Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)

(Coordinación México, Perla Ciuk)

Sinopsis: La historia comienza en la tranquila ciudad de Chihuahua, donde Elena descubre la infidelidad de su madre con un amigo paterno. La madre huye. El padre no aguanta el peso del desamor y se suicida, quedando desamparada Elena, quien tras incontables trabajos en los que siempre intentan los hombres abusar de ella, se topa con su viejo conocido Lucio en Ciudad Juárez. Él la invita a un cabaret para emborracharla y ofrecerle un trabajo de secretaria con Rosaura. Ella acepta y es aceptada por Rosaura, la dueña del cabaret que utiliza como fachada para un burdel y para su lucrativo negocio de tratante de blancas. Elena, por completo narcotizada, ebria, despierta para descubrir que ha sido vendida su virginidad. Indignada, enfrenta a Rosaura, pero ésta la somete con ayuda del Rengo, el empleado mudo que navaja en mano impide rebeldías de las pupilas. Pronto Elena se convierte en la sensación del cabaret con sus bailes, aunque es muy agresiva con los clientes. A pesar de que lo desprecia, Lucio la continúa frecuentando. Un día él se la lleva del cabaret porque ella se pelea con Rosaura. Lucio planea asaltar una joyería. Uno de sus cómplices se arrepiente, el Rana. Sabiendo los problemas de Lucio con Rosaura, le vende el pitazo del asalto. Rosaura se lo informa a la policía. Lucio es detenido en flagrancia, muriendo su cómplice. Elena escapa por los pelos, ya que ella los esperaba afuera de la joyería. El Rana aprovecha la oportunidad para chantajear a Elena, quien se fuga a la Ciudad de México, donde triunfa como bailarina y se enamora de Mario, acaudalado y exitoso abogado joven de Guadalajara. La pide en matrimonio. Ella acepta. Al llegar a Guadalajara antes de la boda, Elena descubre con sorpresa que Rosaura es la madre de Mario; que lleva una doble vida. Cobra venganza humillándola todo lo que puede y coqueteando en su cara con el hermano de Mario. Incluso le pide a Mario que saque de prisión a Lucio. Informada que su madre agoniza en Ciudad Juárez, Elena regresa para verla aunque no la perdona en su lecho de muerte. El Rana, pendiente del regreso de Elena, intenta chantajearla de nuevo. El Rengo, enamorado en secreto de Elena, se lo impide provocando que el Rana muera al caerse de una cornisa. Elena regresa a su vida de bailarina con su apellido de casada. Mario la busca. Discute con ella. Elena lo lleva al cabaret-burdel para que descubra quién en realidad es su madre. Lucio se ha fugado y espera a Elena para ir a Estados Unidos. Mario, después del cabaret, desea hablar con Elena. Lucio interviene: deja inconsciente a Mario tras pelearse con él. Se lleva a fuerzas a Elena, sin saber que el Rengo la cuida desde la calle todas las noches. Elena aparentemente convence a Lucio que la deje ir, le da dinero y joyas. Lucio finge dejarla ir. Cuando quiere balearla por la espalda, una certera puñalada del Rengo acaba con él. A la distancia Rengo mira la reconciliación entre Elena y Mario, quien se topa con ella en la calle.

Sin duda este melodrama es una de las cumbres más barrocas del género. El argumento funciona con perfección. Es lo que importa: plasmar la abundancia de trama, peripecias, giros inesperados. Destaca la dirección de Alberto Gout, que supo imprimirle un medio tono, entre trágico y ligero, a una historia en apariencia demasiado sórdida, de inquietantes temáticas para el cine mexicano, como la infidelidad conyugal, la doble moral, la violación, la prostitución e incluso la redención en el submundo criminal-prostibulario por medio del amor, visto como lo único brillante entre brumas de pronunciadas sombras nocturnas.

Llama la atención en particular el uso de piezas musicales en plan de apuntes “biográficos” de Elena. En dos momentos el cantante Pedro Vargas interpreta la misma canción y en ambos el sentido es diferente para la sensacional Ninón Sevilla, a tono con la historia, actuando entre la inocencia y la malicia. Pero sobre todo, destaca el manejo de una realidad sobre el cabaret, excepcionalmente brutal y sincera para esos años. En esta historia destaca el manejo de todo el contexto (escenarios, canciones, vestuarios, situaciones, personajes secundarios), convertido en vanguardista estilización para lucimiento del fotógrafo Alex Phillips. El éxito de este filme, el equipo Álvaro Custodio-Alberto Gout-Ninón Sevilla lo intentó repetir con llamativos resultados en Sensualidad/1950 y Aventura en Río/1952. Éstas, junto con Aventurera, conforman una verdadera trilogía informal de melodramas exaltados y ultrabarrocos sobre las pulsiones del deseo, el amor, la venganza y sus consecuencias.

Ficha artística: Ninón Sevilla (Elena); Tito Junco (Lucio); Andrea Palma (Rosaura); Rubén Rojo (Mario); Miguel Inclán (el Rengo); Jorge Mondragón (Facundo), Maruja Griffel (Consuelo, madre de Elena), Luis López Somoza (el Rana), María Gentil Arcos (Petra), Miguel Manzano (ratero, cómplice de Lucio).

Ficha técnica: Productora: Producciones Calderón, México; Productores: Pedro y Guillermo Calderón; Gerente de producción: César Pérez Luis; Jefe de producción: Enrique Hernández; Guion: Alberto Gout; Adaptación: Álvaro Custodio y Carlos Sampelayo; Argumento: Álvaro Custodio; Fotografía: Alex Phillips (en blanco y negro); Operador: Rosalío Solano; Edición: Alfredo Rosas Priego; Música: Antonio Díaz Conde; Arreglos musicales:  Antonio Díaz Conde y Dámaso Pérez Prado; Canciones interpretadas por: Ninón Sevilla, Pedro Vargas, Ana María González, Los Panchos, Ray Montoya y su orquesta, y Los Ángeles del Infierno; Escenografía: Manuel Fontanals.

Estudios y laboratorios: Estudios Churubusco; Duración: 104 minutos; Estreno: Cine Mariscala, Ciudad de México, 18 de octubre de 1950.