CORKIDI ACRICHE, RAFAEL

Cinefotógrafo, director, productor, guionista, académico. Su familia, llega de Egipto a México en 1920. De formación autodidacta, Rafael Corkidi se inicia como ayudante de su hermana mayor, propietaria de un negocio de fotografía. Colabora en algunos trabajos en 16mm del fotógrafo Tufic Yazbek, quien lo recomienda en el noticiero Cine Mundial, al cual ingresa como ayudante de staff, “chinchigüilla”. Impulsado por Antonio Reynoso a quien considera su maestro, a los 25 años es ya fotógrafo de los noticieros Cine Mundial y Cinescopio. En 1960 produce y fotografía el cortometraje experimental El despojo/Antonio Reynoso, basado en un relato de Juan Rulfo, quien escribe los diálogos de la cinta, una vez que termina la filmación. Ese año, después de fotografiar el corto documental Tamayo/Manuel González Casanova, establece en sociedad con Reynoso la empresa Cine Foto, compañía productora de documentales, cortometrajes y comerciales, e ingresa al grupo Nuevo Cine.

Posteriormente es fotógrafo de varias cintas independientes como: Tajimara, episodio de Los bienamados/Juan José Gurrola/Juan Ibáñez 1965 y Anticlímax/Gelsen Gas 1969. Su trabajo y su fama se consolidan como fotógrafo del director Alejandro Jodorowsky en Fando y Lis/1967, El Topo/1969 y La montaña sagrada/The Holy Mountain/1972, actividad que combina como asistente de dirección y fotógrafo del documental Olimpiada en México/Alberto Isaac 1968, mismo año en que dirige los cortos México 68/1968 y Puebla 68/1968.

Su cine de corte experimental, en video, independiente y libre en su totalidad, recurre a la fantasía alegórica y revela un gusto por lo esotérico. La música es definitiva y ocupa un lugar preponderante en la producción de sus películas, en especial la Ópera. Rafael Corkidi gusta de los simbolismos, el arte gótico y un registro visual que incluye desnudos totales, inmuebles abandonados, naturaleza, escenarios áridos y desérticos, un destacado interés por los pueblos indígenas y su entorno sociocultural. En los decorados integra elementos que resultan futuristas en la historia. Es fotógrafo y productor de todas sus películas. En sus cuatro primeros largometrajes trabaja en mancuerna con el escritor guatemalteco Carlos Illescas, el compositor Hectór Sánchez y Tere Corkidi a cargo del casi siempre extravagante vestuario. Suele integrar, con ciertas variaciones y agregados, al mismo grupo de actores.

Con un argumento y guion del escritor guatemalteco Carlos Illescas, Rafael Corkidi dirige su ópera prima: Ángeles y querubines/1971, cinta que fotografía en video. Una trágica historia de amor con toques religiosos, eróticos y de horror vampírico; un poema visual con ángeles buenos y malos, más que una trama lógica  y lineal. En un prólogo de imágenes en donde predomina el color sepia, el cual permea toda la película, Dios crea a la niña Eva y ella a Adán (los niños Lea y Pablo Corkidi). Ambos descubren que el paraíso es falso y le prenden fuego. En una época indeterminada, de carretas y caballos blancos, el rico y apuesto joven Cristián (Jorge Humberto Robles, siempre vestido de blanco, con pantalones acampanados y saco a la  rodilla, estilo beatle), en apariencia feliz, se enamora de Ángela (Helena Rojo) y la pide en matrimonio a su madre (Ana Luisa Peluffo). La situación entre ambas familias es tensa dado el poco interés y la oposición del padre de él (Roberto Cañedo) a la boda; desconfía de los forasteros recién llegados a la región, a quienes considera unos aventureros tan sólo interesados en su fortuna. El padre muere en condiciones extrañas y Cristián después de la boda, ya casado por bienes mancomunados, es entregado por su esposa a la suegra quien totalmente desnuda y cual vampiro endemoniado, sedienta de sangre le clava los dientes en el cuello. En el epílogo los niños Adán y Eva regresan al paraíso. Ángeles y querubines es una producción independiente de Cine Producciones y Roberto Viskin, filmada en los estudios América, Hacienda de Atlihuayan en Oaxtepec, Bazar de Los Sapos y Biblioteca Palafoxiana en Puebla, Hacienda de San Juan, Chalco y en el Lago de Texcoco. El alucinante diseño de producción y vestuario (entre sesentero, místico, infernal y de reinado virreinal) corre a cargo de Tere Corkidi; Hans Baimler hace la fotografía aérea, los romances y madrigales son cantados por Coralito y la música es de Nacho Méndez. La cinta tiene un costo aproximado de 2 millones 500 mil pesos. Se estrena en el cine Regis el 8 de diciembre de 1972, donde se exhibe durante 10 semanas. Autorización C.

