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ANTOLOGÍA DE PELÍCULA

Archivo DDCM

PELÍCULA: LA BARRACA

DIRECTOR: Roberto Gavaldón, 1945

AUTOR: FEDERICO DÁVALOS OROZCO

Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)

(Coordinación México, Perla Ciuk)

 

La adaptación, ilustra fielmente la novela ubicada en 1880 en la huerta de Valencia. Los huertanos han decidido que nadie ocupe la barraca del tío Barret (Rafael Icardo), víctima del usurero don Salvador. Batiste (Domingo Soler), agricultor empobrecido acepta las condiciones favorables que le ofrecen los herederos del prestamista con la esperanza de ofrecer a su familia un futuro menos amargo. Cuando ha creído superadas las mil calamidades que le han opuesto los lugareños, entre ellas la muerte de su hijo más pequeño, debe matar en defensa propia a su viejo rival Pimentó (José Baviera) y dejar su barraca quemada por una torva de huertanos azuzados por la viuda, para buscar, exiliado, una mejor vida en otro lugar. Batiste debe aceptar la derrota. El trabajo, la valentía, la honradez, la virtud o el derecho a la vida nada valen ante la cerrazón de aquéllos que atribuyen su condición precaria al otro, al forastero.

La Segunda Guerra Mundial y la muy amplia afluencia de inmigrantes de todas las nacionalidades, especialmente españoles que dejan sus lugares de origen por la guerra civil, la derrota de la República, la persecución nazi-fascista y la guerra, es el contexto inmediato en el que se produce y realiza La barraca. Durante los años de la guerra la producción cinematográfica mexicana se formaliza y se industrializa de manera plena. Con más y mejores recursos financieros, técnicos y humanos muchos productores se atreven a rodar cintas de época y a producir películas ambientadas en sitios exóticos y poco habituales como España o Francia. En 1944, con setenta y cuatro cintas producidas –la más alta de su historia-, como ha venido ocurriendo durante el periodo, se sigue privilegiando la explotación de las adaptaciones de la literatura extranjera, especialmente francesa, española, inglesa y alemana.

Con una larga trayectoria como anotador, asistente de director y codirector, Roberto Gavaldón destaca entre los catorce debutantes de 1944 con su notable versión de La barraca, sobre la obra de Vicente Blasco Ibáñez, que parte de una “versión cinematográfica” preparada por Libertad Blasco Ibáñez, hija del escritor español. A diferencia de sus colegas (Emilio Fernández, Julio Bracho y el muy joven Ismael Rodríguez), su carrera madura lentamente en la segunda mitad de los cuarenta y alcanza la plenitud en la siguiente década.

A pesar de que durante estos años se afirma un importante cuadro de estrellas, fundamental para el desarrollo de la industria, en La barraca se privilegia la eficacia y las necesidades argumentales y de verosimilitud de la historia por encima y al margen de las demandas del star system; es una película sin nombres relumbrantes, sin dejar de contar con figuras establecidas y reconocidas por el público. Apoyan a Domingo Soler y a Anita Blanch en los roles protagónicos, la presencia de numerosos actores y técnicos provenientes del exilio español, más de veinte, entre ellos varios valencianos, con los que se logra un drama muy bien ambientado sobre el mundo rural de Valencia en el último tercio del siglo XIX.

Gavaldón es un cineasta que ambiciona la perfección narrativa y que da primacía a la imagen por encima de lo literario. Los decorados y las locaciones ocupan un lugar preponderante en la definición de sus personajes. Sus actores se desenvuelven con rigor y precisión, sin excederse ni desbordarse en el melodrama fácil. Con la misma concreción se resuelve el drama: sin excesos ni complacencias.

La cinta dura siete semanas en su cine de estreno y obtiene diez de los 18 Arieles repartidos en la primera entrega de esos premios en 1946 y, sin duda, es la mejor de todas las películas mexicanas que atestiguan la influencia y el poder de los refugiados españoles en la industria.

Ficha artística: Domingo Soler (Batiste Borrul); Anita Blanch (Teresa); Amparo Morillo (Roseta); José Baviera (Pimentó); Luana Alcañiz (Pepeta); Manolo Fábregas (Tonet); Narciso Busquets (Batistet); Manolo Noriega (tío Tomba); Rafael Icardo (Pascual Guillot, tío Barret); José Morcillo (don Joaquín, maestro de escuela); Conchita Carracedo [(huertana)]; Joaquín Roche Jr. [(Pascualet, Obispo)].

Ficha técnica: Productora: Inter-América Films, S. A.; Producción: Alfonso Sánchez Tello; Departamento de producción: Antonio Guerrero Tello y Jorge Cardeña; [Argumento: sobre la novela homónima de Vicente Blasco Ibáñez]; Versión cinematográfica: Libertad Blasco Ibáñez; Guion cinematográfico: Tito Davison; Diálogos: Abel Velilla Sarasola; Fotografía en blanco y negro: Víctor Herrera; Edición: Carlos Savage; Sonido (Western Electric): Eduardo Fernández; Grabación musical: B. J. Kroger;  Dirección musical: Baltasar Samper; Asesor folklórico musical: Francisco Gil; Bailables: Emilia Díaz; Escenografía: Vicente Petit; Asistente de dirección: Ignacio Villarreal.

Estudios de rodaje y Laboratorios: Azteca; Duración: 108 minutos; Estreno: 27 de julio de 1945, cine Chapultepec, México, D. F.

Premios: Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas 1946: Ariel de Oro a la mejor película, Ariel de Plata a la Mejor dirección, Mejor fotografía, Mejor sonido, Mejor actuación masculina estelar (Domingo Soler), Mejor coactuación masculina (José Baviera), Mejor adaptación (Libertad Blasco Ibáñez), Mejor escenografía, Mejor edición, Mejor música de fondo.

BIBLIOGRAFÍA: Datos tomados de pantalla; M. L. Amador, J. Ayala Blanco: Cartelera cinematográfica 1940-1949, UNAM / CUEC, México, D. F., 1982; J. Ayala Blanco: “El arraigo”, La aventura del cine mexicano, Era, México, D. F., 1968, 241-246; A. Zúñiga: Vasos comunicantes en la obra de Roberto Gavaldón, El Equilibrista, México, D. F., 1990, 219-222.

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