Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberoamericano. España, Portugal y América (2012)
(Coordinación México, Perla Ciuk)
“México es un país de grandes riquezas naturales.”, así comenzaba el texto de un documental que, un buen día de 1974, se nos ocurrió realizar a tres amigos que por esas fechas pretendíamos ser cineastas. Este trabajo se hizo acreedor al premio de cortometraje del entonces prestigiado Festival de Oberhausen en Alemania.
Nunca se los pregunté a mis colegas, pero a mí, la decisión del jurado me pareció, cuando menos, desproporcionada.
Era un documental realizado con la idea de utilizar muchos “recursos” cinematográficos para dar claridad y atractivo al texto, árido de por sí, al trasladarlo a imágenes. Los recursos se reducían a tres o cuatro disolvencias hechas en impresión por pistas A y B, una animación de un par de minutos que se llevó a cabo con cuatro acetatos que, filmados cuadro a cuadro, nos impresionaban por lo didáctico que resultaba ver el dibujo de unos obreros frente a una banda de producción moverse con torpísimos movimientos para explicar el trabajo asalariado.
Treinta años después uno se preguntaría: ¿Cómo trasladaríamos hoy el mismo texto a imágenes?, ¿Sería más claro el discurso y más ameno el resultado utilizando los instrumentos que hoy existen para trabajar la imagen y el sonido? Hacerlo en color sin duda alguna. Edición en Avid o Final Cut, seguramente. Corrección de color y tratamiento de la imagen por medios digitales. Animación digital en 3D, después Data to Film y copias en 35mm.
En nuestro caso el proceso se resolvía entre la moviola y el laboratorio, sin que supiéramos en este último lo que sucedía, pensar en el proceso fotoquímico al que no teníamos acceso resultaba casi mágico, alquímico.
No existía lo que hoy conocemos como la postproducción; ese proceso o lo que había de esa parte del proceso cinematográfico era trabajo del editor y del técnico de laboratorio y, al llevarse a cabo con un gran celo profesional, lo primero que había que aprender era que nadie supiera cómo. Hoy algunos de los viejos técnicos sostienen que la especialidad ha existido desde siempre, la verdad es que no existía tal como lo que el concepto engloba actualmente ¿Que no se llamaba así?, entonces era otra cosa porque la necesidad de definir el término viene de que la actividad existe. La prueba es que en los diccionarios especializados anteriores a los ochenta no existe el concepto postproducción, éste aparece como resultado de la complejidad tecnológica que hoy envuelve y determina al proceso cinematográfico. Entonces aparecen los especialistas y las herramientas y las definiciones en los diccionarios con, aún, gran imprecisión. El término existe desde el momento en que empieza a aparecer un responsable en el roller de créditos de una película.
¿Qué es entonces la postproducción? La postproducción se ha convertido en una disciplina que aparece como una gran solución a los problemas de producción pero que, de la misma forma, se ha vuelto una pesadilla ante la complejidad de los procesos y el ritmo acelerado del cambio tecnológico y, por lo mismo, de la dificultad en el establecimiento de normas.
Postproducción:
-Término que, en el proceso de producción, se refiere al periodo posterior a que el film, video o audio ha sido grabado, pero aún requiere pulirse, editarse, etc., para crear un producto terminado.
(Tech Terms.)
-Edición de material pregrabado que incluye el uso de efectos especiales y mezcla de audio.
(Illustrated Dictionary of Moving Image Technology.)
-Conjunto de procedimientos como la edición, el doblaje, la musicalización, la afinación, la regrabación, el corte de negativo, la corrección de luces, la óptica, etc., posteriores a la filmación de la película cinematográfica hasta la obtención de la copia compuesta, satisfactoria para la exhibición.
(Diccionario de Términos Cinematográficos Usados en México.)
-En el momento en que la primera unidad de rodaje ha terminado el trabajo con acción en vivo en un programa de medios, película o programa de televisión y el trabajo por hacer consiste de actividades que no son en tiempo real como editar, mezclar el sonido, composición, manipulación de la imagen, creación de imagen o cualquier alteración del producto de medios que conduce hacia el producto final en el proceso de producción, se dice que está en postproducción.
