Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)
(Coordinación México, Perla Ciuk)
Sinopsis: Juan Vargas, antiguo encargado de un basurero, y viejo militante del Partido Revolucionario Institucional, es nombrado Presidente Municipal de San Pedro de los Saguaros, un pueblo sin electricidad, ni drenaje. Es el año de 1949 y el presidente Miguel Alemán Valdés anuncia que México ha llegado a la modernidad, inscribiéndose en un mundo de paz y justicia social. Este cambio debe ser representado por el improvisado político de buenas intenciones, las que se desvanecen ante el soborno de los habitantes. El gobernador López, su jefe inmediato, lo instruye en cuanto al uso de las leyes bajo el lema: “el que no tranza, no avanza” y lo equipa con un buen revólver. Su ambición política y avaricia crecen desmedidamente, al igual que los atropellos, extorsiones y crímenes que comete. A pesar de sus actos y a punto de ser linchado, llegará muy lejos en su carrera política.
La censura en el cine mexicano se divide sin duda, antes y después de La ley de Herodes. Las cintas críticas del gobierno, que anteceden a La ley de Herodes, en general narraban un hecho histórico o expresaban su posición política sin referencias partidistas, digamos que mostraban el crimen, pero no al culpable, o eran filmadas en su totalidad en planos secuencias para evitar la posibilidad de cortes, ya que de lo contrario nunca se hubieran exhibido, la censura era brutal: la película quedaba enlatada o volvía a la sala de edición. En 1998 llega La Ley de Herodes, filosa, directa y contundente en cuanto a corrupción en el partido gobernante, el Partido Revolucionario Institucional. Lo extraordinario es que vence al PRI, y se exhibe sin cortes, allanando el camino a futuras cintas como El crimen del Padre Amaro/Carlos Carrera 2002, crítica a la Iglesia; El violín/Francisco Vargas 2005, sobre el ejército; y Fraude: México 2006/Luis Mandoki 2007, testimonio de las elecciones 2006. Como nunca, la comunidad cinematográfica y los medios de comunicación se unieron en 1998 en contra de la evidente artimaña del IMCINE, para evitar la exhibición de La Ley de Herodes, una fábula política y despiadada sátira del PRI, irrisoriamente financiada en un 50 por ciento por el propio Estado. Es así que un gris administrador, Eduardo Amerena, entonces director del IMCINE, anuncia en el lV Festival de Cine Francés, llevado a cabo en Acapulco en noviembre de 1999, el retiro de La ley de Herodes, argumentando que el final había sido cambiado. Luis Estrada declara que Amerena estaba al tanto de todos los cambios y que por supuesto había visto el filme terminado. Ante la protesta de los actores de la película y la presión del público, la cinta se exhibe y el cineasta recibe numerosas proposiciones de distribuidoras y estudia las ofertas. Al mismo tiempo, el IMCINE socio mayoritario, propone la compra de la parte correspondiente al realizador. Las negociaciones no prosperan y el viernes 3 de diciembre el IMCINE estrena La ley de Herodes en dos salas y sin ninguna publicidad. El realizador convoca a una conferencia de prensa en el Palacio de Bellas Artes, apoyado por la actriz y diputada María Rojo. Se desata una fuerte y multitudinaria respuesta ante el impune sabadazo, presión que permite a Estrada rescatar el filme de las garras institucionales.
La ley de Herodes se estrena el 18/02/2000, distribuida por Artecinema con 250 copias y un fuerte dispositivo publicitario, cuatro meses antes de las elecciones presidenciales, en las que después de 70 años en el gobierno, pierde el PRI. El éxito en taquilla de la película mucho tuvo que ver con el revuelo que se armó, ya que atrapó al espectador dominguero, poco receptivo ante una película mexicana con algunas copias y sin gran publicidad. La ley de Herodes hace participe al auditorio de la importancia histórica del filme, cruel y divertido relato, vulgar y desparpajado conjunto de clichés, comentarios y chistes, que detonan numerosas y sabrosas carcajadas, ante el evidente retrato del deshonesto y sanguinario gobernante, encarnado magistralmente por Damián Alcázar. El partido oficial se presenta como una escuela nacional de corrupción, la cual se protege y cobija, asegurándose así la permanencia en el poder de la misma clase política, que sigue al pie de la letra el refrán popular de la ley de Herodes… o te chingas o te jodes. La crítica dio una gran bienvenida a la película en su discurso político, sin destacar la realización, la cual se mantiene en la narrativa tradicional de una comedia disfrutable.
Ficha artística: Damián Alcázar (Juan Vargas), Pedro Armendáriz Jr., (López), Leticia Huijara (Gloria), Alex Cox (gringo), Ernesto Gómez Cruz (gobernador), Juan Carlos Colombo (Ramírez), Delia Casanova (Rosa), Eduardo López Rojas (doctor), Luis de Icaza (alcalde Alfredo García), Guillermo Gil (Cura), Miguel Ángel Fuentes (Pancho), Isela Vega (Doña Lupe).
Ficha técnica: Productora: IMCINE, Altavista Films, Fondo de FCC, Bandidos Films, FOPROCINE, Ferrocarriles Nacionales. Productor ejecutivo: Luis Estrada; Jefe de producción: Sandra Solares; Argumento: Luis Estrada, Jaime Sampietro; Guion: Vicente Leñero, Fernando León, Luis Estrada, Jaime Sampietro; Fotografía: Norman Christianson, Color; Segundo Operador: Martín Gaytán; Montaje: Luis Estrada; Sonido: Jaime Baksht; Música: Santiago “El Negro” Ojeda; Dirección de Arte: Salvador Parra, Ana Solares; Vestuario: María Estela Fernández; Maquillaje: Alfredo Mora, Felipe Salazar; Ayudante de Dirección: Martín Torres.
Estudios de rodaje: Churubusco; Locaciones: Puebla; Duración: 120 minutos; Primer Estreno: IV Festival de Cine Francés en Acapulco, 1999. Calificación: C. Premios: 2000: Arieles: Mejor Dirección, Guion Original, Actor, Actor de Cuadro, Maquillaje, Vestuario, Coactuación Masculina, Coactuación Femenina; Mejor Película Latinoamericana en el Festival de Sundance; Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana:
Premio Caracol, Mejor Edición, Premio Martin Luther King y Premio de la Universidad de La Habana; Festival de Cartagena: Mejor Película.
Archivo Perla Ciuk
El DICCIONARIO DE DIRECTORES DEL CINE MEXICANO.COM es una plataforma digital no lucrativa, cuya finalidad es preservar la memoria de los que hicieron y hacen nuestro cine.
Todo apoyo contribuye a perfeccionar el trabajo de investigación y el mantenimiento y desarrollo tecnológico de esta página. ¡Gracias!