Director de cine, teatro y ópera. Estudia Derecho y Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía de la UNAM. En los años cincuenta asiste a Héctor Azar, quien en 1957 dirige teatro en Coapa, y actúa en el espectáculo: “Poesía en voz alta”. En 1961 trabaja en radio y televisión, además de tomar cursos especiales en ambas ramas en la BBC de Londres, Inglaterra, y en el IDHEC en París, Francia. Su puesta en escena de la pieza esperpéntica “Divinas palabras”/1963, del escritor español Ramón del Valle-Inclán, es elogiada y obtiene el premio al Mejor Montaje en el Festival Internacional de Teatro en Nancy, Francia.
Incursiona en la industria cinematográfica en 1965 con el mediometraje Un alma pura, tratamiento moderno sobre el incesto, basado en el relato homónimo de Carlos Fuentes, que apoyado por Manuel Barbachano Ponce, forma parte del largometraje Amor, amor, amor, para su exhibición en el Primer Concurso de Cine Experimental, organizado por la Sección de Técnicos y Manuales del STPC. Para su explotación comercial, Un alma pura se incorpora después, al mediometraje de Juan José Gurrola, Tajimara, bajo el título de Los bienamados.
Participa en el Primer Concurso Nacional de Argumentos y Guiones, convocado por el Banco Nacional de México en 1965 con: “Los caifanes”, historia que escribe con Carlos Fuentes y con la que obtiene el primer premio. En 1966 Mauricio Walerstein y Fernando Pérez Gavilán fundan Cinematográfica Marte y en calidad de productores inician ese mismo año la filmación de Los Caifanes/1967 , cinta que marca el debut de Juan Ibáñez en el largometraje.
Caifán: ¡el que las puede todas! La premisa de una pareja de jóvenes ricos y unos muchachos de barrio, que por casualidades del destino pasan juntos una noche loca, siempre ha sido atractiva. En un recorrido alegórico y simbólico por diversos rumbos de la Ciudad de México, estrictamente unidos por las circunstancias y la ocasión, se confrontan y conviven forzadamente cuatro caifanes (Oscar Chávez, Sergio Jiménez, Ernesto Gómez Cruz y Eduardo López Rojas) con una pareja de burgueses (Julissa y Enrique Álvarez Félix).
Mecánicos, trabajadores urbanos, los personajes son una versión idealizada del proletariado citadino; trabajan en Querétaro y regresan el fin de semana a su “cantón”, la capital, para divertirse y vivir el momento.
La pareja la conforman un arquitecto y su novia, que después de una fiesta, en una noche lluviosa se suben a un auto estacionado; sus escarceos son interrumpidos por el dueño de éste, el Capitán Gato, uno de los caifanes. La frívola y coqueta curiosidad de la joven, se solidariza con las puntadas y juegos de los caifanes, actitud ante la cual su novio pierde la seguridad lejos del confort de su entorno social, lo que da pie a los encuentros y desencuentros entre las dos partes, que al terminar la noche de juerga, tomarán caminos distintos.
Los caifanes/1966 está dividida en cinco episodios que no rompen con la continuidad narrativa: “Los caifanes”, “Las variedades de los caifanes”, “Quién escoge su suerte y el tiempo para exprimirla”, “Las camas de amor eterno” y “Se le perdió la paloma al marrascapache”. El filme maduró con el tiempo. Irreverente, audaz, original, fresco y fellininesco, tal como su director quería filmarlo. A más de 50 años de su estreno, la película sigue capturando nuevas generaciones de fans, aún considerando que lo que resultó en su momento una historia avangard en su narrativa, ahora se pecibe incluso naive.
Además del premio recibido en el Primer Concurso Nacional de Argumentos y Guiones, la cinta se lleva en la Reseña Mundial de Festivales Cinematográficos de Acapulco 1967, la Cabeza de Palenque; los Periodistas Cinematográficos de México (PECIME), en 1968 la premian con la Diosa de Plata por Mejor: Película, Dirección, Fotografía en Color (Fernando Álvarez Garcés), Música (Mariano Ballesté y Fernando Vilches), Actor (Enrique Álvarez Félix), Actriz (Julissa), Coactuación Masculina (Óscar Chávez, Sergio Jiménez, Eduardo López Rojas y Ernesto Gómez Cruz) y Papel de Cuadro Masculino (Carlos Monsiváis, quien aparece brevemente).
A fines de los años sesenta, la sección de Directores del STPC autoriza el ingreso de 30 nuevos miembros, entre ellos, Juan Ibáñez. Actúa en Las visitaciones del diablo/Alberto Isaac 1968 y es codirector por desplazamiento en El Golfo/Vicente Escrivá, estelarizada por el cantante Raphael, en coproducción con España.
