MONTOYA, EUSTASIO

Documentalista y exhibidor. Pionero del cine documental tanto en México como en su país natal. Es exhibidor itinerante en Texas, Estados Unidos, y Tamaulipas; entre 1914 y 1921 desarrolla un trabajo de registro histórico como fotógrafo y camarógrafo en el noreste del país y parte del sur de Texas, filmando acontecimientos cívicos, militares y diplomáticos que considera de interés, como: La batalla de Villaldama, Nuevo León, que tuvo lugar el 27 de abril de 1915 donde los carrancistas derrotan a los villistas; visitas del general Álvaro Obregón a Monterrey, Tampico y Chihuahua en el mismo año y al siguiente; gira del presidente Venustiano Carranza por el norte del país, incluyendo su entrevista con el gobernador de Texas, James Ferguson, y escenas de la infructuosa Expedición Punitiva que encabeza el general norteamericano John Pershing para capturar a Francisco Villa en 1916, entre otras.

En el año de 1919 trabaja como cine fotógrafo en la película La Nube/Rafael Trujillo filmada en Laredo, Texas, que se estrena en el Teatro Stand de dicha ciudad el 20 de octubre de 1919.

A partir del material acopiado, elabora el guion para un documental sobre la historia de México entre 1900 y 1920, que no se realiza. Sus últimos años reside en Laredo, Texas, desde donde intenta infructuosamente vender su material a la Secretaría de Relaciones Exteriores en 1933, al DAPP en 1938, al gobierno de Nuevo León en 1940, al presidente Manuel Ávila Camacho en 1944; finalmente, un representante de su hijo logra que la SEP lo adquiera en 1987.

En condiciones graves de deterioro, del acervo original de 45 mil pies sobreviven doce mil en 50 rollos, que se reducen a un rescate de un 10 por ciento, alrededor de veinte minutos de proyección, además de fotografías y documentos.

“Las imágenes de una sociedad en la primera época del siglo XX se han perdido en gran parte, porque no se pensaba que tendrían un valor histórico para las generaciones venideras.

“Las imágenes filmadas por Eustasio Montoya pertenecen a la arqueología cinematográfica y han sobrevivido como muchas ruinas antiguas, fragmentadas, como partes de una estatua a la que le faltaran los brazos o la cabeza. Estas imágenes han resentido así la huella del tiempo, pero lo que ha quedado de ellas, sirve para descubrir los testimonios inéditos en la vida social, política y cultural, en el tiempo latente de sus circunstancias animadas por el cine.”

(Eustasio Montoya: imágenes perdidas, secuencia dos del documental, en El rescate de un camarógrafo: las imágenes perdidas de Eustasio Montoya, Fernando del Moral González, 1997, pp. 32-33)