DE LAVILLETE, FRANCISCO

Fotógrafo, empresario, argumentista y director. Francisco de Lavillete o Francisco Lavillete posiblemente de origen francés, arriba a nuestro país a principios del siglo XX, y permanece activo como fotógrafo hasta el año de 1927, aproximadamente, dedicándose, entre otras cosas, a retratar a personalidades de la farándula.

Francisco de Lavillete fue gerente de la muy conocida y célebre Compañía Industrial Fotográfica (CIF), empresa que se interesa en la producción, explotación, reproducción, distribución y comercialización industrial de imágenes, principalmente en formato postal, que abordan los temas más variados, como paisajes, escenas costumbristas, divas, vedettes, actores y actrices de teatro, sitios arqueológicos y monumentos arquitectónicos, desnudos “artísticos”, poemas con fotografías de artistas o de temas alusivos, héroes y políticos del momento, tipos populares y vistas de ciudades mexicanas (panorámicas, interiores y detalles). La empresa brinda, además, servicios fotográficos a las órdenes de instancias públicas y de empresas y cuenta con un estudio para servicios particulares. La CIF, según algunos estudiosos, se funda hacia 1915 y permanece operando hasta aproximadamente el año de 1940. Es una de las empresas líderes en el ramo.

En 1919 Francisco de Lavillete decide emprender una nueva aventura empresarial y es el director artístico y argumentista del melodrama Dos corazones y de la comedia Una novia caprichosa, filmadas de manera casi simultánea, en los primeros meses de 1919. La primera, Dos corazones, es una adaptación de la novela romántica “Hélène et Mathilde”/1874 del francés Adolph Belot (1829-1890), con resultados muy pobres en taquilla y de crítica, a pesar de su estreno en siete importantes salas capitalinas, el 25 de septiembre de 1919. Cuenta en su reparto con actores reconocidos en la escena mexicana, como Consuelo Mayendía, Mimí Derba, Anita Ferrer, Cristóbal Sánchez del Pino, Leopoldo del Cerro, Enrique Cantalaúba y Julio Taboada. De Lavillete deja en manos del camarógrafo Ernesto Ramos la parte fotográfica, que es muy criticada por la prensa, que afirmó que la película carecía de primeros planos y que la mayoría de los cuadros disponía a los personajes en una misma y estática distancia; y que, además, privilegiaba el paisaje en detrimento de las personas.

La comedia romántica Una novia caprichosa, con Ricardo Beltri, Consuelo Mayendía, Cristóbal Sánchez del Pino y Alberto López, se estrena tres semanas después de la presentación de Dos corazones, en el mismo circuito de exhibición, el 15 de octubre de 2019. Fue anunciada como “primera comedia nacional” y como “comedia de risa loca” y, como en el caso de la primera, “se privilegia el paisaje y los planos generales en detrimento de la fluidez narrativa”.

“No con el fin de herir susceptibilidades, sino con la sana intención de ayudar en algo al progreso de la industria manufacturera de películas, y con ello al arte de producirlas buenas, nos permitimos hacer estas observaciones [sobre Dos corazones]: El operador le tuvo horror a los primeros términos y así, en la cinta, las escenas se desarrollan en segundos y terceros. De lamentarse es también que en la mayoría de los cuadros los personajes se mueven siempre a la misma distancia del aparato, tal como si éste estuviera clavado en un mismo sitio. Esto cansa a la vista y hace sumamente tediosa cualquier escena. Por último, el mismo operador se preocupó demasiado por los paisajes y olvidó lo principal: los personajes que en varias ocasiones aparecen borrosos, a tal grado, que se confunden sus caras, siendo difícil distinguirlos aun en paisajes que se desarrollan en interiores. Si las observaciones que hacemos pueden ser remediadas en futuras producciones, la nueva empresa de películas tendrá forzosamente que triunfar; es necesario que en México triunfe esa industria, que tantos miles de pesos produce en nuestro país para los extranjeros.”

(Excélsior, “Una Buena Película Nacional”, 26/09/1919, p. 7, en Archivo de Federico Dávalos Orozco y Esperanza Vázquez Bernal)