Hijo de un fotograbador pacense, trabaja en el diario “El Periódico de la Mañana” de Bajadoz, bajo el pseudónimo de “El pájaro”. Se inventa el sobrenombre de Lucenay, que pasa por su segundo apellido. Escritor de tratados de sexología, probablemente llega a nuestro país como exiliado de la Guerra Civil Española. Dirige en 1938 dos películas: en la primera, adapta un argumento de Ángel Rabanal y Antonio Martínez Cuétara para realizar el melodrama ranchero y musical inspirado en la figura, que no en los hechos, de la famosa guerrillera villista La Valentina, con Jorge Negrete y Esperanza Baur.
En su segunda y última intervención en el cine, Martín de Lucenay escribe y dirige A lo macho/A lo mero macho, que es una versión sin crédito de la novela española “Nada menos que todo un hombre”, de Miguel de Unamuno. En la publicidad, esta cinta se titula A lo macho, pero en pantalla se llama A lo mero macho, un melodrama de tintes costumbristas con Raúl de Anda y Magda Haller. Los resultados poco alentadores de estas experiencias lo alejan para siempre de los estudios de filmación. Crea la mítica historieta nacional: “Chanoc” (Publicaciones Herrerías, octubre de 1959), con dibujos de Ángel Mora, que origina cuando menos ocho filmes.
“Inferior a sus compañeras del mismo género resultó esta película [La Valentina] en que, en los intersticios de paisajes y canciones yuxtapuestos, se desarrolla una acción reveladora de que los autores del argumento ni tienen idea apreciable de lo que es el cinematógrafo. La pobreza de la acción; la falta de dibujo de los personajes; los cambios inmotivados de psicología –si así puede llamarse, en el caso–, de la protagonista y de sus enamorados rivales, lo comprueban ampliamente. Es una lástima que, girando en torno a una de las canciones más conocidas de la época de la revolución, este film carezca del atractivo y del brío que pudieron hacer de ella, dentro de las limitaciones naturales, un magnífico pretexto para presentar un trozo de la realidad en una de las épocas más dinámicas de la vida mexicana.”
(Hoy, “La Valentina”, Xavier Villaurrutia, No. 77, 13/08/1938, p. 57, en Crítica cinematográfica, Xavier Villaurrutia, p. 260)
Martín de Lucenay tiene como asistente en La Valentina, a Roberto Gavaldón y a cargo de la fotografía a Jack Draper; no realiza ninguna otra actividad relacionada con el cine, antes de sus dos únicas películas, que a duras penas rebasan la hora de proyección. Para Villaurrutia, en La Valentina/1938, Jorge Negrete, que interpreta a un general apodado “El Tigre”, “canta como un ruiseñor y se conduce como una oveja”. El ex sexólogo redactó los primeros veinte números de la historieta “Chanoc”, con otros guionistas y dibujantes como Arturo Casillas y Manuel Moro Cid, revista que circula hasta 1981. Es autor de los 60 fascículos: “Temas sexuales” (Madrid: Editorial Fénix, Biblioteca de Divulgación Sexual, 1932) y “Cultura física y sexual” (Madrid: Ediciones El Cisne, 1936).
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