Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberoamericano España, Portugal y América (2012)
(Coordinación México, Perla Ciuk)
Los noticieros cinematográficos se ganaron un sitio relevante dentro de la cinematografía mundial gracias a diversos factores y circunstancias: durante los primeros años del cine, en donde la producción de películas respondía al prurito positivista de captar lo más fielmente posible la realidad inmediata, no pasaron muchos años para que éste se fuera alejando de esta condición científica que le sujetaba y fue creando un lenguaje propio y más elaborado que dio lugar al cine argumental. Los noticieros formaron parte de este complejo proceso de desarrollo y expansión del fenómeno cinematográfico a nivel internacional, y su posterior consolidación como una extraordinaria y prolífica industria del entretenimiento.
Pero sobretodo, los noticieros fueron el único medio de comunicación que le proporcionó al público en general, una fidedigna y al mismo tiempo complaciente información audiovisual de lo que sucedía a nivel nacional y mundial durante toda la primera mitad del siglo pasado.[i] A diferencia de la prensa escrita, para la cual se requería del conocimiento de la lectura y de la comprensión del significado de las palabras, el cinematógrafo contó con el poder y la habilidad de mostrar visualmente sucesos políticos, tecnológicos, sociales, culturales, artísticos, científicos, etc., recientemente ocurridos; por lo que los noticieros fueron considerados una especie de prolongación de las revistas ilustradas que se publicaban con gran aceptación entre el público de esas épocas.
Además, los noticieros lograron capturar una infinita cantidad de elementos de vida cotidiana, de hechos históricos, de tragedias naturales y humanas, manifestaciones de la vida social y cultural del mundo, que los convierten en una singular fuente de información de la cual brota un caudal lleno de datos y hechos que han llegado a ser fundamentales para el análisis de la historia mundial del siglo XX.
Inicios
La llegada del tren a la estación de Lyon, el regador y el muchacho, la comida del niño, Jugadores de Ecartè, la demolición de una pared, las Tullerías de París, entre otras, fueron las primeras vistas que en 1896 Gabriel Veyre y Fernand Von Bonard, emisarios de los Hermanos Lumière para mostrar al mundo el invento del cinematógrafo, exhibieron en México a un selecto grupo de personas dentro de las que figuraba don Porfirio Díaz, entonces presidente del país,[ii] para después continuar mostrando estas “vistas” y filmando otras más en las que captaron diversas escenas de la vida cotidiana de las diferentes clases sociales del país. Lo que aparece como en el “programa mexicano” del catálogo de películas Lumière, son una serie de vistas en los que se admiran diversas escenas de actividades oficiales como aquella en la que Don Porfirio Díaz se despide de algunos de los miembros de su gabinete en el Castillo de Chapultepec; así como los diferentes aspectos del paisaje rural mexicano de finales del siglo XIX: charros lazando a sus caballos, una típica pelea de gallos, el duelo de caballeros, el paseo dominical por el Canal de la Viga, etc.[iii]
Desde esos momentos, el cinematógrafo alcanzó tal éxito y afición entre el público capitalino, que la demanda de más “vistas” fue incrementándose paulatinamente. Sin embargo, a pesar de que la producción documental fue expandiéndose, los reportajes realizados durante estos años, aún carecían de la estructura informativa que tenía la prensa ilustrada; por lo que el cinematógrafo se fue adhiriendo a este formato y al cabo de varios años surgieron los primeros noticieros fílmicos, que también serían reconocidos como la “prensa filmada”.
Esta nueva modalidad informativa surgió allá por los años de 1907-1908 con los noticieros de la casa Pathé-frères en Francia, como el Pathé Journal y el Pathe´s Weekly; y luego en los Estados Unidos surgieron sus correspondientes, como el Mutual Weekly, Animated Weekly, Gaumont Weekly y otros más.[iv]
Desde sus inicios, los noticieros ofrecían cine-reportajes de sucesos recién acaecidos y que habían sido dignos de la atención de la gente y de la prensa escrita del momento. Por ejemplo, en los primeros noticieros cinematográficos que se exhibieron en las pocas salas de cine que existían en el país durante la primera década del siglo XX informaban:
Dichas actualidades reflejaban claramente los principales eventos sociales, políticos y culturales de la sociedad francesa, alemana, italiana, inglesa y norteamericana; escenas de la vida común de estos lugares con las que se deleitaban las personas que podían asistir a los cines de la capital; lo cual produjo una abundante demanda en la importación de películas de este tipo y para poder ser así, testigo de la marcha de la modernidad en todo el mundo.
