Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)
(Coordinación México, Perla Ciuk)
Sinopsis: Corren los primeros años de la década de los setenta del siglo XX. Eufemio es un hombre maduro que nació y ha vivido en Ciudad de México. De profesión mecánico automotriz, es un fanático de las competiciones automovilísticas, de modo que, a sabiendas de que la Carrera Panamericana está próxima a pasar cerca del Distrito Federal, organiza una excursión con toda su familia –madre, esposa, hijas e inclusive un par de compadres–, a un punto determinado de la carretera México-Cuernavaca. Sin embargo, es tal la muchedumbre formada tanto por quienes asimismo desean presenciar la carrera automotriz, como aquellos viajantes cuyo trayecto es desviado por dicho evento, que en algún punto a la vera de la carretera se forma una involuntaria, fugaz, espontánea y variopinta comunidad: Eufemio y sus huestes familiares, un militar y su novia, motociclistas rebeldes, hippies, una pareja de españoles… El alcohol, la comida y el sexo priman en el repentino campamento bajo la forma del exceso.
Al comienzo de la década de los setenta, el cine mexicano se encontraba en franca crisis, tanto en términos de producción como en el sentido creativo. La época dorada era sólo un recuerdo y la mayoría de los nuevos realizadores carecían de oportunidades de mostrarse. Salvo uno que otro garbanzo de a libra, la mayor parte de la decreciente producción tenía como objetivo halagar a una taquilla reacia a extenderle su beneplácito a un cine comercial morigerado, repetidor de viejas fórmulas gastadas, que hacía mal la tarea y ahuyentaba a un público que comenzaba a preferir el cine venido del extranjero. En tal contexto, lo que menos cabía esperar quizá era que alguien de la vieja guardia, tal como lo era entonces el otrora argumentista y guionista Alcoriza –El gran calavera, El esqueleto de la señora Morales y otras–, ahora dedicado a la realización, ofreciera un filme tan completo, contundente y memorable como Mecánica nacional, sobre todo en el sentido que indica el segundo vocablo de su título.
Desde su estreno en la sala Real Cinema, esta cinta protagonizada por Fábregas, un bien conocido actor de cine y teatro, así como por Lucha Villa, cantante vernácula de gran reputación, más un reparto que incluye tanto a escritores –Paco Ignacio Taibo, por ejemplo— y a futuras glorias televisivas –Luis Manuel Pelayo–, como a una multitud de actores que luego ganarían ya fuese fama mediática o reconocimiento profesional –Amira Cruzat, Maribel Fernández, Abel Woolrich, Fernando Allende…–, se convirtió en un éxito comercial tanto como en un respiro de talento frente a la mediocridad que imperaba. Lo primero es avalado por las treinta y nueve semanas que la cinta permaneció en exhibición –es decir, más de medio año–, y lo segundo por los premios recibidos pero, sobre todo, por su buena reputación y gran memorabilidad.
Mecánica nacional es, para decirlo sin ambages, una de las más completas radiografías sociales que el cine mexicano ha producido. La galería de los personajes que pueblan la historia trascienden con mucho los estereotipos y acceden directamente al nivel arquetípico, comenzando por el jefe de familia, un hombre maduro, mancornado, con rasgos de infantilismo desde su precariedad cultural e intelectual, cuya propia lascivia y tendencia a los excesos sólo halla freno cuando descubre –con la mexicanísima indignación moral que conlleva– que una de sus hijas quiere tomar la estafeta de la vida sexual activa, así como cuando su propia madre es víctima fatal de dichos excesos: el macho rodeado de mujeres que –se supone– le deben pleitesía o respeto o ambas cosas, y acosado por competidores masculinos, mismos que se hallan en la misma medianía vital. Una crítica ácida y sin reservas, así como una gozosa y lúdica metáfora cinematográfica del carácter mexicano a finales del siglo XX.
Ficha artística: Manolo Fábregas (Eufemio), Lucha Villa (Chabela), Héctor Suárez (Gregorio, el comandante), Sara García (doña Lolita, la abuela), Pancho Córdova (Güero Corrales, el compadre), Fabiola Falcón (Laila, la rubia), Gloria Marín (Dora, la comadre), Alma Muriel (Charito, la hija), Maritza Olivares (Paulina, la otra hija), Alejandro Ciangherotti Jr. (Lalo, novio de Charito), Fabián (El Apache), Eduardo López Rojas (don Chava).
Ficha Técnica: Productora: Producciones Escorpión, S.A. Productor ejecutivo: Ramiro Meléndez. Jefe de producción: Alberto A. Ferrer. Argumento y Guion: Luis Alcoriza. Fotografía: Alex Philips Jr. (Color, Eastmancolor). Cámara: Leobardo Sánchez, Felipe L. Mariscal y Carlos Montaño. Montaje: Carlos Savage y Juan José Marino. Sonido: Sigfrido García. Música: Rubén Fuentes. Dirección artística y Construcción de decorados (escenografía): Manuel Fontanals. Vestuario: Enedina Bernal. Maquillaje: Carmen Palomino. Ayudante de dirección: Manuel Muñoz y José Luis Ortega (anotador).
Locaciones: Estudios de rodaje: Churubusco, y locaciones en el km 24 de la carretera México-Cuernavaca. Laboratorios: Labofilms. Duración: 104 min. Estreno: 28 de diciembre de 1972. Calificación: C. Premios: Ariel (1973) por: Película (Producciones Escorpión), Dirección y Argumento Original (ambos para Luis Alcoriza), Actriz (Lucha Villa), y Edición (Carlos Savage); además de las nominaciones en las categorías: Guion Cinematográfico (Luis Alcoriza), Escenografía (Manuel Fontanals), Coactuación Masculina (Héctor Suárez Jr.), y Coactuación Femenina (Gloria Marín); y las Diosas de Plata por: Guion (Luis Alcoriza), Actor (Manolo Fábregas), Coactuación Masculina (Pancho Córdova), Coactuación Femenina (Gloria Marín), Actor Cómico (Sara García), y Edición (Carlos Savage).
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