México y Argentina han tenido una estrecha relación cinematográfica, que data de los años 50. Producciones mexicanas en las que participaban guionistas, actores, actrices, músicos, productores argentinos y finalmente: directores. José María Fernández Unsaín es un buen ejemplo. Llega a México en 1958, donde radica hasta la fecha de su muerte, en 1997. Se inicia en la industria cinematográfica como argumentista y adaptador con el argumento de la película Sábado Negro/Miguel M. Delgado 1958. Cuenta aproximadamente con 243 escritos que se llevan a la pantalla grande. Debuta en la dirección cinematográfica con El mundo loco de los jóvenes/1966, filme tras el cual dirige otras 19 películas.

Otros realizadores argentinos que se quedaron a radicar en nuestro país, son Hugo Rodríguez, quien llega a México en 1981 con la intención de estudiar periodismo, y debuta como director con: En medio de la nada/1993. Debido a la dictadura argentina los padres de Carlos Marcovich director de ¿Quién diablos es Juliette?/1999, llegan con su familia a tierras mexicanas en 1976. Invitado por la ENAH-CNCA, para dirigir el Departamento de Medios Audiovisuales, llega en 1996 Fabián Hofman, director de Pachito Rex, me voy pero no del todo/2002 y Te extraño/2009. Anabel Caso directora de Trigal/2020, en 2003 después de dirigir una serie documental en México, decide quedarse durante algún tiempo, lapso que se transforma en 20 años de permanencia.

Hoy día sobresalen las participaciones de realizadores argentinos con probado éxito en su país e internacional en el género de la comedia romántica, como: Gabriela Tagliavini directora de las cintas mexicanas Ladies Night/2003 y Cómo cortar a tu patán/2017; y Ariel Winograd quien entre otras películas mexicanas, dirige la número uno en la taquilla nacional de 2022: ¿Y cómo es él? Recientemente se incorporan Lucía Puenzo con La caída/2022, y la coproducción Argentina-México-Estados Unidos, Cuando duerme conmigo/2022, ópera prima de Eduardo Román.