DEMICHELI, TULIO (nombre verdadero, Armando Bartolomé Demichelli)

Director, guionista, adaptador y productor. Se inicia en un grupo de aficionados que ponen en escena obras de teatro. Destaca el trabajo de Tulio Demicheli en la adaptación de novelas de grandes autores como Stefan Zweig, Tolstoi, Strindberg, aunque sobresalen sus libretos originales, inspirados en hechos y personajes reales, que suele descubrir en noticias y efemérides periodísticas. Realiza diversos trabajos como guionista y ayudante de dirección con Erwin Walfisch y Arturo Carretani, su primera adaptación es para la cinta Veinticuatro horas en la vida de una mujer/1944, de la novela homónima de Stefan Zweig, dirigida por Carlos Borcosque, para quien también escribe Cuando en el cielo pasen lista/1945, sobre la figura del educador William C. Morris. Como guionista su trabajo más recordado es Dios se lo pague/Luis César Amadori 1948, adaptación de la obra de Joracy Camargo, que transforma en uno de los filmes argentinos más exitosos de todos los tiempos.

Debuta como director con Arrabalera/1950, una adaptación que hace al cine de la obra teatral “Un tal Servando Gómez” de Samuel Eichelbaum, protagonizada por Tita Merello y Santiago Gómez Cou, filme que descubre el triángulo entre una mujer, un marido maltratador de quien tiene un hijo y un obrero que la ama en silencio y la defiende a punta de cuchillo. Su filmografía consta de 55 películas bajo su dirección, de las cuales 29 son producciones o coproducciones mexicanas; como guionista se le acreditan 64 películas filmadas y es productor de ocho, carrera que abarca más de cuatro décadas entre 1944 y 1987.

Entre 1951 y 1953 realiza en Argentina cinco películas más: Vivir un instante/1951 y Sala de guardia/1952 considerada una de sus mejores realizaciones cuyo argumento reúne diversos episodios que transcurren en la guardia de hospital, cinta que compite en el Festival de Cannes (1953); La melodía perdida/1952, La voz de mi ciudad/1953, y Dock Sud/1953, guion escrito por Tulio Demicheli, Sixto Ponda y Carlos Olivari, basado en un accidente real: en un día con neblina un tranvía cae a un río donde mueren 56 personas en su mayoría obreros. Trabajo por el que recibe de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina, el premio Cóndor Académico al Mejor Argumento Original (1953). Dadas sus diferencias políticas con el peronismo, que le había puesto la tapa del ataúd profesional, Tulio Demicheli se exilia en México.

Debido a la regulación de los sindicatos cinematográficos, que le impedían dirigir en nuestro país, ingresa a la industria cinematográfica mexicana con dos producciones filmadas en La Habana, Cuba: Más fuerte que el amor/1953, coproducción México-Cuba de Cinematográfica Mexicana, Jorge García Besné y Filmadora Cubana, Óscar García Dulzaides. Melodrama en el que Carlos (Jorge Mistral) humilde obrero que se ha hecho rico y compra la finca al padre de Bárbara (Miroslava); mismo que buscará recuperar su propiedad sin conseguirlo. Al final Bárbara y Carlos se enamoran y viven felices; Un extraño en la escalera/1954, una producción mexicana de Gregorio Walerstein a través de FILMEX, melodrama con tintes de cine negro: Alberto (Arturo de Córdova) disputa el amor de Laura (Silvia Pinal) con el jefe de ambos Francisco (José María Linares Rivas), se presentan malos entendidos y Francisco amenaza a Alberto que ha tomado dinero de la empresa para cortejar a Laura; ella y Alberto planean el asesinato de su jefe, que no se lleva a cabo, al aparecer en el momento preciso un vendedor de enciclopedias y de biblias, que es en realidad un ángel. Cinta que arrasa en taquilla, compite en el Festival de Cannes (1955) y obtiene una nominación al premio Ariel (1956) por Mejor Actriz para Silvia Pinal, quien se convierte en su musa y actúa en varios de sus filmes.

Instalado en México, Tulio Demicheli continúa una fructífera carrera como director y guionista, cintas que le merecen premios Ariel y nominaciones: Locura pasional/1955, adaptación de la novela de Leon Tolstoi “La sonata de Kreutzer”, historia de amor y celos donde los malos entendidos provocan que Alberto (Carlos López Moctezuma) asesine a su esposa Mabel (Silvia Pinal); cinta que obtiene el premio Ariel (1957) a Mejor Actriz (Silvia Pinal), nominada por Música de Fondo (Juan García Esquivel).

En 1958 tres de las cintas que dirige están presentes en el premio Ariel: Feliz año, amor mío/1955, adaptación de Julio Alejandro de Castro de la novela “Carta de una desconocida” de Stefan Zweig, ganadora por Mejor Actor (Arturo de Córdova), Guion Adaptado (Julio Alejandro de Castro) y receptora de seis nominaciones: Película, Dirección, Actriz (Marga López), Edición (Rafael Ceballos), Escenografía (Jorge Fernández) y Sonido (Rodolfo Benítez); Bambalinas/1956, argumento y adaptación de Tulio Demicheli con Alfredo Varela Jr., ganadora por Coactuación Femenina (Lucy Gallardo), Sonido (Francisco Alcayde), y nominada por Mejor Actor (Carlos Montalbán); Dios no lo quiera/1956, segunda versión de Arrabalera/1950 trama situada en un cabaret de barrio bajo en la Ciudad de México, nuevamente en la adaptación con la colaboración de Alfredo Varela Jr.; película nominada al Ariel en las categorías de Actriz de Cuadro (María Luisa Corona) y Coactuación Masculina (Raúl Ramírez).

