Director, guionista y productor. Estudia Arte Dramático en la FFYL y Sociología en la FCPYS, ambas escuelas de la UNAM. Con una cámara de Super 8mm filma el cortometraje Libe/1972, con el que gana el I Concurso de Cine de Super 8 mm promovido por la ANDA. En 1973 inicia la filmación de Niebla, guion que escribe con Hugo Hiriart, largometraje en 16 mm que culmina en 1978 y que es nominado al Ariel a Mejor Ópera Prima en 1979. Diego López ingresa al CUEC en 1974, año en que dirige los documentales Un domingo en la Ciudad de México, patrocinado por el DDF, y Pabellón de México en Montreal. Durante 1976 es asistente de dirección en Cuartelazo/Alberto Isaac, El Rancheador/Sergio Giral en Cuba y el documental IMPI’75/ Eduardo Carrasco Zanini, y es asistente del jefe de producción en Cananea/Marcela Fernández Violante.
Además de ser asistente de dirección de Sergio Giral durante el tiempo que es becario de las actividades del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, también colabora con Manuel Herrera, quien realiza un documental sobre el deporte durante la Revolución Cubana.
Entre 1977 y 1979 es responsable del acervo cinematográfico del CUEC y de 1980 a 1981 colabora como guionista, productor y director para la productora Canario Rojo, a la par que dirige la serie televisiva “Tiempo de acción” para Canal Once. De 1981 a 1982, dirige la serie “Peces y pescados”, que se trasmite por Canal 13, y en 1983 dirige en video Pedro Linares, Teodoro Torres y Saulo Moreno. Diego López filma Última función, episodio de Historias violentas/1984, año en que también realiza los cortometrajes La razón de las cosas y De distinta manera, así como los documentales Jarocho y Popolucas. Al año siguiente dirige, de nuevo en video, Cristina Gallegos, Grupo Da Capo y Jóvenes cantantes de ópera.
Participa en el III Concurso de Cine Experimental con Crónica de familia/1985, certamen en que obtiene el segundo lugar. Historia de una pareja de novios adolescentes que desean viajar a Europa, por lo que planean el robo del dinero que hay en la caja fuerte del padre de ella. Con las actuaciones de Ernesto Gómez Cruz, Fernando Balzaretti, Claudia Ramírez, Alfonso André, Anna Silvetti y Martha Verduzco, entre otros. La cinta es nominada a seis premios Ariel (1987) y obtiene dos: Mejor Guion Cinematográfico (Diego López, Juan Mora Catlett, Juan Tovar) y Mejor Fotografía (Arturo de la Rosa), así como la Diosa de Plata para Anna Silvetti por Mejor Coactuación Femenina. En 1987 dirige el video “México frente a Estados Unidos”.
Su tercer largometraje es Goitia, un Dios para sí mismo/1988, basado en la vida del pintor zacatecano Francisco Goitia, quien al sentir la proximidad de la muerte, pide a Dios que le permita pintar su último cuadro, experiencia que lo lleva al recuento de su vida. Protagonizado por José Carlos Ruiz, con Patricia Reyes Spíndola, Alejandro Parodi, Ana Ofelia Murguía y la actuación especial de Angélica Aragón, Fernando Balzaretti, Alonso Echánove y Aurora Clavel. Producido por Imaginaria, IMCINE, Fondo de Fomento a la Calidad Cinematográfica y el gobierno de Zacatecas. Gana siete premios Ariel (1990): Mejor Película (Imaginaria S.A.), Mejor Dirección (Diego López), Mejor Argumento Original (Diego López, Javier Sicilia, Jorge González de León), Mejor Actor (José Carlos Ruiz), Mejor Fotografía (Arturo de la Rosa, Jorge Suárez), Mejor Música de Fondo (Amparo Rubín) y Mejor Ambientación (María Teresa Pecanins).
En paralelo, desempeña diversos cargos en la administración pública y privada, como director de Comunicación en Población de CONAPO (1990); presidente de la Cooperativa José Revueltas (1991); subjefe de Desarrollo Cultural del IMSS (1991); director general de los Estudios Churubusco-Azteca (1993); director general del IMCINE (1996-1997); director general de Televicine (1998-1999), año en que funda y encabeza la empresa productora Albatros.
Diego López codirige con Gabriel Figueroa Jr., el documental Un retrato de Diego: la revolución de la mirada/2007, en el que profundiza en la vida y obra de su abuelo al cumplirse 50 años de su fallecimiento. Edición realizada de un material inédito filmado en 1949, hallado por el propio Gabriel Figueroa Jr. en un archivo de su padre, el fotógrafo Gabriel Figueroa, material en perfectas condiciones. Se trata de un trabajo dirigido por Diego Rivera, a la vez protagonista, fotografiado por Manuel Álvarez Bravo y producido por Gabriel Figueroa, padre. Bajo un guion de Margarita Mancilla Un retrato de Diego: la revolución de la mirada/2007 es una producción de: IMCINE, Río Escondido, TV UNAM, ECHASA y CCC. El filme, con 80 minutos de duración, se exhibe en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2007 y en el Festival de Tribeca 2008, y se estrena comercialmente con quince copias.
