LARA ESCOBEDO, GERARDO

Pasa su infancia y adolescencia en Toluca, donde es asiduo asistente a las salas de cine. Años más tarde viaja frecuentemente a la Ciudad de México a la Muestra Internacional de Cine, en el antiguo Cine Roble. Termina la carrera de Economía en la Universidad del Estado de México. Su gusto y obsesión por el séptimo arte, especialmente por los filmes de la década de los cuarenta, lo llevan a estudiar cine en el CUEC (1980-1985). Destaca como buen creador de atmósferas, en el marco de zonas marginadas. Dirige el corto La ciudad de la heroína/1981 al que siguen: Paco Chera/Chuby de Benito/1982, El Sheik del Calvario/1983; y más adelante logra el reconocimiento de la crítica nacional e internacional con Diamante/1984, nominado a la Diosa de Plata, que participa en 1984 en los festivales de cine de Oberhausen en Alemania, La Habana, y el Festival Internacional de Cine de Toronto en 1985.

Su próximo trabajo es Lilí, episodio de la cinta colectiva universitaria, Historias de Ciudad/1988, un retrato valiente y cruel sin contemplaciones con el espectador, que trata sobre las peripecias de una prostituta para sobrevivir en la Ciudad de México.

En 1993 vuelve a la pantalla grande bajo un guion propio con Un año perdido, trama que expone la toma de conciencia de dos jóvenes mujeres provincianas, que rompen con los cánones establecidos y deciden su futuro; la película es protagonizada por Vanessa Bauche y Tiaré Scanda, acompañadas por Ada Carrasco, Bruno Bichir y Miguel Rodarte entre otros. La cinta es seleccionada en el Festival de La Habana 1993, así como en el de Amiens, Francia, en 1994, y nominada al Ariel por: Mejor Ópera Prima, Argumento, Coactuación Femenina y Tema Musical, categoría en la que se lleva el Ariel (Alejandro Lora, “El Tri”). Aunque el filme es bien recibido por la crítica y el público, no cuenta con una buena distribución.

En 1994 dirige El Volcán, un video ficción sobre la vida y obra del Dr. Gustavo Baz Prada, ex gobernador del Estado de México y su papel dentro de la medicina. Una historia que inicia en una conferencia que da Gustavo Baz -entonces con 80 años de edad- en la Universidad Autónoma del Estado de México, en la que recuerda los momentos claves en su vida, como la Revolución Mexicana; historia que concluye cuando las cenizas del ex dirigente del PRI, son depositadas en el Nevado de Toluca.

Continúa con Amor a la camiseta/1994, documental para TV UNAM, un video documental sobre el equipo de futbol Pachuca, en el que se entrevista a jugadores y aficionados de este deporte en Pachuca y la Ciudad de México.

En 2003 funda la Cooperativa Cinematográfica Lagartija Negra, con la que realiza el cortometraje documental La perra del diablo/2005, sobre la porra “Perra Brava del Toluca”, trabajo que participa en los Festivales de Morelia 2005 y en el Festival Internacional de Guadalajara 2006. Continúa con el corto-ficción en 35mm Rebelado en Juárez/2005, que se exhibe en el primer Festival de Cine de la Frontera 2008, en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Regresa al largometraje con La Aldehuela. Historia de un gran amor/2007, sobre un hombre que regresa a su ciudad, en busca de su identidad, después de cumplir una condena de 25 años en prisión. La cinta se filma en la ciudad de Toluca y es producida por Lagartija Negra, FIDECINE, Casa León, el Gobierno del Estado de México y la UAEM.

Dirige la serie de 15 cortometrajes Despierta Paisano/2012, al que sigue la terminación del documental Nuestro amigo americano/2014, sobre el director de cine John Huston, respecto a su vida y obra en México, una coproducción de la Fundación Rockefeller y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), que da inicio en 1998 y cuya posproducción debido a la falta de recursos, finaliza dieciséis años después en 2014. Nuestro amigo americano toma como narración central “El libro abierto”, la biografía de Huston que escribió su amigo Bill Reed. Gerardo Lara extrae testimonios específicos del libro y los pone en voz de Tom Shaw, quien fuera su asistente y lo conocía a la perfección, además de la inclusión de los testimonios que enfatizan la emoción, el respeto y el amor que Huston sentía por México, a través de sus hijos Dany, Tony y Allegra, y amigos suyos como: Hugo Stieglitz, Joan Lavander, el productor Michael Fitzgerald y la gente que lo conoció.

Continúa con el cortometraje ficción La Cuerda Floja/2017, imparte talleres de guión en el CUEC y Cineteca Nacional, realiza la serie de televisión “La virgen de Estambul” 2017, que consta de diez episodios de media hora cada uno; entre 2014 y 2020 produce 5 cortometrajes: Iridiscencia Masculina, El Fiel de la Balanza, Que Dios le de más, La Madre Teresa y Montaña de Brujas. Recibe la Iguana de Oro por su trayectoria en el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara FICG 2017.

GL.- Era un cinéfilo enamorado del cine. El cine es como un virus que se te mete y ya no te puedes desligar de él… es tan hermoso el proceso de trabajo que te enamora. Hacer una película resulta muy difícil… crear, formar, lograr y luchar contra lo común para tener un buen largometraje en pantalla, implica un mérito bastante considerable. Como director no me siento satisfecho, porque esto sería como conformarte, pienso que mientras no se quite el dedo del renglón y sigan existiendo propuestas, tarde o temprano volverás a tener la oportunidad de filmar. En el cine existe una guerra hasta el final y creo que nunca se va a acabar… siempre hay que voltear la mirada al viejo cine mexicano antes de tratar de imitar los esquemas de vanguardias europeas y norteamericanas, el cine de antes en México. Pensaba en el público al hacer guiones y escoger actores; actualmente pareciera que en nuestro cine contemporáneo sólo se busca resolver un conflicto de tipo personal.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Isaura Rendón y Camelia Luna, 05/08/1999)

¿Cómo nace la historia de La Aldehuela?

GL.- Me interesaba abordar una historia de amor y de búsqueda de identidad. El hablar de la ciudad de Toluca, es como un testimonio de lo que ha sido la transformación de la ciudad, y también la historia de amor, que es la base de la película. A la vez es la búsqueda y recuperación del amor, todo un itinerario que el protagonista sufre para lograrlo. Técnicamente es un proyecto más sencillo, sin embargo se podría decir que sacamos la película del fondo de la tierra; no teníamos condiciones industriales, se filmó en tres semanas. Seguimos todo el régimen de una película barata, donde no hay dinero, y esto te lleva a ocupar otros recursos, a maniobrar de tal manera que en la pantalla quede tu historia, que es lo que cuenta.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Mónica García Ramírez, 29/04/2008)