Ese mismo año retorna a la dirección y escribe los guiones de la serie de cuatro cintas de horror y fantasía filmadas en México, coproducidas con Estados Unidos, en codirección con Jack Hill y protagonizadas por Boris Karloff quien, por cierto, con estas cuatro películas concluye su carrera cinematográfica: La cámara del terror/Fear Chamber; La muerte viviente/The Snake People; Invasión siniestra/The Incredible Invasion y Serenata macabra/House of Evil.
En sus obras posteriores Juan Ibáñez no logra armonizar sus delirios mágicos y ensueños oníricos, tan influidos por Fellini, Buñuel y el tono esperpéntico del teatro de Valle Inclán, que tanto lo obsesionan. Escribe y dirige el guion de La Generala/1970, un melodrama ubicado en tiempos de la Revolución Mexicana sobre la hacendada Mariana (María Félix, última cinta en la que participa la actriz), que, por vengar la muerte de su hermano Mariano (Carlos Bracho), incestuosamente enamorada de él, se integra a la lucha revolucionaria y es conocida como: “La Generala”.
Dos años después dirige el mediometraje Los caprichos de la agonía/1972, documental acerca del torero Manolo Martínez que sólo se transmite por televisión.
Con la cinta Divinas palabras/1977 lleva al cine la obra homónima de Valle Inclán, que años antes dirige en teatro, sobre la infidelidad que comete Mari Gaila (Silvia Pinal), esposa del sacristán Pedro (Guillermo Orea), con el aventurero Séptimo (Mario Almada). En castigo es paseada en una jaula totalmente desnuda, ante las burlas y escándalo del pueblo. Realización que recibe en 1978 el Ariel por Mejor: Fotografía (Gabriel Figueroa) y las Diosas de Plata a Mejor: Actriz (Silvia Pinal), Coactuación Femenina (Marta Verduzco), Revelación (Alicia Encinas), Revelación (Javier Estrada), Fotografía (Gabriel Figueroa), Música (Lucía Álvarez).
Su última película, México de noche/A fuego lento/1970, aborda la historia de Guadalupe (María Safont), una actriz de teatro y prostituta de lujo, que roba unos papeles a un cliente dormido con los que pretende chantajear a unos narcos protegidos por funcionarios del gobierno. La mujer escapa de sus perseguidores, se oculta en bares y cabarets, lo que resulta un buen pretexto para escuchar los arreglos del maestro Pérez Prado, famosos boleros, aderezados con escenas sórdidas del ambiente nocturno de la Ciudad de México. Abandona el cine y continúa con la dirección de teatro y de ópera en Bellas Artes y en Florencia, Italia, hasta que muere víctima del cáncer.
JI.- “El grave defecto de nuestro cine es la narración. Las causas de la mala versión son muy complejas y no tienen relación con el costo de las cintas. Una cinta bien narrada tiene menos probabilidades de fracasar que otra cuya descripción deje mucho que desear. En el cine es importante que sean buenos directores, productores y adaptadores. Los actores son más o menos importantes.”
¿Por qué no se ha internacionalizado el cine mexicano?
JI.- “Nuestra historia está llena de conflictos de orden psicológico, entre otros. En el cine mexicano nunca sale la imagen del primer mandatario y sin embargo el Presidente es muy importante en un país como el nuestro.”
(Novedades, “Su narración, el mayor defecto de nuestro cine”, Lucilia de Palhares, 02/07/1990)
De formación teatral, Juan Ibáñez combina el cine con el teatro, dirige las puestas en escena de: “La gatomaquia”/Lope de Vega, “Olímpica”/Héctor Azar, “Marat-Sade”/Weiss y “Triángulo español”/Becky; es autor de la pieza teatral “El juego mágico”.
Su ópera prima Los caifanes/1966, tiene una excelente recepción del público (siete semanas en sus salas de estreno), trabajo que muestra las posibilidades de un cine alejado de las gastadas convenciones melodramáticas y la aparición de una nueva generación de buenos actores ajenos al vedetismo de las “estrellas”. Los seis protagonistas, Julissa, Óscar Chávez (quien fallece víctima del Covid-19 en 2020) Enrique Álvarez Félix, Sergio Jiménez, Ernesto Gómez Cruz y Eduardo López Rojas, talentosos todos, tuvieron en el teatro, cine, televisión y música, carreras destacadas.
Juan Ibáñez en el Teatro Juárez de Guanajuato
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“Un alma pura , episodio de Los Bienamados”. Película completa
“Los caifanes”. Película completa
https://www.youtube.com/watch?v=7fJnvqE-QFc&ab
“La Generala”. Película completa
https://www.youtube.com/watch?v=vy6EstSUcFk
“Serenata macabra”. Película completa.
Cine. Juan Ibáñez, y aún las voces
Conversatorio por el cincuentenario de “Los caifanes”
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