Viaja a España para realizar La herida luminosa/1956, adaptación de Julio Coll y Tulio Demicheli de la obra de teatro homónima de Josep Maria de Sagarra, donde las diferencias ideológicas de un matrimonio tendrán consecuencias graves en su relación y el futuro del hijo de ambos. Filmada en la ciudad de Barcelona, se estrena en México el 26 de junio de 1958 en el cine Alameda.

De nuevo en México filma seis películas más, producidas por Producciones México y Emilio Tuero; Alfredo Varela Jr. lo apoya en el argumento y adaptación. Dirige varias comedias en su mayoría con Silvia Pinal como protagonista: Préstame tu cuerpo/1957, basada en la cinta El difunto protesta/Here Comes Mr. Jordan/Alexander Hall 1941, en la que en lugar de un deportista, es una vedette que muere cuando aún no es su turno y entonces ocupa el cuerpo de otra mujer, historia que escribe Alfredo Varela Jr.; Desnúdate Lucrecia/1957 sobre la pieza teatral “Aló, aló, número equivocado” de Julio Assmussen; el melodrama: Una golfa/1957 donde destaca la actuación de Silvia Pinal como una mujer que desde su pubertad vende su cuerpo para sobrevivir. Le siguen las cintas producidas por Alfa Films y Sergio Kogan, adaptaciones de su autoría, Cuatro copas/1957, con argumento de Alfredo Varela Jr., comedia musical protagonizada por Libertad Lamarque y Miguel Aceves Mejía, y la también comedia El hombre que me gusta/1958, argumento de Julio Porter, producida por POSA Films Internacional y Santiago Reachi para la Asociación Mexicana de la Cruz Roja; Ama a tu prójimo/1958 con argumento de Roberto Gil.

Vuelve a España donde decide instalarse definitivamente y más tarde obtiene la nacionalidad. Dirige las coproducciones con México: Las locuras de Bárbara/1958, argumento de Julio Porter, adaptación de Miguel Cussó, Sergio Duval y Tulio Demicheli, Producción de Alfa Films, Sergio Kogan (México) y Filmax (España), a la que sigue Charleston/1959, sobre la obra “No te ofendas Beatriz” de Carlos Arniches y Joaquín Abati, adaptación de Miguel Cussó y Joaquín Muntañola, producida por Francisco Balcazar (España) y Gonzalo Elvira (México), cintas con las que introduce al cine español a su ya actriz favorita: Silvia Pinal. Desarrolla una prolífica carrera en España, destaca la versatilidad comercial de Demicheli al incursionar en diversos géneros, entre ellas las coproducciones con México: el melodrama El amor que yo te di/1959, Fernando de Fuentes Jr. a través de Diana Films (México) y Cesáreo González con Suevia Films (España); la aventura infantil El niño y el ladrón/La primera aventura/1964, Fernando de Fuentes Jr. (México) y Profilms-21, Alpe Films, Tulio Demicheli PC (España) ésta última empresa productora, que crea el director en 1960; y Ángel negro/1977, Izaro Films (España), Producción Escorpión (México), Scorpio Producciones (Colombia), entre otras.

Después de varios años alejado de México, vuelve para dirigir sus últimas cinco películas de ficción, producidas por Televicine: Novia, esposa y amante/1980, guion de Fernando Galiana, nominada al premio Ariel (1982) por Música de Fondo (Nacho Méndez); y los guiones de su autoría: Los ojos de un niño/1980, guion en colaboración con Antonio Orellana, Alfredo Salazar y Juan Filcer; Con el cuerpo prestado/1980, sobre la novela de Álvaro de la Iglesia; Los renglones torcidos de Dios/1981, basado en el best seller homónimo del español Torcuato Luca de Tena quien colabora en el guion con Tulio Demicheli; le sigue El sexo de los ricos/1983. Su última intervención como guionista de una película ficción es en colaboración con Adolfo Torres Portillo y Fernanda Vélez en la cinta: Ya nunca más/Abel Salazar 1983.

En 1983 regresa a Argentina, donde escribe con Emilio Villalba Welsh, el guion del documental bajo su dirección: El misterio de Eva Perón/1987, sobre los funerales de la ex primera dama Eva Perón, intercalando pasajes de la vida de la ex primera dama, con entrevistas a personas que tuvieron trato con ella en Gijón, Asturias. Retirado del cine Tulio Demicheli se instala en Madrid, donde muere de cáncer.

TM.- “El talento de un realizador es determinante en la calidad de una película. El éxito o fracaso de una cinta radica precisamente en la forma en que un director aborda y desarrolla un argumento. En mis películas siempre permito que los actores se desenvuelvan libremente, no soy impositivo porque el autoritarismo reduce la creatividad del artista. La libertad del actor es importante para obtener buenos resultados, yo acostumbro señalar los movimientos que deben hacer los actores, pero procuro que la actuación sea natural, tratando de dar frescura a las escenas.

Bajo qué criterio selecciona un argumento para llevarlo a la pantalla?

TM.- “Si la historia es atractiva y aborda un tema de interés general, lo apruebo. Algunos argumentos tienen por finalidad transmitir un mensaje al público, mientras que otros se limitan a procurarle diversión. La finalidad de cada película puede ser muy diversa, pero todas son aceptables en la medida en que tenga calidad. Considero que es necesario hacer todo tipo de películas, no sólo de denuncia social; debemos satisfacer el gusto del público, y para ello necesitamos hacer películas que aborden los más diversos temas.”

(El Heraldo, “El talento del director es la base del éxito o fracaso de un filme, afirma Tulio Demicheli”, Jaime Tetzpa Zayaz, 29/07/1980)