Regresa al cine como productor al lado de Mónica Lozano, con El atentado/Jorge Fons 2010, bajo un guion del propio director, Vicente Leñero y Fernando Javier Rodríguez, a partir de la novela “Expediente del atentado” de Álvaro Uribe, sobre el intento de asesinato contra Porfirio Díaz en 1897, un hecho poco conocido. Realiza el documental Diego Rivera, un artista en la encrucijada/2014, que incluye entrevistas hechas a una nueva generación de estudiosos del arte; este documental de casi 60 minutos forma parte de la producción del Canal 22 “Grandes figuras del Arte Mexicano”, filme que posteriormente se proyecta en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo en 2019, para recordar el 133 aniversario del nacimiento del muralista (8 de diciembre de 1886).
Diego López es becario de las actividades del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, donde colabora con reconocidos directores de la época en la isla, entre ellos Sergio Giral y Manuel Herrera.
Continúa como realizador de series de televisión y documentales. Prepara la serie para televisión sobre su madre, quien se dedica a forjar una vida propia desde pequeña, distanciada del peso de la figura de su padre, Diego Rivera, titulada: “Las memorias de la pequeña Picus”.
Para Goitia… consigues el dinero, proyectas, escribes, adaptas, diriges, produces y promueves la película, ¿por qué?
DL.- Pues porque no había la estructura adecuada a nivel de organización, a nivel de empresas que podían asumir esos papeles. Había muy pocas empresas independientes como Jorge Sánchez, Bertha Navarro, Patricia y Federico Weingartshofer, Ariel Zúñiga, pero no había empresas sólidas, entonces de alguna manera uno tenía que hacerse cargo de todo, porque el IMCINE tampoco, sobre todo en un principio, tenía la capacidad de hacerlo, después fue madurando como institución, tuvo más recursos y mayor experiencia, pero el cineasta tenía que cumplir esas funciones, porque no había de otra y creo que eso nos dio mucha experiencia por un lado, pero también nos llevó a que se personalizara el éxito o no éxito de una película dado el esfuerzo individual y eso, muchas veces, como que era pedirle demasiado al cineasta en todo momento que fuera capaz de hacer todo y hacerlo todo bien.
¿Al ser también el productor, qué tanto se merma la capacidad del cineasta para concentrarse en la dirección?
DL.- Creo que mucho. En mi caso siento que me equivoqué al no haber delegado más la función del productor en un tercero, pues estás combinando aspectos desde la producción, sobre todo los económicos, los financieros, los administrativos, con la parte de dirección. Eso necesariamente te limita, te distrae, pero eso también depende de cada quien, porque hubo quienes sí pudieron hacerlo, se organizaron mejor y no tuvieron que arrastrar esos problemas. Pienso que mucha gente sí aprendió la lección y, en adelante y en general, nos hemos convertido en mejores administradores de las pocas empresas que hay. Aunque son empresas mejor constituidas, creo que ninguna es prácticamente solvente y el mejor ejemplo sería Altavista, que con Amores perros, no se sabe aún, pero que sin embargo con Todo el poder, cinta a la que le fue muy bien en taquilla y fue muy importante, hasta donde se sabe, no ha recuperado totalmente su costo. Entonces imagínate, si eso es con una película como Todo el poder, qué se puede esperar de otras películas que no tienen esas expectativas comerciales.
(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Marco Antonio Salgado, 19/08/2000)
Nieto del muralista y pintor Diego Rivera e hijo de Guadalupe Rivera Marín, tiene facilidad para el dibujo desde niño, cursa la primaria y secundaria en el Colegio Alemán Alexander von Humboldt y la preparatoria en el Colegio Madrid. A los 18 años se da cuenta que el dibujo no es lo suyo y toma la decisión de dedicarse al cine; su padre fue un gran cinéfilo, quien de joven fue crítico de cine.
A los ocho años, Diego López se va a vivir a Guatemala, cuando a su papá lo nombran agregado económico de México en Centroamérica, y una de sus actividades todos los fines de semana es ir al cine, etapa en la que ve westerns, thrillers y musicales en los que participan grandes actores de Hollywood. Una infancia feliz con su padre y la experiencia cinematográfica deriva en la memoria emocional que lo lleva a ser cineasta.
En la filmación de Goitia, un Dios para sí mismo, Diego López busca que la película sea lo más fiel posible al personaje y localiza al secretario particular de Francisco Goitia, el señor Farías, quien provee toda la información de cómo era la vida del pintor en Xochimilco, su cabaña donde vivía en el aislamiento y que ahora es una de las estaciones del Tren Ligero que lleva su nombre.
Tenía cinco años cuando muere su abuelo, y 50 años después es cuando filma el documental Un retrato de Diego: la Revolución de la mirada/2007, en el que descubre la vida íntima de la familia y la obra muralista del pintor.
Diego López es director general de la Fundación Diego Rivera A.C., creada por su madre en el año 2000. Se especializa en programas de formación artística para jóvenes, consistentes en pintura y pintura mural, talleres de talla de madera tradicional y escultura. En 2015 es coordinador general de la exposición “Diego pop, Frida pop: una celebración de arte y estilo” en la galería Miguel Hidalgo del Parque Lincoln, en Polanco.
El deseo de hacer o decir algo que ayude a que este mundo sea un poco mejor es lo que lo motiva a ser creativo. De no ser cineasta, le hubiera gustado ser músico.
Hijos de tigres, Diego López Rivera
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Diego López habla sobre “Goitia, un Dios para sí mismo”
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“Crónica de familia”. Película completa
“Goitia, un Dios para sí mismo”. Película completa
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