Por estas fechas, el presidente Porfirio Díaz seguía siendo la personalidad más filmada por los cinefotógrafos como Salvador Toscano, Jesús H. Abitia o los Hermanos Alva, quienes competían para obtener la primicia de sus actos públicos y diplomáticos: Entrevista Díaz-Taft (1909) en el Paso, Texas, Inauguración del Manicomio de la Castañeda, colocación de la primera piedra del Monumento a la Independencia (1910) en la Capital, etc.[vi]
Durante la Revolución Mexicana
Sin embargo, al brote de la Revolución Mexicana los noticieros cinematográficos de procedencia norteamericana fueron los que principalmente experimentaron su multiplicación debido, básicamente, a que la sociedad norteamericana requería de saber de todas las cosas que sucedían en su país vecino. Una gran cantidad de corresponsales de guerra y fotógrafos de esa nación, atravesaron la frontera mexicana para la filmación del mayor número posible de acontecimientos mexicanos. Así, noticieros como el Animated Weekly, el Hearst-Vitagraph o el Pathés Weekly, [vii] ocuparon casi todos sus espacios filmando y reseñando sucesos sobresalientes del movimiento armado, de aquellos que pudieran afectar los intereses de algunos norteamericanos.
En este sentido, es imprescindible el subrayar la trascendencia que mantienen los noticieros cinematográficos como el rico manantial de información histórica, por medio del cual, y gracias a que la prensa escrita incluía el contenido de cada uno de los noticieros que se exhibían, se pueden rastrear y documentar numerosos episodios y hechos de armas llevados a cabo por Pascual Orozco o por las tropas constitucionalistas al norte del país o por las efectuadas por el Gral. Pablo González en la región fronteriza de Tampico o por todos los caudillos que participaron en el proceso revolucionario iniciado por Madero en 1910, etc.[viii] Sin embargo, la figura más destacada del escenario político y que por unanimidad se “apoderó de las pantallas grandes” fue sin duda, Pancho Villa, el mítico “bandolero” mexicano que atrajo de manera poderosa la atención de la prensa filmada de los Estados Unidos.
De igual modo, los cinefotógrafos mexicanos filmaron cientos de rollos que testimoniaron la marcha histórica de la Revolución, tanto de los bandos federales, como de los revolucionarios. Así, todas las películas que durante ese lapso se filmaron en nuestro país se convirtieron en invaluables documentos audiovisuales que tenían, entre otras virtudes, la intención de informar, notificar y dar cuenta de los eventos naturales y de carácter histórico de esos momentos; por ejemplo, los hermanos Alva filmaron sucesos que tuvieron gran resonancia a nivel nacional: La inauguración del tráfico internacional por el Ide Tehuantepec (en donde se aprecia la construcción de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz); o la famosa entrevista entre los presidentes William Taft y Porfirio Díaz en 1909 en el Paso, Texas. Otros fotógrafos de cine como Jesús H. Abitia filmarían los principales actos emprendidos por los generales Álvaro Obregón y Venustiano Carranza y así sucesivamente.
Aunque este tipo de materiales fílmicos sustentan la pretensión por capturar y divulgar fielmente los asuntos más relevantes que ocurrían en el país, no eran en estricto sentido noticieros, sino películas documentales.
Sin embargo, las primeras películas mexicanas que se anunciaron así, como noticieros cinematográficos, aparecieron hacia principios del siglo pasado. Éstos, según los anuncios de las carteleras cinematográficas de los periódicos, éstos contaban ya con estructura que las revistas fílmicas mantendrían durante todo el tiempo: siete u ocho reportajes o notas breves sobre los principales sucesos y personajes de la época, una amplia diversidad temática que poco a poco fue dividiéndose en secciones muy definidas, intertítulos indicando el tema de la nota, los que después, durante la época sonora, serán sustituidos por un locutor que describirá, de forma ligera, el contenido de los reportajes y una duración de diez minutos.
Así, el primer noticiero mexicano fue el titulado Revista Nacional del año de 1912, producido por la compañía Navascués y Camús (Germán Camús sería el productor de dos de las películas silentes más notables de la época: Santa de 1918 y La banda del automóvil gris de 1919).
