y a los encuentros fortuitos. No conocíamos las locaciones donde íbamos a filmar, de México a Nueva York y de Nueva York a Tijuana, y nosotros como equipo de producción también iríamos cambiando y esto se permearía en la pantalla. Fue un viaje alucinante. Realizar un proyecto así requiere mucha concentración y mucha fe. Me interesaba una película de mexicanos en Estados Unidos, en este caso una historia con una reflexión interior que no estuviera condicionada por la necesidad económica, y que tuviera otros matices de la relación México-Estados Unidos. Hay muchas miradas en el cine norteamericano acerca de cómo somos, hay muy pocas que hablen de cómo los percibimos a ellos.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Perla Ciuk, 15/05/2008)