(Film, Video and TV Dictionary)
-Una de las cuatro fases de trabajo de una película, programa de televisión, comercial o producción de video (las otras fases son: desarrollo, preproducción y producción). La postproducción incluye los pasos necesarios para completar un proyecto para su distribución; esto sucede cuando la unidad principal y cualquier unidad secundaria de filmación ha terminado su trabajo. Ejemplos del trabajo de postproducción incluyen la edición de la imagen, la edición del sonido, el arreglo o reemplazo de diálogos (ADR), la orquestación musical, la inclusión de efectos visuales ópticos o generados por computadora, la elaboración de copias de exhibición y la preparación de materiales promocionales.
(Filmmaker’s Dictionary)
En los diccionarios especializados de ediciones previas a los años ochentas, el término postproducción no existe porque la inclusión del término en nuestro vocabulario es muy reciente, la definición de esta nueva fase de trabajo en la producción de una película es producto, como lo mencionábamos, de la complejidad que ha adquirido el proceso de producción audiovisual, mismo que hoy en día resulta prácticamente imposible diferenciar si nos atenemos a los distintos medios de transmisión o proyección de las imágenes. Las herramientas utilizadas por la televisión y en algún momento “despreciadas” por los cineastas; los elementos de producción que la aparición del video ayudó a desarrollar y que para los puristas del cine significaron, en un primer momento, la degradación no solo de la imagen sino del lenguaje mismo. Las limitaciones de calidad en imagen y sonido de la televisión motivaban un rechazo de parte de los cineastas hacia el medio; el cine, hoy en día, no se puede concebir sin las herramientas y elementos que provienen de la televisión y el video. Y así como alrededor de 1955 apareció el video con la suficiente fuerza como para sentenciar que la muerte de la película estaba próxima, hoy aparece un nuevo asesino que para lograr su cometido ya modificó, por lo pronto, buena parte de los procedimientos de producción cinematográfica: hablamos de la tecnología digital.
México, parafraseando nuestro documental, es hoy un país de grandes riquezas digitales.
Hay cuando menos quince telecines de gran calidad trabajando en por lo menos diez empresas. Hay mínimo cuatro salas de regrabación y mezcla de sonido de primer nivel. Hay Flame´s, Infernos, Shake´s, iQ´s, en cantidad suficiente para atender las necesidades de la producción local y mucho más. Tantos Avid´s y Protools como para editar sobradamente todas las imágenes y sonidos de la producción audiovisual nacional; técnicos y operadores para los procesos digitales, análogos y fotoquímicos que se requieran.
Los trabajos de postproducción para cualquier proyecto audiovisual, desde hace ya varios años, pueden realizarse en su totalidad en nuestro país. Para esto existen casas de postproducción de distintos niveles y recursos.
Allison Johns en “The Truth About Post” (Film & Video Magazine) se pregunta ¿Qué es exactamente una compañía de post?, y se responde: “En un extremo puede ser un tipo con un celular y una Mac corriendo un Final Cut Pro en la sala de su casa; y en el otro extremo, el servicio completo de una operación que ofrece desde el escaneo de la película hasta la copia final”.
Entre estos dos extremos hay una gran variedad de empresas cuya oferta va desde ofrecer servicios creativos de edición hasta aquellas que se han reformulado como una serie de pequeñas empresas especializadas para proporcionar un rango mayor de servicios de postproducción.
En México, la gran mayoría de las casas de postproducción existentes pertenecen a este rango y se han creado a partir de compañías de producción favorecidas por el auge de la producción de comerciales y cuyas ganancias han reinvertido en equipos de acabado y han crecido poco a poco, emprendiendo nuevas operaciones como el diseño de postproducción de audio y efectos visuales y ofreciendo servicios de “digital intermedia”, término que no existe en castellano y cuya traducción es insuficiente, pero que cada día es más familiar en el medio cinematográfico y que se ha convertido en la mejor opción para que los cineastas lleven a cabo una parte muy importante del proceso de postproducción: el escaneo, conformación, corrección de color, títulos, efectos y data to film por la vía de equipos digitales de alta resolución. La idea, en esto que se conoce como procesos digitales intermedios, es la de crear un sistema que permita retener cada detalle del negativo original de cámara y trasladarlo a un nuevo negativo creado digitalmente. Para llegar a esto se requiere una instalación que a partir de un negativo de cámara o inclusive de una cinta de video pueda llevar a cabo los procesos necesarios para conseguir un nuevo negativo enriquecido.
