Documentalistas, productores, editores y exhibidores. Reconocidos como unos de los documentalistas más importantes de la primera época del cine mexicano, en 1905 se inician en el cine como exhibidores junto con su tío y colaborador más cercano Ramón Alva Romano, para después asociarse con Enrique Rosas, pionero en el medio. En 1906 abren al público su primera sala: Academia Metropolitana, cuyo administrador es José Alva, también gerente de la distribuidora P. Avelline y A. Dalande, concesionaria de Pathé, Gaumont, Le Film D’Art, Eclair, Lux y Eclipse. Los Alva son propietarios durante un tiempo de los cines Casino y María Guerrero en Peralvillo. Según el periodista Rafael Bermúdez Zataraín, Guillermo Alva desde muy joven se interesó por la cinematografía, primero manejando proyectores Pathé y después estudiando y ensayando con las cámaras.
Entre 1906 y 1914 registran con su cámara diversos aspectos de la vida nacional en una larga serie de documentales, casi siempre breves vistas sobre fiestas populares, acontecimientos políticos, corridas de toros y paisajes, entre los cuales se conocen: Kermesse en la Alameda de Santa María, Calle del Empedradillo, Plaza de la Constitución, Estatua de Colón en la Reforma, La nevada del 11 de febrero, Inauguración del tráfico internacional por el Istmo de Tehuantepec/1907; Los actos cívicos en Morelia, Combate de Flores, Fiesta de toros, Giras políticas de Madero y Pino Suárez, Viernes de Dolores/1909; Corridas de toros organizada por la Unión Universal de Estudiantes el 21 de agosto, Maniobras militares, Presentación de Rodolfo Gaona en la Plaza El Toreo, Corrida de Gaona y Segura en El Toreo, La corrida de Covadonga, Gaona y Lagartijillo en El Toreo/1910; Carrera de Autos Imparcial-Puebla, Novillada de la Sociedad de Artistas Españoles y Mexicanos, Aviadores en el Campo de Balbuena, Solemne entrega del cañón capturado por las fuerzas insurgentes, Triunfal arribo del jefe de la Revolución don Francisco I. Madero, Llegada de la familia del primer mártir de la Revolución, Aquiles Serdán, Sismo en México el 7 de junio, Manifestaciones en la capital, Viaje del señor Madero al sur (en 2 partes), Entrega de la bandera del 32° Batallón, Banquete en Chapultepec/1911; La explotación del maguey/1913; Incendio de El Palacio de Hierro/1914.
En 1909, como ya lo habían hecho antes Salvador Toscano y Enrique Rosas, inician también la producción de ambiciosos reportajes como los documentales Entrevista Díaz-Taft/1909 (mediometraje), Fiestas del Centenario de la Independencia/1910, Revolución orozquista/1912 y un registro sobre La Decena Trágica de febrero de 1913.
La Entrevista Díaz-Taft/1909 expone el viaje del presidente Díaz a El Paso, Texas, para entrevistarse con el presidente Taft, y su regreso a la capital; intenta mostrar dos historias paralelas, sin embargo, los norteamericanos no permiten filmar el viaje de su presidente, que tan sólo se esboza. Esta doble perspectiva se logra plenamente en Revolución orozquista/1912, con tomas alternadas de los campamentos federal y rebelde antes y durante los combates de Rellano y Bachimba, y culmina con tomas del desfile de los federales victoriosos. Entre otros alardes, El Derby mexicano/1910 se filma con cuatro cámaras y, un año después, en Carrera de autos Imparcial-Puebla/1911 se utilizan seis cámaras.
Excepcional en su carrera es el Aniversario del fallecimiento de la suegra de Enhart/1913, corto cómico con los payasos Antonio Alegría y Vicente Enhart que muestra una buena asimilación del estilo de la comedia de carreras y persecuciones del norteamericano Mack Sennett. Se les atribuye haber sido camarógrafos de El Grito de Dolores o sea la Independencia de México/Felipe de Jesús Haro 1907 y autores del documental Sangre hermana/1914.
Abandonan el negocio cinematográfico en los años treinta. Fragmentos de sus valiosos documentales sobre el porfiriato y el maderismo aparecen en cintas como Memorias de un mexicano/Carmen Toscano 1950; el cortometraje Morelia en los orígenes del cine/Javier Morett 2006, reconstrucciones de las primeras proyecciones cinematográficas en el estado e imágenes de la ciudad; y La Historia en la mirada/José Ramón Mikelajáuregui 2010 que retrata la etapa previa al estallido de la Revolución Mexicana hasta la firma de la Constitución de 1917, destacan imágenes de Porfirio Díaz, Madero, Villa y Zapata.
EGM.- “Los hermanos Alva eran amigos míos desde que yo era pequeño.”
¿Usted piensa reeditar este material para que se reconozca a sus dueños verdaderos?
EGM.- “Sí, pienso sacar una o dos películas para hacer notar la eficiencia de los hermanos Alva, que en mi concepto fueron los mejores camarógrafos de esa época. No había muchos camarógrafos, pero pronto verá qué maestría la de estos hombres.”
¿Era muy peligroso filmar en esa época? (hay escenas de batallas).
EGM.- “¡Era peligrosísimo! Estuvieron varias veces a punto de que los fusilaran. Cuando filmaron lo de Sonora estuvieron encerrados en una trinchera cuatro días. Eran artistas verdaderos. La fotografía de sus películas es bellísima, el ritmo es estupendo. Casi todas las filmaron con una cámara Pathé de 1908 (Gabilondo la tiene sobre su escritorio). Tenían más cámaras porque representaban a la Casa Pathé Hermanos de Francia y vendían los aparatos aquí en México, pero casi todo, ya le digo, fue hecho con esta cámara que usted ve aquí. Ellos se asociaron con Enrique Rosas en 1905, pero éste se fue a Cuba en 1909 y los hermanos Alva se encargaron de todo a partir de esa fecha.”
(La Onda, suplemento de Novedades, “El cine nunca muere. Entrevista con Edmundo Gabilondo Mangino”, Margarita García Flores, 05/06/1977, p. 7)
No es posible establecer el título que los Alva dieron a su registro de La Decena Trágica/1913, aunque se sabe que lo filmaron como otros camarógrafos (Guillermo Becerril, hijo, Antonio F. Ocañas y Enrique Rosas). Aniversario del fallecimiento de la suegra de Enhart, exhibida en mayo de 1913 en el Teatro Lírico, se filma totalmente en exteriores de la Ciudad de México y aborda las peripecias del clown Enhart al ir a depositar flores a la tumba de su suegra. Muchas de las cintas originales fueron mutiladas y recortadas para reutilizarse en nuevos documentales. Carlos Alva murió en 1976. En la Filmoteca de la UNAM se resguarda una cámara tomavistas para película de 35 mm marca Pathé, con tripié de madera de la misma marca de la cámara, que se considera usan los hermanos Alva para registrar los grandes acontecimientos de la Revolución mexicana.
Cámara Pathé Frerès de 35mm, se considera perteneció a los Hermanos Alva
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