Dramaturgo, director y profesor de teatro, director de cine. Atraído desde muy pequeño por el cine, y con deseos de ser actor, en 1958 ingresa a la Escuela de Arte Teatral (EAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), al tiempo que también se incorpora a la carrera de Letras Francesas en el Instituto Francés para América Latina (IFAL), donde lleva asignaturas relacionadas con el análisis cinematográfico. Admirador del cine mundial y, en especial del polaco, un compañero de clase le sugiere que estudie cine en Polonia; es así que consigue una beca en la famosa Escuela de Cine de Lodz. Se destaca por ser un alumno brillante y sus cortos escolares son muy elogiados, tanto en la calificación, como por la crítica que recibe en los festivales cinematográficos en los que participan.
Tras culminar su preparación a nivel profesional, decide quedarse en Polonia y casi inmediatamente ingresa a la maestría en Cinematografía. Combina los estudios con el trabajo teatral, la televisión y el cine. Filma el corto Mea culpa/1968, al que sigue el mediometraje La media vuelta/1970, trabajo que ese año recibe el premio Público Varsovia. Dirige, para la televisión de ese país, el mediometraje documental Bejard, hombre del siglo XX/1973 y en 1974 una adaptación de la obra de teatro “Los albañiles”, de Vicente Leñero.
Regresa a México en 1975, acudiendo al llamado de la Universidad Veracruzana, para dirigir teatro. Se incorpora al ambiente cinematográfico a través de Sergio Olhovich, Juan Manuel Torres y José Estrada.
Tras librar diversas dificultades con sindicatos e instituciones, Raúl Zermeño filma El diosero/1980 uno de los tres episodios del largometraje Mundo mágico, historia del México indígena en donde un arqueólogo interesado en la cultura maya (Paco Morayta) es testigo de cómo el indio Kai-Lan (Ernesto Gómez Cruz) quien lo hospeda y sirve de guía, crea dioses para hacer frente a una lluvia torrencial; el corto es una adaptación de Benito Alazraki de los relatos literarios de Francisco González Rojas recopilados en el libro “El Diosero”. La música es de Manuel Esperón y la fotografía de Gabriel Figueroa. Posteriormente, ante los obstáculos que le impiden dirigir de nueva cuenta, determina incorporarse a la actividad teatral, y en el cine, sólo vuelve a participar como coguionista de Goitia, un dios para sí mismo/Diego López 1988.
Raúl Zermeño figura en el teatro como uno de los directores más talentosos de México, prestigio ganado por las puestas en escena de obras de importantes autores como Shakespeare, Molière, Rascón Banda, Emilio Carballido y Jorge Ibargüengoitia. Se desempeña como director teatral, y formador de muchas generaciones de actores en diversas instituciones: es director del Centro Universitario de Teatro de la UNAM (1980-1988); profesor de dirección de actores del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) en la década de los ochenta; director de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (1982-1984), funge como director escénico de la Compañía Nacional de Teatro de México y de la Compañía Universitaria de Teatro; coordinador de la Licenciatura en Arte Dramático de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) y catedrático en la Escuela Nacional de Arte Teatral.
Después de su inicio en el teatro, ¿cómo se da el paso al cine?
RZ.- Lo de realizador me saldría muchísimo más tarde. Y empiezo a hacer una carrera de actor y empiezo a pensar en el cine hasta que el cine me atrapa, bueno… nunca lo dejé en tanto espectador. Soy un espectador muy frecuente, muy frecuente, me fascina el cine. El cine me absorbe totalmente, incluso el mal cine, lo critico y lo vomito… pero primero me absorbe.
¿Qué busca transmitir en su cine?
RZ.-En términos estéticos yo creo que lo que un director tiene que hacer, y eso lo considero obligatoriamente, es interpretar de alguna manera la realidad y servirla por medio de la ficción para fines de transformación, de conciencia, de goce de la realidad, y goce del público.
(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Isaura Rendón Pérez, 07/04/2000)
El cine lo lleva al teatro y el mismo teatro a dirigir cine. Admirador de Fred Zinnemann, Stanley Donen, Luchino Visconti, Federico Fellini, Luis Buñuel, Akira Kurosawa, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese y John Ford. Uno de los recuerdos más valiosos que tiene de la filmación del episodio El diosero/1980, es la de haber conquistado a Gabriel Figueroa, ya que trabajar con él, “es trabajar con amor y con un gusto enorme”. Antes de tomar la decisión de irse a Polonia, tenía la idea de estudiar en París porqué “París era lo mejor ”. Cenizas y diamantes/Andrzej Wajda 1958, es una de las películas polacas que de alguna manera lo influyen para estudiar cine en Polonia.
Premiado a nivel nacional e internacional por su labor como director, entre sus obras teatrales de mayor éxito sobresalen: “Martha la piadosa”, producida por la UNAM; “Las cartas de Mozart”, de Carballido; “El anzuelo de Fenisa”, de Lope de Vega; “El mercader de Venecia”, de Shakespeare, y “Living Out”, de Lisa Loomer. Su último trabajo es como adaptador de la obra “Dos Mujeres”, protagonizada por Ofelia Medina y Paola Medina para la compañía Círculo Teatral, misma que le rinde un homenaje póstumo con amigos y familiares.
Compañía Círculo teatral rinde homenaje póstumo a Raúl Zermeño.
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