Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)
(Coordinación México, Perla Ciuk)
Sinopsis: Una bala perdida en plena Revolución mexicana mata accidentalmente a la institutriz de Archibaldo de la Cruz, quien al crecer se convierte en un hombre rico y más bien ocioso, cuya esposa muere trágicamente. En un hospital al que acude por una crisis nerviosa, amenaza con agredir a una monja enfermera, quien al huir se mata. Archibaldo va voluntariamente ante un juez, a quien le confiesa sentirse asesino. Lo único que en realidad sucede es que cerca de él han tenido lugar las muertes de varias mujeres y eso lo ha llevado a imaginarse a sí mismo como su victimario. Conoce a Luvina, una modelo y guía de turistas. Sale varias veces con ella, compra un maniquí y le da la forma de aquella mujer; imagina que la estrangula e incinera. Ella le dice que se va, pues piensa casarse con su novio. Archibaldo quema el maniquí. Luego piensa casarse con una aristócrata venida a menos, sólo para matarla luego del matrimonio. Con sorna, el juez le asegura que nadie es criminal por el simple hecho de imaginar que lo es.
Basada -o, para ser más precisos, lo cual es importante por lo abajo señalado, inspirada- en la novela homónima del escritor mexicano Rodolfo Usigli, Ensayo de un crimen es uno de los filmes más perturbadores y, al mismo tiempo, uno de los más gozosos filmados por Buñuel. El tono impreso a la historia, una mezcla de ironía, drama e incluso tintes thrillerescos, dio como resultado un conjunto de notable complejidad psicológica.
Se hace hincapié en la condición de “inspirada en” la obra de Usigli debido a que éste, al ver la película terminada, presentó una queja formal ante el Sindicato de Guionistas Cinematográficos, en el sentido de que Buñuel había alterado el sentido original del texto, situación que él, Usigli, no estaba dispuesto a admitir y contra la cual incluso se había manifestado en desacuerdo desde el principio. Fue precisamente gracias a la leyenda “inspirada en” que el asunto no se convirtió en un asunto de mayores dimensiones.
Al igual que otras películas de Buñuel, ésta no tuvo una prolongada permanencia en cartelera, pues sólo permaneció dos semanas en exhibición tras su estreno. Para ello no fue óbice ni la presencia a la cabeza del reparto de un actor bien conocido y afamado en ese entonces, como lo era Ernesto Alonso, y ni siquiera la oportunidad mediática implicada en la súbita muerte, por suicidio, de la coprotagonista Miroslava. Ni siquiera la azarosa similitud entre los hechos reales y los ficticios -la incineración del maniquí con su imagen y la incineración de su cuerpo real, solicitada por ella de manera expresa-, alcanzaron para hacer viable comercialmente una propuesta fílmica de suyo compleja, si bien capaz, por razones de reparto e intención, de halagar a públicos más masivos.
De nueva cuenta, Buñuel retoma aquí varias de sus principales obsesiones: la ensoñación, es decir la vida que se vive imaginariamente; el sentido erótico y su estrecha relación con lo tanático, así como el peso de la culpa y las consecuencias de ésta en los actos cotidianos de una persona cualquiera, que pueden conducirla al desequilibrio psicológico y emocional. El personaje de Archibaldo es, en este sentido, uno de los más completos de la extensa galería “buñueliana”. Buena cantidad de escenas e incluso secuencias completas de esta cinta son referente diríase obligado en cualquier revisión del estilo autoral de Buñuel, lo mismo que fuente de citas y referencias visuales en cintas de realizadores que lo retoman, homenajeándolo; uno de ellos es Pedro Almodóvar, por sólo citar un caso contemporáneo.
Ficha artística: Ernesto Alonso (Archibaldo de la Cruz), Miroslava (Lavinia), Rita Macedo (Patricia Terrazas), Ariadne Welter (Carlota Cervantes), Rodolfo Landa (arquitecto Alejandro Rivas), Andrea Palma (señora Cervantes, madre de Carlota), José María Linares Rivas (Willy Corduran), Carlos Riquelme (comisario), Leonor Llausás (institutriz), Eva Calvo (madre de Archibaldo), Rafael Banquells Jr. (Archibaldo niño), Enrique Díaz Indiano (padre de Archibaldo).
Ficha técnica: Productora: Alianza Cinematográfica Mexicana, Alfonso Patiño Gómez. Productor ejecutivo: Roberto Figueroa. Jefe de producción: Armando Espinoza. Guion: Luis Buñuel y Eduardo Ugarte. Fotografía: Agustín Jiménez (blanco y negro). Cámara: Sergio Véjar. Montaje: Jorge Bustos, Luis Buñuel (sin crédito). Sonido: Rodolfo Benítez, Enrique Rodríguez y Ernesto Caballero. Música: Jorge Pérez Hernández. Construcción de decorados (escenografía): Jesús Bracho. Maquillaje: Sara Mateos. Ayudante de dirección: Luis Abadíe.
Estudios de rodaje: Clasa Films Mundiales y locaciones en Chapultepec, Coyoacán y otros barrios de Ciudad de México. Laboratorios: Clasa Films Mundiales. Duración: 89 min. Estreno: México, 19 de mayo de 1955. Calificación: C.
Premios: Premio Ariel (1956) por: Mejor Fotografía (Agustín Jiménez); nominada por: Mejor Película, Dirección. Guion Adaptado, Actor, Actuación Infantil, Coactuación Femenina y Edición.
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