Las Casas de Postproducción
La primera empresa en México en ofrecer servicios de postproducción fue Telerey, una televisora con más equipamiento que producción, que encontró en la venta de servicios de postproducción al incipiente mercado del video una salida para la subutilización de sus equipos. Le fue tan bien que apareció Video Omega en el ya creciente mercado de la imagen en video y, posteriormente, Telemedia. Después, pero no mucho más tarde, lo que sería posiblemente la primera gran empresa de postproducción en México: Qualli, y a partir de ésta, podríamos establecer el inicio formal de la postproducción en nuestro país con el carácter de especialidad que tiene hoy en día en el mundo audiovisual. Qualli no existe más, sin embargo el personal técnico que inició en esa empresa y las anteriores, continúa desde diversas compañías aplicando los conocimientos obtenidos y la experiencia acumulada desde los años setentas en que abrió sus puertas.
En México, existen actualmente una gran cantidad de empresas de muy diversas capacidades que ofrecen servicios de postproducción con un rango de calidad igualmente diverso. Relaciono solamente aquellas empresas cuya capacidad de servicio permite llevar a cabo los procesos digitales intermedios de manera integral, sin incluir necesariamente procesos de laboratorio fotoquímico y servicios de postproducción de sonido. En estricto orden alfabético, las empresas más grandes serían:
City
Dedicada al alquiler de equipo para cine y video, así como a la postproducción. Sergio Hinojosa y Jaime Langarica fundaron la empresa hace siete años.
En postproducción, City ofrece a sus clientes: Telecine, Flame, Editores no lineales y Shadow, transfiere en formatos de 35mm, 16mm y son los únicos en México que realizan transferencias en super8 mm.
El personal de CITY se puede considerar flotante, aunque tienen empleadas alrededor de doce personas de manera permanente, responsables del equipo de producción con que cuenta la empresa. Los empleados “free lance” son los encargados de operar el equipo de post.
Debido a que CITY es la única compañía en el país que trabaja con formato super8 mm ha desarrollado un nicho de mercado especial.
Otra de las características de esta casa postproductora es que trabajan con archivos históricos de cine, teniendo como clientes regulares a la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como a las Filmotecas de Costa Rica y Colombia.
Estudios Churubusco Azteca
El decano de los servicios cinematográficos en México es una empresa descentralizada adscrita al sector cultural del gobierno mexicano, cumple sesenta años de ofrecer servicios a la industria cinematográfica, son los únicos grandes estudios de cine de Latinoamérica y cuenta, en términos de servicios de postproducción digital, con equipo de muy reciente adquisición: un Arriscan, el Pablo iQ de Quantel para corrección de color y efectos visuales, una Celco Film Recorder, proyección digital en 2k para llevar a cabo el trabajo de corrección contra pantalla y un sistema de almacenamiento de gran capacidad considerando que su principal interés está centrado en ofrecer servicios a la industria cinematográfica.
Hasta el año pasado un noventa y siete por ciento de la producción anual de nuestro país realizó algún tipo de servicio en las instalaciones de Churubusco, debido a la amplia gama de servicios que ofrece y que van desde el revelado de negativo, corte de negativo, impresión de positivo, salas para mezcla y regrabación de sonido, foros y otros servicios para la producción.
Grupo de León
Don Joaquín de León Manilla fundó Grupo de León en el año 1980. Hoy sus hijos Joaquín y Pedro se hacen cargo de esta exitosa empresa de postproducción.
Grupo de León produce y postproduce documentales, largometrajes, cortometrajes y comerciales para televisión. Ofrece servicios de postproducción de imagen y sonido, cuentan con una Celco Film Recorder.
Tienen una planta de treinta personas que participan en la producción y postproducción de materiales para una clientela muy variada, de la que un ochenta y cinco por ciento son empresas mexicanas y el resto de su cartera es extranjera, principalmente centroamericana (Guatemala, Costa Rica y El Salvador).
