Director, guionista, actor y locutor de radio. Estudia la preparatoria en Los Ángeles, California. Oficial de las fuerzas villistas, se refugia en Estados Unidos, poco después de la derrota de Celaya (1915) e, incidentalmente, trabaja en los Estudios Universal Pictures como bailarín en la segunda versión de Ramona/Donald Crisp/Lloyd Brown 1916, en la que actúa Adda Gleason. De regreso en México, junto con Eduardo Urriola, escribe el argumento, produce y actúa en Fanny o el robo de veinte millones/Manuel Sánchez Valtierra 1922.
En 1923, después de actuar en El hijo de la loca/José S. Ortiz, Ángel E. Álvarez interpreta y dirige en Puebla su primera película, El secreto de un pecado, con Luz María Hernández, Marta Ávalos, Roberto Guzmán y Gaspar Pruneda en los papeles principales. Le siguen Enigma/1925, en la que también actúa, y Alas de gloria/1929, con los aviadores Pablo L. Sidar y Carlos Rovirosa, la cual, en su estreno, sonoriza con discos en vivo empleando un aparato de Indalecio Noriega llamado Sincrono. Continúa con Vicio/1930, melodrama acerca del alcoholismo, producido por la Compañía Cinematográfica El Águila, protagonizado por Honorato Reyes Nieva en el papel de un joven emproblemado, es exhibido con gran éxito en el cine Variedades de Puebla.
Por encargo del entonces gobernador de Tlaxcala, Adrián Vázquez Sánchez, Ángel E. Álvarez produce, fotografía y dirige el mediometraje documental Alma tlaxcalteca/1930, sobre las fiestas de la Semana Nacionalista. En estos mismos años, por encargo del Ejército, produce documentales informativos, como Bellezas de Puebla, filmado en la capital de aquel estado y en diversos lugares de la entidad, donde se ostentan grandes bellezas y riquezas naturales, especialmente en lo que se refiere al estilo arquitectónico precortesiano y colonial.
Cuando se prefiere filmar Santa/Antonio Moreno 1931, en vez de un proyecto suyo, se retira del cine para dedicarse, desde 1933, a nuevas actividades en la naciente industria de la radio.
AA.- “Antes de que se filmara la Santa sonora, como un dato curioso –sin pretender por ello ninguna gloria–, debo decir que fui el primero que le puso sonido a una película nacional, titulada Alas de gloria. Esta primera cinta sonora se exhibió en el Teatro Variedades de Puebla, del que era propietario el gran amigo Espinoza Bravo. Luis Espinoza Iglesias, hijo de éste, actual propietario de la Operadora de Teatros y yo, pusimos palabras y música a esta película.
Cuando se habló de hacer películas en nuestro ambiente, presenté a don José Calderón, una adaptación mía de la popular novela ‘Sol de mayo’, del notable escritor mexicano don Juan A. Mateos, pero se le dio preferencia a ‘Santa’, de Gamboa, por razones de mayor comercialidad. Tras de este esfuerzo, resolví retirarme del cine…”
(Cinema Reporter, “Historia del cine mexicano”, José María Sánchez García, 13/10/1954, p. 29)
La copia de Alma tlaxcalteca/1930, preservada por la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donada por Héctor Vázquez Paredes —hijo del gobernador de Tlaxcala en esos años, Adrián Vázquez Sánchez—, tiene una duración de 31 minutos con 30 segundos lo cual quiere decir que si el original duraba alrededor de 48 minutos, se han perdido cerca de 16 minutos y medio, es decir, casi una tercera parte. A pesar de esto el filme pudo rescatarse casi íntegro.
El padre de Ángel E. Álvarez, Domingo, perteneció al cuerpo de guardias de Porfirio Díaz. Estudia los cursos elementales en Taxco, Guerrero, y en 1914, por simpatía, se enrola en las filas de Pancho Villa, primero en la Brigada Gallardo y después con las fuerzas del general Felipe Ángeles. Durante su estancia en Estados Unidos, a cambio de un favor, un amigo periodista del “New York Times” publica la fotografía de Ángel E. Álvarez con un texto que lo presenta como un artista de cine que llega a Nueva York contratado por la Fox Films.
El cineasta tlaxcalteca propuso al empresario José Calderón, representante de la Compañía Nacional Productora de Películas (CNPP), llevar a la pantalla una adaptación, sincrónica, de “Sol de mayo”, la popular novela de Juan A. Mateos. Sin embargo, los directivos de la CNPP dieron preferencia, “por razones de mayor comercialidad”, a “Santa” de Federico Gamboa. Como parte de sus actividades radiofónicas, en los años cincuenta conduce la popular emisión “Los Madrugadores” y preside la correspondiente “Legión Mexicana de los Madrugadores”.
Texto sobre Alma tlaxcalteca
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