Rafael Corkidi vuelve a colaborar con Carlos Illescas en una historia original que coescriben, su segundo largometraje: Auándar Anapu /1974, cinta que también fotografía y produce, hablada en español y tarasco, narración de un curioso personaje santón, Auándar Anapu (Ernesto Gómez Cruz), siempre con overol azul marino, camisa blanca de mangas largas y morral al hombro. Líder rebelde de unos trabajadores, que llega a destruir el cacicazgo apoyado por las fuerzas militares en la región purépecha. Una mezcla de Cristo, Gandhi, Anacleto Morales, el Ché Guevara o Rasputín, que extrae agua de las rocas, hace la paz entre hermanos que se pelean, resucita a los muertos y hace el amor en medio de la naturaleza con Magdalena (SusanVon Polgar). El pueblo le entrega su fe absoluta; Auándar Anapu muere bajo las balas de los militares, pero resurge para continuar la lucha. El director revela aquí su posición ante las injusticias sociales en un país del tercer mundo y la represión que ejerce la religión. Toda la historia transcurre en el marco de las tradiciones, cultura y paisajes de Uruapan, Michoacán, donde se filma la película, con la participación de músicos, cantantes y bailarines de la región, entre estos las hermanas Pulido. Se integran al reparto: Aurora Clavel, Jorge Humberto Robles, Patricia Luke y María de la Luz Zendejas, entre otros. La cinta, una producción de Cinemadiez, recibe: la Mención del Jurado por la Música en el 11 Es Recontres Inernationales Film et Jeunesse en Cannes (1974); Mención del Jurado Ecuménico en el 27 Festival Cinematográfico de Locarno, Italia; y en la 17 entrega del Ariel (1975), la estatuilla por Mejor Música de Fondo (Héctor Sánchez). Auándar Anapu se estrena en el Cine París, con autorización D, y se exhibe durante 22 semanas.

Rafael Corkidi se lleva en 1975 el Ariel y la Diosa de Plata a la Mejor Fotografía, por El topo/Alejandro Jodorowsky 1971. Dirige para el CPC Son dedicado al mundo y amigos que lo acompañan/1973, cortometraje con una larga lista de premios, al que siguen los cortos independientes Hermano indígena y Amigo campesino. En 1975 es fotógrafo del documental de los Juegos Panamericanos.

Filma Pafnucio Santo/1976, quizá la cinta más experimental de toda su obra, escrita también con Carlos Illescas, película que fotografía y produce con CONACINE. Una curiosa mezcolanza de referencias históricas, números musicales y humor, extravagante, “no realista”, hablada en 14 idiomas, que visita personajes y mitos de la historia, a través de voces narradoras y subtítulos que se despliegan a la par que se escuchan canciones de Ópera; no hay diálogos. Secuencias en donde irrumpen inesperadamente personajes como la heredera norteamericana Patricia Hearst (Susana Kamini), famosa por su secuestro y después participación con el mismo grupo terrorista que la privó de la libertad, o La Malinche (Elpidia Carrillo) esposa de Hernán Cortés (Jorge Humberto Robles), siempre con música clásica de fondo: Puccini, Dvorak, Grieg, Vivaldi, Giordano y Wagner entre otros. El rodaje de Pafnucio Santo se lleva a cabo en los estados de Veracruz, Morelos y la Ciudad de México. Actúan: El niño Pablo Corkidi, María de la Luz Zendejas, Gina Morett y José Luis Urquieta. La cinta es nominada por Mejor Fotografía en el XIX premio Ariel (1977) y fue la primera película mexicana exhibida en el Festival de Nueva York y en el Museo de Arte Moderno de la misma ciudad. Con un costo aproximado de 3 millones de pesos, se estrena con autorización C, en las salas de arte Hermanos de Alva, Gabriel Figueroa, y en los cines Géminis, París y Dorado 70, donde permanece 3 semanas.

Con Illescas, adapta en forma muy libre la novela “Al filo del agua”, de Agustín Yáñez, título original de la película, que las autoridades oficiales sin consultar a Rafael Corkidi, cambian a Deseos/1978, filme que se estrena seis años después en 1983, debido a conflictos con la familia de Yañez. Una producción de CONACITE DOS que al igual que todos sus trabajos, fotografía el propio director, realizada en Iztapalapa, Jalisco, Torreón, Coahuila, Tula, Hidalgo, y Texcoco en el Estado de México. Drama familiar, sobre el hijo rebelde, Timoteo Limón, que regresa a su devastado lugar de origen. Con la actuación de: Ernesto Gómez Cruz, Jorge Humberto Robles, María de la Luz Zendejas, Ana Luisa Peluffo, Don Juan Barrón, Gina Morett, Ana de Sade, Angélica Chaín, Martín Lasalle, Aurora Clavel, Ana Iris Nolasco, Sonia Rangel y Federico González. La cinta es nominada en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana (1981) al Premio Coral, por Mejor Director y en dos categorías del Premio Ariel (1984): Fotografía (Rafael Corkidi) y Escenografía (Teodoro Maus).