Respecto al noticiero que Camús produjo, los diarios de la Capital anunciaban literalmente que esta revista sería bimensual y que “…revelaría en pantalla sucesos locales y nacionales de palpitante actualidad”.
El primero de sus números incluyó los siguientes reportajes:
En diciembre de ese mismo año, su segundo y al parecer último número informó de los siguientes temas:
Ninguno de estos materiales, al igual que la mayoría del cine producido durante la etapa silente ha llegado hasta nosotros debido, con toda seguridad, al uso del soporte de nitrato de celulosa con que se fabricaba la película cinematográfica; aunado a las precarias condiciones de resguardo y preservación de aquellas épocas; más sin embargo, sus contenidos nos permiten deducir que este noticiero procuraba por divulgar asuntos que curiosamente podríamos calificar de hasta “frívolos”, pues hacia 1912 la trifulca revolucionaria se encontraba en una fase de combates sangrientos y luchas fraccionarias, que los noticieros no incluían cabalmente en sus reportajes, proyectándose en su lugar, festividades y eventos sociales rimbombantes de las clases más acomodadas de la Capital, el entretenimiento era pues, el ingrediente principal de ellos.
Para el año de 1915 surgió en el estado de Yucatán, en el sureste del país, una interesante cinta titulada Noticiero peninsular, producida por los pioneros de la cinematografía yucateca: Manuel Cirerol (de quien hemos visto un par de documentales) y Carlos Martínez de Arredondo, quienes desde tiempo atrás se habían dedicado a la filmación de algunos documentales y de filmes de ficción como En tiempos mayas y La voz de su raza. A pesar de que el Noticiero peninsular fue claramente realizado para hacer campaña política, en realidad consistía en un documental que registraba la entrada a la hermosa ciudad de Mérida de las fuerzas carrancistas comandadas por el general Salvador Alvarado.[xi] En este material hay una intención expresa por divulgar sucesos de interés para la sociedad ameritense de aquel entonces.
Existe el caso, todavía no comprobado, de que el señor Rafael Trujillo, originario de la ciudad de Durango, logró producir también hacia 1915 una serie de noticieros fílmicos para el periódico local El Globo. De estos materiales tampoco existen mayores referencias, pero del que sí hay informes es de su documental filmado en 1925 sobre la despedida del torero leonés Rodolfo Gaona.
Pero el noticiero más importante del periodo mudo y que cobró gran prestigio debido a la variedad de noticias y reportajes, pero sobre todo, debido a la cantidad de números producidos, fue el llamado Cine revista semanal México, [xii] que fue producido por la Compañía Mexicana Manufacturera de Películas S.A. Esta revista cinematográfica surgió con el objetivo de frenar el creciente menoscabo de la imagen de México, ya que durante los años posteriores al inicio de la Revolución de 1910, la apariencia del país se deterioraba cada vez más frente a la opinión pública y la visión socio-cultural de los países extranjeros, principalmente de los Estados Unidos, quienes seguían viendo al pueblo mexicano como una especie de organización tribal, con razas indígenas que se encontraban ubicados al mismo nivel del hombre de las cavernas, como bien lo señala un artículo editorial que dice:
“Así, nos representan aderezados con plumas, y ponen en nuestros pies el huarache y en nuestras manos el caraj y la flecha cuando bien nos va; aparte de que nos representan en nuestra vida cotidiana poco menos que como hombres de la edad cuaternaria, viviendo en chozas inverosímiles, de la caza y de la guerra, cuando no del pillaje en propia o extraña tierra…” [xiii]
Este cine-noticiero estuvo subvencionado por el gobierno del entonces presidente Venustiano Carranza, cuya política exterior estuvo orientada a atajar los propósitos denigratorios y abusivos de los gobiernos extranjeros.
