Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)

(Coordinación México, Perla Ciuk)

Sinopsis: El título En la palma de tu mano, hace referencia a la profesión del astrólogo y ocultista Profesor Jaime Karín (Arturo de Córdova), quien, apoyado por su amante e informante de Clara Stein (Carmen Montejo) -manicurista de origen austriaco, que conoce las intimidades de señoras que asisten al salón de belleza donde trabaja-, se dedica a embaucar a éstas mujeres que impresionadas por su personalidad, su voz y por supuesto, su bola de cristal, caen redonditas ante los “presagios” fatalistas del Profesor Karín, quien ve la oportunidad de chantajear a la atractiva Ada Cisneros de Romano (Leticia Palma), al intuir y descubrir, que ésta, ha asesinado a su millonario esposo, Vittorio Romano, al enterarse de que lo engañaba con su joven sobrino León Romano, cómplice criminal de Ada.

León intenta atropellar a Karín, pero éste es salvado por una mujer vendedora de periódicos a quien el astrólogo le lee las cartas de su hijo, enviado a la guerra de Corea -en realidad ha muerto y Karín las escribe como acto de compasión-. Después, Ada y Karín -quien ha abandonado a Clara-, hacen el amor en una cabaña en el campo y planean la muerte de León -aquel lo mata con una pistola checa Skoda-. Ada que dejó a Karín realizar solo el trabajo, pretende deshacerse de él con un cheque de cinco mil pesos. El la abofetea y le dice que enterró a León en su cabaña campestre, por lo tanto tienen que seguir juntos y desenterrar el cadáver ya que su presencia (viva o muerta) es vital para cumplir las disposiciones del testamento dejado por el difunto marido y lo hacen pasar por atropellado por un tren. Ada es llamada a testificar para reconocer el cuerpo y Karín que ha huido, es detenido. Él piensa que lo han descubierto, pero el motivo es otro.

A los temas típicos de Luis Spota: la opresión social, la marginación, el desencanto, la ambición, el crimen, las pasiones y las pulsiones sexuales, el horror del asesinato y la vital adrenalina que de éste se desprende, se suma un suspenso narrativo brillantemente orquestado por Roberto Gavaldón, quien se vale de una eficaz fotografía en blanco y negro para resaltar con sus claroscuros la ambigüedad de sus personajes, hurgando en lo peor de sus personajes y obteniendo escenas fulminantes como la antológica secuencia final en una morgue, donde el protagonista confiesa su crimen movido por la desesperación y un equívoco, o aquella extraordinaria escena de la pinchadura de la rueda del automóvil de los amantes malditos, cuando un buen policía motorizado se ofrece a ayudarlos y les pide que le abran el maletero donde llevan el cadáver del infortunado León, en un filme cuyas inesperadas vueltas de tuerca y giros dramáticos, la convierten en una intrigante y muy entretenida muestra de un cine policiaco y criminal netamente nacional.

La cultura oficial al igual que los gobiernos, dispuestos siempre a montar escenografías sociales y a destacar el buen gusto estético y argumental, dejó de lado infinidad de historias, géneros y personajes como es el caso del cine negro arrabalero, una suerte de cinema noir a la mexicana, así como varios policiales de bajo presupuesto que mostraban el devenir de la delincuencia y la sobrevivencia de los bajos fondos y que tuvo como intérpretes preferidos del público en las décadas de los cuarenta a los sesenta, a personalidades como: Arturo de Córdova, Pedro Armendáriz, Juan Orol o David Silva, figuras multifacéticas que supieron construir a su alrededor todo tipo de universos policiacos y criminales.

Si a De Córdova y a Armendáriz les tocó protagonizar algunos de los mejores y más eficaces ejemplos del género, como serían En la palma de tu mano/1950 y La noche avanza/1951 y Juan Orol convirtió el gangsterismo en religión y delirante entretenimiento puro, quedaba claro que desde finales de los años cuarenta, el actor David Silva se convertiría en el arquetipo ideal de un cine urbano que hurgaba en la génesis del crimen y en la labor policiaca, en melodramas negros y trágicos.

En medio de aquellos, Luis Spota, novelista prolífico, periodista porfiado, obsesivo y lúcido, gran entrevistador y hábil guionista y argumentista fílmico conocedor de los resortes del género y las tramas detectivescas, escribió el argumento con el que José Revueltas y el propio realizador Roberto Gavaldón, armaron el guion de En la palma de tu mano, notable policiaco al estilo de lo mejor del cine negro hollywoodense, que retomaba el asunto de la pareja de amantes sanguinarios en la línea de El cartero llama dos veces/Tay Garnett 1946 o Pacto de sangre/Billy Wilder 1944. Aquí, la actriz Leticia Palma, encarna a la auto-viuda (negra), que maneja con gran habilidad su sexualidad desatada, como metáfora del asesinato considerado como una de las bellas artes y en su camino, arrastra a su joven sobrino de su marido y desechable objeto sexual masculino, para terminar finalmente por desequilibrar la vida de su nuevo amante-cómplice que encarnó magistralmente Arturo de Córdova.

Ficha artística: Arturo de Córdova (Profesor Jaime Karin), Leticia Palma (Ada Cisneros de Romano), Carmen Montejo (Clara Stein), Ramón Gay (León Romano), Consuelo Guerrero de Luna (señorita Arnold), Pascual García Peña (merolico), Manuel Arvide (inspector).

Ficha técnica: Productora: Producciones Mier y Brooks; Productor ejecutivo: Felipe Mier, Óscar J. Brooks y Ernesto Enríquez; Argumento: Luis Spota; Guion: Roberto Gavaldón y José Revueltas; Fotografía: Alex Phillips (blanco y negro); Montaje: Charles L. Kimball; Sonido: Rodolfo Benitez y Galdino Samperio; Música: Raúl Lavista, Juan Bruno Tarraza, Osvaldo Farrés; Escenografía: Francisco Marco Chillet.

Estudios: Estudios Churubusco; Duración: 90 minutos. Estreno: 21 de junio de 1951. Clasificación: B.

Premios: Premio Ariel a la Mejor Película. Mejor Dirección, Actuación Masculina, Fotografía, Argumento Original, Edición, Escenografía y Sonido.

Bibliografía:

Historia Documental del Cine Mexicano, Emilio García Riera.

Una mirada Insólita. Temas y géneros del cine mexicano, Rafael Aviña.

La vorágine del mal. Nocturno hormonal (en prensa), Rafael Aviña.