Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)

(Coordinación México, Perla Ciuk)

Sinopsis: La primera escena de El Topo, muestra al protagonista -el propio Alejandro Jodorowsky-, un pistolero de sombrero, gabardina y botas de piel negra que avanza a caballo por el desierto, cubriéndose con un paraguas y llevando consigo a su pequeño hijo desnudo (Brontis Jodorowsky), a quien le comenta: “Ya tienes siete años. Ya eres un hombre. Entierra tu primer juguete y el retrato de tu madre”. Un brillante tema musical -omo toda la banda sonora compuesta por el propio Jodorowsky y Nacho Méndez Guiú-, da inicio a los créditos, al tiempo que una voz comenta: “El topo es un animal que cava galerías bajo la tierra, buscando el sol. A veces, su camino lo lleva a la superficie. Cuando ve el sol, se queda ciego…”.

Así arranca este extraño relato, plagado de imágenes de una impresionante belleza a cargo de Rafael Corkidi, en un filme inscrito dentro de la vertiente “pánica”, con elementos surrealistas y esotéricos, que Jodorowsky había fundado hacia 1962 en París, junto con los artistas y escritores, Fernando Arrabal y Roland Topor, centrada en tres elementos esenciales: terror, humor y simultaneidad. Es decir, la idea, era sacudir al espectador, con una suerte de nueva expresión artística, en la que el horror no descarta el humor y en la que se mezclan al mismo tiempo, tópicos aparentemente contradictorios: luz y sombra, belleza y fealdad, odio y amor, destrucción y construcción.

Luego de ese prólogo, El Topo, llega a un pueblo desolado y cubierto de muertos, hombres ahorcados y sangre que corre por paredes y por una suerte de charca. Un sobreviviente clama: “Mátenme por piedad”. Aquel, le da la pistola a su hijo para que lo mate. Después, se topan con unos bandoleros: uno se divierte cortando un plátano con un sable, otro más, forma con nueces el cuerpo de una mujer en la tierra agrietada y hace el intento de copular con ésta y el jefe (Alfonso Arau), lame zapatos de mujer. El Topo les da violenta muerte al trío y el jefe le confiesa que el responsable es El Coronel, junto con otros cinco hombres que se han ido a la Misión de unos Franciscanos. Este par de secuencias, ilustran muy bien la idea del cine “pánico”: de una escena terrible de sangre y brutalidad, se pasa a una de humor irónico y exaltado -música incluida- y se regresa de nuevo a una violencia exacerbada, para mostrar esta simultaneidad de la que hablaba la corriente pánica.

A partir de entonces, El Topo emprenderá un camino místico y de purificación, con la ayuda de cuatro maestros “del revólver” y una banda de enanos para convertirse en mimo-clown, cuyo hijo, convertido en hombre, buscará vengarlo, en uno de los filmes más insólitos y propositivos de nuestra cinematografía. El Topo, se exhibiría con media hora menos, misma, que la censura eliminó.

En el ocaso de la década de los sesenta, el polémico escritor y cineasta chileno afincado en México por esos años, Alejandro Jodorowsky, no sólo había causado uno de los mayores escándalos en nuestra cinematografía, sino que se había convertido en motivo de linchamiento cultural con su debut en la cinta independiente Fando y Lis/1967. Pese a ello, lograría concretar la que sería su primera cinta industrial: El Topo, una rareza que mezclaba el western budista-zen, con elementos “pánicos” y surrealistas y que llamaría poderosamente la atención del ex Beatle John Lennon, quien compraría los derechos de exhibición mundial.

La utilización de un puente colgante con más de 200 años de antigüedad, tres mil litros de sangre artificial para crear un pantano de sangre, los prismas basálticos cercanos a San Miguel Regla, o el desierto inclemente con temperaturas de 40 grados a la sombra, fueron algunos de los portentosos escenarios naturales y ficticios de un enrarecido paisaje rural, para crear un drama onírico, sensual, agresivo, violento y de una belleza que asusta e impresiona y que sirvió además, para potencializar la carrera de un gran veterano de la época de oro como David Silva, quien obtenía una nueva nominación al Ariel y que aceptaba con valentía un papel atípico a su carrera, el de un perverso coronel que acaba castrado.

Ficha artística: Alejandro Jodorowsky (El Topo), David Silva (El Coronel), Alfonso Arau (Bandido 1), Jacqueline Luis (enana), Mara Lorenzio (Mara), Federico González (El Gordo), José Antonio Alcaraz (Sheriff).

Ficha técnica: Productora: Producciones Panic, Moshe Rosemberg, Juan López Moctezuma y Alejandro Jodorowsky; Productor ejecutivo: Roberto Viskin; Argumento y Guion: Alejandro Jodorowsky; Fotografía: Rafael Corkidi (color); Montaje: Federico Landeros; Sonido: Gonzalo Gavira, Lilia Lupercio; Música: Nacho Méndez Guiú y Alejandro Jodorowsky; Escenografía: José Durán y José Luis Garduño; Estudios: América. Duración: 90 minutos.

Estreno: 15 de abril de 1971. Clasificación: C.

Premios: Premio Ariel a Mejor Fotografía, Edición y Escenografía.

Bibliografía:

Historia Documental del Cine Mexicano, Emilio García Riera.

Una mirada Insólita. Temas y géneros del cine mexicano, Rafael Aviña.

David Silva. Un campeón de mil rostros, Rafael Aviña.

La búsqueda del cine mexicano, Jorge Ayala Blanco.

RAFAEL AVIÑA