De este modo, los contenidos de la Cine revista semanal México cubrían diferentes ángulos de la vida nacional, mostrando algunas veces los avances tecnológicos, las obras gubernamentales y las manifestaciones progresistas de la cultura nacional. Por ejemplo, el número correspondiente al 28 de agosto de 1919, el cual se estrenó en cines como San Hipólito, Ribera, Victoria, Lux y Díaz de Léon de la Capital, contenía los siguientes reportajes:
Y en su edición número 40 reseñaba los siguientes reportajes:
No se produjeron más de 40 números de este noticiero, ni hubo otros que lo sustituyeran, salvo el noticiero Semana gráfica, también producido por Carlos Martínez de Arredondo, quien declaraba que en su revista cinematográfica “…desfilarán todos los acontecimientos notables que se efectúen en el transcurso de la semana.”[xvi]. Existe la referencia a otro noticiero surgido hasta mediados de los años de 1920, llamado Revista Elhers, dirigido por las famosas hermanas Dolores y Adriana Elhers, quienes ya habían concretado documentales para el Gobierno como La industria del petróleo (1920) y Servicio postal en la ciudad de México (1922), ambos patrocinados por las Secretarías de Industria y Comercio y Gobernación, respectivamente. Asimismo, se encuentra muy poca información relacionada con los noticieros que la Secretaría de Educación Pública se dice que produjo, y de las revistas fílmicas Olimpia y Atlas, de las que no existen suficientes referencias para poder establecer algunos de los eventos o temas que pudieron haber reseñado.
El cine sonoro
Los noticieros mexicanos mantuvieron un muy modesto desarrollo después del surgimiento del cine sonoro, la producción de cine argumental fue incrementándose y hay más datos sobre la producción de otros noticieros nacionales; empero, en los periódicos de la Capital se localizan fácilmente noticieros de origen extranjero como el Fox de origen inglés y el Novedades sonoras Pathè importado desde Francia. Hacia 1934 el noticiero Fox aparecía en las carteleras de los cines Palacio, y el noticiero Metrotone de los Estados Unidos se proyectaba en los cines Alarcón, Lux, Royal, Bucareli y Balmori. Pocos años después, se anuncia en esta última sala el noticiero alemán UFA y en el cine Iris, Variedades internacionales.
Hacia 1939, el famoso cine Regis de la ciudad de México exhibía los noticieros Iberia Mundial y Universal, cuya proyección iniciaba a las 7:10 de la tarde y la película principal titulada El jugador de ajedrez comenzaba a las 7:20 hrs., lo cual permite ver que la duración de los noticieros de cine no pasaba de 10 breves minutos de diversión. Por los pocos ejemplares que nos han llegado de estos noticieros, es fácil percatarse de la gran cantidad de incidentes y eventos políticos y sociales, culturales, tecnológicos y de deportes que ofrecían todos ellos.
Hacia 1940, ubicamos hemerográficamente otro noticiero que en la Capital se proyectaba sin ningún nombre, pero anunciaba: “Noticiero de la Guerra, con el bombardeo a París, el incendio del Dunquerque, etc.”, lo que sugiere que se trataba de un cine-noticiero extranjero seguramente traído de Norteamérica y que también se distribuían a lo largo del continente.
Durante la misma década continuaban exhibiéndose otros noticieros mayoritariamente de procedencia extranjera, por ejemplo: el Novedades Internacionales se exhibía en el Principal a las 6:35 y 9:30 hrs.; el noticiero Fox en el cine Monumental; el noticiero Universal en el Teresa y El Encanto; el último número del noticiero RKO pasaba en el Máximo y en el cine Avenida y Noticieros del día, así se anunciaban, se proyectaban en los cines Rex, Alarcón y Roxy; pero el Noticiero Universal fue uno de los cinco mayores noticieros norteamericanos que se exhibían en las salas del país desde el año de 1929 y hasta 1967. Aunque de aparición semi-semanal, tenía al principio una duración promedio de 10 minutos, y al final llegaba a los seis o siete minutos, pero fue el último de los grandes noticieros cinematográficos de la época, sobreviviendo al prestigioso de la cadena de noticias Hearst titulado “Noticias del día”. Sus contenidos iban desde reportajes sobre lugares en el extranjero, educación, animales, deportes y espectáculos, Gobierno de los Estados Unidos, Ejército y Marina norteamericana, personalidades, comunicaciones y transportes, etc.