Interesado en las posibilidades del video y en la experimentación de su paso al celuloide, dirige en video Figuras de la pasión/1983 y en 16mm Las Lupitas/1984. Continúa durante 24 años trabajando en video; en 2004 experimenta en la narrativa de historias con tres videos simultáneos, formato en el que llega a ocho videos que corren a 30 cuadros por segundo y que llama 8 Video. En 2008 dirige en HDV El maestro prodigioso -que se transfiere a 35mm-, tres cuentos de su autoría en los que intercala HDV con segmentos en foto-fija, cuyo tema es la lucha de los maestros contra las múltiples adversidades del sistema educativo en nuestro país. El primero, “Memoriales de un loco”, es un testimonio de la marginada educación en las comunidades rurales; “La misión”, trata de la expulsión y muerte de los misioneros pedagogos jesuitas, y “El maestro prodigioso”, basado un poco en el cuento de José Revueltas, narra la persecución y encarcelamiento en el 68 de los estudiantes libres y maestros prodigiosos. La cinta es una producción de Leonis Films y FOPROCINE, con la participación como productor de su hijo Pablo Corkidi, fotografía del propio Rafael Corkidi con la asistencia de Miguel Garzón, y la foto fija de Rafael Doniz. La película se graba en Veracruz y figuran en el reparto Ernesto Gómez Cruz, María de la Luz Zendejas, Gina Morett, Ximena Ayala y Pepe González Márquez, entre otros. Ejerce la docencia en la Universidad de Guadalajara (1990-1993) y la Universidad de Las Américas, en Puebla (1993-2000). Se muda en el 2000 a Boca del Río, Veracruz, donde establece en 2004, la escuela de video Mar de Encuentros, un proyecto experimental independiente para niños de la calle y de escasos recursos, entre 12 y 16 años. Programa que dura año y medio, totalmente gratuito, en el que también se proporcionan desayunos y comidas, financiado por el cineasta con algún apoyo ocasional.

Entre sus trabajos en video se enumeran: 1986 Relatos; 1987 Huelga/Strike; 1988 Señoras y señores; 1990 Murmullos; 1991 Folclor, Rulfo aeternu; 1992 Revelaciones y testimonios del 22 de abril; 1993 Pasajeros de Luvina, Urbano y Natalia; 1994 Imagen y canto; 1995 Retractaciones, Testimonios apócrifos, Comandante;1996 Mi querida Benita, Tlaxcalan, Rulfiada 96; 1998 Eureka, Hemos hallado, Códice Silva; 2004 Silvestrísimo, Diez peditos, diez.

En reconocimiento a su trayectoria la AMACC le otorga el Ariel de Oro en 2013, poco antes de fallecer ese mismo año.

¿Cómo es que siendo un fotógrafo maravilloso te decides por el camino de la dirección?

RC.- “Siempre quise hacer una carrera donde pudiera expresarme, llega un momento en que como fotógrafo ya no podía hacerlo, necesitaba hacer mis cosas, entonces emprendí el proyecto de Ángeles y querubines, de ahí sentí que como fotógrafo ya no tenía nada qué hacer. Esta película la maduré con Carlos Illescas, poeta guatemalteco. De una serie de cuentos que tenía pensados, esta era una historia un poco esotérica, cristiano-judía. Y comencé a construir la idea con una producción bastante diferente a lo acostumbrado en el cine mexicano. Fueron casi dos años de preparación y uno de realización. Tuve muchos problemas, como es en la primera película, aunque un gran apoyo del sindicato, y un gran conjunto de actores con los que después hice todas mis películas, Ana Luisa Peluffo, David Silva, Helena Rojo. Y así nació mi proyecto de escribir todas mis películas, dirigirlas y producirlas.”

(Memoria del cine mexicano, “Rafael Corkidi”, serie en video, entrevista por Alejandro Pelayo, 1993)

¿Cómo nace El maestro prodigioso?

RC.-Por hambre. Primero, el cine era mi imposible por caro; trabajé en video porque era un sistema económico, hasta que se convirtió en mi otro imposible. Entonces me compré una cámara digital de regular calidad y grabé un corto con fotos… 85% de fotos y 15% de video, y yo soy el actor. Lo hice enfrente de la escuela, en el mar. Terminé el corto, me pareció interesante, me di cuenta que había abierto una puerta maravillosa, la puerta más económica del mundo… una cámara digital… que cargas en la computadora y construyes una historia que tenga movimiento, imagen y sonido. Yo quería tratar el tema de la educación en México, así que hice un corto que habla de un maestro rural con unas condiciones de vida muy tristes. Después escribí dos historias alrededor del mismo tema, presenté el proyecto al IMCINE, y por primera vez en 30 años, tuve la suerte de que fuera aceptado y se apoyara.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Perla Ciuk, 01/02/2008)