New Art Digital
Fundada en 1994 por Demetrio Bilbatúa, en entrevista concedida a la revista Estudios Cinematográficos, dicen haberse propuesto ofrecer herramientas actuales en el rubro de la transferencia digital entre distintos formatos de 35mm, 16mm, super 16 o video estándar, video HDTV, o bien video a 35mm, así como postproducción para cine.
Si de algo puede ufanarse esta empresa, más allá del equipamiento que pueda tener, es contar con la experiencia de Javier Leal, salido de las filas de Qualli y con participaciones afortunadas en empresas como Virgin, hoy Rushes. Es en nuestro país uno de los profesionales con mayor rango de conocimiento y reconocimiento. Esta casa de postproducción es la que cuenta con mayor cantidad de equipo, tanto que ha tenido que establecer alianzas para sacar de sus instalaciones parte del mismo. Tiene también servicios de laboratorio, sonido y digital.
Ollin Studio
Es una casa postproductora que está a punto de cumplir diez años en el medio. Los fundadores, quienes están a cargo son: Alejandro Diego y Carlos Iturriaga.
Esta empresa ofrece servicios de postproducción de principio a fin para televisión y cine.
Carlos Iturriaga es el Director de Producción de Ollin Studio, y comenta que un sesenta por ciento de los trabajos que realizan son para comerciales, mientras el cuarenta por ciento es en postproducción de películas.
En equipamiento cuentan con dos Telecines un Vialta y un Cintel, una Celco Film Recorder, un Scanner Northlight, que utilizan para la edición y efectos visuales del material de sus clientes: Inferno, Flame, Smoke, DaVinci y Pandora.
A pesar de que en sus inicios Ollin Studio trabajaba principalmente con empresas nacionales, hoy en día un treinta por ciento de su clientela es norteamericana.
Rushes
Es una de las empresas que cuentan con la confianza de mucha gente en el medio debido a los muchos años de experiencia. Comenzó siendo parte de la empresa Virgin con ese mismo nombre y al tiempo cambió a lo que es hoy una de las instalaciones que son referencia en servicios de postproducción de imagen.
Tiene telecines Calixto y Ursa Diamond de Cintel, además de un Spirit, cuenta con salas de corrección y conformación con Flames HD. Sin embargo, lo que ha definido su posicionamiento en el mercado de comerciales es el hecho de que siempre han contado con operadores técnicos de muy alta calificación. Actualmente la empresa tiene una plantilla de trabajadores de alrededor de treinta personas.
Talento Post
Empresa fundada por Francisco Outon y Jorge Torres en el año de 1984, cuenta actualmente con 25 empleados que laboran de planta realizando trabajos de copiado, multicopiado, transfers de telecine, animación y servicios de foro. Tienen un telecine ITK, 2 Flames, un Scratch, un Edit Box y varias salas con Final Cut.
Ocasionalmente Talento Post trabaja con compañías extranjeras por lo que el noventa por ciento de su cartera de clientes es nacional, dedicándose principalmente a la postproducción de comerciales, videos institucionales y películas.
Los Postproductores
Postproductor, supervisor de postproducción, gerente de postproducción, coordinador de postproducción, etc., la denominación que se hace en los créditos de las películas no es homogénea; aún cuando la responsabilidad esté clara, el responsable no ha conseguido tener un nombre propio.
En una producción cinematográfica tradicional (de las que ya no hay) la etapa de lo que hoy se conoce como postproducción seguía un camino familiar y bien ordenado: cada especialista recibía el trabajo de una forma estandarizada y lo transmitía de la misma manera. Los técnicos que intervenían en esta etapa eran pocos y buena parte de la coordinación recaía en el editor.
Las nuevas tecnologías de edición no lineal, sonido digital y gráficos por computadora tienen requerimientos técnicos muy precisos y especializados, particularmente en lo que concierne al manejo de información: negative logs, sistemas de código de tiempo, formatos de EDL y demás.