Desafortunadamente, de las siguientes revistas noticiosas ya no se registran sus contenidos en los diarios como sucedía en años anteriores, por lo que se carece de las referencias sobre los eventos, personajes, actividades y acontecimientos de los que hayan hecho alusión; sólo se anunciaban de esta manera:
No es sino hasta 1941 cuando se vuelve a tener conocimiento de otros noticieros mexicanos como el Magazine Cinematográfico Nacional, fundado en ese año por el destacado publicista don Luis Gurza y Villarreal, quien cuenta con una filmografía de cerca de 36 documentales de los que sobresale la película Nace un volcán, en la que registra el nacimiento del famoso volcán Paricutín en el Estado de Michoacán y que obtuvo el Primer Premio para México en el Festival de Cannes, Francia en 1942. [xvii]
Como buen publicista, don Luis Gurza comprendía muy bien los alcances del cine en general, como el más poderoso medio de comunicación de estas épocas, por lo que decidió abocarse a la producción de noticieros cinematográficos con un perfil publicitario y comercial; lo cual no afectó para que fueran bien recibidos por el público, a quien gustaba de ver en pantalla las últimas novedades en los artículos para el hogar y la oficina, combinadas con asuntos deportivos y del medio artístico. El cinefotógrafo de cabecera de este noticiero fue el Sr. Vicente Cortés, quien ya contaba con una buena experiencia en la realización de documentales durante el periodo del presidente Lázaro Cárdenas.
Don Luis Gurza continuaría su trayectoria en la elaboración de uno de los noticieros más antiguos e importantes a nivel internacional, el Noticiero mexicano EMA, conocido así porque su circuito de exhibición comprendía los países de España – México – Argentina, entre quienes se compartían e intercambiaban los reportajes. Su productor fue en sus inicios el General Juan F. Azcárate, quien llegó a ser el embajador de México en Alemania durante la presidencia de don Adolfo Ruiz Cortines. De manera personal, el Gral. Azcárate compraba cotidianamente las imágenes de stock o también llamadas imágenes de archivo de otras agencias noticiosas de Europa para incluirlas en sus noticieros, con lo que se cubría la contemporaneidad de los sucesos; y también conviene destacar que el logotipo del noticiero era una imagen del Quijote franquista, lo que indica la inclinación política de sus realizadores.
Gracias a esfuerzos ponderables que en materia de preservación han ejercido muchos archivos de cine como la Filmoteca de la UNAM, es posible consultar una buena cantidad de ejemplares de ese noticiero en los que se pueden encontrar reportajes llenos de simpatía, coraje y buen humor narrados por el inolvidable don Fernando Marcos, quien ha sido el único locutor deportivo que expresaba abiertamente su enfado y enojo cuando la selección mexicana de fútbol perdía un partido. Su inconfundible voz vibraba en aquellas notas en donde la “peque rubio” le anota a la selección de Inglaterra dentro del mundial femenil de fútbol celebrado en México o donde aparece el dueto romántico de Carmela y Rafael cantando ni más ni menos que en el jardín Borda o donde vemos al músico Juan Torres y “órgano melódico” o la notable corrida del Manolo Martínez y Antonio Lomelí o el accidentado lanzamiento de la nave Soyuz de la Unión Soviética; sin faltar las “Micronoticias Haste” con el nombramiento de José Pérez Mier como Secretario del Deporte o la construcción de la Villa Olímpica para los juegos de Munich o los debates sobre el conflicto China-Formosa celebrados en el foro de la ONU o la inauguración de la Feria de San Marcos de 1962 o donde el “púas” Rubén Olivares se prepara para su próxima pelea de box o la construcción y ampliación del circuito de Parque Vía; y desde luego, los ineluctables comerciales de los productos en voga: electrodomésticos MABE; el refresco Pepsicola “la chispa de la vida” o el Alka Seltzer para aliviar la acidez estomacal o el novísimo fab Ariel o los vinos Ron Potosí, San Marcos, Bobadilla 103 y la cerveza Superior “la rubia que todos quieren”, etc.[xviii]
A pesar de que durante los años 30’s y 40’s, los noticieros mexicanos tuvieron una escasa producción, sobresale la Revista Excelsior, realizado por Gabriel Soria, joven cineasta que se distinguió por haber dirigido unas cintas valiosas para la filmografía mexicana silente. Destacaban sus reportajes sobre la llegada del intrépido aviador mexicano Roberto Fierro a México, así como el Festival deportivo y artístico en el Estadio Nacional, organizado por los estudiantes de los planteles franceses.[xix]
Este último, junto con el EMA, fueron los noticieros mexicanos que dominaron la década de los años 40’s, pues casi no se produjeron más, las referencias que tenemos de otros, se concretan a la mención únicamente de su título, ya que al hacer la revisión de las carteleras cinematográficas de los principales periódicos del país, es fácil percatarse de que no se incluyen sus contenidos, sólo se anuncia su exhibición 15 minutos antes de la proyección de la película principal. Se carece de mayor información sobre las compañías productoras, realizadores, fotógrafos y el carácter informativo que estos noticieros mantenían. Sin embargo, es posible ubicar a principios de los años 50’s, la producción del noticiero titulado La provincia en marcha, producido en la Ciudad de Guadalajara por el Sr. Carlos Cortés,[xx] quien consiguió editarlo y distribuirlo por todo el bajío, durante más de 20 años. Conservados casi todos ellos por su propietario y realizador, podemos decir que gran parte de la historia política, social, comercial, cultural y deportiva de esta región de México esta registrada en este noticiero, lo que demuestra el valor y la importancia de estos materiales como un legajo de documentos disponible para historiadores y estudiosos de otras áreas del conocimiento.
