Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)
(Coordinación México, Perla Ciuk)
Sinopsis: Caireles y Tarrajas han trabajado toda su vida en la unidad 133 de la Compañía Tranviaria. Cuando se enteran de que su unidad será retirada de servicio, luego de arreglarla se emborrachan en una posada que se celebra en la vecindad donde viven, participan en la pastorela y luego se roban el 133. Lupita, hermana del Tarrajas, da celos a Caireles con otro hombre, un chofer. Ella también interviene en la pastorela. Durante toda la noche, Tarrajas y Caireles transportan a un grupo de pasajeros variopinto, en el que se incluyen dos beatas, un catrín, un profesor y sus alumnos, así como un grupo de carniceros del rastro, que llevan consigo enormes trozos de carne. Papá Pinillos, un inspector jubilado, sube al 133 y reporta a Caireles y a Tarrajas; sin embargo, cuando llega el gerente de la compañía, el 133 ya está de nuevo en su sitio. Al final, Caireles y Lupita se reconcilian.
Una sola semana permaneció en exhibición esta cinta, erróneamente considerada por infinidad de especialistas como una obra “menor” de Luis Buñuel. Claramente emparentada con Subida al cielo, no sólo por la participación en ambas de Lilia Prado en el papel protagónico, sino también y sobre todo por lo que respecta a más de una solución escénica -la imagen de Prado en el estribo del transporte, con un pie a tierra y mostrando parte del muslo es, con seguridad, la más memorable-, así como en la concepción general de ambas historias, las cuales hoy serían catalogadas dentro del subgénero road movie. Empero, en la época durante la cual Buñuel las realizó, dicho concepto aún no estaba en boga.
Desde el punto de vista genérico, La ilusión viaja en tranvía es uno más de los muchos ejemplos útiles para revisar la dificultad que implica una catalogación a rajatabla de lo filmado por el cineasta aragonés. Desde luego, no carece de pertinencia ubicarla dentro del género de la comedia, si bien dicha catalogación resulta insuficiente y con ella se limita la percepción de los alcances de esta obra; es precisamente por esta insuficiencia que muchos analistas incurren en la falla de considerarla una obra “menor”. El tono, en realidad más fársico que cómico, le permite a Buñuel echar a andar dramáticamente buen número de las obsesiones y los fetiches visuales que ya se le conocían con anterioridad. Por ejemplo, la presencia de los grandes trozos de carne que llevan los tablajeros remite de inmediato al trozo sanguinolento de carne cruda de Los olvidados. Referencias menos obvias, aunque no por ello menos relevantes, son la presencia -una vez más- de uno o más religiosos en la galería de personajes; ahí está para confirmarlo la pareja de beatas cargando un santo de bulto. Otra presencia, inevitable en Buñuel, es la sensualidad. No se habla aquí en exclusiva de Lilia Prado y su constante postura invitante, sino por ejemplo de una mujer vista al pasar por uno de los niños que viajan en el tranvía.
Tomado de manera clandestina y posteriormente habitado por personalidades diametralmente opuestas pero, al mismo tiempo, coincidentes al menos en la intención del desplazamiento, el tranvía 133 es una lograda metáfora de la libertad -aquí denominada bajo el término “ilusión”-, y es, al mismo tiempo, la conjunción en un mismo plano espacio-temporal de buen número de los temas, los caracteres y las tipologías más caras a Buñuel, como si se tratara de la puesta en escena de su propio pensamiento, siempre poblado de erotismo, religión, imágenes de autoridad cuestionadas, infancia, juego e irreverencia.
Ficha artística: Lilia Prado (Lupita), Carlos Navarro (Juan Caireles), Fernando Soto “Mantequilla” (Tarrajas), Agustín Isunza (Papá Pinillos), Miguel Manzano (don Manuel, gerente de la compañía), Guillermo Bravo Sosa (Braulio), José Pidal (profesor), Felipe Montoya (mecánico), Javier de la Parra (jefe de tráfico), Paz Villegas (doña Mechita), Conchita Gentil Arcos (pasajera beata), Víctor Alcocer (trinquetero).
Ficha técnica: Productora: Clasa Films Mundiales, Armando Orive Alba. Productor ejecutivo: Juan Ramón Aguirre. Jefe de producción: Fidel Pizarro. Argumento: Mauricio de la Serna. Guion: Mauricio de la Serna (adaptación de Juan de la Cabada, Luis Alcoriza y José Revueltas. Fotografía: Raúl Martínez Solares (blanco y negro). Montaje: Jorge Bustos y Luis Buñuel (sin crédito). Sonido: José de Pérez, Rafael Ruiz Esparza y Teódulo Bustos. Música: Luis Hernández Bretón. Construcción de decorados (escenografía): Edgard Fitzgerald. Maquillaje: Elda Loza. Ayudante de dirección: Ignacio Villarreal.
Estudios de rodaje: Clasa Films Mundiales. Laboratorios: Clasa Films Mundiales. Duración: 82 min. Estreno: México, 18 de junio de 1954. Calificación: A.
El DICCIONARIO DE DIRECTORES DEL CINE MEXICANO.COM es una plataforma digital no lucrativa, cuya finalidad es preservar la memoria de los que hicieron y hacen nuestro cine.
Todo apoyo contribuye a perfeccionar el trabajo de investigación y el mantenimiento y desarrollo tecnológico de esta página. ¡Gracias!