ESCALONA, ENRIQUE

Director, documentalista. En 1970, con el cortometraje El padre/Why/1969 que codirige con Galo Carretero, participa en el I Concurso de Cine Independiente 8mm, convocado por el Centro de Arte Independiente Las Musas, en el que obtiene, exaequo, el premio Luis Buñuel. Ese mismo año ingresa a la industria como guionista de Nido de fieras/Rubén Galindo, y en 1971, después de participar con el corto Sabrán de mí/1970, en el II Concurso de Cine Independiente 8mm -ahora convocado por el Comité de Difusión Cultural de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM-, coescribe con Sergio Véjar el argumento y el guion de Novios, episodio de la cinta Novios y amantes/1971, que dirige el mismo Véjar.

Vinculado de nuevo con el cine independiente, Enrique Escalona interviene en la edición de Mojado, mediometraje de Eduardo Carrasco Zanini, con quien codirige el corto Baúl, ambos hechos en Super 8mm en 1972. Escalona también trabaja para el CPC, para el que dirige en 1976 Compromiso político-cierre de campaña, mediometraje de 45 minutos en el que se muestra el cierre de campaña del entonces candidato del PRI a la presidencia José López Portillo. Colabora en la fotografía del largo documental Palomas 1976/Carlos Velo, dirige y fotografía el corto IEPES coordinación, fotografía el corto Nutrición/Carrasco Zanini 1976 y, en 1978, filma Universidad pueblo, corto en 16mm.

En 1984 Enrique Escalona realiza el largometraje en 35mm, Tlacuilo, el que escribe pintando, animación sobre los códices aztecas por el cual recibe en 1988 un Ariel especial por su contribución al conocimiento de la cultura, además de tener buena respuesta en taquilla durante su exhibición comercial. Realiza los cortometrajes documentales: Ernesto Icaza, charro pintor de charros/1983 y El bosque/1984. En 1992 dirige, adapta y fotografía para DIDECINE el medio documental Guardianes de la fe.

“Antes, cuando una institución te proponía realizar un documental, difícilmente te preocupabas por planear tu trabajo como una inversión, como algo que debía redituar una ganancia. Te preocupabas tan sólo por justificar gastos. Ahora es muy distinto. En 1983 revisaba los trabajos del doctor Galarza en torno al “Códice Mendocino”. Era un libro para especialistas que incluso no estaba todavía traducido al español. Mi primera preocupación al plantearme la idea del documental, era romper con el tono académico y realizarlo como un documento de divulgación fácil y accesible.

“Un amigo empezó por decirme que estaba loco, que un trabajo de esas pretensiones sólo podía producirse en Estados Unidos. Ahora, después de seis años, me da gusto haber demostrado que no era una labor imposible. Que se puede hacer eso y mucho más.”

(El Nacional, “Romper con el trauma de la Conquista, uno de los fines de ‘Tlacuilo’: Escalona”, Rubén Hernández, 09/07/1989)