El arribo de la televisión desde finales de los años 40’s. representó, sin lugar a dudas, una carrera a contracorriente para los noticieros cinematográficos, los cuales se vieron obligados a adoptar nuevas dinámicas de producción, a elaborar reportajes cada vez más ingeniosos, picarescos y lúdicos, lo cual curiosamente propició un insólito auge de éstos durante las siguientes dos décadas.
Las revistas noticiosas que surgieron entonces fueron las editadas mayoritariamente por Teleproducciones S.A., compañía del reconocido productor independiente Manuel Barbachano Ponce, quien además de producir importantes cintas como Raíces y Torero, también realizaría revistas noticiosas como el Cine Verdad, revista fílmica de los años 60’s, de corte más científico y serio, en los que se elaboraban reportajes con temas de biología, geografía y de novedades tecnológicas y científicas. En cambio, otro de los noticieros de esta productora fue el titulado Telerevista, en la cual participaban realizadores como Carlos Velo y Jomi García Ascot. Ésta se orientaba hacia la realización de reportajes más frívolos, en los que aparecían notas sobre exhibición de modas en tiendas de prestigio como El Palacio de Hierro; reportajes de un sinnúmero de personajes del ámbito artístico y cultural, etc.; pero se incluían a los mejores cómicos de la época: don Pancho Córdova, Humberto Cahuich; al dúo de Alfonso Arau y Sergio Corona, así como el inolvidable Cuco Pelucho.[xxi]
También surgieron otros como el Cinescopio y El Mundo al instante, de los que aún existen algunos ejemplares, pero el más famoso de ellos fue sin lugar a dudas el Noticiero Cine Mundial, que inició en el año de 1955 y llegó hasta el año de 1973 con una producción de mil números. Asimismo, esta revista fílmica tenía un tiraje de más de 100 copias, con las cuales podía abarcar las principales cabeceras de exhibición de toda la República Mexicana.
Con un estilo lejano a la preocupación y al aburrimiento, el noticiero iniciaba su exhibición con la infaltable participación de Kíkaro y Pomponio, quienes en menos de un minuto, desarrollaban un chiste cubierto de una comicidad inefable, por demás ligera; sin embargo, los noticieros no se concebían sin la aparición de estos cándidos personajes. De ahí se continuaba con las diferentes secciones que cubrían las artes, la política, las modas, la ciudad, los deportes, las notas breves y de espectáculos, etc.
El Cine Mundial recreaba sus notas con textos finamente elaborados por personas como Rafael Solana, los cuales cobraban vida en las cálidas voces de Edmundo García, el Lic. Ortigoza, César Portillo de la Luz, y por supuesto en la del famoso comediante “Che” Reyes, quien ridiculizaba y hacía toda clase de comentarios en su narración sarcástica y llena de argentinismos sobre auténticas películas del cine mudo italiano que se adquirían en el extranjero.[xxii]
Destacaban también los reportajes sobre personalidades del medio artístico y cultural. Aplicando una fina agudeza, los realizadores del noticiero sorprendían a los actores de cine en sus diversas actividades: Pedro Infante haciendo ejercicio en su sala de entrenamiento o Pedro Armendáriz y María Félix preparándose para la filmación de la siguiente escena de la película o a Diego Rivera pintando a Silvia Pinal en la terraza del Museo Anahacalli o el “chango” Cabral elaborando alguna caricatura o a José Luis Cuevas dibujando un lienzo, etc.[xxiii], eran pues, reportajes hechos sin mayores complicaciones, con una agradable sencillez que acercaban a los espectadores con sus estrellas favoritas.