¿Cuántos coordinadores de post hay en México?, ¿cuántos que conozcan las particularidades necesarias para plantear un sistema de trabajo de acuerdo con las características del proyecto a realizar?, ¿cuántos entienden las bondades de establecer un determinado flujo de trabajo y las mejores condiciones para cumplir paso a paso la nueva dinámica impuesta por las nuevas tecnologías?, ¿quién puede, con certeza, determinar el punto exacto en el que se produjo un error en la etapa de postproducción y aclarar al productor el origen del problema y la solución posible?, son preguntas necesarias que surgen al realizar el recuento de los recursos de postproducción que existen en México. En términos de equipo hay más que suficiente, en términos humanos podemos decir que tenemos operadores calificados, pero en términos de coordinadores de esta nueva etapa del proceso cinematográfico no son muchos, los pocos que hay son buenos, pero faltan más que tengan la noción global de los nuevos flujos de trabajo.
Los Laboratorios
En México el servicio de procesamiento de imagen se proporciona avalado por una experiencia de muchos años acumulados en varios laboratorios. Existen cuando menos seis laboratorios cuya permanencia en el mercado les otorga un nivel de confiabilidad en cada uno de los procesos que realizan. Hay laboratorios que solamente revelan negativo, tal es el caso de Alta Sensibilidad y Ormaco, otros que revelan indistintamente negativo y positivo: Cinecolor, Estudios Churubusco Azteca, Labofilms, Magnamex, New Art Lab y Temexcolor, algunos ofrecen además otros servicios como revelado de sonido, corte de negativo, rushes en video, restauración, almacenaje de negativo expuesto, etc.
Las Salas de Audio
La Curva ha instalado una sala y conseguido una certificación THX PM3 para el formato de video, equipada con un controlador Pro Control de Pro Tools, tienen además la posibilidad de llegar hasta un magnetóptico.
Estudios Churubusco cuenta con dos salas de regrabación equipadas con consolas SSL, una 8000 análoga de 64 canales y otra con una Avant SSL con posibilidad de 128 canales, ambas con sistemas de grabación Fairlight, Pro Tools HD y proyectores digitales Christie, la primera cuenta además con proyección en 35mm.
Es el primer estudio de sonido en México certificado para cine por THX y masterización en Dolby digital y DTS. Tiene además una sala especial para doblaje e incidentales.
Grande Producciones cuenta con una sala para realizar mezclas a través de un controlador Icon para Pro Tools, tienen también salas para realizar doblajes y edición. Están certificados por THX PM3 (formato para video).
Grupo de León instaló una sala para mezcla de sonido en la que utilizan un controlador Icon para Pro Tools, esta sala cuenta con la certificación PM3 de THX que se otorga para el formato de video.
New Art Sound es la segunda empresa en México que obtiene una certificación para cine de THX, realiza sus trabajos de mezcla en una consola Avant SSL, con grabadora Fairlight y masterizan en los formatos de Dolby digital y DTS.
Las Escuelas
Hay dos escuelas de cine en México ampliamente reconocidas y con un historial y programas académicos establecidos a lo largo de muchos años de trabajo, estos incluyen la enseñanza de la postproducción cinematográfica a través de las distintas especialidades y de muy variadas herramientas. Es importante mencionar el esfuerzo que ha hecho el Centro de Capacitación Cinematográfica en la adquisición de equipo que permite a los alumnos llevar a cabo sus proyectos con tecnología muy avanzada, en este sentido podemos mencionar la sala de regrabación y mezcla certificada por THX y equipada con un controlador Pro Control para Pro Tools. Tienen una impresora Lasergraphics para llevar a cabo el proceso Data to Film y en la parte de edición han conseguido un Avid e instalado un par de salas de Final Cut.
En el caso de la otra escuela de cine, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos dependiente de la Universidad Nacional, el equipamiento se ha dado sobre todo en el área de edición con la adquisición de sistemas Avid además de Final Cut; en lo que se refiere al sonido tienen una pequeña sala de mezcla para los trabajos escolares y Pro Tools para su edición.
La oferta que existe actualmente en México en servicios de postproducción es muy amplia y con niveles de calidad y profesionalismo equiparables a los mejores del mundo.
Bibliografía.
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