Nunca faltaron tampoco los reportajes sobre las visitas de personajes distinguidos, por ejemplo, la de John F. Kennedy, quien recorre las principales calles de la Capital acompañado del presidente López Mateos en 1962; a Frank Sinatra bajando del avión en el aeropuerto de la ciudad de México; a Marylin Monroe mostrando su exuberante belleza y sensualidad a un singular número de fotógrafos y reporteros; a Charles de Gaulle recorriendo la novedosa Unidad Independencia; y la cobertura completa de las Reseñas de Acapulco, etc.
Las crónicas de la ciudad de México que frecuentemente aparecían en El Cine Mundial, captaban con singular humor y agudeza histórica, los principales bullicios de la capital y las curiosas costumbres y quehaceres de sus habitantes, ejemplo de ello son los reportajes en donde el panadero subido en su bicicleta y cargando la enorme canasta de pan, va completamente despreocupado recorriendo la avenida Juárez de los años 60’ hasta que se le atraviesa una bella mujer que lo hace perder el equilibrio y caerse con todo y el pan; de igual manera, otro de sus reportajes disecciona las calles de la Santa María la Ribera, de Insurgentes, Hidalgo, Paseo de la Reforma, Venustiano Carranza, Bolívar, Isabel la Católica y de San Juan de Letrán con sus tradicionales puestos de tacos y su admirable torre latinoamericana; la Zona Rosa con sus prestigiosas Galerías de Arte, etc.
Pero sobresalía la sección de los toros, que estaba a cargo del insuperable comentarista taurófilo Pepe Alameda, quien con una locución sabrosa y emotiva, no dejaba de asistir un solo domingo a la “Plaza de toros México” a cubrir religiosamente la temporada taurina. Por sus notas desfilaron los principales toreros de la época: Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera, y muchísimos más.
Surgieron otros noticieros como el de la Operadora de Teatros, la Revista mexicana y México en la pantalla, cuyo guionista era el célebre periodista televisivo Raúl Velasco; el Noticiero Clasa de Gonzalo Candiani; los noticieros: De hoy y de siempre, El noticine y El Noticiero nacional actualidades de Excélsior que se editaba desde 1952, el cual también era producido por los Estudios de cine Clasa Films y estaba dirigido conjuntamente por don Luis C. Majarrez y el productor de películas Gabriel Alarcón; y finalmente El Mundo en marcha y el Noticiero novedades continental que surgieron a principios de los años 60`s y que fueron producidos por Fernando Fuentes Bravo. Este último contaba con la voz del periodista y locutor de televisión Agustín Barrios Gómez.[xxiv]
La censura
A pesar de que todos los noticieros cinematográficos se caracterizaron por hacer reportajes sobre una infinita variedad de temas, en donde parecía no haber otro límite que el criterio de selección de sus propios productores y escritores, la cerrazón política que el gobierno ejercía sobre la sociedad de los años 50’s y que alcanzó su nivel máximo de represión en la década siguiente, no permitía la libre opinión y todos los medios de comunicación, incluyendo los noticieros cinematográficos, estaban sujetos a una censura sorda y nefasta que se manifestaba en una ausencia de opiniones y puntos de vista críticos. Así, en los noticieros no había espacios para incluir comentarios críticos sobre el sistema o para emitir discursos no oficiales, por lo que la mayoría de las revistas fílmicas tenían un estilo narrativo un tanto cuanto superfluo y condescendiente debido, particularmente, a la represión de todas las manifestaciones públicas y contrarias al régimen.
En ese sentido, es de llamar la atención que ninguno de los noticieros del momento incluyera alguna nota o reportaje sobre el movimiento estudiantil del ’68, aún y cuando todos ellos se ocuparon cubrir puntualmente la olimpiada cultural y deportiva que se realizó en octubre de ese trágico año. Aún pueden consultarse las hojas en donde se describen textualmente los contenidos de cada uno de los reportajes que incluiría el próximo número que tanto El Cine Mundial, como El Cinescopio elaboraban para tramitar de este modo, el permiso de exhibición por parte de la Secretaría de Gobernación.
Epílogo
En la necesidad de sobrevivir en la pantalla, los noticieros se vistieron de publicidad y ofrecían una enorme variedad de marcas, servicios y novedades que no dejaban de gustar al espectador: los televisores Zenith y Admiral, líderes en el mercado; los refrigeradores de la Nacional, el Contac X con sus granulitos de colores; las pilas Everedy, sin las cuales el radio de la princesa no suena; la crema bylcream; el trenecito del chocolate expréss de la fábrica Azteca; el perfume Flor de Sharon; “los tres movimiento de Fab”; el tradicional “Café al gusto”; el cereal “Corn Flakes”, con sus estampas coleccionables, etc., pero fueron sobretodo, la prontitud y la velocidad con que llegaban las noticias a través del televisor, los que dieron el tiro de gracia a los noticieros cinematográficos y éstos, inevitablemente, sufrieron la debacle y su fin desde principios de los años 70’s
Consideraciones finales
Los noticieros cinematográficos, también conocidos como noti-cines, revistas de actualidades o revistas fílmicas han sido uno de los temas menos estudiados de la historia del cine mexicano. Surgieron desde las primeras décadas del siglo XX y constituyeron un importante medio de comunicación para que los espectadores pudieran enterarse de los principales acontecimientos acaecidos en México y en el resto del mundo, por lo que podemos decir que a través de los noticieros fílmicos “los hechos se convirtieron en imágenes”.
El estudio de los noticieros cinematográficos permite localizar y analizar innumerables datos históricos que lograron ser capturados por la lente de muchísimos camarógrafos metidos en labores periodísticas; de ese modo, miles de imágenes sedimentadas por el tiempo, dieron lugar a un acervo documental único, trascendental, disponible actualmente para su estudio. A ello contribuyó, sin lugar a dudas, la prensa escrita que se encargaría de registrar innumerables eventos, consignándolos en las carteleras cinematográficas que día con día anunciaban los programas de las salas de cine y las películas que se exhibían; de ahí que cualquier investigador pueda indagar sobre ciertos hechos que influyeron decisivamente en el acontecer de una región, de una localidad o del país entero.
Finalmente podemos decir sobre los noticieros cinematográficos, que éstos nos sirven también para conocer con mayor amplitud y detalle el desarrollo de las carreras fílmicas que siguieron numerosos directores, escritores, guionistas, editores, fotógrafos y hasta locutores del ambiente cinematográfico, como son los casos de Rafael Corkidi, Rubén Gámez, Luis Sobreyra, Antonio Reynoso y tantas otras personas, que lograron incursionar en la industria fílmica nacional con la experiencia y la habilidad técnica que les dejó su paso por el taller de los noticieros.
Sirva esta breve reseña de las revistas de actualidades para invitar a los investigadores y estudiosos en general, a construir esta historia todavía no contada del cine mexicano.
[i] Paz, María Antonia e Inmaculada Sánchez, Film-Historia, Barcelona, España,Vol. IX, No. 1 (1999): págs. 17-33
[ii] De los Reyes, Aurelio, Medio siglo de cine mexicano (1896-1947), págs.10-11
[iii] Catálogo Lumiére, programa mexicano……..
[iv] De los Reyes, Con Villa en México, págs. 38-39
[v] Reyes de la Maza, Luis, Salón Rojo, (programas y crónicas del cine mudo mexicano), UNAM, T.I, pág. 67
[vi] Acervo Filmoteca de la UNAM
[vii] De los Reyes, Aurelio, Con villa en México,UNAM, 1985, págs. 72-73
[viii] Angel Miquel, Acercamientos al cine silente mexicano, Universidad del Estado de Morelos, 2006, pág. 51
[ix] El Imparcial, septiembre de 1912
Ramírez, Gabriel, El cine yucateco, UNAM, 1980, pág. 25
[xi] Idem
[xii] Almoina, Helena, Notas para la historia del cine en México, Tomo II, págs. 54-56
[xiii] El Universal, 26 de agosto de 1919
[xiv] El Universal, 28 de agosto de 1919
[xv] El Universal, 29 de abril de 1929
[xvi] El Universal, 30 de abril de 1917
[xvii] Entrevista personal, Jilotepec, Morelos, 2001
[xviii] Acervo de la Filmoteca de la UNAM
[xix] Acervo de la Filmoteca de la UNAM
[xx] Entrevista personal, Guadalajara, Jalisco, 14 de marzo del 2000
[xxi] Acervo Filmoteca de la UNAM
[xxii] Idem
[xxiii] Idem
[xxiv] Idem
El DICCIONARIO DE DIRECTORES DEL CINE MEXICANO.COM es una plataforma digital no lucrativa, cuya finalidad es preservar la memoria de los que hicieron y hacen nuestro cine.
Todo apoyo contribuye a perfeccionar el trabajo de investigación y el mantenimiento y desarrollo tecnológico de esta página. ¡Gracias!
